Éramos

Éramos jóvenes. Triunfaste en el torneo de las artes marciales. Algo en ti me cautivó, por mucho que Goku fuese mi amigo, y mi deber entonces sería apoyarle, decidí amarte. Tras tu victoria te confesé mis sentimientos.

— Me enamoré de ti salvajemente— Me viste sorprendido, pero yo continué: —. Si te quedas con nosotros, yo cuidaré celosamente de ti.

No contestaste. Seguro pensaste algo como: "Vaya, qué chica tan extraña, no he llegado a conocerla siquiera". Respondiste a la oferta que se te había hecho de vivir con nosotros, mas no a mí.

Pasado el tiempo decidí seguirte a donde quiera que fueras. Te amaba. Te amaba más que a nadie, pues puedo decir, nunca había tenido estos sentimientos por alguien más. El dinero robado lo gastaba en cosas para impresionarte, nunca lo lograba, siempre me mirabas sin entenderme, y yo tampoco lograba entenderte. No buscaba un matrimonio, solo buscaba a alguien que me quisiera tanto como yo a él, así podrías largarte cuando quisieras, pero me habrías brindado algo de felicidad en mi pútrida vida.

Jamás podré olvidar ese día en que hubo un terremoto y la casa se derrumbó por completo. Te grité pidiéndote ayuda, e interrumpiste tu entrenamiento para brindármela. Quizá uno de los gestos más bellos que tuviste por mí. Me pegaste a tu cuerpo. Me rodeaste con tu brazo y yo coloqué mi mano en tu pecho; pude sentir el latir de tu corazón: agitado e intranquilo. ¿Podría eso deberse a mí? No lo sabré, aunque sé que ese pequeño pensamiento me hizo infinitamente feliz.

.

¿Y cómo somos ahora?

Ya no somos jóvenes. Yo he llegado ya a los cincuenta y dos, ¿qué edad tienes tú ahora, Tenshinhan? No lo sé. Desconozco incluso si algún día llegaré a saberlo. Moriste, reviviste, pero yo no volví a saber nada acerca de ti. Fui olvidada.

¿Tan poco llegué a importarte? Como para ser borrada de tu memoria con dichosa facilidad. Qué pregunta tan estúpida estoy haciendo, por supuesto que fue poca la importancia, yo no hacía más que seguirte, tú nunca me decías tus sentimientos, y yo continuaba interpretándolos erróneamente. Creí que poco a poco ibas tomándome cariño, que si me esforzaba y te daba lo que quisieras llegaríamos a ser algo.

¿Qué somos?

Somos viejos.

¿Qué éramos?

Éramos jóvenes.

¿Además de eso, qué éramos?

¿Qué signifiqué en tu vida?

No volviste a buscarme, sin embargo, he de admitir, yo tampoco me dediqué a ir tras de ti, no más. Traté de seguir mi camino, aun si en él tú no estabas. Durante los primeros años lo creí posible, me motivaba con una sola idea en mi mente: "Te habrás librado de mí, una carga y una molestia". No obstante, conforme más años pasasen tu recuerdo me era cada vez más pesado y difícil. Lo que sea que viese me recordaba a ti. Pasé días y noches esperando tu regreso.

No éramos jóvenes enamorados.

Éramos una joven enamorada y un joven cuyo único sentimiento por ella era lástima.


Ya que estoy de vuelta en el fandom (a nadie le importa xd), decidí participar en uno de los retos semanales de la página "Por los que leemos fanfics de dragon ball". El reto "Contraste", y decidí tomarlo por "Situación pasada y presente o futura de una pareja".

Tenshinhan y Launch me fascinan, son mi segunda pareja favorita, y me duele un poco lastimar a mi waifu, pero me pone realmente triste que no se haya sabido nada nuevo de su relación solo porque a Akira (según leí), se le olvidó la existencia de Launch -CÓMO SE OLVIDA DE UNO DE SUS MEJORES PERSONAJES AAHH. Personalmente considero que ella es un gran personaje porque es bastante original su doble personalidad-, así que tenía que hacerlo angst PORQUE PUES SÍ.

Algún día escribiré algo feliz, rosa y cursi de ellos.