Primer Encuentro.
Bella.
-Hey, Bella, ¿Estás libre esta noche?-Me dijo Jasper, mi novio.
-Sí, ¿Qué tienes planeado?-Me emocionaba la idea de salir con el, de que me prestara más atención que al equipo de fútbol por una vez en su vida.
-Pensaba salir, tal vez al cine o algo- Me guiñó un ojo.
-Pasa por mi a las ocho- Le doy un beso en la mejilla y entro a mi clase de literatura, mi materia más odiada.
-Vaya, Bella, qué gusto que nos honres con tu presencia- Me dijo sarcásticamente el profesor Vane, un profesor nuevo. -Por favor, toma asiento.
Me dirigí al fondo del aula, a mi acostumbrado pupitre rayado con "J & B" encerrado en un corazón.
Me senté y saqué mi libro, esta vez nos tocó leer "Palabras en el alma", un libro muy mono.
-Así que dígame, Bella, ¿Cuál es la razón por la que Jackie deja la casa cuando él se va?-Me pregunto el profesor
Como yo no estaba escuchándolo, ni había leído el libro, no sabía la respuesta.
-No lo sé, ¿Hipocresía? -Respondí.
-Error, ¿Edward?-Marcó su mirada al fondo de la clase, donde el niño nuevo más nerd de la escuela estaba sentado.
-Porque sentía la casa vacía desde que el arquitecto salió de viaje, nunca tuvo intenciones de dejarlo, o de ser hipócrita. -Dijo él, burlándose de mí.
La mitad de la clase rió y yo me puse roja, ¿Qué rayos se creía ese nerd?
-Bella, tienes en tus manos el reivindicarte, dime una de las cosas que buscaba el arquitecto Cody en una mujer.
-¿Dinero?-Dije
-Desperdiciaste tu oportunidad Bella, ¿Edward?
-Actitud, tenía mucho dinero.
De nuevo, la mitad de la clase rió, ese chico ya me estaba hartando.
La campaña sonó en ese momento, me levanté y recogí mi ejemplar y mi bolso, ese chico nuevo se las vería conmigo.
Me acerqué a él y lo paré de golpe.
-Oye, no sé quién eres ni qué rayos te pasa, pero es mejor que no te metas conmigo.
-Edward. -Dijo tranquilamente.
-¿Disculpa? -Me quedé atónita, nadie me había hablado así antes.
-Mi nombre es Edward. -Dijo, deletreando cada palabra como si se la estuviera diciendo a un retrasado.
Dicho eso me rodeó y se fue.
Se fue, así, sin más.
Nadie jamás se había atrevido a ignorarme así.
Salí y enseguida me encontré con Jasper.
-Hey Bell, ¿Qué tal literatura?
-Ya te dije que no me digas Bell, suena a campana.
-Está bien, relájate, no te lo diré más.
-No, tranquilo, en realidad no es tu culpa, ese chico nuevo me está hartando. -¿Cuál chico nuevo? –Claro, seguramente Jasper no tenía ni idea, jamás prestaba atención a nadie que no fuese él. –El tal Edmund creo que se llama, es una lata. –Oye, nadie se mete con mi chica, si deseas puedo, ya sabes, hablar con él. –Tronó los nudillos de manera provocativa, insinuando violencia. –Hey no, Jasper, sabes que estoy en contra de eso. –Vamos Bell, eres una porrista, tienes el novio más sexy de toda la escuela, mariscal de campo –Besó su brazo- Deberían arrodillarse mientras pasas. Habíamos llegado al estacionamiento y abrí la PickUp. -Lo sé, pero no se puede obligar a alguien nuevo a conocer las normas, sabes, la pirámide. –Te veré luego Bells –Jasper corrió a alcanzar a Alice, su 'amiga' y me dejó ahí parada, menudo idiota. Luego le haría una escena por eso. ¿Quién se creía? Sería un día largo.
