Disclaimer: Candy, Candy no me pertenece, es propiedad de Kyoko Misuki (escritora) y Yumiko Igarashi (dibujante), así mismo este fanfic no está hecho con fines de lucro y lo único que busca es hacer pasar un buen rato a las personas que lo lean.)

Aclaraciones: La canción que utilicé para este sonfic es de Mecano y se llama "Me cuesta tanto olvidarte"


PARTE I
Sentimientos

Entre el cielo y suelo hay algo

con tendencia a quedarse calvo

de tanto recordar

y ese algo que soy yo mismo

es un cuadro de bifrontismo que

solo da una faz

Me quedé parada por un rato en el balcón que daba hacía la calle, Paris era un lugar hermoso de eso no cabía duda, pero aún así no podía dejar de pensar en el hogar de Pony, el campo siempre había sido de mi predilección, pero no podía negarme al trabajo que tan amablemente Albert había conseguido para mi, desde el incidente en Chicago sinceramente llegue a pensar que no volvería a servir como enfermera en un hospital de ese nivel, sin embargo no me asuste, podía ejercer mi profesión con los niños de la casa de Pony, podía ejercerla en el campo, pero como siempre Albert, ese ángel de cabellos rubios volvió a tenderme una mano¡Cuánto le debo! Muchísimo me atrevo a confesar, y aún así fui capaz de rechazar su petición de matrimonio, quisiera correr en este instante a abrazarlo y a confesarle que en verdad lo amo, que en verdad si deseo casarme con él, pero mentiría, seria todo un cuento de hadas ideado por mi, en el que sencillamente los dos seriamos infelices, yo al recordar la verdad y él al descubrir el engaño. Clavo mi vista en el hermoso cielo iluminado apenas por el sol que comienza a ocultarse y entonces recuerdo la sensación de bienestar y nerviosismo que me producía el estar a tu lado, recuerdo tu sonrisa, tus comentarios y la música que solías tocar para mi en tu armónica, entonces cierro los ojos y logro sentir tus brazos rodeándome por la cintura, recuerdo tu aliento correr por entre mis cabellos hasta desembocar en mi cuello, recuerdo tu voz ronca susurrándome que no me vaya para luego pedir resignada por mi dicha y bienestar. Lagrimas amenazan con desbordarse por mis ojos ante tales recuerdos, pero las retengo, no quiero sentir nunca más ese liquido cálido correr por mis mejillas, me niego a tener que limpiarlas con el dorso de mi mano una vez más; desde aquel día en Nueva York me prometí no volver a derramar lagrimas, le prometí a él ser feliz y pretendo cumplir mi promesa

La cara vista es un anuncio de Signal

la cara oculta es la resulta

de mi idea genial de echarte

me cuesta tanto olvidarte

me cuesta tanto

Pero me cuesta tanto olvidarte, me cuesta tanto fingir que ya no te amo, y sobre todo me cuesta tanto cumplir aquella promesa¿Cómo ser feliz si no estas junto a mi¿Cómo ser dichosa sabiendo que nunca te volveré a ver?. ¡Pero basta de eso, no puedo creer que sea capaz de reprochar todas estas cosas cuando fui yo la que te pidió que te alejaras, cuando fui yo la que te exigió que fueras feliz con la mujer que te había salvado la vida, cuando fui yo la que te rechazó... Me consuela saber que Susana te ama, quizá algún día llegues a corresponderle de igual manera y entonces seas feliz, tal vez eso me convenza a mi de serlo. Confieso que estoy cansada de fingir, de simular que soy feliz, de esbozar una sonrisa todos los días aparentando que todo esta bien, que realmente soy dichosa sin tu presencia y que ya no eres más que un hermoso recuerdo de mi pasado, mientras que otra parte de mi, la que si es honesta grita que es mentira, que no me crean , que la verdad es que te amo con toda el alma y que los celos me consumen a veces por las noches cuando te imagino en brazos de Susana, cuanto te supongo feliz a su lado con una hermosa familia, cuanto te creo sonriéndole con esa sonrisa que tanto añoro ver una vez más, y en ese momento las lagrimas me traicionan y siento la humedad correr por mi rostro desembocando en mi barbilla, sollozo un poco y levanto mi mano izquierda dispuesta a secar una vez más esas pequeñas perlas que caen una tras otra sobre mis mejillas, una vez más mi cuerpo me delata y no puedo evitar sollozar cada vez más alto, me niego a hacerlo pero es en vano, el dolor es demasiado y el llanto es la única manera que encuentro en estos momentos para descargar mi alma

Olvidarte me cuesta tanto

olvidar quince mil encantos

es mucha sensatez

y no se si seré sensato

lo que se es que me cuesta un rato

hacer cosas sin querer

Es preciso que me libere de este sufrimiento aunque solo sea por un par de horas, es necesario porque al día siguiente no puedo flaquear, debo ser fuerte para no preocupar a mis compañeras, para saber que soy capaz de seguir adelante aunque la realidad sea que estoy muerta por dentro, pero las personas que me rodean no tienen la culpa de este sufrimiento por lo tanto no es su obligación vivirlo a mi lado, por ellos debo el tormento que me supone el no estar a tu lado, mi conciencia me reprocha mi conducta, quizá tenga razón, es demasiada sensatez, pero no puedo vivir envuelta en un remolino de emociones, la realidad es cruda y las personas debemos aprender a enfrentarla, ya vendrán tiempos mejores que amortigüen y desvanezcan las heridas del pasado, trato de convencerme a mi misma que aquello es vedad pero como hacerlo cuando mi corazón me grita que murió el día que te abandone en aquellas escaleras, que falleció el día que te jure que sería feliz porque nosotros no podíamos causarle ese pesar a Susana, a aquella mujer tan dulce que te había salvado la vida y por lo cual yo le debía la mía

Y aunque fui yo quien decidió que ya no mas

y no me canse de jurarte que no habrá

segunda parte

me cuesta tanto olvidarte

me cuesta tanto olvidarte

me cuesta tanto ...

Y me repito una y mil veces que el prometerle a aquella chica rubia que me alejaría de ti fue lo correcto, repito noche tras noche que ella te necesita más que yo, es necesario que me convenza de ello ya que si no lo hago no tendré la fuerza para levantarme al día siguiente, posiblemente jamás logre olvidarte comienzo a resignarme ante esa idea, aunque presiento que desde aquel día, desde que me encontré nuevamente en el tren, alejándome de

Nueva York, desde ese día supe que jamás podría arrancarte de mi corazón, pero esta bien para mi, quizá algún día logre acostumbrarme al hecho de no tenerte a mi lado, un suspiro ahogado por uno de mis últimos sollozos atraviesa mi garganta, me retiro del balcón con el alma hecha nudo, como todos los días, y después de cerrar la ventana me recuesto sobre mi cama esperando poder soñar contigo ya que es el único lugar donde aún puedo compartir algo contigo, lentamente caigo en un profundo sueño y por fin una sonrisa sincera se forma en mi rostro ya que por fin estoy entre tus brazos aunque se que a la mañana siguiente despertaré y me daré cuenta que todo fue un hermoso sueño pero es suficiente para mi, me conformo con el hecho de ver tu imagen aunque sea una simple ilusión, porque prefiero vivir con esas ilusiones que me llenan el alma a morir sin por lo menos tener la esperanza de verte cada noche en mis sueños.