• Disclaimer: Los personajes no me pertenecen.
• Nota: Escocia (William)
Temor
Todas las personas le temen a algo, dicen. No hay aquel que no sienta temor, dicen también.
Italia era una persona miedosa y cobarde; lo cual le hacía pasar en ocasiones –demasiadas ocasiones para ser sinceros. – por idiota. Feliciano Vargas no era idiota; si despistado, inocente, temeroso, cobarde y hasta inútil, pero no un idiota. Los idiotas son como Estados Unidos, alguien que no ve la realidad. El italiano la veía, siempre la vio. Desde el día en que su amado Sacro Imperio perdió la vida, hasta el momento más crucial de la Segunda Guerra Mundial. Siempre vio la realidad.
…Inclusive ahora.
El itálico, como eran los populares dichos, creía que todos temían. Bueno; casi todos… esa excepción era Inglaterra. Si bien este odiaba –y hasta se podría decir repelía. – a Rusia, no le tenía miedo, pues se había enfrentado al eslavo en varias ocasiones en la historia.
Para Feliciano; Inglaterra era una excepción a la regla. La oveja negra del rebaño.
Cabe destacar que él si le tenía miedo, y mucho. Inclusive ahora que eran pareja había veces en las que los gestos del británico dejaban mucho que desear.
Poco a poco se dio cuenta de su error. Arthur no era una oveja negra, mucho menos una página de sobra. Él era como todos, porque un día como este, una tarde calurosa de primavera, encontró el mayor miedo del inglés… y no le agrado en lo más mínimo.
–W–w–what? Why you was in my house? –Preguntó, señalando mientras temblaba al sofá que tanto apreciaba. –
–¿Huh? ¿No es obvio, dummy? Estoy viendo televisión… –Contestó Escocia, como si fuese obvio. Rápidamente su mirada giro drásticamente a donde estaba posicionado el italiano. Este saludo con una sonrisa nerviosa. –
–N–no me refiero a eso, te dije que hoy estaría ocupado y que no te quería aquí. –¿Era él o su imaginación le estaba jugando una broma? Pareciera que el representante del Reino Unido tuviera dificultades para hablar. –
–¿Qué? –Arrastró la palabra, como un niño pequeño. Un sarcástico niño pequeño. – ¿No me digas que arruine tu "cita" con él? –Apuntó descaradamente al del rulo flotante. – Deja de joder, Inglaterra. –Volvió a sentarse, ya fastidiado. –
–W–William… –Apenas quiso hablar para objetar, el pelirrojo le miro con sed de sangre, diciendo claramente con sus ojos verdes y salvajes "Moléstame una vez más y eres comida para Nessie"–
Inglaterra enmudeció. Ofuscado, bajo la mirada al piso. La impotencia que le recorría en su torrente sanguíneo era demasiada, tanta como para matarlo de bronca.
Feliciano se sintió mal, porque creía que por su culpa su pareja estaba así.
Lo que Italia no entendió en ese momento, es que no era su culpa. Sino, la clara muestra de algo que no puedes ver a simple vista. Inglaterra también era humano. Porque su mayor miedo, era aquel irascible escocés.
Y ahora entendía, que no había ovejas negras en el rebaño de Dios… o por lo menos en lo referente al temor.
Me di cuenta que hace mucho que no hacía un UKxItalia... si bien es bastante fluffero –¿Bastante solamente?– Lamento si esta un poco raro, jaja, no sé que quise hacer cuando escribí esto ._. espero que a alguien le guste (: Bye!
