Es algo corto, demasiado para lo que normalmente escribo pero como muchos saben -ya que les he avisado- tuve que cambiar mi cuenta por cuestiones personales puesto que "Cracks" es cancelado; iba a dejar de escribir pero gracias a su apoyo sigo aquí, y no me iré por mucho tiempo. Eso sí, cuidaré un poco mis cosas.
M' lady.
No se necesitaban sonidos, a excepción de sus respiraciones, tampoco luces a excepción de la mezcla de naranja-amarillo de la pequeña fogata frente a ellos. Entre grandes cantidades de mantas acurrucados sintiendo la piel del otro descansaba la pareja, recostados ella encima de el en medio de la sala de la casa de este. No eran necesarios acciones para "demostrar su amor" simplemente estando así, piel con piel, era suficiente. Jugando con uno de sus mechones sueltos empezó contando cada una de sus pecas que, a pesar de que casi todas las personas de Berk las tenían, en ella se veían hermosas. Cayendo como una cascada en su espalda resaltando su piel blanca como la nueve. Beso su cabeza aspirando el aroma de este; como si nunca más la volviera a tener en sus brazos, tratando de memorizarlo. "Eres la primera, y la única" pensó decir entre susurros. Lentamente acomodo su brazo debajo del edredón alrededor de su cintura, despabilándola abriendo de a poco los ojos dejando al descubierto las gemas de color azul que brillaban ante la hoguera. "Hola hermosa" escapó de sus labios con una sonrisa, retirando su flequillo; la rubia simplemente le devolvió la sonrisa acurrucándose más en su pecho. "Es tarde" bostezó acariciando con su dedo meñique la pequeña cicatriz que había obtenido gracias a un descuido en la fragua, depositó un pequeño beso adormilada. "Estaba entretenido mirándote" la tomó de la barbilla buscando sus labios. Una corriente eléctrica recorrió su columna vertebral al juntarse; era feliz, no como cuando todos en la aldea creyeron que podía tener un cierto potencial como vikingo mata dragones. No, era una felicidad aún mucho más duradera; al separarse simplemente no podía creerlo. La chica más valiente de toda la isla temblaba ante sus dulces toques. Una vez que volvió a dormirse unió cada uno de esos puntitos en sus hombros como si fueran galaxias, nunca se imaginó tenerla así, tan tranquila…
Sus párpados empezaron a cerrarse paulatinamente hasta quedarse adormilado.
Quienes tengan preguntas, estos serán pequeños drabbles o viñetas, quizá hasta one-shot's, de esta linda pareja.
