latin hetalia no me pertenece.

Setting: especie de distopía

Advertencia: incesto


Post Mortem

La cintura de Julia era disimulada y la curva de sus pequeños senos sutil, pero ella podía poseer la calidez de la que también Miguel era dueño.

(Una calidez arrulladora que había seducido a Martín, llevándolo a los pies del peruano, aunque no lo suficientemente fuerte como para mantenerlo ahí.)

Miguel siempre la atraía hacia él, besando su rostro y su cuello con dulzura, y la aprisionaba entre sus brazos, esos brazos que para Julia eran el lugar más seguro del mundo, aun si portaban ellos aquellas manos que la desnudaban y la recorrían entera.

Julia y Miguel lo habían hecho incontables veces desde que se habían escapado de los cuarteles generales del ejército. Miles de veces habían sus entrañas recibido el falo del chico y a nadie le iba a importar que fuesen hermanos. ¿Quién en ese roto mundo se iba a alterar por algo así? No debían preocuparse por nada, ninguno de los dos era fértil ya desde el primer año que entraron al ejército y ninguno pensaba más en lo que los sacó de ahí. Miguel había decidido renunciar a Martín, Julia eligió vivir sin necesitar a Manuel. Así de simple.