Bueno, aquí les traigo algo que amo leer, pero casi nunca he echo: poesía.
Espero que os guste, enserio. Realmente es una obra mía solo que al final le he agregado el nombre de Pan por asuntos de FanFiction y para que no me borren el oneshot.
Espero que les guste, de verdad y disculpen si me equivoco con la clasificación, de ser así, por favor díganmelo.
Un besote.
Kr.
Dulce Locura.
Siempre he visto sus hermosos ojos: negros, profundos y casi puedo sentir su calidez tocar cada parte de mi piel y penetrar hasta el último poro de mi cuerpo.
El que piense que los ojos no son la ventana al alma, es porque no la han visto a ella.
Cae en la cama, desnuda y con ese rubor en las mejillas que parecen haber sido tocadas por pétalos de rosas.
Observo su cuerpo de arquitectura casi imposible, maravillándome de que algo así alguna vez pudo haber sido creado.
No me hablen de paisajes si no han visto las montañas que se alzan ahí en su pecho, debajo del lago de su cuello que han sido iluminados por dos soles en su rostro. No me hablen de belleza si aún no la han visto enroscarse sobre si misma después de explotar en el éxtasis. No me hablen de perfección si aún no han escuchado su risa, una hermosa melodía encontrada en una escala que ha de ser creada solo para ella.
Me observa penetrantemente y sé que puede ver hasta el último de mis pensamientos, pero no me importa, cada uno está ahí para admirar su belleza.
Tomo sus pequeñas manos entre las mías y noto el contraste interesante entre amos. Delicadez sobre dureza, perfección sobre un cuerpo lleno de imperfecciones.
Pero no me importa, porque sé que para ella mis imperfecciones no son más que perfecciones incomprendidas. Eso me ha dicho.
Pero no le creo.
Sigue observándome, pero esta vez me mira de arriba abajo, como si fuese un premio que ha ganado, como si no se lo mereciera.
Pero ella no sabe, que quien ha ganado he sido yo.
Su mirada vuelve a cambiar y me siento con suerte de poder apreciar ese mínimo cambio: ahora me ve con ese brillo en su mirada que pudiese ser otra estrella más en el firmamento, la más brillante.
Se tumba sobre mí, y yo me dejo caer sobre la cama en la que segundos antes entré a sus aposentos.
Besa mis labios y el mundo vuelve a tener sentido.
Se levanta y admiro su desnudes propia de una obra maestra.
Divertida, me observa porque sabe en lo que estoy pensando.
-Ven a la cama, Pan. Hay muchas cosas que quiero mostrarte.
Firma: Kr.
