Bienvenidos a mi nueva historia...
Diran, esta mujer no mas hace nuevos y no termina los viejos jaja, neee ya pronto estaran listos todos, no desespereis... :P
Bien, esta historia la tenia pensada de uff hace tiempo, viendo tantas cosas en la tv, espero y sea de su agrado como las pasadas...
Recuerden:
-Naruto no es mio, lo uso solo con fines de entretenimiento.
-Historia 100% original de mi mente...
enjoy it!
Probablemente el clima se puso de acuerdo con la situación, llovía a cantaros en la ciudad de Konoha. El centro de la capital se veía desolado, salvo algunas personas que trataban de protegerse de la lluvia que los agarró de sorpresa. Y así como en la ciudad pasaba una tormenta, en el juzgado era igual. Decenas de personas reunidas por una sola razón: presenciar el juicio más sonado y controversial del año y probablemente de toda la década.
—El juicio entra en sesión—anunció un hombre con uniforme.
Todo el estrado se puso de pie al ver entrar al juez Sarutobi, un hombre ya un tanto viejo, su mirada era calmada y siempre tenía una sonrisa y una palabra de aliento para todos, era como un abuelo para muchos. En la sala solo se escuchaban uno que otro susurro, sollozos de una madre destrozada y las gotas que azotaban el edificio.
— ¡Qué pase al estrado la acusada, Haruno Sakura!
Todos los presentes fijaron su mirada a la entrada donde apareció una chica de cabellos rosados, a pesar de estar en esa situación, se le podía observar serena. Su andar era lento, ya que caminar con esposas en manos y pies no era nada fácil, agregando por su atuendo, completamente anaranjado.
El guardia que la custodiaba soltó las esposas y cadenas que ataban a la chica y se sentó en la silla junto al juez para poder declarar.
—Haruno Sakura ¿Jura decir la verdad, solo la verdad y nada más que la verdad?—preguntó el guardia sosteniendo un gran libro.
—Lo juro—dijo en un susurro que apenas si se pudo apreciar.
Todos los presentes tomaron asiento, el juez Sarutobi carraspeo su garganta y miro a la acusada.
—Señorita Haruno, está usted acusada de asesinato en primer grado. ¿Cómo se declara?
La tensión invadió el lugar. Él apretó sus manos con fuerza y rechinó sus dientes, tanto que se podían escuchar como castañuelas. No perdía de vista los movimientos de la chica, parecía un depredador observando a su presa, el coraje y la ira lo invadían, pero dejaría que la justicia hiciera su trabajo. Total, si no sale como él quiere, siempre existe la justicia propia.
Sakura miró a su alrededor, a todos los presentes y un hueco en su estomago se formo al verlo a él, al ver la mirada de odio. Esa sensación de nuevo. Bajó su mirada con tristeza tratando de evitar la de él, sentía que todo el mundo la juzgaba, que todo el mundo la señalaba, pero no podía darse por vencida, tenía una misión y debía cumplirla, se lo prometió. Y con todo el valor que pudo dijo mas decidida:
— ¡Inocente!—su mirada mostraba determinación, tenía que continuar hasta el final.
2 años antes…
— ¿Viaje?—cuestionó Saori mientras hojeaba su revista mensual de cocina.
—Es por nuestra graduación—explicó Sakura tratando de convencer a su madre.
Sabia de sobra que era una mujer muy testaruda y conservadora, debía aceptar que ella era igual, normalmente no le pedía algo con mucha insistencia, pero pensó que por ser su graduación del nivel medio sería buena idea. Además, ya en la universidad tendría muy poco o nada de tiempo para poder convivir con sus amigos, pues bien, había elegido la carrera de medicina y exigía de mucho tiempo y esfuerzo, aparte agregándole la presión que hizo Ino, su rubia y entusiasta amiga.
—Sakura, sabes bien que no contamos con ese dinero—dijo la madre de la chica muy tranquilla—. No porque estés en una escuela privada quiere decir que podamos hacer esos gastos.
Si bien, Sakura estaba en una de las mejores escuelas privadas de Konoha, pero era gracias a una beca que se le otorgó por sus buenas calificaciones. Por eso mismo siempre procuró estudiar y mantener su promedio, es por eso que nunca asistía a las fiestas o mantuvo una vida muy sociable, como la de un adolecente normal, como diría su amiga.
—Será la última vez que te pida algo—insistió Sakura—. Además, Ino dijo que pagaría mis gastos.
—No puedes vivir toda la vida de limosna, hija—comentó Saori dándole vuelta a la página de la revista.
—Lo sé—dijo Sakura algo apenada. Comprendía lo que su madre le decía, pero Ino insistió tanto que no se le pudo negar, conocía bien a su amiga y no era nada lindo ver a Yamanaka Ino molesta—. Prometí pagarle a Ino.
—Eres muy insistente y testaruda, jovencita—dijo la gran señora Haruno. Bajó la revista y miro fijamente a su hija.
—Igual que tu, madre—dijo Sakura con una sonrisa.
—Supongo que son los genes—dio un largo suspiro.
— ¿Entonces?—preguntó Sakura con algo de cautela.
—Espero que sea la última vez.
Sakura sonrió con una gran alegría, corrió a abrazar –estrujar- fuertemente a su madre; algunas veces Sakura podía ser algo escandalosa.
—Gracias, madre—dijo aplaudiendo con sus manos.
—Solo promete que te enfocaras en tus estudios cuando todo esto termine—dijo Saori recobrando la compostura—. Recuerda que no debes decepcionar a tu padre.
Ambas miraron la fotografía que se encontraba en la estancia. El gran señor Haruno, un hombre con fuerte carácter, pero a la vez, con un gran corazón. Su uniforme demostraba la rudeza que llegó a demostrar de vivo, esos ojos verdes, tan lindos y a la vez penetrantes. Ya había pasado casi un año desde que murió en una misión. El ambiente alegre de hace unos momentos había desaparecido, aun estaba muy reciente para ellas y no podían evitar entristecerse al pensar en él, sobre todo Sakura.
—No lo defraudare—dijo Sakura acercándose al retrato—, ni a ti tampoco.
— ¿Entonces si te dejo ir?—preguntó Ino con una gran euforia. Sakura alejó su celular para no ser aturdida por el grito de su amiga.
Realmente era muy escandalosa. Sonrió la chica de cabellos rosas, ahora comprendía de donde había sacado esa actitud. Miró a su laptop y puso pause al video que se reproducía.
—Fue algo difícil convencerla, pero al final lo logre—dijo Sakura acercando de nuevo el móvil a su oreja.
— ¡Genial! ¿Ya tienes todo preparado?—cuestionó la rubia ya más calmada.
—No, me quede viendo el drama que te platique—respondió Sakura algo apenada.
—No cambias, frentona—regañó la rubia a su amiga—. Deja de estar viendo eso y ponte a preparar las maletas.
—En cuando termine el capitulo—rogó Sakura.
—No entiendo cómo te puede gustar tanto esas novelas coreanas—bufó Ino soltando un suspiro de cansancio.
—Es que Kim Hyung Joong es tan guapo.
— ¡Ya basta, frentona!—gritó Ino algo exasperada—. Mañana paso por ti a las ocho, mas te vale estar lista.
Y la llamada acabó. Una mueca de puchero puso la chica, su amiga siempre la regañaba, pero aun así la quería. Desde que entró al colegio los alumnos la molestaban por no ser del mismo círculo social, pero ella se porto amable, a su estilo claro está. Ino la ha acompañado en las buenas y en las malas, convirtiéndose en su mejor amiga; no era la única, también estaba Hinata, pero había un vínculo más especial con Ino.
Reaccionó y sonrió, definitivamente se la pasaría muy bien en esas vacaciones.
—Bu-bueno, no pasa nada si termino de ver el capitulo ¿verdad?
— ¡Teme, viniste!
Naruto corrió para llegar con su amigo, un chico de cabellos negros y un carácter muy temperamental.
—Hmp.
Uchiha Sasuke, un joven que hacía suspirar a cualquier fémina que se le cruzara por el camino, contrario a los hombres, que hacía que lo quisieran golpear. Arrogante y solitario, así era Sasuke. A diferencia, Uzumaki Naruto era un sol brillando, no solo por el rubio de sus cabellos, sino que irradiaba luz con esa sonrisa tan energética. Ahí se encontraba el grupo de la escuela privada para hombres de Konoha.
—Tenía que venir a cuidarte, si no te puedes ahogar—comentó Sasuke soltando su maleta junto a la de los demás.
— ¡Ha-ha! Ya aprendí a nadar—dijo el rubio muy orgulloso.
—Sasuke, decidiste venir—comentó Kiba acercándose al par de muchachos, abrazó de lado a Sasuke, pero el pelinegro solo se soltó. Kiba es la persona más energética después de Naruto, un joven de cabello castaño y sonrisa perruna.
—Sí, será muy divertido—dijo Naruto alzando su brazo en forma de victoria.
— ¿Y sabes por qué será aun más divertido?—susurró Kiba con algo de morbo y una mirada algo pervertida, la cual Naruto contestó con otra igual.
Sasuke rodo sus ojos, le hartaba la actitud de esos dos.
— ¡Porque también irán los chicos del colegio de hombres!—gritó Ino muy emocionada.
—No grites, cerda—dijo Sakura algo avergonzada ya que todo el mundo había fijado su mirada en su rubia amiga.
—Es que imagina… playa, sol y chicos guapos…
—Nadie te asegura que los chicos del colegio sean guapos—comentó Sakura bajando a su amiga de su sueño.
—Que malvada, frentona—regañó Ino—. No porque no se parezcan a tu Kim Hyung Joong no son guapos. Deberías dejar tu mundo de ensueño y pensar en los chicos alcanzables.
—Es que Kim Hyung Joong tiene algo que me encanta—dijo Sakura ignorando a su amiga.
— ¿Qué, su frialdad hacia las mujeres, su egocentrismo?—preguntó Ino con ironía.
—Solo es así por sus personajes, pero tal vez sí.
—No tienes remedio, frentona.
Las chicas rieron completamente. Ino fijo su mirada, ya habían llegado al punto de reunión. Ahí ya se encontraban varias chicas del colegio que inmediatamente reconocieron. Sakura saludó a algunas, mientras que Ino fijaba su mirada más al fondo, donde estaba su objetivo: los chicos del colegio.
—Hinata.
Sakura se acercó a su amiga, una tierna y tímida chica que esperaba serenamente sentada en la sombra.
—Sakura—saludó haciendo una pequeña reverencia—. ¿Dónde está Ino?
—Buscando a su presa—dijo Sakura con algo de burla.
Como si de un espía se tratase, Ino observaba escondida a todos los especímenes machos, como los llama ella. Estaba completamente fascinada, había de todos los gustos, sabores y colores; según ella. Miró más detenidamente y vio a un chico realmente guapo, sus piernas comenzaron a moverse por inercia, necesitaba saber el nombre de ese dios griego, esculpido por los mismos ángeles.
— ¿Qué haces aquí, Ino?
La rubia se detuvo súbitamente, giró para ver quien se había atrevido a interrumpirla en una misión tan importante como esta. Miró con desgano que era Shikamaru, su perezoso vecino y amigo.
—Me asustaste, Shikamaru—dijo Ino para cambiar de tema.
—Aun no me contestas lo que te pregunté—insistió el chico de la coleta.
—Quería… quería comprobar si habías venido—dijo mirando disimuladamente hacia donde estaba aquel chico, para su suerte ahí seguía.
—Ayer te dije por teléfono que si—contestó el chico.
—Bien, solo quería asegurarme, eres demasiado holgazán y uno nunca sabe—expresó la chica fingiendo preocupación.
—Seguro—rodo sus ojos por lo poco sutil que es su amiga.
— ¿Y quién es ese chico que está ahí?—cuestionó la chica sin tapujos.
— ¿Quién? ¿Sasuke?
—Así que se llama Sasuke—susurró Ino con algo de malicia mordiendo su labio.
—Es un patán, no te acerques a él—advirtió Shikamaru.
—Seguro—dijo Ino imitando el tono que él había usado antes.
—Buenos días—dijo Kurenai. La profesora encargada del viaje, una mujer muy bella e inteligente—. Reúnanse todas por favor.
—Llego Kurenai-sensei, iré por Ino—dijo Sakura a su amiga.
Hinata le indicó que ella cuidaría el equipaje, así Sakura pudo ir tranquila a buscar a Ino y no sería una tarea difícil, sabía perfectamente donde se encontraba la rubia. Caminó sigilosamente, no quería que pensaran que también ella andaba espiando a los chicos, buscó en todos lados y no encontraba a su amiga. Se sintió nerviosa, no estaba acostumbrada a estar rodeada de tantos hombres, así que decidió mejor regresar, tal vez Ino ya estaba allá. Giró rápidamente y comenzó a correr sin fijarse.
Corrió tan rápido que termino tropezando con alguien, ambos chocaron sus cabezas y cayeron al suelo. Sakura comenzó a sobar su cabeza, esto no era un buen inicio de vacaciones, pero, fue un accidente. Los que presenciaron el suceso se acercaron, entre ellos Ino.
— ¿Estás bien, Sakura?—preguntó Ino mientras ayudaba a su amiga a ponerse de pie.
—Sí, creo que si—contestó ella algo aturdida.
— ¿Estás bien, teme?—preguntó el rubio ayudando a su amigo, el cual solo lo empujó y se levantó por sí solo.
—La próxima vez ten más cuidado—dijo Sasuke algo fastidiado.
—Lo siento—dijo Sakura haciendo una reverencia.
Levantó su mirada y pudo apreciar bien a la persona con la que había chocado. Y el impacto cayó nuevamente en ella, como cuando te arrojan agua helada, como cuando alguien te da una cachetada que mueve todos tus sentidos. Los ojos más hermosos que en su vida haya visto. Una mirada tan penetrante y fría que sintió escalofríos. Miles de mariposas comenzaron a revolotearle en el estomago, juraba que el aire comenzaba a irse.
—Hmp.
Se alejó de ahí con hastío, una más que caía ante la maldición de sus encantos, era algo que le desesperaba de sobre manera, al parecer, el viaje será bastante aburrido.
Bien, puse un adelanto de el contexto de la historia, espero no arruinar las sorpresas que vienen a continuacion... gracias por leer y seguirme, recuerden pasar a mi pagina de FB que esta en mi perfil, gracias de nuevo y nos leemos en las otras =)
