Te compré un novio

Era un día nuevo en le mundo mágico, el sol brillaba en lo alto de un cielo totalmente despejado. La gente caminaba con tranquilidad sin temor a ser atacado por un loco mago oscuro hablante de parsel megalomaníaco vestido de negro, o por cualquiera de sus seguidores, y todo gracias al héroe del mundo mágico: Harry Potter.

Después de muchas penalidades, luchas y sacrificios el fin de Voldemort llegó, dejando paso a la paz y la tranquilidad, tal vez demasiada, o al menos así lo pensaba Sirius Black.

Sirius era un hombre de poco más de treinta años, bien conservado, de cabello largo a media espalda y negro veteado en azul, con vivaces y picarescos ojos azules, había sido un prófugo de la justicia por mucho tiempo moviéndose de manera constante de un lugar a otro, antes de eso fue un miembro activo de la orden del fénix en misiones especiales para detener a Voldemort, anterior a eso fue un chico animado que gustaba de hacer bromas con sus amigos y jugar quidich, en su niñez siempre fue inquieto y rebelde, (eso entre otras cosas le acarreó muchos problemas con su muy conservadora y elitista familia), bueno, sea como fuere, Sirius era un hombre activo de poca paciencia al que le estaba constando trabajo adaptarse a tanta tranquilidad

Luego de ser exonerado de todos los cargos que se le imputaban, y al ver el maltrato que los parientes de Harry (su ahijado) ejercían sobre él, decidió adoptarlo. La propuesta fue aceptada inmediatamente, el ministerio haría cualquier cosa para congraciarse por la terrible equivocación que cometieron con él y mas tratándose del bienestar de Harry Potter

Fueron a vivir a la mansión Black, que en ese tiempo era el cuartel de la orden del fénix, ahora luego de la derrota del lord oscuro era una casa como cualquier otra, bueno casi

A Sirius, como a la mayoría de los de la orden, le ofrecieron un puesto en el Ministerio de Magia que rechazó argumentando que había estado demasiado tiempo entre maleantes y ahora quería descansar y gozar de su libertad. Tomó posesión de la fortuna de la familia Black que por derecho le correspondía, habló con varios abogados y asesores que gustosos ofrecieron sus servicios al héroe de guerra, así pues, se retiró a descansar y a gozar de su libertad en compañía de sus amigos y su ahijado.

Al principio no tuvo ningún problema, ni siquiera cuando Harry entró a la escuela para terminar su último curso en Hogwarts, tenía muchas cosas que hacer, gente que visitar, asuntos que arreglar, reintegrarse a la sociedad, nada de esto representaba un problema real para él, las dificultades vinieron después, cuando todo comenzó a tener un ritmo suave.

Sin nada que hacer se propuso remodelar la casa antes de que Harry regresara de la escuela. No sólo Harry, sino también el resto de sus amigos y todos los que conocieron la antigua casa Black quedaron asombrados, la remodelación fue todo un acierto, las paredes pintadas en colores claros junto con la luz que entraba por las ventanas hacían ver un lugar cálido y abierto quitando la aplastante sensación del gris por todos lados, los pisos fueron cambiados, las cortinas, incluso la mayoría de los muebles de todas las habitaciones, la casa se veía moderna pero acogedora, espaciosa, funcional y elegante, toda una maravilla.

Creyendo necesario un descanso, Harry, Ron, Hermione y algunos otros de sus amigos decidieron tomarse un año sabático para recuperarse de la guerra y todo lo que se llevó. Al joven le agradaba ese tipo de vida, llena de tranquilidad en donde todo era predecible, al menos por un tiempo quería estar alejado de sucesos extraños y aventuras riesgosas, no así a Sirius, que al estar tan acostumbrado a llevar una vida agitada sentía que la calma lo estaba asfixiando.

Un día Hermione, Ron y Ginny habían ido a visitar a Harry para ver si los acompañaba a un nuevo antro mágico del que todo le mundo hablaba, el moreno se negó argumentando que además de no saber bailar, no quería cerca un montón de admiradores pendientes de cada moviento que hacía, necesitaba descanso y tranquilidad, que para la próxima vez iría encantado.

En eso estaba cuando Sirius llegó acompañado del matrimonio Lupin (Remus y Tonks), regresaban de san Mungo luego de la visita mensual que hacían para revisar el embarazo de Nimphadora y un paseo al parque, escucharon parte de la conversación y no pudieron evitar alarmarse un poco. Desde hace tiempo que Harry se había vuelto reservado, sobretodo al terminar la guerra, parecía estar bien, sin embargo, comenzó a alejarse poco a poco de todos haciendo que se preguntaran que le sucedía

-¿Qué pasa?- interrumpió Remus adentrándose a la sala- Hola chicos

-Hola- corearon los otros, Hermione fue la que contestó

-Harry no quiere acompañarnos a bailar

-Ya les dije que no se bailar, tampoco tengo ganas de ir, estuve leyendo mucho y estoy cansado

-Deberías ir Harry- aconsejó su padrino

-De verdad que no tengo ganas, estoy cansado

-Ya casi no sales, deberías hacerlo- aportó Remus

-Otro día será- se levantó del sillón y se dirigió a las escaleras- ¡diviértanse!- y con esa simple palabra se retiró

Se quedaron en silencio un momento, todos con la misma duda en la cabeza, ¿qué sucedía con Harry?

Los chicos se fueron un tanto desanimados, Remus y su esposa se iban a quedar a cenar, en tanto se pusieron a jugar una partida de ajedrez mágico, aunque Sirius no ponía mucha atención, Remus lo notó cuando derribó a su rey y él ni se enteró

-Sirius,- lo llamó sacándolo de sus pensamientos

-Sí, ¿a quién le toca?

-Ya gané, estas muy distraído, ¿en que piensas?

-Lo siento, es que Harry me tiene preocupado

-Te entiendo a nosotros también- habló Tonks que regresaba del baño, (cosas del embarazo)

-Tal vez necesite algo en que entretenerse- se aventuró a decir Remus

-¿Un entretenimiento? Sí, podría ser, tal vez un poco de aire fresco le siente bien

Infortunadamente no fue así. Llevó a Harry y a sus amigos de fin de semana a una cabaña en las montañas de Escocia, el lugar era precioso, se divirtieron mucho volando en escoba, explorando y visitando el pueblo cercano, supusieron que el problema estaba solucionado, no obstante, al regresar a casa las cosas siguieron iguales, sus distanciamiento, apatía o desgano por las cosas era la misma

Sirius paseaba por la casa preguntándose que mas podía hacer para ayudar, "una distracción" había dicho Remus, ¿qué podía servir?

Vio a Harry recibir a Ginny y llevarla a la sala, se sentaron y comenzaron a platicar, ninguno de ellos notó su presencia, para Sirius era muy evidente el motivo de la visita, era sabido por todos que Ginny gustaba de Harry, aunque éste último parecía no notarlo, ¿qué asaría si se diera cuenta?, ¿se harían novios?

¡Eso!

¡Cómo no lo pensó antes!, ¡lo que Harry necesitaba era una novia!

Y estaba viendo a su primer prospecto.

Sirius puso en marcha su plan de emparejar a Harry sin decírselo a nadie, si los demás lo sabía probablemente iban a querer ayudar y terminarían por desenmascararse, actuaría solo.

Hizo ir a Ginny continuamente a casa, siempre reteniéndola el mayor tiempo posible para que se quedara con el moreno de ojos verdes, los animaba a salir y procuraba alabarla frente a él. Nada de esto dio resultado, el chico se comportaba como siempre, simplemente no parecía tener interés en ella.

¿Qué otras opciones tenía?, Hermione no por que tenía a Ron, Cho Chang, se había ido del país y Harry ni preguntaba por ella...

Como no conocía muchas chicas y Harry tampoco, creyó que eso era lo que necesitaba, conocer gente nueva.

Lo arrastró a una gran variedad de centros nocturnos sin ningún cambio, hasta que un día, por un despiste de su parte fueron a parar a un antro gay en el mundo mugle. Lo que Sirius vio lo dejó impresionado, Harry, el apático Harry, sonreía

Eso en definitiva no era algo que se esperara, no de su ahijado, se recuperó casi de inmediato, eso explicaba muchas cosas. Sus esperanzas murieron lastimosamente cuando un chico se acercó a Harry, éste prácticamente voló al otro lado de la barra en donde estaba

Se puso a pensar en la situación, Harry parecía estar cómodo en el ambiente, lo mismo pasó en los otros lugares, pero en cuanto alguien (quien fuera), se le acercaba huía. Probablemente el hecho de ser extraños lo intimidaba...

La solución era alguien conocido, ah, sólo que ahora serían hombres. No era que Harry pareciera tener preferencia por un sexo en especial, pero ya lo había intentado con sus conocidas y nada

Comenzó por Neville, algo tranquilo para no asustar a Harry, mala elección, era novio de Luna. Siguió con Seamus, el chico era agradable, pero no lo suficiente para interesarle a su ahijado, Dean pensó, pero sucedió lo mismo

Su paciencia estaba llegando al límite, ¡es que no tenía sangre en las venas o que!

No había conocido a un tipo tan testarudo y , y... ¡Frígido! Esa era la palabra, no quería admitirlo pero nada parecía despertar un mínimo sentimiento en él.

Dolido y casi vencido bajó a la sala para usar la red flú. Al bajar escuchó que Ron decía algo sobre los Malfoy, Harry reaccionó inmediatamente, lo hizo con tal convicción que impresionó a Sirius.

Con una nueva idea comenzó a investigar sobre ellos.

Descubrió que tenían problemas con el ministerio, después de la guerra perdieron casi todo su dinero y su libertad pendía de un hilo.

Pensó en Lucius, lo descartó en seguida, estaba casado y era muy mayor, pero... Tenía un hijo, uno con el que Harry hablaba sin problema alguno y de forma fluida, tenían intereses en común como el quiddich y eran conocidos, sí, funcionaría.

Convencido de eso, hizo una cita con Lucius Malfoy, éste lo recibió en el salón de su elegante mansión sentado al lado de su esposa, ambos con su porte orgulloso tan natural en ellos.

-Al grano, ¿qué es lo que quieres?- preguntó Lucius con frialdad dispuesto a cruciarlo a la mas mínima provocación

-Tengo un trato que proponerles

-Habla- ordenó Narcisa

-Bien, quiero comprarle un novio a Harry y escogí a tu hijo

-Esto debe ser una broma- los Malfoy estaban impactados, a pesar de eso se contenían admirablemente apenas demostrándolo

-Es la verdad, mira- habló antes de que Lucius dijera nada mas- Harry ha estado muy... "Apagado" últimamente, necesita una distracción, tu hijo me parece ideal. Lo que te ofrezco es comprártelo, él viene a vivir a la casa, actúa como novio de Harry, si a Harry no le gusta te lo devuelvo y ya

Lucius se paró inmediatamente, en sus ojos se reflejaban el odio y la indignación

-¡Lárgate de mi casa!- Narcissa lo tomó del brazo cuando vio que iba a sacar su varita

-Tranquilízate, todavía no te he dicho cuanto pienso pagar

-¡Eres un maldito!- Lucius iba a abalanzarse contra él pero Narcissa lo detuvo obligándole a sentarse nuevamente

-Será mejor que te vayas Sirius- ordenó su prima con voz calma y rostro sereno

-Escucha, lo que les ofrezco es ayudarles con el ministerio para que no embarguen sus propiedades, y les daré cuatro mil galeones diarios por cada día que Draco sea novio de Harry, el chico tendrá que poner de su parte claro esta, además de hablar bien de ustedes ante el Wizenganmont

Los Malfoy guardaron silencio, sin duda era una propuesta interesante, podrían sacarle mayor ventaja si asociaban a su hijo con el héroe del mundo mágico, necesitaban esa ayuda desesperadamente o se quedarían en la total ruina, no tenían a quien mas recurrir, sus antiguos amigos estaban muertos o en prisión, el resto los desconocía... No había otra opción

-¿Qué tendría que hacer Draco?- preguntó Lucius mirándolo fijamente

Sirius sonrió, había encontrado el entretenimiento para Harry, y también el propio

Estaba muy nervioso, se encontraba en el sótano de la mansión Black metido en una gran caja, esperando a que lo llamaran

Respiró con fuerza, no haría esto si su madre no estuviera tan enferma, no tenían otra salida, él no la tenía, jamás se perdonaría si dejara morir a su madre enferma pudiendo él arreglarlo, el precio era alto, su orgullo, su nombre e integridad propia se verían severamente manchados, en todo caso, su madre lo merecía

Nunca hubiera pensado que su madre estuviera enferma y menos a punto de la muerte, cuando sus padres se lo dijeron apenas pudo creerlo. Fue mortificante saber que no podía hacer nada, su madre necesitaba un tratamiento demasiado caro para su actual situación económica, además ningún medico querría hacer trato con ellos.

Al saber la solución se negó, sin embargo, ver la cara enferma y resignada de su madre le hizo ceder, y ahora estaba ahí esperando que la función diera inicio. Tendría que seducir a Potter para estar a su lado todo el tiempo posible. Se rebajaría, pero era necesario.

Al menos Sirius (su tío), le había comprado todo lo necesario para su estadía en la mansión Black, como el traje azul oscuro que llevaba puesto, no era una túnica, al parecer a su "tío" le agradaba mas lo mugle. Tenía que reconocer que el traje tenía un buen corte, la tela era fina y la camisa blanca con rayas finas combinaban a la perfección, claro (y no por ser ególatra) que la ropa no sería nada sin su magnifica figura,, y es-

Interrumpió sus pensamientos al sentir la caja moverse, la hora había llegado...

Arriba Harry estaba rodeado de sus personas mas queridas, George, Fred, Ginny, Ron, Hermione, Bill, y sus padres Arthur y Molly Weasley, Charly no pudo ir pero le mandó un abrazo y un regalo, también estaban Remus y Tonks, McGonagall, y Kingsley

Todos le veían abrir los regalos con gran entusiasmo, era un gran alivio ver a Harry tan contento

Llegó la hora del último regalo, Sirius pidió a Dobby que lo trajera, el elfo trajo ante los presentes una enorme caja de madera con unos orificios al frente y un enorme moño en la tapa.

-¿Qué es Sirius?- preguntó Harry extrañado pero sonriente

-Ábrelo y verás- todos le dieron ánimo para que jalara el listón y abriera la caja

Y lo hizo. El contenido le hizo quedarse en una pieza.

Allí, mirándolo a los ojos, en medio de todos los presentes, se hallaba un rubio de ojos grises, enfundado en un caro traje, saludándole con gesto arrogante

-Hola, Potter

Sí, era Draco Malfoy

Continuará...