Bieeeeen, este es el Prologo [Mas o menos] De esta historia que ahora comienza, no se puede considerar capitulo porque es muy corto xD. El capitulo uno si será más largo, para los que esperan la continuación del fic del baño, mañana la hago, lo juro xD y si no lo hago…Pues pasado mañana xD. Bien.
Pareja: Madadei. [No, Kakairu, no te digo]
Advertencias: Ortografía, OoC de una manera muy bestia….
Los personajes son de Masashi Kishimoto y bla bla…
-¡Vete de aquí entonces!-
Un largo silencio siguió a esa frase maldita…un rostro atónito, unos ojos azules cercanos a quedar cristalinos, unos puños fuertemente apretados, al punto de hacerlos sangrar…
Simplemente no podía ser.
El joven rubio no podía creer lo que acababa de oír, era más, no quería creerlo-¿Qué, uhn?-Dijo, completamente atónito, por otro lado el enmascarado aun no entendía por qué dijo lo que acababa de decir…-¡Muy bien! ¡Eso quieres, uhn! ¿¡No!-Grito Deidara totalmente sacado de sus casillas y al borde del ataque de histeria, esa última frase del que hasta ahora había sido su amante le había dolido profundamente, un sollozo traicionero quería escaparse de su garganta, pero Deidara, tan orgulloso como siempre, se negaba a dejarlo salir.
-¡Deidara…!-Madara hizo amago de acercarse a el pero fue detenido por una mano temblorosa que le cerró el paso-No, basta…Has hecho suficiente, uhn-Cerro su mano poco a poco en un fuerte puño no pudiendo evitar sentirse muy afectado, el hombre al que había amado durante mucho tiempo acababa de decirle que se fuera… ¿Por qué? Por una simple discusión en un día en el que Madara andaba de mal humor.
-Mada~-Llamo el rubio a su superior con una sonrisa en su rostro, acababa de hacer una escultura que habían vendido en subasta por tres millones, se sentía orgulloso y estaba de buen humor-¿Qué?-Respondió este secamente con pocas ganas de conversación, no estaba de buen humor para nada, Deidara frunció el ceño-No hace falta ser tan seco, uhn-Murmuro fingiendo estar molesto-Tu lo eres siempre conmigo-.
Ahí empezó el problema que acabo derivando a esto, simplemente Deidara llego en mal momento, Madara no modero sus palabras…y ambos genios chocaron con furia.
El rubio se encerró en el cuarto compartido empezando a vaciar el armario con sus pertenencias-¡Deidara, escúchame!-Grito el pelinegro desde el otro lado de la puerta con un tono levemente desesperado-¡Cállate, uhn!-Volvió a gritar el ojiazul presionando con fuerza sus orejas y sintiendo como no podía soportar las lágrimas tras sus parpados.
A los pocos segundos abundantes lagrimas recorrían sus mejillas estrellándose contra el suelo o perdiéndose por el cuello de su gabardina hacia su pecho, mientras, el, seguía recogiendo sus cosas-¡Deidara, por favor!-Cada vez que escuchaba su voz simplemente cerraba los ojos y lloraba con más intensidad emitiendo los gimoteos y sollozos.
-¡Tirare la puerta abajo si no me abres!-Su azul mirada se dirigió rápidamente hacia el frágil pedazo de madera que cubría el agujero de entrada, tomo su mochila y se encaramo a la ventana observando por última vez lo que había sido su nido de amor junto a Madara, chasqueo la lengua sintiéndose traicionado y gire la cabeza negándole la vista a ese lugar, salto por el agujero y empezó a correr por el bosque a toda velocidad.
-Está bien Dei, allá voy-Unos segundos después ese pedazo de madera fue arrancado de cuajo quedando solo las bisagras intactas, al disiparse el poco polvo que había levantado por el impacto Madara pudo comprobar que…tal y como el temía, llego tarde.-¡Maldición!-Grito justo antes de desaparecer, reapareciendo momentos más tarde en el bosque-¡Deidara!-Sus palabras provocaron un leve eco por el bosque llegando a oídos de Deidara, el cual acelero su velocidad lo mas que pudo…Madara podía sentir el chakra de su amado alejarse con una velocidad endiablada, estaba demasiado lejos…
Su avanzada edad no era mucho problema realmente pero cuando se trataba de largas distancias jugaba un papel bastante importante…eso junto al hecho de que sentía sus fuerzas y energías desaparecer por instantes solo al pensar que no volvería a ver a su rubio…-¡Deidara!-Volvió a gritar desesperado cayendo de rodillas al suelo, jadeo con fuerza y observo los hierbajos del suelo, de un color verde intenso…los golpeo con fuerza-¡Mierda!-Repitió esa misma blasfemia infinidad de veces mientras golpeaba el suelo sin cesar, hasta que finalmente…sus manos sangraron.
Mientras, perdiendo el aliento a cada paso que daba, el joven rubio corría sin cesar alejándose cada vez mas de la guarida terrorista, no detuvo su carrera hasta que considero que estaba lo suficientemente lejos…sentía su estomago revuelto.
Una vez hubo desahogado toda su rabia y dolor no pudo hacer más que volver a la guarida, se sentía destrozado por dentro y por fuera y ya no podía sentir el chakra de Deidara por ningún lado…simplemente se había volatilizado. Una vez entro en la habitación se sentó en la cama y observo a su alrededor, todo estaba desordenado por la rapidez en que Deidara tiro todo por los aires, el suelo estaba algo mojado, señal de que el rubio lloro…-Definitivamente…soy un malnacido-Murmuro sonriendo de medio lado.
Un leve mareo se iba acrecentando en su interior, de pronto pudo sentir nauseas muy molestas, apoyo su mano en un árbol echando todo lo que había comido para desayunar, pensó que eran los nervios…Quien creería otra cosa viniendo de un hombre.
Quien creería que tres pequeños seres crecían en su interior.
Bien, eh aquí lo que solemos decir yo y mí mejor amiga…: Imaginen que buena puntería tiene Madara…que acierta sin diana.
Vale, haber si les gusta la idea…a mí me gusto bastante, los tres enanos son una cucada, le pediré a mi amiga que los dibuje :3
Dejen reviews, que Madara y yo nos andamos rompiéndola cabeza para hacer el fanfic y eso es como una medicina para nuestro dolor… [Dei no quiere ayudar, solo se queja de que le desatemos de la silla] uwu.
