Discusiones y batallas perdidas.

Llueve en Nueva York, intensamente.

Blaine lo ve de desde el interior del taxi que le lleva a su casa. Bueno su "casa". No había pasado más de 3 días en el McKinley High cuando había recibido la temida llamada , que esperaba que fuera más tarde que pronto, de su padre; que con su sutileza característica le había ordenado que fuera a la casa familiar Ipso Facto para hablar . Su madre , que era la mediadora de la familia y bastante más política que su padre , se había limitado a sugerirle que viniera a Nueva York , pronto , porque tenía muchas ganas de verlo , con un tono que ocultaba nerviosismo dentro de palabras almibaradas. Solo por eso Blaine supuso que la pelea entre ellos dos había sido intensa y que más le valía darse prisa si pretendía poder defender su decisión.

El camino hacia casa era largo y la lluvia como lágrimas sin sal caía haciendo surcos por las ventanas del taxi . La misma lluvia que había en Lima , mientras se despedía de Kurt que en el aeropuerto con un suave beso en los labios y una dulce caricia en la mejilla le decía adiós con su tono suicidamente positivo , animándole y diciéndole entre risas que ya era hora de que viera a su madre , que si no tenía nostalgia de ella y que al fin y al cabo solo serían 48 horas .

-48 horas- pensó Blaine riendo con amargura mientras Kurt se iba con tristeza en los ojos – que podrían ser lo mismo que 48 meses , 48 años , 48 siglos porque no estás aquí . Además lo que seguro serán es 48 horas en el Infierno.

Llega por fin a la puerta de su casa , cerca de Central Park , y sabe , antes de abrirla que no hay nadie esperándole , aunque sabían exactamente a qué hora volvía .Lo sabía porque su padre estaba demasiado preocupado con su trabajo en su consultoría global de empresas y su madre porque o estaría de compromisos sociales o con el padre Mallory , amigo de la familia y guía espiritual de su ultraconseradora y extremadamente católica madre. Asi que con las mismas y sin casi mirar alrededor , nunca cambiaba nada en su casa, enfiló las escaleras añorando una vez más las escaleras , más pequeñas de la casa de Kurt y el aroma a familia amante que se aspiraba en su casa. Llegó a su cuarto y no se extrañó que estuviera como lo dejó la última vez que estuvo aquí , hace ya 6 meses : perfecta cama , perfecta biblioteca , perfecta silla , perfecta mesa…. Colocado en la mejor ubicación posible , elegante y práctico , ante todo práctico . Se sienta en su cama , casi como en la cama de un extraño y mira su reloj recordando la hora que será en Lima : ahora Kurt se estará despertando , piensa , con su pelo alborotado y sus ojos cargados de sueño y otra vez le invade la nostalgia más intensa de no estar en el cuartito pequeño de su vieja habitación allá en Lima o , a ser posible, en el claro dormitorio de Kurt , y mejor si está con Kurt.

Pensando en eso oye pasos que suben por la escalera . No hay que asustarse , son tacones familiares , los de su madre. Ella , con el cabello negro atado encima de la cabeza con un tradicional y a la vez que elegante moño , entra despacio en la habitación y con una sonrisa que ilumina el espacio entre ellos le abraza suavemente .

Qué guapo estás , hijo mio -le dice son las suaves cadencias que muestran su ascendencia irlandesa- estás comiendo bien? , te cuidas? . Vienes demasiado poco a vernos … y te echo de menos .

Hola mamá- le dice Blaine dulce a ella , porque no puede estar enfadado , no con ella , que es la única ternura que había conocido , antes de conocer a Kurt – si , todo va bien . Como muy bien en el piso compartido y los tíos de vez en cuando vienen a verme y quedamos para comer en algún sitio , no te preocupes.

Bueno cariño, bueno . Voy a cambiarme para preparar la cena . Estarás hambriento ¡. Espero que llegue tu padre a las 6 , asi que supongo que cenaremos a las 7 . Durante la cena podréis hablar con tranquilidad.

Y con las mismas , tal y como llegó se marchó , dejando a Blaine en su habitación , perdido en su soledad y su nostalgia .

Los fuertes pasos de su padre resonaron , puntuales como siempre , por la entrada de la casa . Sabía su ritual diario a la perfección , porque su padre era de rutinas , así que no se preocupó en salir para saludarle ya que sabía que no estaría disponible hasta que hubiera completado totalmente dicho ritual. Por eso esperó tranquilamente a que llegaran las 7, agradeciendo esa hora más de ensoñación pensando en Kurt mientras estaba tumbado en su cama. Cerca de las 7 se duchó y se cambió de ropa, reticente a hacerlo , ya que estaba aún impregnado de la libertad que tenía en Ohio.

Sonaron las 7 en el reloj de la entrada y bajó las escaleras hasta el comedor, donde sabía que le esperarían su padre y su madre para cenar. Y allí estaban . Nada más llegar su padre levantó los ojos verdes que de él había heredado del periódico y le saludó por primera vez desde su llegada hace rato a casa . Su madre desde el otro lado , perfecta y elegante le miraba con cariño y le daba pasivas muestras de afecto y de protección , aunque sabía que solamente si las cosas se ponían feas saldría en defensa de su hijo y en contra de su marido . Solo en ese caso .

Comenzaron a comer silenciosos , como siempre hacían , y otra vez Blaine recordó las animadas conversaciones que Kurt mantenía con su padre durante lo que para ellos era una de las más agradables comidas del día , porque al fin y al cabo era ésa y no otra cuando podían estar todos sentados juntos en la mesa.

Casi acabada la cena sonó la voz de su padre:

Bueno Blaine , cuéntame por qué he recibido la devolución de la matricula del colegio en el que estabas inscrito y cómo no he sabido nada del cambio que ibas a hacer , ANTES de hacerlo.

- Bueno padre , la verdad es que me he cambiado a un instituto en el pueblo , en donde también me siento seguro . Tienen un maravilloso programa de artes , con un fantástico coro que estuvo compitiendo en las nacionales este año…

Tras decir eso notó la primera ráfaga de reprobación de su padre y decidió cambiar de tema .

Continuo con las mismas asignaturas que tenía en Dalton y también he añadido unas cuantas tareas extracurriculares más . Y… hay alguien , padre.

Hay alguien , por supuesto que hay alguien . Un colegio está lleno de gente compañeras y compañeros – dijo sacando su aún ilusoria creencia de que podría alguna vez tener novia- profesores…

Es especial papá. Le quiero. Y lo más importante de todo , él también me quiere.- dijo gastando los últimos cartuchos de su defensa , mientras notaba la ya contundente reprobación paterna , que se clavaba como aquellos cuchillos( dos , uno en la espalda , uno en el hombro) de aquella noche hace ya tiempo , tras el baile .

Que le quieres. Que te quiere. No será posible que me quieras hacer creer que ha sido una decisión meditada en lugar de un infantil impulso tomado por aquello con lo que " le quieres", Blaine . Porque no te creo .

Es una decisión que pensé desde el verano , padre . Kurt es muy bien aceptado en el colegio – dijo maquillando "sutilmente" la realidad y pronunciando por primera vez el nombre su novio en presencia de sus padres. – tienen unas magnificas actividades extracurriculares y un muy buen programa de estudios . Además así te puedes ahorrar el dinero excesivo de la matricula de Dalton. Yo estoy bien allí mamá – dijo apelando a la última baza que le quedaba , su madre-tengo amigos , estoy tranquilo y está él. Mis notas seguirán siendo excelentes, como siempre. Y no tendré ningún problema , qué más quereis?.

Está bien – dijo su padre con la típica táctica de dar la razón para luego tomar sus decisiones y posteriormente decirle cuál iba a ser su destino . Como pasó con Dalton nada más salir del hospital , hace ya casi dos años. – si es tu decisión no puedo hacer nada por evitarla.

Y finalizando el café dio por acabada la conversación y se fue a su despacho , donde Blaine sabía que llamaría a Dalton intentando que le readmitieran , sin saber que el plazo de inscripción estaba cerrado completamente y que la secretaria con la que hablaría era amiga suya y tal y como acordaron no permitiría que la inscripción llegara a su lugar si su padre lograba un receso en su matrícula. Estaba en el McKinley High School ahora, y no había marcha atrás.

Tras eso , se levantó de la mesa y dando un beso y un abrazo a su madre se marchó a su cuarto , donde puso en funcionamiento su portátil , con el fin de mantener unos minutos de charla con su novio. Al fin y al cabo , el suicida optimismo de Kurt y su propia previsión habían logrado que la sangre , por esta vez , no llegara al rio .

Después de eso el día siguiente , o lo que tenía que permanecer ahí , fue coser y cantar : primero misa con su madre , que como siempre intentaba que volviera al " buen camino" a través de su fe ciega , más tarde compras con ella , porque tal y como ella decía : " ahora que no llevas uniforme tendrás que tener más ropa para el día a día hijo mío". Despedidas tras eso de su madre llorosa y su padre contrariado en la casa familiar , cogiendo de nuevo un taxi para ir al aeropuerto que ésta vez si , le llevaba a su verdadera casa. Antes de partir un último consejo de su padre y el listado de normas a seguir , como siempre: continúa con las buenas notas, prepárate en actividades extraescolares, no te metas en líos , déjate de tonterías románticas y céntrate en lo que tienes que centrarte que es estudiar, no quiero oír ningún chismorreo tuyo de que hagas algo impropio , sabes que si lo haces me enteraré, haz que nos sintamos orgullosos.

Umm que tierno papá- pensaba Blaine mientras oía a su padre decirlo- yo también te quiero , en serio.

Su madre , más cercana , se limitó a decirle que se abrigara , que comiera bien , que se cuidara y que le llamara más a menudo llorando desconsoladamente por la partida de su hijo .

Metido en el taxi respiró tranquilo . Todo solo podía ir a mejor .

Llovía en Lima , con la misma lluvia que quizás le había mojado en Nueva York , solo que aquí había algo que Nueva York no tenía : La luz al final del túnel , que le esperaba resguardado debajo de su paraguas Burberry cerca de donde Blaine llegaría con el cielo inundando sus preciosos ojos aguamarina y su eterna sonrisa.