RÓMPEME EL CORAZON.


Summary: Se lo advirtieron… Ella le rompería el corazón sin piedad, pero aún así él decidió amarla y seguirla hasta el final… (UA) S&S.

Disclaimer: Nada relacionado con Sailor Moon me pertenece. Todo personaje es propiedad de Naoko Takeuchi.


S&S

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Desde que te conozco te amo, porque el camino que hemos recorrido me ha unido a ti... ¡Deja la vanidad atrás! Seré tuyo hasta el final de los tiempos.

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Seiya Kou


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PREFACIO

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15 de Diciembre del 1998.

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—¡Te amo! —le dije mirándola a los ojos, decidida y firmemente, con toda la certeza y la seriedad que podía hallar en nuestro reencuentro—. Escúchame bien Serena, tú me amas de igual manera e incluso más. —aseguré.

—¡Ah! —ella sonrió fastidiada dándome la espalda— . Debo admitir Seiya —prosiguió— que tenía la leve esperanza de que el tiempo te trajera madurez y dignidad, después de todo han pasado ¿Qué, 10 años? —Pregunto y continúo sin esperar mi respuesta—. Sin embargo, veo que sigues siendo el mismo perro masoquista y arrastrado que cuando nos conocimos.—replicó letal y filosamente mientras prendía un cigarro, dispuesta a ignorarme como acostumbraba hacerlo. Pero yo la conocía, y resistí.

—Escucha Serena. Yo Te a-mo. —repetí detenidamente y la obligue a verme tomándola por la cintura, acercando su cuerpo hacia mí. Ella no se resistió, sonrió divertida y en silencio. Adoraba verme en aprietos.

—Tú no me amas —dijo finalmente con reproche, rompiendo su mortal elipsis—. ¿No te das cuenta? —dijo con obviedad y arqueando su ceja derecha, un rasgo muy suyo—. Tú amas a una ilusión a un espejismo, a una patética idea que tú mismo creaste. —contestó con burla.

—En eso te has equivocado —dije firmemente sin apartar mis ojos de los suyos—. Te conozco bien. Sé perfectamente lo manipuladora, cínica y orgullosa que eres; se que eres egoísta y fría. Sé que tu bebida favorita es el té de frambuesa con dos gotas de esencia de vainilla; que tu color favorito es el morado y que tu lugar preferido en el mundo es este departamento, mi departamento, porque aquí no finges, aquí eres tú misma —recalqué—. Sé que amas los chocolates y las golosinas pero te avergüenza decirlo. Que tiemblas y te sientes segura solo en mis brazos como lo haces ahora.

Sonreí al confirmar aquello y la apreté más entre mis brazos, susurrándole en un oído lo demás.

—Sé que amas mis besos, mis caricias, que yo te deseé y verme en aprietos, sobre todo esto último. —remarqué.

La escuchaba sonreír entre mi pecho y le acaricie la espalda de arriba a abajo, ella no se oponía a que lo hiciera.

—También sé que nadie te hace el amor como yo y que se te duermen los pies cada que tienes un orgasmo...

Junté nuestras pelvis y coloqué mis manos en sus caderas. Reprimió un gemido y yo continúe satisfecho por su reacción.

—Y sobre todo sé, que disfrutas con la idea de ser inalcanzable para mí —tome aire y más fuerzas para lo que iba a decir a continuación—. Sé… sé qué prefieres abandonar a que te abandonen como lo hizo tu padre.

Ella gimió de tristeza e inmediatamente trato de desprenderse de mi abrazo, pero no se lo permití.

—Lo sé amor, lo sé, te amo, te amo para siempre —dije viéndola a la cara y acaricie su bello rostro con ternura y aprehensión, limpiando la lagrima que ya bajaba por su mejilla izquierda—. ¡Te amo! —grite—. Con todos tus defectos, locuras y tu inestabilidad emocional, te quiero con todas tus complicaciones, porque también conozco lo que tú consideras tus debilidades, tu ternura, tú pasión, tu compasión secreta por los demás e incluso tu fragilidad. He visto esa luz en ti, te amo ¿escuchas?

Pegué mí frente a la suya.

—Te amo más que a nada en este mundo, mi existencia en este mundo es gracias a ti bombón. Tú me -man-tie-nes vivo, por ti me despierto todos los días desde que tenía 15 años. ¿Acaso no lo entiendes? Todo lo que es mío te pertenece, mi alma, mis sueños, mi corazón todo sentimiento que brota de mi es para ti. Todo lo que soy es por ti, todo lo especial que hay en mi ¡eres tú Serena! ¡Con un demonio! Date cuenta que eres mía ¡Métetelo en la cabeza de una vez!

Y la bese, con todas las fuerzas, el amor y la pasión que poseí. La besé como si mi vida dependiera de ese beso, como si fuera la primera y la última vez; abrazándola y aferrándola a mí hasta lo imposible. Le bese su bello rostro, le bese cada parte de su cuerpo. Grabe en mi memoria su sabor, su olor, sus caricias, su tacto, su respiración y sus gemidos. La bese toda, le bese hasta el alma y la sombra.

Y no podía imaginar un abrazo más perfecto, ni besos tan coordinados, ni corazones tan sincronizados como el de nosotros dos. No podía y era imposible encontrar en este mundo dos almas más opuestas pero destinadas a amarse con entrega, con pasión, con el corazón y extrañamente con todo lo que la razón podía permitir.

Ella me pertenecía y yo estaba absolutamente seguro de ello. Aquel sentimiento de certeza dominaba cada nervio de mi cuerpo. Ella me amaba y no era necesaria una palabra suya. No había manera de que yo pudiera estar equivocado, cada nuevo encuentro entre nuestros labios, cada nueva caricia, cada mirada, todos ellos me daban la razón.

Ella se iría por la mañana. Sabía que esas palabras no alargarían esta vez su estancia. Sabía que ella me dejaría de nuevo y se llevaría de nuevo mi corazón con ella, lo sabía y no tenía nada que reclamarle. Después de todo, ella me lo había advertido y ahora mi vida y todo lo que yo podía llamar mío le pertenecía y yo estaba totalmente de acuerdo en ello.

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La historia es un desarrolló tanto en la vida como en la personalidad a través de los años de Seiya Kou… un chico destinado a que le rompieran el corazón una y otra vez por la misma mujer. La mujer que él decidió amar. Y ya saben lo que dicen: "Bajo advertencia no hay engaño". Disfrútenla.

L.V.P.V