Resumen: Antes del nacimiento de Bra. La Capsule Corporation lleva unos meses con bastantes pérdidas económicas, Bulma está estresada porque no sabe cómo solucionarlo y lo paga con todo el mundo, incluido su marido. Dada esta situación, Vegeta se plantea hacer algo, que el mismo príncipe saiyan nunca hubiera imaginado hacer, pero si lo que quería era que volviera a reinar la paz en su casa y en su familia no le quedaba más remedio, además, aunque no lo confiese jamás: odia ver a su mujer preocupada y triste, hará lo que sea para ayudar a bella esposa.

Capítulo 1. Los problemas

Bulma estaba en su despacho repasando los últimos números de la corporación, que no parecía tener muy buena pinta.

- Como esto siga así, voy a tener que vender algunas acciones o cerrar algunas líneas de producción… pero no quiero hacer eso… - decía ella en voz alta para sí misma. En ese momento, ella escucha que llaman a su puerta: era el Dr. Brief.

- Hola hijita, ¿cómo van las cosas?

- Hola papá, pues no muy bien, este mes no hemos ganado nada y me extraña porque cada día vendemos más

- Tranquila, habrá que repasar las últimas cuentas de este año y ver donde estamos fallando, no es la primera crisis que pasamos

- Sí, pero es la primera que asumo yo, estoy muy agobiada

- Tranquila que te voy a ayudar

- Si por lo menos Vegeta trabajara, sería un poco más sencillo

- Vegeta es un buen hombre, se pasa todo el día entrenando para proteger nuestra familia, hace mucho

- ¿por qué siempre lo defiendes?

- Porque es mi yerno y tienes que reconocer que tengo razón

- Sí, ya, pero…

- Pero nada, vamos a repasar todo poquito a poco y después tomamos un postre ¿vale? – Bulma asintió con resignación y ambos se pusieron a trabajar

Vegeta estaba entrenando en la cámara de gravedad, necesitaba ejercitarse y descargar el mal genio que le invadía: llevaba toda la semana discutiendo con Bulma por el tema de la empresa, lo malo de esa situación es que luego no se reconciliaban como ellos querían, porque acababa tan enfadada que era su forma de castigarlo. Se cansó y fue hacia la cocina a coger una bebida cuando vio en la mesa, que había muchos papeles, al principio no le llamaba mucho la atención pero empezó a hacerles caso cuando vio que eran de la Corporación, los ojeo con mucho interés, no entendía muchos de los términos pero haría un esfuerzo por entenderlo. Enseguida sacó dos conclusiones: que la empresa estaba dando pérdidas y que no cuadraban las cifras.

- Si se supone que se vende cada vez más, ¿por qué hay tan pocos beneficios? – empezó a sospechar que el que estuviera a cargo de esta tarea, podía estar estafando a la compañía y tenía que averiguarlo sin decirle nada a nadie de la familia, ni siquiera a Bulma, no quería cargarla con más preocupaciones.

Se oyó la puerta principal abrirse: era Trunks.

- Hola papá

- Hmp… hola, llegas pronto hoy, ¿no?

- Nos han dejado salir antes, ¿me cambio y entrenamos un rato?

- Está bien, pero antes tienes que decirme una cosa…

- ¿Qué cosa papá? – el niño estaba temblando, no sabía a qué se refería su padre.

- ¿No se supone que te daban hoy las notas en el colegio?

- Ah, era eso, sí, me las dieron pero ya te las enseñaré – intentaba escabullirse pero su padre no le dejó

- Enséñamelas – ordenó Vegeta con una voz que hacía temblar a cualquiera. Lo que vio no le gustó, había suspendido dos asignaturas, llevaba una temporada complicada. – creo que tu madre fue clara cuando te dijo que no podías suspender más

- Ya lo sé papá, pero…

- Pero…

- Lo siento, no pude hacerlo mejor

- Trunks, eres un saiyan, un príncipe saiyan, eres mi hijo, tienes que ser perfecto en todo, no hay excusa, estás castigado hasta que apruebes todo y cuando vuelvas del colegio todos los días, incluidos los fines de semana, entrenarás conmigo dos horas y después harás ejercicios hasta que yo me cansé, ¿te ha quedado claro?

- Sí, papá

- Ve a cambiarte – ordenó él muy seriamente

- Mejor que Bulma no sepa esto, está bastante insoportable como para aguantarla, llevaré este tema yo.

Padre e hijo estuvieron entrenando hasta que Bulma y su padre volvieron de la empresa, aún les quedaba mucha documentación que revisar.

Todos cenaron en familia y con absoluta tranquilidad, el Dr. Brief le aconsejó a su hija que no pagara su cabreo con su marido ni con su hijo, no tenían la culpa y ella, raramente, le hizo caso.

En la habitación principal, la pareja estaba allí: Bulma poniéndose un camisón para dormir y Vegeta secándose el pelo después de su ducha nocturna, él vio a su mujer, le encantaba como se estaba moviendo, no tenía mucho que ver, sólo se ponía una ropa para dormir, pero le gustó muchísimo y lo excitó, creyó que podía ser una oportunidad para tener un poco de intimidad con su mujer ya que hacía varios días que no hacían nada. Se acercó por detrás y la abrazó por la cintura dándole sensuales besos en el cuello, ella, en un principio, no quería hacer nada pero se dejaba tentar muy fácilmente.

- Supongo que sabes lo que quiero ¿no, Bulma? – dijo él acercando su erecto miembro hacia el cuerpo de su mujer para que lo sintiera.

- Sí, sé lo que quieres y quizás tengas razón, además que hace días que no hacemos nada por mi culpa.

- Hmp… deja de pensar y vayamos a lo más importante – la volteo y la besó pasionalmente en sus labios, llevándola a la cama matrimonial para fundirse en una sola entidad.

Estuvieron toda la noche haciendo el amor, Vegeta no sólo quería descargar su virilidad como siempre quería, sino que quería relajar a su mujer por todo el estrés que tenía encima, quería hacerla sentir feliz, Bulma, por otro lado, se relajó bastante pero no lo suficiente, cuando terminaron, quedaron los dos abrazados, él se durmió enseguida pero ella seguía con el problema de la empresa en la cabeza.

"Tengo que averiguar qué está pasando, como esto siga así, tendré que vender la corporación y no quiero eso, ¿de qué viviríamos?" pensaba Bulma angustiada.

Continuara…