Todo empezó con una mirada.

No a su rostro.

No a sus ojos.

No a su cuerpo.

Una mirada a su cuello y comenzó a caer sin siquiera darse cuenta.


Han pasado 10 años.

10 años desde que toda la familia Vongola y sus aliados se vieron envueltos en la lucha por la supervivencia de los Arcobalenos.

9 años han pasado desde que Tsunayoshi Sawada y Kyoko Sasagawa iniciaron una relación oficial.

8 años han pasado desde que llegamos a Italia y comencé, poco a poco, a superar el dolor de no ser la elegida.

Un año, un largo y turbio año fue el tiempo que estuve sumida en el dolor y el resentimiento hacia Tsuna-san y Kyoko-chan, pero gracias a Yamamoto-kun durante ese año pude avanzar y perdonarlos, él me iluminaba en esa oscuridad que era mi corazón con su sonrisa y amabilidad.

"Mis fuerzas me abandonaron en el momento en que lo vi, y sus brazos me atraparon antes de caer al suelo rota en lagrimas.

-Haru, por favor, tienes que avanzar, no puedes seguir así. Ya han pasado dos meses desde que te enteraste, esta no eres tu.- me sujetaba contra su pecho mientras yo lloraba en silencio.

-Ni siquiera Haru recuerda como era.- confesé bajito.

Su mano agarró mi barbilla alzándola para que mis ojos se conectaran con los suyos. Estaba serio.

- La Haru que yo recuerdo era alguien fuerte, una persona luchadora, alguien como el mismo sol que nos iluminaba con su radiante sonrisa, una persona capaz de superar cualquier adversidad. La Haru que yo recuerdo no es la persona que tengo entre mis brazos, no es esto que parece que se rompe en pedazos, no es la Haru que cada vez que me ve rompe en llanto porque su fachada no puede resistir más después de ocultar el dolor delante de Tsuna y Kyoko.- sus dedos recorren mi cara apartando el pelo de mi rostro y secando mis silenciosas lagrimas.- Haru, yo soy la lluvia, esa lluvia capaz de despejar cualquier cosa que asole la tierra y como tal voy a despejar toda la polución que hay en tu corazón, pero necesito que tú pongas de tu parte.- acaba con una ligera sonrisa dulcificando su mirada.

No puedo separar mis ojos de los suyos, me veo reflejada en ellos y veo cuan rápido he cambiado por el dolor, a través de sus ojos veo su preocupación y deseo de ayudarme y es ahí cuando decido que quiero su ayuda para superar este dolor. Asiento lentamente y hablo con decisión.

-Por favor Yamamoto-kun ayude a Haru a limpiar su corazón, Haru promete dar de su parte y demostrar que puede superarlo.- La sonrisa de su rostro se extiende notablemente mientras me escucha.

-¿Y como piensas demostrarlo?.- pregunta mientras sitúa un mechón de pelo detrás de mi oreja.

-Hahi! pues... Haru promete que cuando el dolor ya no exista en su corazón se cortará el cabello.- Anuncio con cierta inseguridad.

Yamamoto rompe a reír haciéndome sentir un cálido viento en mi corazón helado.

-¡Me parece genial! Cabello nuevo, vida nueva.- sentencia alegremente"

Actualmente tengo 25 años y ya no hay dolor en mi corazón.


Ha pasado más de un año desde que no publico nada y sé que me merezco una paliza pero he vuelto, he de decir que mi historia ''Una serie de catastróficas desdichas'' seguirá en pausa hasta que recupere un poco la emoción que tenia cuando la estaba escribiendo, por ahora me centraré en esta nueva historia y me estoy planteando hacer una continuación de ''Gracias'', aunque no es seguro.

Espero que esta nueva aventura sea bien recibida.

See you again-desu~