Hola ! Aquí estoy de vuelta con otro fic que me encantó demasiado, la increíble autora de este fic es hunnyfresh (el fic original lo pueden ver aquí www . fanfiction s/10075655/1/Letters-from-War) todos los créditos de esta historia a ella, y agradezco que me haya dado su autorización para traducirlo, al igual que los personajes que aparecen en este fic le pertenecen a sus creadores y ABC. Sin mas que agregar les dejo disfrutar de esta increíble historia :)
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«Hará maravillas a su imagen, Señora Alcaldesa» Sidney siguió a Regina alrededor de la oficina de la alcaldía con unos cuantos documentos impresos y los ondeo en frente de su cara.
Ella resoplo y lo miro con mala cara cuando los papeles casi le causan una cortada al pequeño Henry de seis meses apoyado en su cadera «Mira por donde ondeas eso»ella siseó.
Sidney agacho su cabeza obediente, sus mejillas ardiendo bajo la fría mirada de la morena «Mis disculpas» A pesar de su vergüenza, el pequeño incidente no hizo nada para distraerlo de su idea «Pero solo piense en los titulares : La Alcaldesa de Storybrooke Apoya a las Tropas. No hace daño tener algunos aliados en el ejercito, Regina, incluso si es solo un soldado»
Regina suspiro y posiciono a Henry mas seguro entre el espacio de su brazo izquierdo antes de tomar los papeles de Sidney «Te das cuenta de que adopté a Henry solo hace unos meses. Ya estoy haciendo malabares entre la ciudad y la maternidad. No tengo tiempo para acoger un extraño»
«No lo va a alojar. Solo serán amigos por correspondencia, Señora Alcaldesa. Crea moral en el ejercito para soldados nostálgicos» Sidney aseguró. Después de ver la expresión dubitativa de la Alcaldesa, el añadió rápidamente «No se está enlistando en la guerra»
«Obviamente» Ella inclinó su cabeza contra la de Henry cuando el niño coloco la suya bajo la de ella para ver a lo que su mami ponía tanta atención. Regina instintivamente dejó un beso sobre su cabello castaño, calmando la inminente queja que seguramente iba a aparecer en el niño. Cuando ella volvió a mirar a Sidney después de examinar el papel, lo miró con mala cara y con sus ojos indico la puerta. Sin otra palabra, él salio de la oficina y cerro la puerta detrás de el.
Regina se dio la vuelta y se sentó en su escritorio, acurrucando a Henry en su regazo mientras leía la información del soldado que seria su amigo por correspondencia «Supongo que haremos un nuevo amigo Henry. Te gustaría eso?»
El niño balbuceo alegre, tratando de tomar alguno y todos los objetos en su camino antes de que su madre reaccionara. Regina reaccionó de inmediato, cuidadosamente apartando todo el trabajo para crear un espacio en frente de su hijo. Ella besó su sien mientras leía el nombre del soldado.
Soldado Emma Swan.
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Fuerte Benning, GA
Una granada estallo en la distancia, el sonido predominante perforaba los oídos de Emma mientras se agachaba en una trinchera recién excavada suficientemente larga para albergarla a ella, su sargento, y a otros dos soldados en su tropa. Gotas de sudor caían por su frente hacia el puente de su nariz a medida que la carga de todo su equipo caía sobre ella, balas llovían sobre su cabeza mientras los soldados en las torres altas disparaban estratégicamente sobre el campo de practica del campamento.
Las simulaciones en las que Emma había estado en su entrenamiento de infantería fueron mas seguidas que hechas a toda velocidad con una muy real amenaza de peligro. El mundo aun esta sorprendido sobre los eventos que ocurrieron hace un mes en Nueva York, razón por la cual el escuadrón de Emma, y el resto del Ejercito de los Estados Unidos, entrenaban mas duro que nunca .
Completos con su equipo y con la otra mitad de su escuadrón interpretando al enemigo, ambos tenia la misma misión: neutralizar la amenaza.
Este entrenamiento en particular tenia al equipo de Emma limitado con nada mas que sus herramientas de afianzamiento. Podría usarla como arma, el combate cuerpo a cuerpo era la clave del éxito en este entrenamiento, tan pronto como cesó el fuego, le tomó menos de un segundo para tomar aire mientras su compañero supervisaba la zona. A su señal, se retiraron de la trinchera, permitiendo a la oscuridad que los cubriera, y quedarse cerca del suelo. El Sargento Booth se quedó en la trinchera, su papel era interpretar a un compañero herido mientras que en realidad medía el tiempo que les tomaría obtener la victoria.
Su equipo se mantuvo junto a una pared de una cabaña en ruinas, escuchando atentamente cualquier movimiento en el silencio de la noche. El soldado de frente dio la señal para moverse, pero Emma, que cuidaba la retaguardia, sintió el metal de una AK-47 contra su espalda. Los otros dos miembros no se dieron cuenta, pero el silencio de la noche hizo saber a Emma queenemigo había logrado escaparse de su equipo y aislar al que el percibía como la amenaza mas débil. Ella sonrío para si misma, colocando sus manos en su cabeza en rendición mientras se voltea lentamente para ver al Soldado Cassidy, la victoria ya en sus ojos mientras apunta la pistola en el medio de su frente.
«Lo siento Em» Dice con poca disculpa. Emma no lo culpaba. Era después de todo vivir o morir. Solo que no la suya. Ella lentamente se arrodilló mientras el se acercaba, pero en el ultimo momento, ella agarro la boca del rifle y uso ese momento para patearle las piernas, haciendo que cayera de rodillas mientras ella tomaba el arma y apuntarle a el, presionando firme en la parte de atrás de su cuello.
«Yo no» Se encogió de hombros.
Las luces se encendieron para iluminar el campo, y Emma pudo ver que otro de sus compañeros ha tenido éxito en noquear a su oponente. El otro, sin embargo, estaba tirado en el piso presuntamente muerto con el enemigo sobre el y el rifle presionado contra su cabeza.
«Estas planeando que te asesinen Johnson?» August salió de la trinchera y caminó hacia el soldado caído.
«No Señor» Johnson murmuro en la tierra.
«Dile eso a tu familia» August se giró hacia el resto del equipo «Buen trabajo. De vuelta al campamento»
Emma ayudó a Neal a levantarse, suprimiendo una sonrisa mientras el hombre se levantaba gimiendo. Ella palmeó su espalda mientras todos trotaban de vuelta al campamento, guardaron sus equipos, y se dirigieron a las duchas.
La rutina era buena para Emma. La disciplina era aun mejor. Después de dieciséis años pasando de casa de acogida a casa de acogida, siendo expulsada de la escuela por varias ausencias y comportamiento violento, y para mas infame, hackear el sistema de la computadora de la escuela para cambiar las calificaciones, Emma apareció en frente de un juez donde las consecuencias eran una correccional o el campamento militar. Hay potencial en ella, el juez había dicho y todo lo que ella necesita es un poco de disciplina para mantenerla en orden. Ella había considerado la primera opción, pero sabia que August, un hermano adoptivo con el que se la llevaba bien en su ultima casa de acogida, estaba en un camino militar parecido, así que, por que no?
Los primeros seis meses en el campamento le patearon el trasero a Emma. No estaba acostumbrada a estar en un lugar donde la solución para su abierto y vulgar comportamiento era hacer flexiones hasta que colapsara o limpiar el comedor hasta que pudiera ver su reflejo en el suelo. Estaba acostumbrada a usar sus encantos femeninos para robar una barra de chocolate de alguna tienda, aquí y allá, pero eso no importa aquí. Todo lo que importa es la obediencia y pensar inteligente.
Así que aprendió rápido, demostrándole a los oficiales que le gritaban en la cara que su trasero huérfano podía subir hasta la cima de su división y derribar hombres el doble de su tamaño con nada mas que sus manos.
Algunas veces era mas fácil que Emma no tuviese lazos sociales en su vida. No tenia realmente un hogar por el cual sentir nostalgia, y evitó la fila en su graduación ya que no tenia a nadie con quien tomarse la fotografía. Pero fue un infierno en otras ocasiones donde en esas semanas que regresaba a casa, deseó tener un lugar al que llegar mas que su escarabajo Volkswagen que actualmente la espera en una unidad de almacenamiento en Boston.
Sin embargo tenia a August. Descubrir que el iba a ser su Sargento cuando la enviaron al Fuerte Benning fue una bendición disfrazada. A pesar de que eran como hermanos, el nunca fue mas indulgente con ella, pero el era los mas cercano que tenia a una familia desde que sus padres la abandonaron en la orilla de una carretera. Tenerlo a el tan cerca la hacia sentir mas centrada, segura, y confiada en su habilidad. Él nunca lo admitiría, pero Emma incluso tiene mejor puntería que el. Ella aprendió a burlarse de el ocasionalmente, diciéndole que debía ponerse a su nivel a no ser que quisiera una muerte temprana.
Emma llego a su salón luego de que el sudor y la tierra fueron lavados de su cuerpo, mientras que el resto de su escuadrón salían de las duchas. Saludó a los de su equipo con ligero movimiento de cabeza mientras pasaba la linea de sus catres hacia el de ella en la esquina. Ella era la única de las tres mujeres reclutadas en su escuadrón, y tuvo suerte de no haber quedado en el medio con el resto de los hombre donde prevalecía el olor corporal. Aunque al pasar el resto de los catres, notó no por primera vez cuan triste y desnuda se veía su esquina comparada con el resto de la habitación que estaba cubierta con fotografías y cartas de sus seres queridos. La de ella, por otro lado, era el mismo color beige de las paredes con el verde de las sabanas, lo mismo que cuando llegó la primera vez. Trató de no pensar mucho en eso mientras se dejaba caer en su cama, usando la hora libre que tenían luego del trabajo y antes de ir a cenar para relajarse y cerrar sus ojos mientras el Sargento entró gritando la correspondencia.
El hombre en cuestión interrumpió su intento de relajarse cuando el le arrojo un sobre en su estomago con una sonrisa de complicidad «Quien es Regina?»
«Quien?» Emma se sentó, echándose hacia atrás así podría descansar contra la pared.
El le señalo la carta en su estomago. Emma la levanto y examino como sí nunca hubiese visto una carta antes. Por otra parte, ella no tenia ninguna razón por la que alguien le enviara algo a ella. En los años que ha estado en el ejercito y los meses que pasó enlistada, ni una vez tuvo necesidad de estar presente en la llamada de correspondencia. El único papel importante que contenía su nombre era su certificado de nacimiento y su orden. Así que diablos es esto? Su pulgar paseó por la dirección del remitente, sintiendo las minúsculas abrasiones de la caligrafía de la mujer bajo su pulso. Regina Mills.
«No me dijiste que tenias una amiga en casa» August sostuvo su mano sobre su corazón fingiendo una herida «Pensé que eramos cercanos»
«No la conozco» La rubia argumento, nunca levantando los ojos de la carta. Una parte de ella pensó que era algún truco, que tendría que regresar a Boston y ser forzada a completar su sentencia por su récord juvenil.
August se movió mas cerca así que ya casi estaba nariz con nariz con Emma impulsándola a que mirara arriba del sobre «Se supone que tienes que abrirlo» Susurró con complicidad.
«Si, Señor» Emma se burlo levantando una ceja indicándole su necesidad de privacidad. Con las manos en alto rindiéndose, August dejó a Emma yendo a inspeccionar el resto del escuadrón, dándole a la rubia el espacio para abrir la misteriosa carta en paz.
Paso sus hábiles dedos por debajo de la solapa y saco su contenido, curiosa, ansiosa, y un poco dudosa de leer la carta escrita con elegante caligrafía.
Octubre 14 2001
Estimada Soldado Swan,
Primero y principalmente, me gustaría tomar este momento para agradecer a ti y a tus compañeros soldados como tu por defender nuestro país. Solo puedo imaginar el tipo de entrenamiento riguroso por el que debes de estar pasando y todos los sacrificios que debes de hacer, y lo aprecio.
Comprendo que esto debe parecer poco ortodoxo, pero recientemente he aprendido que escribirle a las tropas puede ser de ayuda. El programa que permite a los civiles enviarles su agradecimiento a los soldados parece tener éxito, y por los testimonios que he leído en internet, ambas partes lo alientan. Estoy segura que recibe correspondencia constantemente de su familia, y espero que no le importe otra carta mas.
Me llamo Regina Mills. Esta carta te fue escrita desde el pequeño pueblo de Storybrooke, Maine en el cual soy la Alcaldesa. Es un pueblo muy tranquilo, y me hago cargo de eso, de otro modo quien sabe en que travesura seria mi hijo capaz de meterse.
Tienes hijos? Tu familia en casa debe de estar inmensamente orgullosa de ti. Espero que logres verlos pronto.
Una vez mas gracias por todo lo que haces.
Sinceramente,
Regina Mills.
Emma sintió una punzada de tristeza en el estomago a la vez que se imaginaba a una mujer amable de mediana edad queriendo hacer una buena causa nombrando a la familia que Emma no tenia. Era un error honesto y una noble acción el hecho de preguntar, pero no por primera vez Emma deseó tener algún tipo de contacto con el mundo real. Incluso si su escuadrón aun no habían estado de recorrido, los meses de una rutina monótona han tenido a Emma deseando tener algún compañero que no fuese alguien de su tropa.
«Sargento!»Emma lo llamo, levantándose sobre sus pies cuando August camino hacia ella. El se recostó sobre la pared prestándole toda su atención «No estaba al tanto de haber firmado para ser amigo por correspondencia»
El entendimiento inundo la cara del Sargento mientras sonreía «Nunca has recibido una carta, Swan. Quieres saber un buen truco para mantenerse vivo en el campo? Mantente cuerda mientras puedas»
«Escribes a casa?» Emma preguntó sin creérselo. Sabia que August lo había pasado tan mal como ella en la casa de acogida.
El se burló y cruzó sus brazos sobre su pecho «Te avisare cuando mi carrera de escritor despegue tan pronto como me vaya a casa permanentemente»
Emma sacudió su cabeza con una sonrisa, dándose cuenta que incluso aquí August se quedaba en una esquina, escribiendo un una libreta.
«Respóndele» Le apretó el brazo suavemente antes de apartarse de la pared y continuar con sus inspecciones, dejando a Emma releyendo la carta de Regina.
Tal vez August tenia razón. Por lo menos con esta señora Regina, ella tal vez podría esperar una carta de vez en cuando. Era mas de lo que Emma podría pedir, y quien era ella para mirarle los dientes a un caballo regalado?
Se encogió de hombros y coloco la carta de nuevo en su sobre y puso el sobre bajo su almohada. Esto de amigo por correspondencia tal vez no sea una mala idea después de todo.
…...
Regina balanceaba a un Henry dormido en sus brazos junto con unos papeles que se le habían acumulado en la oficina. Con unos inteligentes desplazamientos, pudo lograr sacar la correspondencia del buzón y se dirigió hacia la mansión. Todos los objetos que intentaba llevar comenzaron a caerse tan pronto como pisó el umbral, y con su única preocupación de mantener a Henry a salvo, y con suerte dormido, dejó caer la correspondencia y los documentos del trabajo en la mesa de la entrada, algunos sobres y documentos volaron hacia el suelo mientras el pequeño niño gimoteaba en sueños.
«Shhhh» Regina lo calmaba, tocando su cabeza y besando su sien. Su suave tarareo arrulló al pequeño de vuelta a sus sueñosmientras el se acurrucaba mas confortablemente en el espacio de su cuello. Caminó hacia el comedor donde estaba la pequeña cuna y suavemente coloco a Henry. El le sujetó el dedo en su sueño, y Regina se tomó un momento para sentarse y acariciar su pequeña mano, sonriendole a su hijo dormido.
Su decisión de adoptar había sido fácil, pero estaba nerviosa. Había esperado tanto la oportunidad de tener una familia, y ahora la tenia, ella amaba cada momento de ello. Henry era un llorón, si. Sus primeras semanas con Regina la organizada Alcaldesa, la tuvo a punto de arrancarse los cabellos cuando se dio cuenta de que el niño tenia cólicos. Él también tenia la tendencia de mantenerla despierta de noche y creer que todo lo que estaba a su alcance lo podía comer, pero valía la pena. Ella podría mirarlo dormir todo el día, pero la llamada de los documentos atrasados la hizo besar la frente de su hijo y regresar a la entrada para limpiar el desastre de documentos y sobres que hizo.
No notó un sobre que cayó detrás de la mesa que había llegado de Georgia mientras se levantaba y examinaba los contratos en sus carpetas.
…...
«Entonces?» Preguntó August mientras que él y el resto de su tropa estaban afuera el sol ardiente haciendo flexiones.
«Entonces que?» Emma se empujo hacia arriba, sus ojos hacia el frente antes de bajar hasta que su pecho casi toca el suelo seco.
«Por que no le escribiste de vuelta a esa señora?» Gruño él, manteniéndose sobre sus brazos un segundo mas mientras el dolor en su pierna de una herida que recibió en Corea reaccionaba.
«Que te hace pensar que no lo hice?»
«Porque no he visto tu nombre en la correspondencia en dos semanas»
«Ya sabes cuanto tarda en llegar» Emma señaló como si esa misma razón no hubiese pasado ya por su mente. Un silbato sonó y como uno, las tropas de levantaron y trotaron el camino hacia el campo de obstáculos «Además es Alcaldesa» Emma razonó mientras se colocaba al lado de su Sargento, manteniendo su ritmo.
«De un viejo pueblo. Que tanto puede suceder algo allí?»
La rubia murmuro, se encogió de hombros y se agachó con August para arrastrarse por debajo de los alambres de púas. Mantuvo su cabeza baja y su cuerpo plano. Quedar atrapada mientras se arrastra en el lodo arruinaría su momento. Junto con los esporádicos y muy reales disparos sonando sobre su cabeza, Emma se negaba a holgazanear bajo el alambre.
«Escríbele de nuevo» August le dijo entre dientes detrás de ella.
«No» Sus mejillas sonrojadas, pero menos mal que el lodo que tenia en su cara, escondía el hecho de que estaba mortificada por la idea. Emma Swan no rogaba por amistad. Seguro, su oficial de libertad condicional diría que causaba problemas solo para llamar la atención, pero ella nunca hizo nada para hacer amigos, y sí esta Regina Mills sintió que ha hecho su trabajo, entonces que sea así.
Salieron del lodo y corrieron hacia una pared donde tenían que subir por una soga y comenzaron a escalar.
«Emma» August presiono «Te vas a volver loca como una cabra»
«Te apuesto a que no» Emma hablo entre dientes mientras la soga la quemaba en sus ya callosas manos. Su pie se resbalo, pero con un agarre mas fuerte logro llegar a la cima de la pared.
«No aceptare esa apuesta» August se le unió en la cima de la pared mientras hacían su camino hacia abajo.
«Pensaba que tenias vicios» Bromeo Emma.
«Me gusta pensar. Soy un hombre inteligente» August soltó la soga a medio camino de la pared y cayó al piso antes de correr al siguiente obstáculo. Emma giró sus ojos a su extravagante comportamiento, pero eso no la detuvo de soltar su propia soga y caer sobre sus pies, sus rodillas doblándose para absorber en golpe.
«Sé que sigues leyéndola» August dijo una vez que Emma lo alcanzo.
Su silencio no negó el hecho que en las ultimas dos semanas, Emma ha sacado la carta debajo de su almohada y se pierde en las palabras de Regina. Se dio cuenta que era muy adictivo; esa sensación de ser recordada y querida crecía cada vez mas que leía la carta.
La rubia se encogió de hombros en respuesta mientras que el silbato sonaba, y sin demora, ella y el resto de su escuadrón se tiraron en el suelo para realizar otra ronda de flexiones «Tengo algo» Emma dijo antes de dejar el tema, intentando en simplemente hacer su entrenamiento sin ningún sargento ruidoso ladrandole en el oído.
Ella no sabia quien era Regina Mills. Podría ser una vieja abuelita o tener una familia por si sola. Tenia un hijo, cierto? Tal vez él quería enlistarse y ella tendría algunas preguntas. Como sea que ella fuese, Emma recibió su primera carta de ella, y eso era mas de lo que podía pedir.
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Regina se agarraba el puente de su nariz, el editor de "The Mirror" hablaba incesantemente en su oído mientras sostenía su teléfono entre su oído y su hombro. Ella apreciaba su entusiasmo cuando se trataba de investigar los temas de la ciudad, pero cuando el insistía en llamar durante la hora de comer de Henry para reclamar sobre el tipo de pesticida que el Sr. French estaba usando para sus rosas, su paciencia se desvanecía.
«Sidney» dijo entre dientes, limpiando la boca de Henry que estaba llena de puré de manzana antes de sacarlo de su silla permitiéndole así moverse libre por la casa. Ella lo siguió mientras el gateaba fuera de la cocina, muy rápido para su gusto, pero las puertas instaladas en la base de la escalera hacia que se aliviara un poco. Él estaba ocupado con la lampara de un muñeco de nieve en miniatura en la esquina del pasillo cuando Regina hablo de nuevo «Por que no llenas tus inquisiciones en papel, y yo las leeré cuando tenga un tiempo libre?»
«Por supuesto, Señora Alcaldesa» Él afirmo entusiasmado. Incluso a través del teléfono Regina podía ver su asentimiento incesante con la cabeza «Oh! Estaba planeando en hacer un articulo sobre los intereses humanos sobre el soldado y tu»
Regina amaba cada oportunidad para colocar su fotografía en el periódico, recordándole a los ciudadanos de su ciudad su poder, francamente, ya estaba exhausta con el hombre, con su cara de cachorro enamorado de ella. Además, ella ni siquiera ha tenido respuesta del Soldado Swan. Ella hizo su parte, y eso era todo lo que podía garantizar. Y pensar en la idea de que tal vez algo le haya pasado al soldado antes de que pudiese responder era inquietante, Regina simplemente dejo de pensar en ello. Ella tenia un hijo que criar y una ciudad que dirigir después de todo «Eso no sera necesario»
Se detuvo cuando el sonido que hacia Henry al gatear cesó. Con un rápida despedida al reportero, Regina se dio prisa en buscar a su hijo. Su corazón acelerándose cuando un desorden de cabellos morenos no estaban a su vista, pero tan pronto como caminaba hacia la puerta principal, dejó salir un suspiro de alivio cuando su hijo salió debajo de la mesa, dándole la espalda a Regina y claramente tramando alguna travesura. Debió de haberlo sabido. El silencio generalmente significa que esta tramando algo.
«Cariño» Regina lo llamó, colocando el teléfono en la mesa y agachándose a su nivel «Que estas haciendo allí?»
Henry giró su cabeza, una esquina de un sobre metida en su boca. Sus ojos estaban abiertos y curiosos, pero eso no detenía al pequeño de masticar su nuevo tesoro.
«Henry» Regina lo regañó suavemente mientras le quitaba la carta de la boca con algún esfuerzo «Si todavía tenias hambre, por que no lo dices?»
Él balbuceo mientras usaba a su madre para levantarse, tratando de alcanzar la carta.
Ella sacudió la cabeza ligeramente «Puedes decirlo, cariño? Hambre? Ham-bre?»
La única respuesta de Henry fue resoplar y llenar de saliva la cara de Regina. Ya bastante distraído de la carta por el collar de su madre mientras lo agarraba y trataba de metérselo en la boca «Ya lo lograremos» Regina aseguró, sacando el collar de su boca.
Lo tomó con un brazo y se levantó, llevándolo hacia el salón donde lo sentó sobre las piezas de rompecabezas hechas de goma sobre el piso. Haciendo una mueca al ver la carta mojada en su mano, sus labios se abrieron cuando vio que era del Soldado Swan.
Se apresuro en abrir el sobre y hizo otra mueca cuando vio que la fecha era de dos meses atrás. Oh Dios, ha estado perdida por tanto tiempo? Sus ojos escanearon la pagina, mirando la descuidada letra del Soldado Swan.
Octubre 19 2001
Hola,
Tengo que ser honesta, realmente no se que escribir aquí. No hay problema, supongo. Aprecio tu gratitud.
Es un placer conocerte Regina. Algo. Quiero decir, no es que conocerte no sea algo bueno, solo que no es algo oficial conocerte vía cartas. Creo que ahora te habrás dado cuenta que no solo mi letras es ilegible, sino que también perdí el manual sobre Como Escribir Una Carta, así que discúlpame por eso.
La tuya es actualmente la primera carta que he recibido desde que me enliste. Gracias por eso.
En realidad no tengo una familia a la cual escribirle, y mi Sargento que es como mi hermanos, bueno, esta aquí conmigo, y él me alentó a poner mi nombre en amigo por correspondencia, algo así, así que aquí estamos.
No he escuchado de Storybrooke, aunque suena que tienen una fina Alcaldesa en sus manos. Nací en Maine, que coincidencia, pero he vivido en diferentes ciudades antes de quedarme en Boston y tener mi primer bocado del campamento militar.
Y para responder a tu pregunta, aunque estoy segura de que ya lo habrás adivinado, no tengo niños. Recuerda, sí tu hijo es tan travieso como dice, él probablemente sea un genio malvado. No es que tu hijo sea malvado. Estoy segura de que es muy dulce.
Gracias por la carta. De verdad. Es probablemente una de las cosas buenas de mi día.
De,
Soldado Emma Swan.
La fecha era de unos días después de su propia carta, y el sentimiento de intranquilidad que sentía en el estomago solo crecía cuando se dio cuenta. Ella no estaba particularmente animada cuando Sidney llegó con la idea, pero conociendo que este soldado, esta Emma Swan había recibido su primera correspondencia de Regina, y Regina estuvo dos meses sin responder hizo que la morena se sintiera atipicamente culpable. Que pensara la Soldado Swan de ella? Probablemente lo que el resto de la ciudad pensaba de ella. Estirada, Indiferente. Fría. Y sí no fuese por Henry, los ciudadanos de Storybrooke se habrían convencido que Regina Mills no se preocupaba por nadie.
Pero aparentemente este soldado era la excepción a esa regla.
Una idea cruzó por su mente mientras miraba a Henry jugar con un carrito de madera, alternando entre conducirlo y metérselo en la boca «Henry?» Lo llamo mientras doblaba la carta delicadamente, consciente de la esquina mojada antes de colocarla bajo su brazo «Te gustaría ayudar a mami escribir una carta?»
Su sonrisa con un solo diente fue su única confirmación, así que tomando a su hijo bajo sus brazos, lo cargo hasta su oficina.
…...
«Soldado» August saludo mientras Emma entraba al área de los catres después de regresar de practica de tiro.
«Sargento» Emma lo saludó y quedó en posición de atención
No dijo nada por un largo rato y eso solo le permitió a Emma quedarse quieta. Con una sonrisa de satisfacción, sacó una carta de su bolsillo y la colocó en el hueco de su brazo «Descanse, soldado»
Ella miro hacia abajo cuando el se retiro abruptamente, aguantando la respiración cuando vio la carta de Regina Mills. No quería alegrarse al ver la perfecta caligrafía en el sobre, pero no pudo evitar la sonrisa de satisfacción al ver otra carta dirigida a ella. Sosteniéndola fuerte entre sus manos, siguió caminando por los catres donde el resto de su escuadrón se relajaba.
En la esquina, August ha comenzado un juego de cartas con un par de otros hombre. Algunos se dirigían afuera de la habitación para realizar llamadas rápidas hacia sus hogares, mientras que otros ya se encontraban durmiendo. Emma, sin embargo, ansiosa alcanzo su catre y se sentó con las piernas cruzadas, apenas esperando para situarse ella misma antes de abrir la carta como si fuese un regalos de navidad.
Los últimos dos meses tal vez la hayan dejado sola, pero todo eso fue apartado por esta nueva carta que sus ojos devoraban.
Diciembre 15 2001
Soldado Swan,
Lo siento muchísimo por el gran retraso en responder. Tu carta cayo detrás de mi mesa, pero parece que mi hijo lo cogió como comida y lo encontró. Tal vez sus travesuras tienen sus beneficios después de todo.
Tengo que admitir, que estoy sorprendida de oír que la mía es la primera carta que recibes. Para compensar el gran retraso y tal vez alegrarte mas el día, que tal si le permito a mi hijo el honor de enviarte la segunda? Él es muy talentoso, no lo crees?
Emma frunció el ceño por la carta tan corta, un poco decepcionada, pero que esperaba, de verdad? Una novela? Ella apenas conocía a la mujer. Volteo la pagina en su investigación para encontrar muchos rayones de colores sin ningún sentido, y una sonrisa instantáneamente apareció en su cara. Los rayones ocupaban casi la hoja entera excepto en un pequeño espacio en la esquina donde estaba la caligrafía de Regina donde escribió De Henry y Regina.
Ella estudio cada linea de color, inclinando la cabeza en diferentes direcciones como si estudiase una pintura abstracta. Para ser honesta, era uno de los mejores trabajos que había visto, aunque la razón podría ser que estaba específicamente dirigido a ella. Ya se había ido la imagen de la Alcaldesa con el cabello gris con algún adolescente fuera de control. La autora detrás de la carta se hizo mas y mas tangible en la mente de Emma. No, no tenia nada visual con lo que trabajar, pero sintió la preocupación en la misteriosa mujer por haber estado desaparecida, y el familiar lazo entre ella y su hijo. Emma una vez pensó que la primera carta de Regina era todo lo que podía pedir, pero incluso una segunda, ya podía sentir volverse adicta al sentimiento de esperar una carta desde Maine.
Su pulso se aceleraba y hacia que Emma se sintiera mas ligera. Donde una vez atravesaba su día a día con una rutina, ahora no podía esperar para escribirle a Regina.
Leyendo de nuevo la carta, Emma se levanto de la cama, carta en mano, y pidió prestado un papel y un lapicero a un compañero antes de salir y buscar un lugar en donde responder tranquilamente.
…...
Diciembre 19 2001
Hola Regina,
Tienes a un pequeño Picasso en tus manos. Debería de guardar su carta para cuando se vuelva un famoso artistas algún día. Seria una de las afortunadas de tener un Henry-Original. Que edad tiene?
Y esta bien sobre la carta perdida. Lo entiendo. No hay apuro o alguna obligación o cualquier cosa. Aunque es bueno volver a saber de ti. También es algo bueno que tengas un detective allí. O un critico de comida al parecer.
En caso de que Henry logre comerse todo el papel en tu casa antes de Navidad, ten unas felices fiestas.
Emma Swan.
Regina se quitó las gafas para leer del puente de su nariz, una pequeña sonrisa apareció en sus labios mientras examinaba la carta en su pensamiento. Sí ella es la única en enviarle correspondencia a Emma, Regina estaba dispuesta a apostar que la soldado no ha tenido muchas fiestas de navidad en el pasado. La voz indiferente en la mente de Regina le decía que esta Emma Swan estaba al final de su lista de prioridades, especialmente con Navidad a solo tres días, pero la voz mas fuerte, con mas compasión en ella que rara vez aparecía con alguien a excepción de Henry le recordaba las ultimas diez navidades que ha pasado desde que sus padres murieron.
Regina conocía la soledad. Ella conocía la falta, el anhelo y la necesidad. Esta navidad va a ser la primera de muchas en la que estaba emocionada por tener con ella él bebé dormido en su pijama de reno en su cuna. Ella solo se podía imaginar por lo que Emma estaba pasando, entrenando para una guerra que no era la suya , aislada de todos a los que remotamente llamaría amigo.
Tal vez era Henry quien suavizo el corazón de Regina desde que lo adopto, o tal vez, por una vez, la temible Alcaldesa de Storybrooke estaba comenzando a sentir empatia por alguien mas que ella misma, pero cualquiera que sea la razón, Regina guardo la carta en su bolsillo para mantenerla a salvo, para luego guardarla con la anterior carta de Emma, y encender la computadora para hacer una pequeña investigación.
…...
Un fuerte sonido se escucho cuando el soldado encargado de repartir la correspondencia, dejó caer una pequeña caja en frente de Emma, sacudiendo la decoración que aun estaba en la mesa debido a la fiesta de navidad que habían hecho tres días atrás por los soldados que no fueron tan afortunados para ser enviados a casa por las festividades. Ella se inclino lejos de la mesa, apenas moviendo la bandeja a tiempo antes de que la caja cayera encima y mirara al soldado «Que te pasa, hombre?»
Él se encogió de hombros «Yo solo entrego la correspondencia» Se alejo empujando el carrito con la correspondencia.
Emma giró sus ojos pero empujo la caja hacia ella, reemplazándola con la bandeja. Sus cejas se levantaron en sorpresa cuando descubrió que el paquete era de Regina.
August silbo en frente de Emma «Ella te envío eso?»
Emma solo podía asentir mientras luchaba para mantener una expresión natural a pesar de la necesidad que tenia de sonrojarse. Cuidadosamente desprendió el sobre que estaba en la parte de arriba de la caja, sintiendo el relieve de los copos de nieve en la punta del papel antes de abrirlo. Una brillante tarjeta roja se veía desde adentro, y cuando Emma la sacó cuidadosamente, una caricatura de un muñeco de nieve con su brazo alrededor de un reno estaban en la portada. Su sonrisa creció y continuo creciendo cuando Emma abrió la tarjeta para encontrar una Feliz Navidad! escrito con la caligrafía de Regina mucho mejor que esas letras genéricas que siempre aparecen en las tarjetas. La letras en creyon con el nombre de Henry que Regina sin duda lo ayudo a escribirlo estaba escrito casi tan grande como el mensaje, y los rayones en el lado izquierdo de la tarjeta le dijeron a Emma que Henry le hizo otro regalo «Aparentemente Henry lo hizo» Emma le respondió a August, levantándose de su puesto en la mesa, balanceando su bandeja en la caja mientras lo lleva con ella.
«Quien es Henry?» August frunció el ceño.
«Su hijo» Emma giro de la mesa, ya dirigiéndose hacia el salón.
«Eres amiga de su hijo?» Le dijo, pero las palabras cayeron en oídos sordos mientras Emma depositaba su bandeja de la comida en un cubo de basura y salir prácticamente corriendo hacia el pasillo.
…...
Emma se sentó en su catre con su regalo alrededor de ella. Semillas de girasol Spitz entre dos cajas de barras de granola Sweet N Salty. Una bolsa transparente con varios artículos, como un pequeño set de costura, un nuevo cepillo de dientes, un desinfectante para las manos, y un brillo de labios aterrizaron en el regazo de Emma.
Emma nunca había tenido un paquete de cuidado personal, sin incluir que era un regalo personalmente para ella, ya que en las casas de acogida los regalos que les daban eran para agradar a la asistente social. Ella había sacado cada articulo de la caja con tanto cuidado, que uno creería que había oro escondido en ellas.
Gratitud inundo los sentidos de Emma, y un sentimiento profundo la golpeo cuando se dio cuenta de que esta casi extraña se ha preocupada bastante, por Emma de todas las personas, no solamente continuó escribiéndole, sino que le envió algo por las festividades. Puede que no sea mucho para Regina, pero significaba el mundo para Emma.
Ahora su objeto de atención era la carta que encontró pegada en el fondo con su rango y nombre escrito con la caligrafía de Regina. Ella casi abandonó todos los demás artículos que había sacado en su apuro por leer la carta.
Diciembre 23 2001
Soldado Swan,
Me di cuenta de que esto no podría llegar tan rápido como quisiera. La oficina postal dice que seria inútil enviarlo express ya que igual lo pondrían con los otros cien de correspondencia yendo a tu campamento, pero valía la pena intentar.
Henry eligió la tarjeta y el sabor de las semillas de girasol. Espero que disfrutes las que tienen pimienta molida, aunque también coloque unas saladas por si acaso.
Estuve indecisa sobre lo que quería enviar. Busque algunas listas sobre las tropas, y dice que eso son algunas cosas que le gustan a los soldados. Espero no estar cruzando algún limite o estar haciéndote sentir incomoda con este regalo. Es solo que sé lo inusual que son las festividades cuando estas aislada.
Y para responder a tu pregunta, Henry tiene ocho meses. Aprendió a gatear hace un mes, pero con la rapidez con que lo hace pensarías que esta gateando desde que nació. Aun seguimos trabajando en como hablar y caminar.
En el caso de que esta carta no llegue a tiempo. Espero que tu tropa y tu pasen una feliz y segura navidad.
Espero que tengas un buen Año Nuevo también, Soldado Swan.
Sinceramente,
Regina Mills.
Diciembre 28 2001
Hola,
Muchísimas gracias por el regalo. No tienes una idea de lo mucho que lo aprecio. No tenias que molestarte en hacer todo eso. De verdad. Gracias.
Dile a Henry que me encantan las semillas de girasoles y la tarjeta. La tengo pegada en mi pared junto con su dibujo.
Y no estas cruzando ningún limite. Es probablemente lo mas dulce que alguien ha hecho por mi. Desearía poder darte algo a cambio. Wow, acabo de darme cuenta de que no se lo que te gusta. Supongo que no te gusta una navaja suiza?
Solo bromeo. Totalmente bromeo. Estoy casi segura de que no podría enviarlo igual.
Pero realmente, sí hay algo que pueda hacer para compensar tu generosidad. Lo haré.
Entonces, y no tienes que responder para nada, pero como sabes lo solitarias que se siente las navidades?
Sabes, cuando recibí tu primera carta, no eres nada a lo que me imaginaba. No es como si ahora tengo una idea clara de como es, pero igual. Pensé que tu hijo era un adolescente, y ahora sé que es un bebé, bueno algo cerca, cierto?
Crecí con algunos hermanos adoptivos, y es realmente loco ver crecer a los bebés. Lo hacen muy rápido. Un día no pueden ni sentarse solos y lo siguiente que sabes es que están escondidos en gabinetes tratando de asustarte. Recomiendo altamente las cerraduras de seguridad.
Cual piensas que sera su primera palabra? Esta cerca de "mamá" o "papá" ?
Espero que tu ciudad no te este causando muchos problemas.
Buena suerte en Año Nuevo también.
Emma.
…...
Enero 6 2002
Querida Soldado Swan,
No ha sido una molestia en absoluto. Estarás feliz de saber que Henry babeó excesivamente cuando le dije que te gustaron su selección. Si, baba es causa de celebración.
Estas en lo correcto en asumir que no necesito una navaja del ejercito. Sí llego a poseer eso. Seria lo mas cercano a un jefe de la mafia en Storybrooke. Como puedes saber mi ciudad esta floreciente de crímenes. Dejando a un lado el trabajo y Henry. Yo generalmente pasó mi tiempo cocinando y leyendo. Típico, quizás, pero igual relajante.
Supongo que yo misma saque el tema. No es una historia interesante, imagínate. Mi madre era distante, y perdí a mi madre y a mi padre a una muy temprana edad, así que supongo que estamos en el mismo bote cuando se trata de no tener familia. Eso fue hasta que Henry llegó. Espero que "mamá" sea su primera palabra ya que solo somos él y yo. Ahora solo resopla y babea mientras intenta hablar. El doctor dice que esta creciendo normal y que crecen a su propio ritmo.
Aprecio el consejo, aunque creo que te gané. Apenas todo esta cubierto en piezas de rompecabezas hechas de goma, hay puertas de seguridad en todos lados, y mas de una vez corrí llegando tarde a una reunión simplemente porque el mecanismo de seguridad era muy difícil para abrirlo. Le tomó al Sheriff de la ciudad un día entero para montar todo según mis estándares. No hay ningún daño en ser precavida con la seguridad de los niños.
Feliz Año Nuevo, Señorita Swan.
Sinceramente,
Regina Mills.
Regina escribió la ultima "s" de su apellido mientras firmaba la carta, dándole un ultimo vistazo antes de doblarla y meterla en el sobre. Hizo una nota mental para comprar mas sobres cuando se dio cuenta de que su suministro se estaba agotando justo cuando el pequeño llanto de Henry sonó a través del monitor de bebé. Rápidamente escribió su dirección y la del campamento de Emma antes de dejarla sobre el escritorio para enviarla mas tarde ese día.
Salio de la oficina de la casa para atender a Henry, Regina no sabia que ella había hecho una nueva, y podría decirse que su primera amiga en la Soldado Swan. Ella no tenia ni idea de cuan seguido en los meses siguientes iría a la oficina postal por nuevas estampillas y sobres mientras compartía las historias sobre el crecimiento de Henry, revelando historias personales de su juventud, y siendo confidente de Emma cuando los días se volvieran muy cansados o cuando el miedo de ir a Irak se hacia presente. Mientras Regina levantaba a Henry de su cuna, dándole un beso en su rechoncha mejilla, lo acostó sobre la mesa para cambiarlo, inconsciente que luego de tres años de correspondencia, Emma y ella finalmente se conocerían.
