Prologo

No tengo la menor idea de cómo llegue aquí, bueno si la tengo pero me de vergüenza admitir que por ser porfiada me encontraba en esta situación.

Me encontraba acorralada por más de trescientos hombres entre catorce y diecisiete años con hormonas alborotadas.

Todo esto había comenzado luego de la batalla de Hogwarts, la infraestructura estaba pésima y solo las torres de hombres estaban habilitadas, los baños tenían problemas y las mujeres deberían compartir las habitaciones con hombres, por lo cual todas sin excepción alguna habían decidido irse a Beauxbatons, bueno todas , menos yo. Ginny y Luna habían tratado de convencerme pero no lo habían logrado y yo me había quedado aquí, muy burra no escuche las explicaciones de ellas y me quedé aquí en Londres esperando el expreso de Hogwarts.

Y todo el problema empezó en parte por culpa de Ginny, me insistió todo el verano en que cambiara un poco de estilo de ropa, así que con algunas revistas muggles me ayude y me arregle usando ropa más a la moda, un poco de maquillaje al natural.

Entre y todos los chicos que iban a Hogwarts me miraban con la boca abierta y se escuchaba "Quien es ella", "No que este año no venían chicas", "Creo que tengo una nueva conquista"

Yo solo entré roja como un tomate al exprés de Hogwarts sin tomar atención a lo que decían.

Encontré el compartimiento de Ron y Harry y me senté con ellos

-Un gusto conocerte, soy Harry Potter - dijo el niño – que – sobrevivió – dos – veces

-Y yo Ronald Weasley – dijo el varón menor de los Weasley

Comencé a reírme

-Chicos, mírenme soy yo Hermione- dije

-¿Hermione?- dijeron los dos asombrados

-Tan fea estoy que no me reconocieron – dije

-No claro que no te ves muy bien – dijeron los dos sonrojándose

Hablamos todo el camino a Hogwarts, luego nos cambiamos sin esperar a un invitado

-¿A quien tenemos aquí? A la cara rajada de Potter, al pobretón Weasley y ¿Quién eres y por qué en tan mala compañía preciosa?- dijo Malfoy

-Creo que mucha tintura para el cabello te hace mal Malfoy, quien lo creería el grandísimo Draco Malfoy coqueteando con una sangre sucia – dije y comenzamos a reír

-¿Granger?- dijo Malfoy

-¿Quien más?, Hurón alvino – dije riendo nuevamente junto a los chicos

El se fue indignado y cerró con un portazo mientras nosotros reíamos. Llegamos a Hogwarts son saber los problemas que me esperaban…