BOKU NO HERO ACADEMIA
TODOROKI X BAKUGO

DISCLAIMER: Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Kohei.

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~ GOOD TIMES ~

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Si existía un hecho irrefutable, tanto como que el sol arde, el agua está mojada y Mineta es un capullo, era que a Todoroki le gusta comer.

Mucho. Demasiado y sin medida.

Y así es, aquel rasgo tan fuera de lugar, del callado chico, sorprendió demasiado a sus compañeros de la U.A. Se percataron de la glotonería de Shōto por primera vez durante su campamento -aquel que resulto tan desastroso- Ya que ellos mismos eran los encargados de su comida, rápido y eficientes como se esperaba de ellos, hicieron grupos designados donde todos ayudaban para la comida. Todos excepto el bicolor, que de muy lejos encender las fogatas fue su mayor aporte, pues lo que él hacía era más bien acercarse algún grupo, así, como quien no quiere la cosa, calmado tomar las cosas y comérselas en su camino a otro grupo al cual poder robar.

Debían admitir, que aquella noche fue divertida, ver al medio pelirrojo robar muy mal disimuladamente la comida, con esa cara suya tan estoica les dejo pensando que en definitiva vivían en un mundo donde lo improbable era roto día a día.

Y no sólo una vez.

Pues al otro lado de la moneda estaba cierto rubio enojón, cortando las verduras con la experiencia de un profesional, y es que de lejos él resultó ser mejor cocinando que todos juntos.

Era así, aquella noche, mientras todos se servían la segunda roda del plato que preparo Bakugō, los estudiantes de la clase 1A se convencieron de que en realidad se conocían muy poco, y todos podían ser unas verdaderas cajas de sorpresa.

Por supuesto, aquella noche Bakugō tuvo pegado a él aquel insistente, al principio callado pero fastidioso chico que comenzó a tratar de sacarle una especie de conversación.

Todoroki estaba en su cuarto plato, y como en la sexta pregunta a Bakugō sobre el sazón de la carne cuando las cosas casi estallaron. El rubio era corto de paciencia, eso todos lo sabían, y Todoroki debió advertirse del peligro aquella segunda vez que Kirishima tuvo que interferir para que Bakugō no le explotara la cara.

Las cosas parecieron morir ahí, puesto que Shōto dejo de acosarlo y fue a sentarse con Midoriya para robarle un poco de su plato, Kirishima se llevó a Bakugō hablando sobre una banda, y el rubio se limitó a ignorar la indiscreta mirada que tenía el bicolor sobre él.

Recogieron las cosas y sortearon la limpieza. Por una broma del destino a ambos chicos -que tenían el ambiente muy tenso- les toco lavar los platos. Por supuesto que ni Eijirō ni Izuku se quedaron tranquilos, y los vigilaban de lejos mientras también limpiaban.

La noche parecía haber terminado cuando el último plato fue puesto a secar, el silencio tenso que había caracterizado su cortante convivencia fue roto por una osada e inocente pregunta.

—¿Podrías cocinarme frio soba? —dijo. Deteniendo todo y mirando al más bajo directo a los ojos.

—¿Qué? —a Katsuki nunca antes le habían faltado tanto el respeto.

—Es mi plato favorito. —respondió el otro, sin leer el ambiente que gritaba peligro o aléjese.

Desde lejos los pasos apresurados de otros dos chicos se acercaban.

—¡¿Acaso me viste la cara de una maldita sirvienta?! —respondió el rubio, y si es que no reaccionaba directo a la violencia era porque aún estaba algo shokeado.

—No pensé eso. —dijo Todoroki volteando la mirada y rascándose ligeramente la mejilla. —Pero si quieres puedo pagarte.

¡BOOM!

Midoriya y Kirishima habían llegado solo un poco antes de que los arrojara una onda, producto de la explosión que por muy poco pudo esquivar el responsable de ello.

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—¡Bastardo! —gritaba el rubio con la cara más furiosa que aquella vez que gano el primer lugar en los juegos. —¡No permitiré que te burles de mí!

—Yo sólo quiero que me prepa... —y antes de que pudiera acabar, Midoriya llego a taparle la boca.

El peliverde no se podía creer la impertinencia de su amigo. Y es que era verdad, Todoroki no tenía filtros, era tan brutal y natural que a veces daba risa, y pues, bueno, ese era su encanto. Pero de eso a no tener sentido común, o algún sentido de peligro alguno, ya era pasarse.

Del otro lado Kirishima logro contener a Bakugō, que con un poco de algún sermón del pelirrojo, logro apaciguarse. Seguía despotricando, pero al menos había dejado su quirk. Kirishima seguía aun con su sermón, y entre la confusión de los otros estudiantes llegando, curiosos por el ruido, Midoriya se llevó a un confundido Todoroki.

Ya en la calma de su cuarto. Kirishima, sabiendo muy bien que jugaba con fuego comenzó a reírse mirando a Bakugō.

El rubio de mecha corta enseguida reacciono.

—¡¿Qué?!

—No sé qué paso. Pero con lo que alcance a escuchar, y tu reacción. Tío, no puedo evitar mal interpretar esto. —contó entre risas.

Definitivamente, a Bakugō nunca antes le habían faltado el respeto.

Recordó su antiguo colegio, donde ningún extra habría osado a hablarle de ese modo, menos reírse de él. Solo pudo pensar en cómo se perdían los valores.

—Lo siento, lo siento. —reía Kirishima. El rubio se había quedado en silencio, en uno afilado como cuchillo. —Pero... pensándolo bien. Imaginarme a Todoroki y a ti... Me hace sentir extraño, como si me golpearan fuerte en el pecho.

Bakugō se sintió shokeado por segunda vez. El ambiente se había tornado extraño, y deseaba ser él, el que ahora este malinterpretando.

—De que mierda hablas.

—Todoroki es guapo y guay ¿no? son los mejores de la clase...

—Kirishima... ya cállate o te callo.

El pelirrojo que había bajado la mirada mientras balbuceaba se calló. El ambiente era extraño para Bakugō, y francamente no sabía que decir o hacer.

—¡Pero tú eres mi mejor amigo! —dijo de repente el pelirrojo. Animado y renovado. —El estirado de Todoroki sólo comparte contigo su arrollador talento. Tú y yo somos mejores amigos porque tenemos buen gusto.

—¿Quién te dijo que eras mi mejor amigo? —lanzó el rubio cubriéndose con la cama.

Ya estaba bastante harto de estupideces por hoy.

—Tú me quieres... —canturreo el otro.

¡Boom!

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Y en su habitación Todoroki se encontraba lamentando su impertinencia. Pues con la explicación de Midoriya, las clases de modales de Iida y hasta la intervención de una divertida Uraraka, había entendido que en realidad él fue el que se equivocó.

Que fue irrespetuoso, e idiota, hasta algo acosador.

Pensó en disculparse, pero sabía que Bakugō se tomaría eso peor, y que desde ahora, y por su culpa, muy seguramente el rubio jamás volvería a cocinar para ellos, mucho menos para él.

En su interior sintió como algo se removía quejándose. Era su estómago, quejándose de sus idioteces.

El campamento termino a la noche siguiente, con los acontecimientos que ya todos conocían. Y aunque esa experiencia pareció palidecer ante la abrumadora cantidad de sucesos.
Ese fue sólo el inicio de la extraña convivencia que tendrían ambos.

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¡HOLA GENTE HERMOSA DEL MUNDO!

Bueno, esta historia ya la vengo publicando desde hace un rato en mi cuenta en Wattpad. Actualmente tiene catorce capítulos y sigue… jejeje

Decidí publicarla aquí porque Fanfiction es una parte importante de mi historia en los fandoms y todo mi rollo obsesivo con las series/anime/manga/etc, Y no pude publicarla aquí primero porque no sabía cómo (xD)

Pero siempre con ayuda de tutoriales, al fin está aquí.

A quien no la conozca, espero que la disfrute, como dije, ya tiene más capítulos en Wattpad, pero aquí igual los subiré todos y también estarán mejor revisados (cosa que se me paso en wattpad)

Sin más que decir… me despido