N/a: *Le sigh* Debido a la increíble ausencia de fics en español de este fandom, me sumo a la causa. Como dije en mi LJ: treinta fics sol/ky, treinta temas diferentes, todos los universos posibles. Los temas utilizados en este fic han sido proporcionados por la comunidad de livejournal, 30 vicios. Si posees cuenta en livejournal y deseas trabajar alguna tabla, dejaré un link a mi cuenta, ahí encontrarás la dirección de dicha comunidad.
Advertencias: drabble #1 posee menciones de violencia, todos son Sol/Ky.
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De ahora en adelante
Culparse por lo que pasó no tiene sentido. Podría llorar por ellos, lamentarse y acusar a los gears mil y una veces, y aún así no lograría nada. Ky Kiske comprendió todo eso al ver los cadáveres de sus padres, prácticamente irreconocibles. No estaba obligado a verlos, pero era algo que necesitaba. Hacía falta la rabia, el resentimiento, la fuerza de voluntad. Necesitaba factores y excusas para aumentar su determinación, hacían falta motivos para asesinar y erradicar a los demonios que tanto sufrimiento le causaban a la humanidad.
Bestias despiadadas, les llamó. Apretó los puños y sintió sangre en la boca; de repente las heridas provocadas por el ataque no dolían, pero la sed de justicia se hacía insoportable. Sintió una mano en su hombro y una voz que decía cosas como'lo siento mucho, pequeño'o'puedes irte, si lo deseas'. Palabras vacías de consolación, las mismas que se repetían a cada niño huérfano que aquella guerra dejaba atrás.
Debía grabarse el olor a muerte, humo y destrucción. Necesitaba tenerlo en la sangre porque era consciente de que si quería salvar a la humanidad, era necesaria la fuerza y algo más que el deseo de venganza.
La muerte de sus padres, el ataque a Marseille. Todo marcó un punto de partida para que Ky Kiske dejara atrás su infancia y le diera la bienvenida a una guerra que mentalmente llamaba suya.
Es normal entonces que cuando Sol Badguy comete el error de llamar sus motivos "estúpidos" o acusarle de "infantil", la descarga que ocasione sea lo suficientemente potente como para dejarle al caza recompensas uno de sus brazos fuera de servicio por un par horas.
Ahora, La Batalla de Marseille parece lejana. Justo ahora, cuando lo que más necesita es la determinación y la rabia, todo lo que le rodea es duda. Sus motivos, antes tan sólidos, se han resquebrajado y lo que siente son manos en su cuerpo y la respiración caliente de Badguy en su cuello. Se pregunta cosas como dónde quedó la barrera entre el bien y el mal, o cómo es posible que permita que Sol –rebelde, caótico Sol- se atreva a cuestionar sus motivos y a besar su boca como si le perteneciera.
Jura que es capaz de sentir la sonrisa burlona de Sol sobre su piel, y ya no sabe si odia o ama cada segundo de ello.
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Notas finales: gracias por leer. Feedback es apreciado, pero no exigido.
