Tenía tiempo con esta idea en la cabeza, pero me temo que la sentía muy cliché y algo aburrida, así que luego de pulir aquí y allá, esto fue lo que resulto. Advierto que la clasificación es M por diferentes motivos y sí, uno de ellos son las escenas de sexo. También, los personajes tendrán personalidades un poco diferentes, pero intentará que no se pierda su esencia en la mayoría de la historia. Y si cambiaron mucho, luego explicaré el por qué de ello, así como dejaré ver su verdadero yo.
No se olviden de dejar un review si les gusta mi historia, es la primera vez que me animo a subir aquí, así que estoy un poco emocionada :3
El Instituto Privado Ouran es uno de los más reconocidos a nivel mundial y definitivamente el mejor de todo Tokio. Cuando a Fujioka Haruhi se le notificó que había sido seleccionada en el programa de becas del Director Suou, no lo pensó dos veces. Empacó sus pocas pertenencias, compró el uniforme femenino, se despidió de su padre y subió al primer autobús que le dejaría en la entrada de la institución. Se dijo que no se dejaría intimidar por esas niñas ricas cuya vida había sido resuelta desde que habían nacido, así que respiró profundamente y atravesó la reja negra de la entrada.
Se dirigió a la oficina del director para checar que todos los papeles estuvieran en orden y cuando finalmente se le notificó que así era, decidió buscar su dormitorio. La excelencia del Ouran radicaba en ser un internado completo, razón por la cual los estudiantes vivían en dicha institución, desde un inicio se dividían en clases dependiendo de su status que no incluía únicamente cuánto dinero tenían en el bolsillo, sino cuánto podían repercutir en la vida de otros. Por eso mismo Haruhi se sorprendió al descubrir que le habían asignado al 1A, sitio donde sólo los mejores podían encontrarse. Así, al llegar a su dormitorio, esperó llevarse bien con la chica con quien compartiría cuarto por tres años.
Abrió la puerta del 169, topándose con una castaña miel de espaldas a ella que estaba terminando de desempacar, la desconocida llevaba un gran moño rosa en la cabeza y vestía muy elegantemente, sobre la cama que ya eligiera comenzaba a sacar prendas de indudable belleza que seguro usaría los fines de semana.
–Bonjour! –se acercó alegremente, dejando ver su ascendencia francesa– Mi nombre es Hoshaukuji Renge, vengo de Francia. Espero que podamos llevarnos bien.
–Soy Fujioka Haruhi –le devolvió el saludo–, espero lo mismo.
–Oh, Haruhi-chan –inmediatamente tomó confianza con ella–, desconozco mucho de tu cultura ya que aunque mi familia es japonesa, desde muy pequeña nos mudamos a París. Ojalá pudieras orientarme un poco al respecto.
–Haré lo que pueda, Hoshaukuji-san. ¿En qué grupo estás?
–En el mismo que el tuyo ya que nos ha tocado el mismo dormitorio –le sonrió–. Imagino que entrarás al 1A, ¿no es verdad?
–Así es.
Haruhi tomó su única maleta dispuesta a colocarla sobre la cama libre cuando reparó en una pequeña caja de regalo rosa ya allí. Se preguntó si acaso alguien se habría equivocado con ello, ya que no conocía a nadie en el Instituto que pudiera habérselo dejado. Sin embargo, al revisar el sobre blanco sobre la misma se sorprendió de descubrir allí su nombre escrito.
–¿Sabes qué es esto o de quién proviene? –miró confundida a Renge.
–Ni idea, sobre mi cama también había una así, aún no la he abierto –mostró una caja idéntica.
La castaña abrió la misiva, petrificándose con lo que encontró dentro.
Felicidades, pequeña, oficialmente ya eres una estudiante preparatoriana. Y no una cualquiera, sino que tienes el honor de pertenecer al grupo A, el más selecto de todo el Ouran. Ahora, hay unas cosas que debes saber:
Primera: papi y mami no están aquí, así que eres tú quien tomará todas las decisiones a partir de este momento. Eres casi un adulto, no debes correr a su regazo una vez que les has soltado.
Segunda: el Ouran se caracteriza por ser la mejor escuela de todo el país, sus estudiantes se esfuerzan constantemente para colocarla en dicha posición pero, como debes imaginar, eso requiere de constante esfuerzo que conlleva bastante estrés. Y los chicos sólo pueden soportar llevar ese estilo de vida si de vez en cuando lo liberan de alguna manera, ¿no? Es allí donde entras tú, mi preciosa estudiante especial. Durante tu primer año serás la esclava de algún chico con historial sobresaliente, si tu amo dice que debes ayudarle con la tarea, lo harás. Si tu amo necesita café caliente antes de las clases, se lo traerás. Si tu amo te pide que cantes para animarle, interpretarás lo que ordene. Y si él te pide que le ayudes a liberar estrés por la noche… bueno, lo harás.
Tercera: si te niegas al segundo punto, si corres con papi o mami, si intentas desafiar tu posición en el Ouran, ello causará tu baja definitiva, ¿entiendes? Oh, y no sólo eso, sino que serás expulsada con carta de pésima conducta, evitando tu ingreso a cualquier otra Institución.
Cuarta: dentro de esta caja adjunta se te envía un celular especial con un solo número grabado, es el de tu amo. Si el teléfono suena inmediatamente debes contestar, incluso si te encuentras a la mitad de las clases. No lo hagas y ya verás las consecuencias. Si tu amo quiere "estudiar", acudes inmediatamente. No hagas nunca preguntas personales a tu amo, sólo él decide cuánto te permite que conozcas de su vida.
Quinta: ignora la carta, deshazte del teléfono, no contestes la llamada de tu amo, desafía el sistema, y sufrirás baja definitiva. Tampoco el volverte especialmente insoportable hará que el contrato sea roto, sólo lo volverá todo más difícil.
Bonito inicio de año.
Por un momento Haruhi creyó que todo se trataba de una broma, volteó a ver a Renge pero su rostro reflejaba el mismo escepticismo que el suyo. Arrugó el papel entre sus manos y lo arrojó lejos de su vista, abrió la caja sólo para cerciorarse que allí no había ningún teléfono, que un estudiante idiota había querido jugarle una broma. Sin embargo, quedó muda cuando allí, en el fondo de la pequeña cajita, encontró un celular última generación de color turquesa. Con dedos temblorosos lo tomó entre sus manos, abriéndolo y descubriendo en su interior un único número grabado que hizo que su cuerpo se sintiera desfallecer.
–Vamos, es sólo una broma muy pesada –dijo en voz alta–. Esto no puede ser verdad, Houshakuji-san.
La castaña tomó la carta y el teléfono, guardándolos dentro de la caja con enfado. Renge se había sentado en la cama, incapaz de creer que eso estuviera pasando realmente.
–¿A dónde vas? –preguntó al verle abrir la puerta.
–A ver al Director, por supuesto –contestó enfadada–. No voy a permitir que esto se siga llevando a cabo.
La chica regresó por los pasillos que ya antes conociera, deseosa de entrevistarse con el hombre a cargo de la institución. Era imposible que algo como eso realmente se estuviera llevando a cabo bajo sus narices. Sin embargo, al dar la vuelta en uno de los corredores, chocó de frente con un chico rubio de ojos lila, el cual le atrapó antes de caer al suelo.
–Lo siento, ¿se encuentra bien? –le preguntó amablemente.
–Sí –se sonrojó con la reciente cercanía–. Perdone, iba distraída, no le ví.
–No hay problema –le sonrió–. Veo que lleva prisa, señorita.
–Soy Fujioka Haruhi –reverenció.
–Mi nombre es Suou Tamaki –se presentó el desconocido.
–¿Estás emparentado con el Director? –preguntó con interés.
–Él es mi padre –aclaró–. ¿Por qué lo dices?
–Oh, nada, simplemente ahora mismo iba a verle. Alguien ha tenido la brillante idea de jugarnos una broma pesada el primer día de clases a mi compañera de habitación y a mí.
–Veo que estás muy enfadada –le comenzó a acompañar por los pasillos.
–Tú también lo estarías si supieras el tipo de broma –fue su respuesta.
Entraron con la secretaria del Director, pidiendo una cita con el mismo. Ella amablemente les ofreció asiento mientras el hombre terminaba una junta con el Consejo Administrativo. Haruhi se sentó con la caja en su regazo y Tamaki a su izquierda.
–Y dime Haruhi, ¿tienes idea de quién podría haberte querido engañar tan despreciablemente? Porque tu cara dice que la ofensa es grande –le miró contrariado.
–Seguramente un chico inmaduro de un grado superior –bufó, apretando con mayor fuerza la caja.
–Pero necesitarás más que palabras para probarlo, ¿tienes una prueba?
–No, la carta fue impresa desde una computadora, ni siquiera tuvo la osadez de escribirla él mismo. Pero no soy una niña ingenua, me quejaré inmediatamente, este tipo de cosas ameritan una sanción.
–Oh, sí, una buena sanción –recargó su rostro en su mano izquierda–. Te dijeron que todo intento de queja tendría consecuencia… estudiante especial.
Haruhi volteó perpleja a ver al amable chico, parándose como un acto reflejo. Justo en ese momento la puerta se abrió, saliendo un pequeño grupo de personas, finalmente el Director quedó solo y, al distinguirles allí, les saludó amablemente.
–¿Qué sucede, Tamaki? –preguntó amablemente.
–Nada, Director –se paró y tomó a Haruhi de la cintura, atrayéndola contra él y haciéndola sentir asqueada con esa persona–. Únicamente le explicaba a las estudiantes de nuevo ingreso las tradiciones del colegio.
–Oh, ya veo –sonrió tranquilamente.
La puerta se cerró, dejándoles a solas. Tamaki se acercó a su oído, hablando suavemente para que la secretaria no escuchara.
–Generalmente las sesiones de estudio comienzan a la semana de ingreso, durante ese tiempo estarías a salvo, Haruhi. Sin embargo, has sido una mala chica, así que debo castigarte. ¿Debo iniciar con las clases esta misma noche?
Haruhi tragó saliva con dificultad. Sus piernas temblaron ligeramente ante la situación que se encontraba.
–Aunque, hay otra posibilidad, ¿sabes? –abrió la caja, sacando el celular de la misma– Puedo marcarle a tu amo en este momento, salvo casos especiales generalmente los emparejamientos se hacen al azar, así que no tengo idea de quién sea tu nuevo dueño. Si le marco y pregunto si quiere ser él quien te inicie, estarás a salvo hasta que te llame, puede ser mañana como puede ser que nunca te marque, algunos son demasiado orgullosos para presionar las teclas. Claro que quedarás manchada en nuestro sistema si tomas dicha decisión: las esclavas nunca llaman primero. Pero te lo advierto, si soy yo, no seré amable contigo.
Haruhi arrebató el celular de las manos del rubio y marcó. Los timbrazos comenzaron a pasar y ella estaba casi respirando aliviada de no recibir contestación de parte del otro chico. Quizás podría cursar todo el año sin nunca saber nada de él. Finalmente colgó.
–No contestó –le dijo al Suou.
–Espera un momento, ¿crees que a él le gustaría mostrar el celular dorado frente a todos? Sería el hazmerreír si se enterasen que su esclava le marcó el primer día –se burló abiertamente de ella.
Un pequeño timbrado del teléfono le espantó. Ella abrió el mensaje sólo para encontrar lo siguiente:
Hotel Conrad Tokio, hoy a las 9:00 pm. Habitación 423.
–Tal parece que tienes sesión esta noche –se rió Tamaki, alejándose de allí.
Sonaré un poco infantil, pero me gustaría recibir al menos cinco reviews para continuar porque la verdad es que no tengo idea de la acogida que le den y muchas veces los lectores no se atreven a decir qué les ha parecido el trabajo de un novato TT-TT Así que son ustedes los que me guían en esta nueva experiencia ;)
