DISCLAIMER: Todos los personajes pertenecen a la grandiosa Stephanie Meyer, yo solo juego con ellos
Bueno, me he decidido también a colgar esta historia. Es un poco diferente a la otra que tengo, quizás más seria y más liosa, pero a mí me gusta. Espero que a vosotros también :)
PREFACIO
La loba lo mira.
Sus ojos, del color del chocolate derretido lo observan de los pies a la cabeza. Es una mirada de amarga impotencia y amor no deseado que le quema el alma y le desgarra el corazón. Y lo peor de todo es que sabe el porqué de esa mirada, ya que él se siente igual. Siente esa rabia y esa ira contra la persona que ha puesto patas arriba todo en lo que cree. Desearía matarla, pero cuando quiere atacarla sus músculos no le responden, se paralizan porque cada célula de su cuerpo sabe lo que pasará si ella sufre el más mínimo daño. Porque no puede dañarla y seguir con vida.
Sabe que son diferentes, enemigos, no en vano sus especies han luchado entre ellas en una guerra tan antigua como el tiempo. Ella es hija del bosque, de la luna llena, mientras que él es el hijo predilecto de la oscuridad, el infalible recadero del diablo. El príncipe de la oscuridad.
El cuerpo de la loba se mueve a un lado. Los músculos ágiles y elásticos, diseñados para correr, le permiten una movilidad extremadamente rápida que acabaría con él en segundos. Porque sabe que como vampiro es poderoso, pero que ella, en su forma de loba y con la luna llena a su favor, lo es aún más.
La loba estira las patas delanteras. Cada músculo de su cuerpo está tenso y preparado para la caza. El hocico se retira, descubriendo la blancura de unos colmillos llenos a rebosar de un veneno que dejará cicatrices profundas en su piel. Sabe que ella no va a dudar al matarlo, y solo se arrepiente de no haberla poseído ni una sola vez para llevarse con él un recuerdo de lo que es amar a alguien en cuerpo y alma. Él cierra los ojos y suspira, esperando la dentellada letal en el cuello.
No piensa defenderse.
Ella gruñe amenazadoramente, y sin que él se dé cuenta de ello un destello de tristeza relampaguea en sus ojos marrones. Sabe que es su deber acabar con ese vampiro, sabe que ha sido benévola con él durante demasiado tiempo y que ya es hora de dejar de jugar, pero algo en su interior se estremece al pensar que él no va a volver a estar allí y que la culpa será de ella.
Sacude la cabeza; no tiene otra opción y lo sabe. No es momento de mostrarse débil.
Hace impulso con las patas traseras y con un salto que cualquier lobo envidiaría, se lanza hacia el vampiro con los afilados colmillos desnudos. Es su deber, y eso también lo sabe.
Bueno, esto es solo el prefacio, creo que ya os imaginaréis quien es la loba :) Bueno, espero que os guste y si queréis que siga, solo decídmelo.
