Futuro Esposo

Chuuya tenía doce años cuando lo conoció y de solo recordar las primeras palabras que le dijo el moreno, le daban unas tremendas ganas de estrellar la estúpida cara de Dazai contra una pared.

Todo comenzó cuando estaba acompañado a un Akutagawa de diez años a su primer día de clases en su nueva escuela, que casualmente era la misma escuela del pelirrojo, y como la señora Akutagawa no podía dejarlo, el pelirrojo se ofreció (corrección, Kouyou-nee lo ofreció como voluntario) a mostrarle el recorrido que tenía que tomar el pelinegro para que no se perdiera en la ciudad.

Así que ese día se levantaron temprano, se alistaron y rápidamente se dirigieron a la estación más cercana del metro y tomaron el tren, hasta ahí todo parecía ser normal, pero luego, en la siguiente estación se subió un chico de la misma edad de Chuuya, acompañado de un pequeño niño de pelo blanco.

Ambos se sentaron al lado de Chuuya y Akutagawa, y el pelirrojo no pudo evitar notar que ambos llevaban el uniforme de su colegio. Al parecer el chico de pelo blanco también lo noto, ya que miraba constantemente por el rabillo del ojo a Akutagawa, y por supuesto Akutagawa también lo noto, porque le dio una mirada asesina al chico y en un tono molesto le pregunto;

-¿Qué?

El chico, obviamente al ser descubierto salto de sorpresa y entre tartamudeos y un evidente sonrojo logro articular.

-Y-yo sol-lo quería sa-saber en qué gra-grado vas…

-En quinto.- respondió fríamente Akugawa, pero al ver como el peliblanco se sonrojaba y bajaba la vista, avergonzado, suspiro y tratando que su tono no sonara frio, le pregunto.- ¿Y tú?

-Tercero…

Quedaron en un incómodo silencio.

-Soy Akutagawa Ryunosuke por cierto.- dijo de repente el azabache. Chuuya se sorprendió, Aku nunca intentaba comenzar una conversación, y menos con un extraño.

-Nakajima Atsushi.- ahora el chico sonrió, haciendo que las mejillas de Akutagawa por una extraña razón se sonrojaran.- ¿Es tú hermano?- pregunto tímidamente el niño mientras miraba a Chuuya.

-No, es mi vecino de afrente.

-Nakahara Chuuya.- respondió el pelirrojo, el chico de pelo blanco (Atsushi, se recordó) le dio una sonrisa vacilante y miro a su izquierda. Chuuya siguió su mirada y se encontró con el acompañante del peliblanco, quien había estado en silencio viendo toda la interacción y que ahora miraba con una extraña sonrisa a Chuuya- ¿Y tú eres?

La sonrisa del extraño se ensancho más. Chuuya podía jurar que había un brillo burlón en esos ojos marrones.

-Tu futuro esposo.

-¡¿Qué?!

-Lo que has oído, mon peti, algún día seré tu esposo.- respondió como si estuviera hablando del clima. Se levantó de su asiento y posiciono al frente del asiento de Chuuya, ignorando olímpicamente el tartamudeo de Atsushi que le pedía que se sentara de nuevo. El pelirrojo también se levantó, con toda la intención de matar al idiota que se autoproclamaba su futuro esposo, pero fue detenido cuando el moreno le puso un dedo en sus labios.- Te advierto Chuuya~, mis predicciones nunca se equivocan.

-¡Muérete!

Y así fue como Chuuya noqueo (por primera, pero no por última vez) a quien sería su esposo diez años después.

Fin.