DISCLAIMER: los personajes pertenecen a JK Rowling, la historia es mía.

Este fic participa en el minirreto de octubre para El Torneo de los Tres Magos del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.


Susan Bones estaba loca por ir a Hogsmeade desde que había empezado el tercer curso, así que cuando anunciaron la primera salida empezó a planear junto a su amiga Hannah Abbot lo que harían. Habían planeado ir a Zonko y a Las tres escobas, no querían pasar demasiado tiempo en la calle por miedo a los dementores.

Cuando llegó el día de la salida a Hogsmeade ambas amigas fueron a Zonko, tal y como habían planeado. Estuvieron dando vueltas por la tienda sorprendidas con todo lo que veían. Finalmente decidieron comprar algunas chucherías y paletas de dulce para comérselas en el momento, estaban deliciosas.

Cuando pagaron sus compras fueron a Las tres escobas, la taberna a la que solían ir los alumnos y los profesores, pidieron cerveza de mantequilla y se sentaron en un rincón apartado donde estuvieron un par de horas protegidas del frío y de los dementores, hablando de todo un poco y de su vida antes de ir a Hogwarts, Susan le había comentado hacía tiempo que sus padres habían muerto cuando era pequeña y que su tía Amelia Bones la había criado desde ese entonces, también le había dicho que a su tía nunca le había echo gracia la presencia de los dementores en Hogwarts pero que al ser órdenes el Ministro no había nada que hacer.

Allí estuvieron hasta que se empezaron a aburrir y cuando vieron que un grupo de alumnos más mayores empezaron a comentar que querían volver al colegio, decidieron seguirlos para sentirse un poco más seguras de vuelta al colegio ya que parecían que esos alumnos eran de sexto o séptimo curso de Hufflepuff.

Cuando volvían a Hogwarts veían a lo lejos a los dementores, pero éstos estaban lejos y parecía que no tenían intenciones de acercarse por lo que estaban tranquilas aunque alertas.

Llegaron después de unos minutos al colegio y fueron directamente a su habitación de la torre de Hufflepuff para dejar sus compras y bajar a la sala común con el resto de compañeros donde intercambiaron impresiones acerca del pueblo.

Esa noche después de cenar Susan le mandó una lechuza a su tía contándole su primer viaje a Hogsmeade y cómo habían decidido seguir a los alumnos más mayores cuando volvieron al colegio. En respuesta al día siguiente su tía le dijo que había echo bien en hacerlo, siempre era más seguro si había alumnos de los últimos cursos, ya que algunos podrían saber hacer un patronus, la única defensa contra los dementores.