Introducción-Un "enano"¿ Enamorado?
Aún recuerdo aquellos ojos azules mirándome en la oficina aunque sabía de sobra que buscaba a otro. Aquellos cabellos negros atados en esa coleta tan rebelde y aquella palidez en su piel, su cara tan redonda y decorada con dos mechones de pelo que se movían en conjunto con ella, aún después de tanto tiempo espero que vuelva a aparecer para traer el café de toda mi plantilla incluido el mío, que venga me salude y que diga, aunque me lo supiera ya de memoria, el contenido de mi café.
Ella lo diría y acabaría con un y cargadito como a usted le gusta, dejando cuidadosamente algunas servilletas de mas y apartando con cuidado el brick de café caliente para que no se derramara sobre ningún papel...si pudiera decirle que otra cosa me gusta... sería muy atrevido por mi parte y más por parte de un director de empresa y nada menos que por el director de la famosa empresa Erebor...
Capitulo 1-Azul
Todo comenzó con la obertura de una nueva cafetería llamada "La Comarca-Desayunos y comidas como en casa", para todos fue una gran celebración ya que no deberíamos ir a por café a casi 8 calles de la oficina y pensaréis :¿no hay maquinas de café en la gran empresa Erebor? Si, pero el café era horrible y teníamos cosas mejores en las qué pensar que en el café, aunque era muy necesario igual que la comida, que cada uno se la traía de su casa, para comer en el puesto de trabajo.
Así que cuando abrieron la cafetería decidimos darle una oportunidad.
Al principio debo admitir que dudaba, porque bueno, me tomo demasiado enserio mi trabajo y para mí comer era algo secundario, siempre comía en la oficina y rápidamente regresaba al trabajo, hasta que, varios de mis empleados comenzaron a desaparecer y tuve varias opciones en mi mente sobre el tema: o la comida era deliciosa o tenía muy buen servicio o...había algo interesante allí.
Así que decidí ir a averiguarlo en una hora de las paradas de la comida.
Aquel día venía de una reunión así que iba bastante arreglado para ir a una simple cafetería, mi traje negro hecho a medida, con una corbata azul oscura, unos gemelos de plata con una perla azul que encajaba con mi color de ojos y mi pelo oscuro, con alguna que otra cana recogidos en una coleta baja, con mi barba arreglada perfectamente, como siempre... hay que decir que aquel día iba impresionante y no es por presumir...soy un hombre muy atractivo para mi edad.
Pues bien baje de mi despacho tras informar a uno de mis sobrinos, que trabaja como uno de mis ayudantes, de que salía a comer, a lo que él me respondió con una cara de extrañeza, tras bajar decidí entrar y me encontré un local bastante acogedor.
Me recordó a una de esas tabernas de mi antiguo hogar, toda de madera, con asientos cómodos y tapizados, grandes mesas y una larga barra y toda llena de gente, tenía un aroma a hierbas y flores que te recordaban al campo y un olor a comida que te abría el apetito enseguida, y al seguir mirando la vi...ella era entre toda esa madera y flores... lo mas precioso, la guinda del pastel, todas las opciones que había barajado se habían unido y habían formado aquel local y aquella mujer de belleza invernal...me quedé atónito ante esa hermosa mujer... pero guardando mi asombro para otro momento, me acerqué a ella y le dije:-Buenas tardes-*mi voz debió sonar algo mas grave de lo normal, tal vez de los nervios*
-Buenas tardes señor, desea una mesa supongo-.
-Supone bien ¿ señorita...?-.
-Erowen...Erowen Thaladriel-.
-Un nombre precioso-*ella sonrió con dulzura y hasta me pareció ver un poco de rubor en sus mejillas* .
-Es la primera vez que viene por aquí, por lo que veo.. así que le propongo la opción de comer en la barra o en la mesa-.
-Prefiero una mesa-*ella asintió*.
-Acompáñeme ¿señor...?
-Thorin...Thorin Oakenshield-.
-Precioso nombre-*sonrió traviesa*acompañame señor Oakenshield*tras unos metros me senté en la mesa, bastante íntima y me dejó el menú, seguidamente saco un cuaderno y un bolígrafo y comenzó a decirme el menú del día y las especialidades de la casa.
-Vaya platos tan rústicos no escuchaba esos platos desde que era joven...-.
-Intentamos que sea todo como en casa señor, pero si desea algo mas fino, podría recomendarle...-.
-No, no se equivoque señorita, si en realidad me encanta todo lo que me ha dicho de la lista, solo...ha sido sorpresa mezclado con añoranza de mi hogar-.
-Bueno entonces, si usted me lo permite y creo que estaremos de acuerdo, le recomendaré el pollo al horno con miel y frutas del bosque, es muy típico del norte-.
-Me ha leído la mente señorita-*dije dándole la carta*
-¿Para beber?-.
-Vino, sin dudar, ¿cuál me recomienda?-.
-Tenemos el tosco y fuerte de las montañas azules-*dijo sonriendo y levantando una ceja*-¿le interesa?-.
-Que si me interesa..dice-*cuando nos dimos cuenta teníamos los dos cogidos la carta y sonriéndonos como un par de niños que tienen la misma idea en la mente*-eh...si, excelente elección-*dije soltando la carta*.
-Enseguida se lo traigo-*ella la cogió y se marcho a la cocina, yo me quede admirando su figura y también siendo algo más "lanzado", viendo como se movían sus piernas y su hermoso trasero, aunque rápidamente aparte la mirada para no parecer un indecente.
El vino me lo trajo un joven de nariz redondeada, algo bajito, de cabellos rizados y pálido, parecía nervioso al servirme el vino, y le respondí con un "gracias", algo decepcionado, al ver que ella no aparecía.
Al rato, apareció ella, se encontraba en la barra sirviendo y riendo con un muchacho, que se encontraba de espaldas a mí, parecía de mi misma altura y con unos cabellos rizados castaños oscuros, me incliné un poco hacía delante ,disimuladamente, la verdad es que me sonaba bastante, era de la empresa llevaba la marca de ésta en el hombro de su chaqueta ¿Quién...?
-Su comida señor Oakenshield-*de nuevo el chico de media altura*
-Gracias-*el muchacho se marchó y yo seguí mirando, para descubrir entre toda la multitud, quién hablaba con tanta soltura a la joven camarera que me había robado el corazón...pero sin éxito, el chico se despidió y dejo de nuevo la vista libre a ella, que cruzó su mirada con la mía y fue rápidamente hacía mi.
-¿Todo a su gusto señor Oakenshield?-*dijo ella con una sonrisa*-.
-Eh...sí...si, todo perfecto-*ella asintió y se marcho* ¿A quién pretendo engañar? Ella era guapa, joven, seguramente muy inteligente y aplicada y yo aún, teniendo unas grandes cualidades, era ya mayor para ella...
Lo que quedaba del día, tras la comida, transcurrió sin novedad alguna, yo me encontraba en mi despacho revisando papeles, aunque sin prestar mucha atención, mi mente volaba hacia la cafetería de nuevo, había visto algo en esa muchacha que me daba aún alas para soñar y pensar en ella en algo mas que en una simple relación de camarera y cliente, cuando una voz me despertó de mi sueño.
-Tío...digo Señor Thorin-.
-Dime Fili-*dije tocándome la sien molesto*
-Tiene una visita-.
-Sabes de sobra que...tu...-.
