KND: Los Chicos del Barrio.
(Creados por Mr. Warburton).
Cargando Misión para los Chicos del Barrio.
Operación: A.D.O.S.L.E.S.C.E.N.T.E.S.
A mistad
D istanciada
O cacionando
L esiones
E strictamente
S encibles
C on
E ncuentros
N eutrales
T eniendo
E xtrobertida
S impatia
Es bien sabido que cumplir trece años es el día mas doloroso de cualquier niño o niña. En especial si eres un miembro de los Chicos del Barrio, una organización formada por niños para combatir las fuerzas malignas de los despiadados adultos.
Al llegar a esta edad, el miembro, es enviado a la Base Lunar de dicha organización; con el único objetivo de borrar su memoria y así no recordar nada sobre su estancia en los Chicos del Barrio.
Pero no todo esta perdido para los integrantes bien calificados y que no desean renunciar a sus deberes. Pues esta la posibilidad de que sean escogidos como Adolescentes Espía de los Chicos del Barrio, es decir, ya después de cumplir los trece pueden seguir formando parte de la organización con función de espías y también conservar su número de identificación. Y así obtener información valiosa sobre adolescentes y adultos enemigos.
Entonces, ¿qué paso cuando el Sector V´ tuvo su cumpleaños número 13?
Así es. Fueron a formar parte de los Adolescentes Espía de los Chicos del Barrio. Y si, seguían en la misma casa del árbol, claro, cuando podían; no debían levantar sospechas. E igualmente asistían a la misma secundaria. Pero lo mas importante fue que siempre tendrían sus recuerdos y siempre serian amigos...
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- ¡Abby! - llamó la señora Lincoln desde la planta baja - Ya levántate, que llegaras tarde a la escuela.
Abigail, o numbuh 5, como le gustaba ser llamada, abrió lentamente los ojos. ¿Comó eran capaces de obligarla a levantarse si había dormido a las tres de la mañana viendo su película favorita? Era de detectives y espías. Después de todo, de algún lado tenía que sacar ideas para las misiones, ¿no? Pero bueno, lo mejor sería no reclamar.
- Ya voy - gritó Abby desde su cama - No se por que tanto escándalo por ir a la escuela - se murmuraba - ni si quiera voy a ser matemática o física nuclear.
Arrastrando los pies fue directo a su baño. Quince minutos después salio ya vestida con una falda y blusa azul con rallas blancas. Se dispuso a bajar, no sin antes ponerse su gorra roja, para comer algo antes de irse a la secundaria.
En la cocina, donde su madre terminaba de preparar el desayuno entro Cree. La hermana mayor le dirigió una enorme sonrisa a su hermanita, pensando que ella estaba de su lado como cualquier adolescente normal.
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- ¡Ya lo verás, falso imitador del Chapulín Colorado! - decía Wally Beatles entre sueños - Te pateare el trasero tan fuerte que... ¡No, espera! No te atrevas a tocar a mi Kuki... - gruñó el güero, mientras se despertaba abruptamente.
- Con que Kuki, ¿eh?
- ¡Ah! - gritó tan alto que de seguro terminaría por despertar a su hermano menor, Joey, ahora miembro de los Chicos del Barrio - Ma-ma-má... ¿qué se supone que haces? - preguntó algo molesto.
- Lo que todas las mamás hacen, Wallabee: Despertar a sus hijos cada mañana - dijo poniendo una sonrisa malévola, cosa que numbuh 4 notó perfectamente - ¿Qué fue eso de... "mi Kuki"?
Rápidamente el chico güero tomo un color parecido al tomate, apartando su vista para otro lado.
- Yo... - balbuceó, tenía que dar una buena excusa, sino tendría a toda su familia mareándolo con tanta pregunta referente a cierta chica japonesa - si, si dije "mi Kuki" - dijo algo no muy convencido, haciendo que su madre sonriera de oreja a oreja - pero yo hablaba sobre la palabra cookie, galleta en ingles... - explicó fingiendo molestia ante la confusión de la señora Beatles - Yo no hablaba sobre Kuki Sanban...
- Pues da la casualidad de que yo nunca pensé que te referías a Kuki Sanban - dijo la mamá del güero - Tu mismo fuiste quien lo dijo... - En ese momento salió de la habitación de su hijo, tocando el dibujo de Kuki que él tenía pegado sobre la pared.
Wally quedó pasmado, con un color rojo tan intenso nunca antes visto en su cara. Se tumbo otra vez en su cama, ahogando un grito desesperado sobre su almohada.
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-¿Mmm?
- ¿Qué pasa, Kuki?
- No, nada, Mushi. Solo que... pensé haber escuchado un grito - dijo la mayor de las hermanas - Pero bueno, de seguro no fue nada.
Esbozó una gran sonrisa y siguió peinando a su hermanita. Que al igual que Joey, también formaba parte de los Chicos del Bario.
- Hoy debo estar muy bonita - decía Mushi - porque hoy son las audiciones del coro de la primaria y quiero ser la mejor.
- Ya me lo has repetido muchas veces desde hace dos meses - dijo Kuki con un tonó de enfado, terminado de peinarla.
Se sentó sobre su cama abrazando su primer Simio Arco iris. Y volteo a ver a su hermana menor que la miraba con el ceño fruncido.
- Es que tu no entiendes - le dijo con una voz chillona - esto del coro es muy importante para mi.
- ¡Niños! - refunfuñó numbuh 3.
- ¡Adolescentes!
Las dos hermanas sonrieron alegremente, para después dirigirse a la cocina de su casa. Muchas bromas de este tipo, abundaban normalmente en la casa de los Sanban, después de todo, lo mejor es disimular lo mas posible.
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- El que es lindo es lindo.
Tommy Guilligan entro al baño donde su hermano Hoagie posaba para el espejo.
- ¿Hablas sobre mi? - rió el menor - No tenias que decírmelo, se que soy lindo...
- Tommy, ya te he dicho que no me espíes mientras admiro mi hermosura - dijo numbuh 2, sonriéndole a su reflejo.
- Si, lo que sea. Algún día vendrás pidiendo mi ayuda y yo no estaré dispuesto a dártela... ¿y por qué? porque me tomare muy en serio eso dejarte solo para que admires tu hermosura... - azotó la puerta cuando salió algo enfadado.
- Ni que yo necesitara de su ayuda - se decía Hoagie divertido. Pero que sorpresa se llevó cuando recordó que ese día tocaba clase de pintura. Y sus pinturas, las había utilizado en una de sus misiones pasadas con los chicos - ... Oh, numbuh T, ¿serías tan a mable de prestarme tus pinturas? - preguntó a su hermano con un tono un tanto angelical, asomándose por la puerta.
Una caja donde guardaban pinturas salio disparada asía la puerta del baño. Pero esta ya se había serrado.
Esa tarde, de seguro la señora Guilligan haría que cierto par limpiar la puerta del baño y las paredes de los alrededores.
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- ¡Oh, Nigue! Ya no aguanto las ganas de verte... - suspiró Lizzie desde el teléfono del cabecilla del Sector V - Los días parecen años sin ti...
- ¿Días? - exclamó Niguel Uno algo exaltado - ¡o sea, hello, Lizzie! Nos vamos a ver dentro de unos minutos en la escuela.
- Ay, Nigue... se nota que ya tienes ganas de verme. Y si yo también te quiero - dijo la chica, con un aire demasiado meloso para numbuh 1.
-A ver mi chava, estoy en calzones y...
- Que cosas dices, vas a hacer que me sonroje - río Lizzie con las mejillas sonrojadas.
- Ejem... quería decir - dijo algo molesto - que estoy en calzones y como vivo de mi público, quisiera poderme vestir decentemente. ¡Antes de tener que llegar tarde a clases! - le dijo a su novia, cosa que Lizzie tomo como un verdadero cumplido.
- Si lo se Nigue.
- ¡Uy! Que bueno que lo comprendas, así que voy a col...
- Se que te quieres arreglar especialmente para mi... ¡que romántico! Te dejo. - y colgó bruscamente el teléfono, tan feliz y tan sorda como siempre.
- No pero yo... mi publico... Lizzie... ¿Lizzie? - era inútil, ahora en lugar de la chillona voz de su novia se escuchaba un "Biip biip biip".
El calvo terminó de vestirse. Abrió la puerta lentamente y antes de salir, volteó a ver la foto de Lizzie pegado sobre su cama. Sonrió tiernamente, cosa que cuando lo hacia, lo hacia en secreto.
- En fin - dijo mientras cerraba la puerta tras de si - ¡mujeres! son mas complicadas que Jaime Mausan...
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- Adiós mamá, adiós papá, adiós Cree - gritó Abby antes de salir e su casa - regreso tarde.
- Adiós - gritaron los tres.
- Ten cuidado - le señaló su madre, con un tono francés.
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- ¿No te despides, Wally? - preguntó la señora Beatles.
- Adiós querida, familia, adorada - contestó el joven güero, algo sonrojado al acordarse se aquella escena en la mañana.
Y abrió la puerta de su casa.
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- ¡Sayounara! - gritó alegremente numbuh 3 - Suerte con lo del coro, Mushi... mas te vale entrar.
- Arigatou, Kuki - dijo la aludida felizmente.
Kuki Sanban cogió la mochila de los Simios Arco iris antes de salir.
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- ¡Ahg! Tommy... me las pagaras ya que regrese - le dijo Hoagie a su hermano que aun desayunaba.
- No es mi culpa que nos haya castigado mamá - dijo numbuh T ofendido.
Diciendo algo como "Mocoso", el joven Guilligan se acomodo sus gafas de aviador antes de dirigirse a la escuela.
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- ¡Riingg! - sonó el teléfono en la casa de Nigel Uno.
- ¡Niguel! - dijo el señor Uno - Lizzie te busca.
- Dile que nos vemos en la escuela, ¡gracias! - y el calvito, se fue corriendo.
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Cinco adolescentes salieron de sus casas al mismo tiempo. Parados en su pórtico inspeccionaban los rostros de los otros, que se encontraban en las casas vecinas.
Todos sonrieron, a su manera. Se juntaron en medio de la calle y se dirigieron a la parada de autobús escolar, que los llevaría a la secundaria, después de todo ya tenían quince años.
- Cinco
- Cuatro
- Tres
- Dos
-Uno, ¡Chicos del Barrio a la parada de autobús!
Todos rieron.
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Bien… esto fue solamente la Introducción a esta nueva Operación de los Chicos del Barrio. Así que los capítulos serán mas largos.
Cualquier comentario o sugerencia es ¡bienvenido!
Hasta el Capitulo 1….
Blue Kawaii.
