Bienvenidos a Proyecto 2027, donde a través de una colección de fics de diferentes autores vamos a festejar el cumpleaños no. 16 del Epílogo de Digimon Adventure Zero Two.
Esta es una actividad del topic Los hijos de los Niños Elegidos, del foro Proyecto 1-8.
Primera Historia: Setharus
Autora: SkuAg
Personajes: Hikari Yagami, hijo de Jou e hijo menor de Ken y Miyako.
Digimon no me pertenece y escribo esta historia sin fines de lucro.
Sethaurus
Por SkuAg
Jou y Hikari se encontraron en la puerta. Ella cargaba una bolsa de útiles y cuadernos a medio romperse, Jou tenía el estetoscopio enredado en el cuello y a su hijo siguiéndole los talones.
―¡Tía Hikari! ―exclamó―. La ayudo ―e inmediatamente le retiró la bolsa y la sostuvo contra sí.
Hikari les sonrió.
―Gracias, Doguen. Que educado es tu niño, Jou.
―El tuyo también lo es, por supuesto. ¿Vienes a ver a Miyako?
Hikari asintió y tocó el timbre.
―Espero que haya alguien con ella. Le pedí que no se quedase sola ―explicó―. ¿Es esta su primera consulta?
―Sí ―respondió Jou, apesadumbrado―. Le pedí que me avisara apenas mostrara síntomas, y estoy seguro de que lo dejó pasar sin decirme… ¿a ti cuándo te dijo que se sentía mal?
―Eso sería romper la confidencialidad del paciente, Jou ―rio Hikari.
―¡Pero ella no es tu paciente! ―reclamó. Sin embargo, no insistió―. Al menos le pedirás que sea más responsable con su salud, ¿no es cierto? Me preocupa que empeore cuando Ken no está… Hawkmon se ha ido con él, ¿sabías?
―Sí. ―Hikari volvió a tocar el timbre, preocupada―. Hablé con él, me dijo que confía en terminar la misión para mañana, que puede regresar de ser urgente… si es necesario, me quedaré yo a cuidarla.
―Tía Hikari es muy responsable. ¿Me asomo a la ventana?
Doguen siempre pedía permiso antes de cometer cualquier cosa que pudiera verse como una indiscreción, locura o aventura. Con sus cabellos azules, su andar desgarbado y sus anteojos chatos, era una copia exacta de Jou a su edad.
―Espera. Creo que escucho algo ―dijo Jou.
Y efectivamente, algo se escuchaba detrás de la puerta… ¿una persona arrastrando algo?
―Oh por favor, espero que Miyako no esté arrastrándose a la puerta… ¡es tan capaz! ―Hikari golpeó la puerta con las manos―. ¿Miyako? ¿Eres tú?
―¡Satoru al rescate de Tía Hikari! ―se oyó, o algo que sonaba parecido.
―Ay, Satoru… ―Hikari, Jou y Doguen rieron. Inmediatamente, la puerta se abrió y el pequeño Satoru de siete años apareció vestido con un pijama celeste y una capa de superhéroe.
―¡Tía Hikari y tío Jou al rescate de Mamá Miyako! ―exclamó, y salió corriendo y haciendo flamear su capa tras de sí.
Sonriendo, los adultos y Doguen lo persiguieron. Miyako yacía acostada en su cama con un paño sobre la frente. Las cortinas estaban corridas y la habitación olía a humedad.
―Voy a necesitar luz ―murmuró Jou. Hikari se apresuró a acercarse a la ventana, corrió las cortinas y la abrió para ventilar―. Doguen, por favor juega con Satoru.
Doguen retiró al niño de la habitación y Hikari se sentó junto a Miyako. Le sostuvo una mano.
―¿Te has quedado sola con Satoru?
―Kurumi y Zetaro tienen obligaciones. No quise dejarlos al cuidado de Satoru… ya sabes que puede ser complicado ―rio, aunque débilmente.
―Tal vez es mejor que acompañe a Doguen en su cuidado. ―Hikari acarició la mano de su amiga, le retiró el paño y la besó en la frente―. Lo traeré húmedo si lo necesitas, Jou. Llámame por favor.
―Gracias. ―Jou acompañó a Hikari hasta la puerta y la cerró.
Doguen había dejado la bolsa de Hikari sobre la mesa de la cocina e intentaba evitar que Satoru la revisara.
―Satoru-chan, no debes jugar con las cosas de Tía Hikari. ¡Basta!
―A Tía Hikari no le importuna. ¿Cierto Tía Hikari?
Hikari apoyó el paño húmedo sobre la encimera de la cocina y se acercó sonriendo. Ambos niños habían sido sus alumnos de preescolar y no podían ser más distintos: mientras Doguen era miedoso, responsable y odiaba las aventuras, Satoru amaba conocer cosas nuevas y romper todas las reglas… había aprendido a leer de muy pequeño y su libro preferido era el diccionario que robaba de la oficina de Ken cada vez que podía.
―Dime que palabra nueva has aprendido hoy, Satoru.
E inmediatamente el niño soltó y olvidó completamente la bolsa. Hikari se sentó en el sillón con Doguen y ambos esperaron a que el más pequeño contestara. Satoru, aún con su capa puesta, apoyó dos dedos de cada mano sobre sus sienes y, cual Charles Xavier, invocó su conocimiento.
―¡Fornicación!
―¡Satoru! ―gritó Doguen, lanzándole un almohadón.
Hikari se sonrojó, pero enseguida rio.
―Sato-chan, esa es una palabra para conversar con tus papás, no con tu tía y con Doguen ―explicó, muy seria.
―Papá Ken 1* y Mamá Miyako no quieren explicarme nada. Dicen que la fornicación, la cúpula y el sexo deben acompañarse de sentimientos. Y mi hermana Kurumi dice que como soy un pequeño insensible, no puedo entender.
―Satoru Ichijouji, ¡esa no es manera de referirse a tus mayores, y esas no son palabras que deba decir un niño de siete años! Cuando le cuente a tu padre… ―lo retó Doguen. Para su sorpresa, Hikari no pareció escandalizada.
―Sato-chan, ven a sentarte con nosotros. ―Hikari le hizo un lugar en el sillón entre los dos. Le acarició el cabello y sonrió a Doguen para tranquilizarlo. Logró serenarlo―. Sato-chan, lo que dice tu hermana es correcto.
―¿Qué soy un pequeño digimon insensible?
―No, eso no.
―¿Qué tío Yamato es más guapo que tío Takeru?
Hikari se sonrojó.
―Eso tampoco, Satoru. Lo que quiero decir es que tu hermana Kurumi tiene razón cuando dice que no puedes entender, y eso es porque no se dice "cúpula", se dice "cópula".
―¡Tía Hikari! ―gritó Doguen, desesperado. Hikari le sonrió otra vez para tranquilizarlo.
―La fornicación, la cópula y el sexo se producen cuando dos personas o dos animales juntan sus órganos sexuales reproductivos, aunque la intención no sea hacer bebés.
Doguen se deslizó hacia el piso, apretando su cara con desesperación.
―Yo me escondí debajo de la cama de mamá y papá para verlo en vivo.
―¡Satoru! ―Hikari cambió su tono, retándolo―. Eso está muy mal, y te voy a explicar por qué ―tomó aire―. Lo que tu mamá y tu papá hacen es distinto, porque está relacionado con los sentimientos… que es lo que tus padres y tu hermana dicen que no entiendes.
Satoru pareció reflexionar.
―Deberé buscarlo en el sethaurus. ―Satoru saltó del sillón y corrió, con su capa ondeando tras de sí, hasta el escritorio de Ken. Doguen seguía derramado en el piso.
―Tía Hikari, ¡tan solo tiene siete años!
―Satoru es un chico especial, Doguen. Puedes darte cuenta perfectamente de que es un pequeño genio.
―¡Es un genio malvado!
Hikari rio.
―Eso no es cierto. Es un niño mucho más inteligente que la media, y por eso algunas explicaciones tienen que dársele más temprano. Para Ken y Miyako es difícil hablar con él, por muchos motivos. Porque es muy distinto a sus hermanos, porque tal vez ahora están muy preocupados por Zetaro*… porque a Ken le recuerda a sí mismo, pero Satoru es un genio natural ―suspiró―. A Sato-chan le interesa el método científico y ve las cosas con objetividad… por eso busca todo en el "sethaurus" ―sonrió―. ¿Sabes cuántas veces he dado esta charla ya? ¿A niños, digimon…? Algún día tendrás que hacerlo tú, Doguen, cuando tengas tus propios hijos. ―Doguen se sonrojó―. Y puedo darte un solo consejo: a los niños hay que irles con la verdad. Los niños no son tontos, tan solo son niños.
Satoru regresó corriendo con su capa de superhéroe, su cabello oscuro despeinado y su sethaurus pesadísimo bajo el brazo. Se sentó junto a los dos e inició una conversación intrascendente con Doguen, quien estaba más tranquilo.
Hikari se adormeció.
―Doguen, ya es hora de irnos. ―Jou la despertó con su voz―. Hikari, Miyako estará bien y ahora está durmiendo. Kurumi y Zetaro deberían estar por llegar en cualquier momento. ¿Te quedarás con Satoru mientras tanto? Puedo llevarlo a casa.
―Me quedaré ―dijo.
―O… podemos llevarlo. Satoru y yo estábamos teniendo una conversación muy interesante ―dijo Doguen.
―¿En serio? ―A Hikari la sorprendió su propia incredulidad, pero sonrió contenta.
―Sato-chan, ¿quieres venir con Doguen y conmigo a casa? A Jun le encantará recibirte esta noche.
A Satoru su carita redonda se le agrandó hasta convertirse en las antiguas smiley faces que por las nuevas tecnologías ya casi no veían.
―¡Sí, quiero! ―gritó.
―Tu madre está durmiendo, le dejaré un mensaje.
―No te preocupes, yo me quedaré hasta que despierte. Traje cosas de mi trabajo para hacer ―ofreció Hikari.
―Gracias, Hikari. ―Jou le hizo una pequeña reverencia―. Vamos a tu habitación, Satoru, tenemos que armarte un bolsito.
―Gracias, tía Hikari ―agradeció Doguen, imitando la reverencia de su padre.
Hikari sonrió. Antes de ese día, no hubiera pensado que el serio, objetivo y poco aventurero de Doguen podría ser el amigo perfecto del excéntrico y curioso Satoru. Aunque pensándolo bien…
Contenta, abrió su bolsa y se dispuso a trabajar.
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Notas de SkuAg: ¡Hola! Gracias por leer. No es una obra de arte, lamento no haber hecho algo mejor. Este fic está ambientado en el universo de ChieroCurissu. Los asteriscos:
Ken 1: En casa Ichijouji-Inoue, Ken 2 es el de Barbie, jaja. Por eso Ken 1 es el padre.
Zetaro: Zetaro es el niño del medio y en el universo de Chiero es llevado al Mar de la Oscuridad. Por eso la preocupación de Miyako y Ken.
¡Gracias por leer!
