Disclaimer: FullMetal Alchemist es una obra escrita por Hiromu Arakawa.

Sinopsis: —Se dice Huevos, no Juevos—Corrigió Mustang a su pequeña vástago. Roy Mustang necesitaba muchos huevos para enfrentarse a su esposa.

Pareja: [RoyAi]

Juevos

El reloj marcaba las cuatro en punto cuando Riza empujó la puerta de aquella enorme oficina, sus manos se encontraban ocupadas con aquella enorme bandeja de plata; era la hora en que Roy disfrutaba tomar una taza de té y Anna —su pequeña hija— comer unas cuantas galletas.

—Papi, ¿conoces al tío Ed?— Hawkeye escuchó a su pequeña hija nombrar al que en un momento llegó a ser el blanco de todas las mofas de su ahora esposo.

—Por supuesto que si cariño, solía ser mi sirviente— contestó Roy con una enorme sonrisa dirigida a la niña.

Anna balbuceó algo y continuó jugando con aquel par de muñecas que el Tío Louis —como insistía en ser llamado— le había traído después de su última visita hacia unos días atrás.

—¡Tienes mucho juevos para decirme eso!,—gritó la pequeña, actuando una escena con sus juguetes.

Los ojos de Riza se abrieron de par en par y estaba casi segura de que sufriría un paro cardíaco después de escuchar a su preciosa nena decir semejante palabra.

—Ann, ven un momento por favor—llamó Mustang a su hija, dejó los papeles que hasta ahora había estado revisando a un lado.

Hawkeye comenzó a tranquilizarse, estaba segura que Roy le explicaría lo malo de decir esa clase de palabras.

—Dime papi—con una gran sonrisa Anna se acercó al llamado de su padre.

—Es huevos y no juevos cariño—corrigió el hombre la pronunciación de su princesa.

La chiquilla frunció el ceño mientras movía sus labios tratando de imitar a los de su papá. Roy observó entretenido a la niña, no cabía duda de que la madre era la gran y temible Riza Hawkeye.

—¿Tienes muchos huevos para decirme eso?,—dijo Anna, no muy segura de su pronunciación—¿lo dije bien papi?

—Lo dijiste perfecto—Mustang sonrió y acarició la cabeza de su hija.

El sonido de la bandeja chocando contra el piso de la habitación sobresaltó a padre e hija.

—Mustang al paredón, Black Hayate vigila a Anna—ordenó Riza mientras recogía los pedazos de tazas y platos.

Anna Mustang permaneció en silencio mientras veía como su mamá arrastraba a una masa inmóvil que antes era su padre fuera de la habitación, dio un suspiro y caminó hasta su escondite secreto de dónde sacó una caja delicadamente decorada y repleta de dulces, con una pequeña nota en el interior que el tío Louis le había dado en secreto y que muy amable hizo el favor de leer para ella.

"Pequeña Anna, el tío Ed necesita un pequeño favor y es algo que solo tú puedes hacer. ¿Recuerdas cuando te expliqué del intercambio equivalente?, es hora de ponerlo en práctica…"

No era como si Ed y Armstrong utilizaran la debilidad de la pequeña niña por las golosinas para hacer pagar a su padre, primero por haber despreciado la hermosa escultura que Alex había decidido regalarle como regalo de bodas y segundo por llamar sirviente de pacotilla al mayor de los Elric en la última carta que le había hecho llegar.