Nada de esto me pertenece. Únicamente tomo prestado los personajes de Once Upon a Time para mi diversión y su entretenimiento.
Puente
Capítulo 1 De tratos y decisiones
A menudo cualquier decisión, incluso la decisión incorrecta, es mejor que ninguna decisión.-Ben Horowitz.
Habían pasado doce semanas desde que Mr. Gold había ingresado al hospital de Storybrooke a consecuencia de un aparatoso accidente el cual había provocado la rotura de los ligamentos de una de sus piernas, y dos cirugías posteriores que lo habían mantenido primeramente postrado en cama, y en una constante rehabilitación que a la fecha únicamente había conseguido que diera pasos con una cojera espantosa y un dolor infernal.
"Tu abuelo tiene un humor más terrible que de costumbre, ve con cuidado"-Le comentó una enfermera a Henry, el único familiar de Mr. Gold que venía a verlo todos los días sin excepción. Él le dedicó una amable sonrisa, pues sabía lo ardua que era la tarea de intentar cuidar a su abuelo, una persona nada sencilla en ningún aspecto. Y estas doce semanas en total confinamiento lo habían vuelto más hostil e intolerante que de costumbre.
-"¿Trajiste la correspondencia?" – Preguntó su abuelo antes de Henry se adentrará a su habitación. "Sí, pero antes de que puedas revisarla me gustaría que comiéramos juntos. Por lo que sé si te comportas bien, ésta podría ser tu última semana. Mi papá no quiere que lo sepas, y lo entiendo, ambos estamos preocupados y no queremos que después de lo que pasó tomes el primer vuelo a Europa. " -Mr. Gold le dedicó una mirada retadora, antes de tomar un primer bocado de la charola de comida que la enfermera recién había colocado cerca de su cama.
-"Así que también tú te has puesto de su lado. No me sorprendería, que ahora también David y Mary Margaret quieran decidir sobre mi vida. ¿Qué tal si ahora ellos se encargan de la tienda? Sin duda le darían un toque encantador."- Declaró sarcásticamente, al mismo tiempo que ejercía una presión innecesaria en su cuchillo para cortar su carne. Su hijo había sido pareja de Emma por más de 15 años, y él aún no podía comprender cómo había acabado emparentado con la familia más dulce y respetada del condado.
-"Por mucho que los odies, ellos también se preocupan por ti. Y más te va a sorprender, que en esta ocasión los tres estamos de tu lado, y precisamente ha sido mi abuela quien ha encontrado una posible solución a tu problema. Claro está si tú estás dispuesto a escuchar esta idea y no sé, tal vez, al final cerrar un pequeño trato. "
Mr. Gold lo miró incrédulo, pero guardó silencio.
Rumpelstiltskin Gold llevaba cerca de 40 años como anticuario, y a decir verdad, él era uno de los mejores y más respetados en el mundo desde hace décadas. Aunque en el pequeño pueblo donde se encontraba su tienda nadie lo supiera, y en su mayoría lo vieran como un viejo prestamista amargado que había acumulado riquezas a través de hacer tratos que siempre acababan bien para él y muy mal para su contraparte. Por otro lado, sus colegas y admiradores consideraban el que se ocultara de la vida pública como una pequeña excentricidad sin importancia, ya que aunque constantemente sus servicios eran requeridos, él siempre se negaba a abandonar su pequeña tienda y no era raro que obras y artículos de invaluable valor llegarán a sus manos sin que ninguno de su vecinos sospechara que en su taller se albergaran tales tesoros.
Su hijo Baelfire estaba al tanto de todo, y hace mucho que había dejado de sorprenderse o importarle el toparse con un Degas original en la trastienda. Él había nacido al igual que su padre en Glasgow Escocia, pero desde que su madre los abandonó, su padre había tomado la decisión de alejarse lo más posible de todo lo que lo recordara su antigua vida, y era así como habían acabado residiendo en este pequeño pueblo.
A diferencia de su padre quien jamás se había sentido interesado en las actividades de Gold y más bien procuraba mantenerse lo más alejado posible, de forma natural Henry se había atraído al peculiar trabajo de su abuelo, y desde que tenía recuerdos disfrutaba pasar tiempo en la trastienda a pesar de los continuos regaños que recibía, y los cuales había aprendido a reconocer como actos de afecto.
Hace aproximadamente medio año, Mr. Gold había recibido una carta proveniente del Imperio Británico donde le solicitaban sus servicios para supervisar personalmente la restauración, actualización de valor, y aseguramiento de movilidad de diversas obras de arte pertenecientes a la colección privada de la Reina, y que con motivo de su 90 aniversario serían exhibidas en varios países de Europa. Sólo los mejores estarían involucrados en esta titánica labor, y aunque el aceptar implicaba regresar a Europa por unos meses, el hecho de poder estar cerca de maravillas del arte que jamás habían salido del palacio era mucha tentación para poder ser rechazado.
Nadie sabía de este viaje, hasta el día del accidente. Evidentemente no podría viajar solo, su reciente cojera lo obligaba a viajar con un acompañante, y él jamás viajaría con una enfermera o enfermero. Su primera y única opción había sido Henry pero sus padres habían negado a que abandonara la escuela por tanto tiempo.
- "y dime ¿cuál es la maravillosa opción?" preguntó sarcásticamente su abuelo. Mientras su nieto le entregaba una fólder, el cual Mr. Gold abrió con curiosidad, para encontrar en el una hoja de vida de un profesional que había estudiado Literatura Universal y con una Maestría en Historia del Arte.
-"¡En serio creen que llevaré a un snob cualquiera conmigo! "– Gritó Gold, debolviéndole el fólder a su nieto- El Arte no se aprende en el aula, se aprende a través de vivir en el , no puedo llevar a un sabelotodo que no sabe los verdaderos secretos de esta colección.
-"Abuelo, pensabas llevarme a mí y yo no soy un experto"
-"Pero tú has crecido en mi trastienda, sabes el respeto con el que deben ser tratadas cada una de las piezas, y lo mejor, estás acostumbrado a recibir órdenes mías. Sabes cómo me gusta cuidar mis herramientas, y no necesito explicarte mis manías"
"Y sé hacer un exquisito Té" -Henry le sonrió, éste era el más grande alago que hubiese recibido por parte de su abuelo, y le dolía notar su desesperación,en su actual condición, no habría forma de que pudiera hacer el trabajo sólo y no había poder humano para convencer a sus padres de lo dejarán hacer el viaje. -"Abuelo te prometo que esta persona no será una molestia, y si me lo permites yo podría entrenarla antes del viaje, le ayudaría a saber qué tiene que hacer para que tú no tengas que molestarte, estoy seguro que ella te agradará, es muy inteligente y…."
"¿Ella? ¡Henry no quiero saber más! No pienso viajar con ninguna mujer.
Y antes de que ambos pudieran reaccionar, su plática fue interrumpida por un tercero, que con todo el valor del mundo decidió encarar al viejo anticuario.
"Mr. Gold, le pido reconsidero su opinión- intervino- mi intención no es acompañarlo como una "mujer" en los términos que usted piensa. Puedo asegurarle que estoy capacitada académicamente, y entiendo a la perfección la responsabilidad de su labor, por lo que le aseguro que me preparé de la mejor forma para no causarle ningún inconveniente"
"Así que la hija del florista, la Bibliotecaria del pueblo. Discúlpame querida, pero no me convences, y nunca hago un trato si éste no me satisface "
"Seré sincera, mis intereses en este trato son dos. El primero es la gran oportunidad de ver esas maravillosas obras de arte y estar en lugares que siempre he soñado visitar. El segundo, y el que sé podrá ser de su interés, es que no cobraré ni una libra. Henry me informó que el Gobierno Británico no sólo cubrirá su salario, sino que también cubrirían el de su asistente si así lo requería, y la cantidad no es menor. Sé que mi padre tiene una deuda con usted, y a cambio sólo quiero que se le condene. El monto que recibirá sin duda será mayor".
Gold guardó silencio por un momento, la chica había ganado su atención, pero él no era tan fácil de convencer.
"Y dime, en caso de que yo aceptará, debes saber que no soy alguien fácil de tratar, y estoy más que seguro que querrás tomar el primer vuelo de regreso. ¿Cómo me aseguraré de que no me dejarás varado, y con el trabajo a medio terminar?"
"Si yo renunciará antes por cualquier causa, usted podrá quedarse con el dinero y aumentar la deuda de mi padre al doble a mi cuenta" Dijo la chica con toda seriedad. Henry estaba sorprendido de que no temblara ante la presencia de su abuelo como todo el pueblo lo hacia.
"Sabes que no hago tratos de palabra, ¿tendrías algún problema en que nuestro acuerdo fuera estipulado en un contrato? Éste sería elaborado por mi abogada Regina Mills.
"No, ninguno señor." – Declaró Belle- "¿eso quiere decir que acepta?"- preguntó sin esconder una sonrisa de satisfacción.
"Aún no me decido querida, lo pensaré. Ahora retirate, te haré saber mi resolución con Henry"
"Gracias y en el futuro preferiría se refiriera a mi como Belle, ese es mi nombre." – Ella decidió retirarse sin decir más. Sin duda, una parte de ella se alegraba que esto terminara.
Mr. Gold guardó silencio, y dedicó a Henry su mirada más feroz, quien trató de suavizar la situación.
- "Es un buen trato, y puedo asegurarte que no te arrepentirás, yo mismo la entrenaré para que conozca hasta el mínimo detalle para cumplir con tus exigencias."
Mr. Gold no respondió, su mente se encontraba ocupada barajeando todos los escenarios que le planteaba este trato. Nunca había tratado a Belle French, pero él que era un especialista en detalles no pudo dejar de notar algunos importantes en esta joven. El primero, en su bolsa había por lo menos tres libros y ninguno pertenecía a la biblioteca, y parecían bastante viejos. Su indumentaria aunque parecía salida de las mejores marcas de diseñador era hecha a la medida y por un hábil sastre, y sobre todo la chica era sincera, él que sabía reconocer una mentira en cualquier lugar, no había detectado ninguna pizca de maldad en sus intenciones.
- "Abuelo cuál es tu decisión, ¿aceptarás a Belle como tu acompañante?"- Preguntó Henry, impaciente y a la vez ilusionado.
- "Posiblemente me arrepienta, pero el trato es bueno y si algo sale mal por lo menos dinero ganaré. Pídele a Regina que organice la firma del contrato y dile a la Señorita French que deberá despedirse se inmediato de la biblioteca del pueblo pues deberá pasar estos días en la tienda contigo capacitándose"
Henry sonrió aliviado. Sabía que su abuelo estaría bien, sólo deseaba que al final de esta aventura pudiera decir lo mismo de Belle.
Gracias por leer mi primera historia Rumbelle! Espero les haya gustado este primer capítulo ¡Dejen comentarios!
