Capítulo I:
El temor de Miroku
Un grupo de amigos se encontraba tomando un pequeño receso después de la batalla con el demonio Naraku, quien había sentenciado sus vidas; pero gracias a ello lograron a unirse en una gran amistad. Decidieron tener una última aventura viajando sin rumbo, como es costumbre continuamente pasaban por diversas aldeas en busca de monstruos o espíritus malignos, por lo que siempre tenían que intentar buscar un lugar en donde quedarse.
En esta ocasión a Inuyasha y Miroku tenian que buscar alimentos en compañía de Shippo, mientras que Kagome y Sango un refugio para descansar.
-Diablos, Kagome – mientras continuaba juntando manzanas – No pudimos encontrar algo mejor que frutos.
- Ayy Inuyasha, nunca cambiaras.
-Señorita, Kagome - muy seguro de lo que iba a decir- Quería mostrarles que a lo lejos encontramos una aldea y quizá podremos quedarnos unos días en lo que recorremos nuestro ultimo viaje juntos.
-Me parece muy bien, excelencia.
- Pero si llegamos a una aldea, lo más probable es que nos pidan realizar algún trabajo.
- Pues lo realizamos – mientras bebía agua de una botella – Así podremos ganar dinero o ¿tú qué opinas, Shippo?
- Bueno solo por eso trabajaría.
XXX
El grupo de jóvenes comenzó a limpiar y organizar el pequeño espacio, en donde descansarían más tardaron en arreglar en lo que el pequeño zorrito se encontraba dormido junto a Kirara, por lo que decidieron tratar de descansar en la cueva que habían escogido para pasar la noche.
Sango y Miroku durmieron separados por Kirara y Shippo, mientrás que Kagome dormía en el estómago de Inuyasha.
Pasaron las horas y con ello la tranquilidad del sitio se hizo presente, Miroku con ello recordaba como derrotaban a Naraku, poco después pedía a Sango que fuera su esposa, pero justo en el momento en el que iba a besarla en su boda... despertó.
Intento en vano volver al sueño con su amada, no podía dejar de pensar en ese momento que deseaba toda la vida y pero algo logro vencer su sueño comenzar a observar a Sango.
Comenzó a verla, con una ternura como lentamente respiraba y de manera dulce observaba su hermosa figura... se quedó horas observando a su futura esposa y hasta que noto un extraño ruido que se escuchaba fuera de la cabaña, eran gritos y quejas. Se levantó y comenzó a explorar buscando el origen del ruido, que osadía que ruido fue capaz de interrumpir observa ese hermoso momento.
XXX
Poco a poco fue acercándose y atendiendo aquellos ruidos de manera más atenta, luego lo que parecía gritos de dolor era en realidad varias quejas, al principio solo observaba un par de sombras y pero la luz de una fogata aclaraba más la imagen pudo ver que eran Inuyasha y Kagome, los cuales se discutiendo.
-Por favor, amor – decía un hanyou- Deseo hacerte mi mujer en mi forma humana.
-No debo, Inuyasha – observándolo con una triste mirada – Sabes que quiero convertirme en una sacerdotisa.
-Kagome, yo te amo – abrazándola con fuerza - No te deseo perder.
Miroku continuo observando la conversación, pudo entender el punto de ellos le pareció muy triste el saber que nunca podrían completarse como pareja al menos que ella renunciara; como son las cosas... él por contrario podía casarse sin problemas con Sango.
XXX
Comenzó a caminar hacia la castaña sin pensar y hasta que se detuvo al observar la figura de su mujer que descansaba, se acercó para besarla despertando a su novia.
- Excelencia, que sorpresa – besándolo rápidamente en los labios- Soñaba contigo.
- Yo igual, mi amor- correspondiendo al beso – ohhh, Sango te amo tanto.
-¿Qué tramas?
-Nada, amor – besándola apasionadamente – solo quiero hacerte mi esposa en verdad.
-¿Cuál es…- no pudo terminar la pregunta pues el tapo su boca con la mano -Mmmm
- Deseo pronto hacerte mi mujer.
El joven monje, comenzó a besar tiernamente a su novia mientras besaba sus labios y lentamente bajaba a su cuello, mientras su traviesa mano soltaba el kimono de su prometida... observabá el cuello y el camino que conducía al nacimiento de sus senos, en ese momento intento tocarlo, sentía una enorme felicidad de tenerla junto a ella, con vida.
Realmente después pasó esto, se dio cuenta de lo mucho que significa Sango en su vida, sintió suyo cada momento que luego recordaría con mucha felicidad y teniéndola entre sus brazos... continuo diciéndole las cosas más hermosas del mundo y mientras la sostenía cubriéndole su cuerpo en un abrazo y para poder darle un poco más de calor; ya que todavía su cuerpo se encontraba muy frío.
Sango quedo sorprendida ante el acto, ni siquiera sabía que estaba pasando, porque la observaba con esa mirada tan dulce , sintió mariposas llenarle su estomago- "¿Que fue lo que me paso?" pensó ella.
La castaña le iba a preguntar eso pero sintió unos labios contra a los suyos, y esos brazos protectores la abrazaron poniéndola más cerca de él... al principio no quería responderle por que recordó lo que había pasado horas antes, pero como la cara de felicidad del monje aparecía en su mente y lo veía en sus ojos que estaban medio abiertos, lo único que hizo fue cerrarlos y responderle el beso.
Fue un beso muy tierno y lento... en el que demostraba todo el amor que se sentían uno por el otro, después de unos segundos se separaron porque necesitaban aire, comenzó a abrazarla posesivamente que todavía estaba muy débil
-Perdóname, fue mi culpa que pasaras por esto dijo mientras la veía a los ojos – Lamento preocuparte.
-¿De qué habla, Excelencia?- dijo Sango en un susurro
-Fue por mi culpa, que te pasará esto, por mi culpa estuve a punto de perderte, por favor perdóname" dijo Miroku, las palabras salían apresuradas y Sango entendía muy poco, pero se sintió muy mal por ver a Miroku así "Estaba preocupado por mi" pensó Sango
- Excelencia, no fue su culpa que yo corriera hasta usted y que usted se quedara dormido,no es justo pensar eso cuando sabemos que Naraku y Kohaku esta bien- dijo Sango cuando logró recordarse de que era lo que había pasado- Lo hice porque lo amo.
-No puedo – separándose bruscamente y cubriéndose con la cobija– no quiero que apresures esto.
-No es lo que pretendo, amor – acercándose para abrazarla y mirándola a los ojos – no quiero presionarte y pero espero pronto ser el esposo más feliz del mundo.
-Te amo…
Se unieron en un beso tierno muy tierno y lento, demostrándose todo el amor que se sentían uno por el otro, hicieron una pausa para tomar aire, se abrazaron hasta que aun perdidos en sus caricias propuso
-¿Quieres que pasemos a lo siguiente? – mencionaba el ojiazul y ella solo asintió.
Así continuaron, sentados en la habitación, se dispusieron a observar con la tranquilidad de la noche y solamente el latido de sus corazones, continuaron besándose muy lentamente y pero apasionado. Hasta que el monje se apartó lentamente un momento para inclinarse sorprendiendo un poco a su novia.
- ¿Te sucede algo malo?
-Ninguna cosa, solamente quería- observándola fijamente – Sanguito, no me llames excelencia más.
-Es que…
-Porque deseo ser tu esposo – mientras sacaba una caja que contenía un anillo y tomaba su mano para colocarlo en su dedo - ¿Sango, quiero que seas mi mujer?
- Pero...
-No debe de haber ningún pero, amor mío puesto que ya vencimos a Naraku ... y Kohaku se encuentra con la anciana Kaede, ¿qué más te preocupa?
- Pero yo deseo ir a la tumba de mi padre y mi madre – con un tono de melancolía – Creo que es el mejor lugar para ver lo de la boda.
-Lo haremos, Sango – besándola tiernamente en la mejilla – Yo también, le dije a mi padre en donde quiera que este… lo feliz que soy contigo.
Los jóvenes decidieron dormirse abrazados, él no dejaba de pensar lo feliz que era con ella, se sentía tan agradable aquella sensación que hermoso era sentir el calor de los brazos y el palpitar de su corazón sintió una seguridad, no se percató cuando comenzó a caer dormido y comenzar a soñar.
XXX
: Sueño de Miroku:
Él se encontraba llorando en el suelo del templo del anciano Mushin se encontraba con el corazón roto y en su mente solamente se repetía ¿por qué la perdí?, el monje anciano se acercó y le da una palmada reconfortante en la espalda, él continua llorando desconsolado
-¿Por qué no pude protegerla?
-Miroku yo sé que amas a Sango con todo el corazón – Pero recuerda a veces tenemos que perder lo que más amamos para ser felices.
-Pero porque ella debe ser su esposa…
-No podemos cambiar el destino.
De repente el escenario del sueño cambia drásticamente levanta su cabeza y se encuentra con la peor cosa que su corazón puede soportar...
Allí se encuentra frente a él, con su hermosa prometida llorando caminando lentamente hacia el altar mientras esa horrible sombra en forma de hombre ...la esperaba a lo lejos.
La ceremonia había comenzado, ella buscaba algo mientras esa mancha negra solamente la observaba con lujuria y entonces se mencionó una frase que necesitaba ir…
-¿Alguien tiene un impedimento?
-Yo si tengoooooooo - mientras continuaba gritando- pero nadie parecía escucharlo y nadie se preocupaba por hacer algo para tener la boda; y lo peor ella continuaba llorando amargamente – No puede ser verdad.
En ese momento tomó a la castaña, de manera brusca ... robandole un beso. A pesar de los golpes de Sango, no la solto hasta que quedaron frente a ellos Kagome, Inuyasha y Shippo junto a Kohaku con Kirara en brazos.
-Infeliz - gruño - Deja a Sango
-Inuyasha, nuestra amiga tomo una decisión... y no debemos oponernos.
Shippo lloraba inconsolado, todos estaban tristes hasta que el hermano de la castaña rompio el silencio...
-Miroku - miradando a ese extraño - Creí que me protegerias a mi hermana por siempre ... pero no fue así, mentiroso
: Fin del sueño de Miroku:
XXX
El pelinegro despertó exaltado, con ello provocó despertar a su hermosa chica... No podía creer ahora no solo Naraku podía impedir su unión, sino al parecer también podría ser alguien más.
Sango lo observaba con preocupación ... no entendía por que el monje reaccionaba así y porque se aferraba a ella con fuerza.
- Miroku ... ¿Tuviste una pesadilla?
-Sí, fue horrible.
-¿Puedes decirme que soñaste?
-Mi mayor temor…perderte mi hermosa Sango
