Tras la partida de Goku del planeta Vampa, Broly, Cheelai y Lemo se quedaron en silencio por unos momentos, sintiéndose realmente agradecidos por aquel inesperado gesto de buena voluntad que había tenido éste con todos ellos.

Broly miró al horizonte mientras en su interior él también deseaba volver a enfrentarse a aquel extraño hombre que parecía sobrepasar todo lo inimaginable y todo lo conocido para él.

-La próxima vez que nos encontremos, Goku, habré mejorado más y habré controlado por fin todo mi poder. Te prometo que tendremos un encuentro grandioso-pensó, emocionado por aquella idea.

-¡creo que es hora de empezar a instalarnos en nuestra nueva casa!-interrumpió la soldado mirando a Broly sonriente mientras le arrastraba por el brazo hasta el hogar que les había proporcionado el saiyan antes de desaparecer de Vampa, cortando de esta manera sus pensamientos

El poderoso saiyan esbozó una tímida sonrisa ante aquella muestra excesiva de entusiasmo. Él no era un hombre de muchas palabras ni excesivamente sociable por todo lo que había tenido que vivir, pero sin duda alguna, aquellas dos personas le habían marcado profundamente. Gracias a ellos ahora podía tener una nueva vida, alejado de la nociva influencia que Paragus había ejercido sobre él durante todos aquellos años.

-Tío ¿qué te pasa?-le preguntó Lemo mientras trataba de captar su atención mediante gestos de la mano- te veo ausente, como si estuvieras en otro mundo.

-Estaba pensando en mi padre-contestó Broly sin perder la calma-tal vez pueda pareceros absurdo pero, a pesar de todo lo que ha hecho, yo no quería que acabara de esa manera.

-Olvídate de Paragus de una vez por todas-dijo Cheelai posicionándose frente a él y mirándole seriamente-él no se merecía en absoluto el aprecio que le tienes. Se aprovechó de ti durante todos estos años para convertirte en una máquina de guerra y usar tu potencial en su beneficio ¿qué clase de padre le hace eso a su propio hijo?

-Un miserable sin ningún tipo de conciencia ni remordimientos, aunque por lo menos ya no podrá molestarnos más-intervino Lemo mientras registraba la nevera en busca de algo de comida que llevarse a la boca-¡eh, mirad lo que he encontrado!-exclamó mientras sacaba un pollo congelado que Broly miró con mucha intriga

-¿y esto que se supone que es?-preguntó extrañado, sin reconocer aquel alimento.

-Es muy fácil, esto es...-el de piel anaranjada se quedó pensativo por unos segundos mientras se rascaba la cabeza-Cheelai ¿tú sabes que demonios es esta cosa?

-Pues la verdad es que no tengo la menor idea- ella se encogió de hombros mientras negaba con la cabeza-pero tiene una pinta deliciosa ¿no creéis? ¿Por qué no lo probamos y salimos de dudas?

Y Broly, sin pensárselo dos veces más, se dedicó a comer todo lo que pudo hasta saciarse, mientras la mujer de pelo blanco le sonreía feliz de poder estar por fin a su lado. Aquel enigmático hombre tenía algo especial para ella, y sentía que entre ambos se había formado una extraña e instantánea conexión desde el primer momento. Un pensamiento que, sin saberlo, compartía con él.

-Ahora me gustaría empezar a entrenar seriamente, si no os importa-intervino Broly cuando terminó de comer-mi objetivo a partir de este momento será tratar de mantener mi ira a raya y ser capaz de transformarme sin perder el dominio sobre mí mismo.

Lemo y Cheelai le miraron intrigados, y al mismo tiempo orgullosos por aquella decisión que él había decidido tomar. Sabían que aquel hombre tenía todavía mucho potencial en su interior que merecía la pena ser sacado a la superficie y ser pulido para poder llegar a convertirse en un guerrero perfecto y formidable.

-Nosotros estaremos a tu lado en todo momento para ayudarte si es necesario, no te preocupes- sonrió ella, apoyando su mano en uno de los brazos de su nuevo amigo-Seguro que lo harás genial y conseguirás superarte a ti mismo en todo momento

-Muchas gracias-el saiyan sonrió mientras salía al exterior de aquel planetoide, que en aquellos momentos transmitía una inusual calma y tranquilidad, dispuesto a dar lo mejor de sí mismo para cuando llegara el día en que volvería a encontrarse con Goku.

A lo lejos pudo llegar a vislumbrar la silueta de su querido amigo Bah, que se movía a sus anchas por aquel lugar sin prestarle la más mínima atención, como llevaba ocurriendo desde que su padre decidió arrancarle la oreja de cuajo para alejarle de él y obligarle a centrarse en sus entrenamientos - Y entonces, un sentimiento de rabia e impotencia se apoderó de Broly, empezando a descontrolarse todo su poder ante aquel pensamiento. Ante la idea de que su mejor amigo nunca más volvería a acercarse a él por culpa de las acciones entrometidas y crueles de Paragus.

-Oye, creo que está volviendo a enloquecer otra vez-susurró el de piel naranja en un tono de voz preocupado mientras observaban a lo lejos como su cuerpo estaba comenzando a convulsionar y a desprender grandes cantidades de energía.

-Creo que ha sido por ver a esa especie de bestia-respondió la mujer con el semblante entristecido -¿te acuerdas de lo que nos contó cuando estábamos en la nave de Freezer? Ambos dejaron de ser amigos por culpa de su padre y ahora está sintiendo toda esa rabia y melancolía reconcomerle por dentro. Pobre Broly, lo que habrá tenido que aguantar todos estos años por culpa de ese viejo miserable, y manipulador.

Una sucesión de gritos rabiosos la sacó en ese instante de sus pensamientos y tanto ella como su acompañante pudieron ver a Broly fuera de control, transformado en el súper saiyan legendario y comenzando a arrasar con todo lo que se iba encontrando por el camino

-Yo me encargo de esto-la peliblanca le guiñó un ojo a Lemo mientras echaba a correr en busca de su amigo para devolverle a la normalidad, sabiendo que ella, tal vez podría ser la única persona que podría lograrlo. Y en efecto, en poco menos de dos minutos, ella consiguió, mediante palabras tranquilizadoras y agradables, aplacar todo su temperamento y mantener a raya su instinto destructivo, haciéndole regresar de nuevo a su estado habitual.

Lemo desde la distancia suspiró aliviado ante aquel rápido desenlace y se apresuró a ayudar a su amiga a cargar con el medio inconsciente saiyan para que pudiera descansar durante un rato.

-¿Crees que podremos conseguirlo?-le susurró el de piel anaranjada a Cheelai, con ciertas dudas-¿Podremos llegar a conseguir que sepa controlarse por sí mismo sin que nosotros tengamos que intervenir?

-Confía en él-asintió ella-Estoy totalmente convencida de que podrá hacer eso y mucho más, ya lo verás.

En otra parte del universo, Freezer estaba sentado en su trono mirando a través de la ventana de la nave espacial, con el ceño fruncido a causa de la ira. De nuevo había sido derrotado y sus planes de ser cinco centímetros más alto, frustrados de forma estrepitosa, lo que había provocado ciertas risas por parte de algunos de sus hombres, los cuales lógicamente ya no vivían para poder contarlo. Y por si eso no fuera suficiente, sus enemigos más odiados, Goku y Vegeta, parecía que habían logrado fusionarse entre ellos aumentando todavía más su fuerza y su poder llegando hasta límites que él jamás habría pensado ver en esa ridícula raza de simios insignificantes .

-¡Serán tramposos!-pensó el tirano rabioso mientras veía como Berryblue, la mujer que siempre había permanecido a su lado sin temor a decirle lo que pensaba en todo momento, le observaba con ojos burlones y curiosos por aquella actitud tan malhumorada por su parte

-Te ha salido muy mal la jugada Freezer y bien merecido que te lo tienes-le regañó ella con una sonrisa sarcástica - debiste haber pensado con más detalle las consecuencias que podría tener el hecho de despertar a la bestia que ese chico ocultaba en su interior, antes de hacerlo ¿no te parece?. Cometiste un gran error al matar a Paragus, pues ahora tal vez tengamos un nuevo enemigo para el imperio, lo cual no nos conviene en absoluto. Nuestro ejército ahora mismo no está en su mejor momento y no nos podemos permitir más bajas ¿recuerdas? Por esa misma razón estamos buscando como locos nuevos reclutas en todo el universo.

-¡Berryblue, deja de hablarle así al gran Freezer por favor!-gritó Kikono casi al borde del infarto, temiendo que en uno de sus habituales arrebatos de ira, el tirano arrasara con todo lo que pudiera encontrar, teniendo en cuenta lo poco que a él le gustaban las críticas que tuvieran que ver con su persona o con las decisiones que tomaba.

-Tranquilo soldado-sonrió Freezer tratando de calmarle antes de dirigirse a la mujer- te aseguro que Broly no será ningún problema ni supondrá una amenaza para nuestros intereses . Dejaré que esos dos fugitivos logren domesticarle y controlar su inmensa energía, durante todo el tiempo que les sea necesario . Después, una vez que el trabajo sucio esté hecho, mi intención será reclutarle en mis fuerzas armadas, como uno de mis soldados de élite. Siendo un guerrero más dócil y menos inestable en sus combates, lograremos aumentar nuestras conquistas, triplicaremos los beneficios y de paso, también liquidaremos de una vez por todas a ese maldito Goku y al traidor de Vegeta.

-Claro,lo que tú digas señor Freezer-asintió Berryblue de forma indiferente- por cierto, hablando de guerreros poderosos... hay algo que llevo cierto tiempo preguntándome.

-¿De qué se trata?-pregunto el tirano con mucho interés

-¿nunca se te ha pasado por la cabeza, recuperar a tus antiguos hombres?. Es decir, Zarbón, Dodoria y tus fuerzas especiales eran de los hombres más competentes que teníamos bajo nuestro mando ¿Por qué no les devuelves la vida a ellos en lugar de buscar por el espacio a más reclutas sin experiencia alguna? Estoy segura de que los que te he mencionado podrían contribuir a aumentar y mejorar el pésimo nivel que tienen ahora la inmensa mayoría de tus soldados.

Kikono por su parte, y tras aquellas palabras de nuevo estaba tembloroso y sudoroso. El corazón le latía a mil por hora cuando se hizo el silencio en aquella sala, temeroso de que ahora Freezer decidiera ejecutarles a ambos por las constantes irreverencias de Berryblue. Sin embargo, y como la vez anterior, no ocurrió nada que pudiera resultar peligroso o fatal para ellos. Suspiró aliviado al ver el rostro en calma del tirano, que parecía pensativo ante la propuesta de su "amiga"

-Si te soy sincero, me había olvidado de todos ellos-respondió de forma reflexiva mientras recordaba en ese momento a todos sus mejores hombres, pertenecientes a su época más gloriosa de un pasado ya muy alejado en el tiempo-pero tu idea no es mala en absoluto. Tal vez deberíamos traerles de vuelta para que me ayuden en todos mis nuevos asuntos. Te felicito-y en un gesto de buena voluntad, el tirano le dirigió una mirada agradecida, acompañada de una media sonrisa.