Disclaimer
Haruhi Suzumiya Series y sus personajes son propiedad Nagaru Tanigawa y asociados, fic escrito sin ánimo de lucro con la mera intensión de entretener y descargar en algún lado mis ganas de darle protagonismo a Asakura.
PROLOGO "I SEE YOU AGAIN"
–Así que todo se reduce a esto ¿De verdad vas a enviarme una vez más? Bueno, tampoco es algo que me moleste, tengo que admitir que aún tengo curiosidad por ver como reaccionaria Suzumiya Haruhi de serle arrebatado a su estabilizador.
Me encuentro en medio de un mar de datos, infinidad de números y letras en todos los idiomas conocidos por la EID flotan a mí alrededor, a pesar de poder comprender todos y cada uno de ellos, resultan ser completamente faltos de interés para mí.
En mi cabeza puedo oír como la entidad de integración de datos me envía una a una sus directrices, parece ser alguna especie de actualización para mejorar como rendimiento como interfaz, supongo que para poder hacer frente a Nagato Yuki hasta poder cumplir mí objetivo, de todas formas no le tomo mucha importancia.
Mientras tanto, materializo mi cuchillo de combate tratando de refinar un poco más sus datos de forma que sea un arma aceptable cuando deba enfrentarme a la interfaz encargada del cuidado de Suzumiya Haruhi.
En mis memorias aún reside aquel momento donde lo clavé en las costillas de aquel humano más conocido por el sobrenombre Kyon que por su propio nombre, curioso que mi misión original hubiese estado tan cerca de ser cumplida cuando mi trabajo era el de proteger aquella versión repleta de fallas de Nagato Yuki y el mundo producto de los datos que había alterado.
Es extraño, a pesar de que me refiera a aquella versión como una repleta de fallas, en cierta forma también debo considerarme como algo similar, al fin y al cabo, lo que me impulso a tratar de quitar a Kyon de la ecuación fue mi propia curiosidad producto de mi experiencia en el mundo humano, claro que una pequeña parte de la EID termino desarrollando esa misma curiosidad producto de mis acciones, de no ser así sería imposible que yo esté en esta situación una vez más, de hecho, yo ni siquiera existiría, entonces, teniendo en cuenta estos hechos ¿Es realmente correcto llamar a este proceso de aprendizaje como falla?
CLINCK
Un momento ¿Qué fue ese ruido? Se supone que el único artefacto corpóreo capaz de causar sonido en este lugar es…
–Mi cuchillo.
Digo sin poder creérmelo, al bajar la vista, aquella arma yace tirada en medio de todo ese conjunto inmenso de datos, mi mano derecha tiembla sin control lo cual causo aquel imprevisto, me veo obligada a contenerla con la que tengo libre, sin embargo, ahora siento como mi respiración comienza acelerarse, mis ojos comienzan a humedecerse y una presión imposible de ignorar comienza a hacer presencia en mi pecho.
– ¿Qué… Qué clase de actualización fue esa?
Silencio es lo único que proviene de la EID, no puede ser ¿Acaso acaban de desconectarme? Es imposible que en este lugar haya fallos de conexión, la única forma de que este incomunicada es si se trata de un comando establecido desde el interior, alguien allí dentro esta expulsándome, de hecho, en este momentos mis datos están siendo transportados hacia el planeta Tierra.
A pesar de no tener un cuerpo físico como tal, aún esas sensaciones agobiantes dificultan mi funcionamiento.
Esto… Realmente duele.
Un momento.
¿Dolor?
Se supone que nosotras las interfaces no sentimos dolor, al menos no en este sentido, y tampoco es solo dolor, esta opresión que pareciera carcomerme el pecho me genera una desesperación que ni la propia Yuki Nagato causo al borrar mis datos me provocó.
Yo… No sé… Como explicarlo…
Hay una sola palabra que se me viene a la mente, pero es imposible que se trate de eso, una interfaz no puede tener algo ni remotamente parecido a un sentimiento como este.
–De hecho, es exactamente eso, Asakura Ryoko, en este momento tu estas completamente aterrada.
Una voz femenina resuena en mi cabeza, bueno, más bien en mis oídos, a diferencia de la EID esta si tiene una presencia física, suena como si fuese una mujer adulta pero a la vez es gentil y tranquilizadora, es como si hablase en un tono ¿Maternal?
– ¿Quién eres?
–No me queda mucho tiempo, así que en términos simples soy la parte disidente dentro de la conciencia de EID, soy yo la que te está enviando nuevamente a supervisar los movimientos de Suzumiya Haruhi.
–Entonces ¿Tengo que tratar de matar a Kyon de nuevo?
Es curioso, hasta hace un momento me hubiese referido a esto como desatar el potencial oculto de Suzumiya, sin embargo, ahora, más que pensar en el avance de la investigación, no puedo evitar encaminar mis pensamientos a acabar con las funciones vitales de aquel muchacho.
Pero no es solo eso lo que me preocupa, de hecho, la idea en si misma me produce un poco de incomodidad, no es como si fuese a rechazarla pero creo que por alguna razón que escapa de mi comprensión no me sentiría satisfecha al cumplirla, quizás no deba darle tanta importancia, probablemente solo sean fallas hasta que mi sistema se acople del todo a la actualización.
–En realidad no, aunque la interacción con el joven conocido como Kyon es ciertamente la clave para desatar el potencial de Suzumiya Haruhi, en realidad no es necesaria su eliminación para producir el efecto deseado.
– ¿Cuales son mis órdenes entonces?
Una extraña carcajada surge de aquella voz, aún así no creo haber dicho nada particularmente gracioso, pero al prestarle más atención, más que una risa divertida tiene un deje distinto, como si estuviese cansada o triste.
–Veras, esta operación será un poco más directa, de hecho, tendrás libertad total de acción, ahora no puedes notarlo ya que estoy haciendo todo lo posible para ocultarte, pero tu poder como interfaz ha crecido enormemente a la vez que he aumentado tu afinidad con las denominadas "emociones" humanas y reducido tu capacidad de raciocinio para aumentar tu acople con las mismas, ya que según los datos que he analizado esta es la forma más efectiva de hacerlo con éxito, Nagato Yuki ciertamente es una terminal única dentro de la EID, muy diferente a todo lo que hemos desarrollado hasta ahora, sin embargo, con todo el poder que te he dado tienes las herramientas para volverte tan única como ella.
–No lo entiendo.
–Bueno, la verdad es que he apostado todo lo que tenía en ti, Asakura Ryoko, he depositado todos los datos que componían la pequeña parte de la EID que estaba bajo mi control en tu sistema, la poca influencia que me queda la estoy utilizando para llevarte a la tierra y poder hablar contigo ahora mismo, en el instante que tus datos estén asentados en tu destino, la conciencia mayor de la entidad de datos me absorberá por completo.
Un momento, eso quiere decir que un porcentaje de la entidad de datos es parte de mí ahora mismo, no estoy segura de cuánto abarcaba este factor disidente, pero aún si fuese tan solo la mitad de un uno por ciento, semejante cantidad de datos es incalculable, es imposible que una sola terminal sea capaz de recibir tanto sin colapsar ¿Acaso este moderador intenta sobrecargarme?
–No te preocupes, la información ha sido encriptada de forma que seas capaz de manejarla a pesar de tus limitaciones, deberás descubrirlo tú misma, pero así todo, te aseguro que cuando lo necesites, cada dato correspondiente va a serte facilitado de una forma u otra.
–Lo siento.
–Descuida, es natural pensar de esa forma en tu posición.
Mientras ambas seguimos con nuestro viaje hay algo que no puedo evitar preguntarme.
–Cualquier duda que tengas no temas presentármela, ya te lo dije, mi conciencia desaparecerá una vez llegues a destino así que no tendrás otra ocasión para hacerlo.
–Bueno, creo que no soy capaz de comprender el beneficio que tienes por delegarme todo tu poder, si esto significa tu pérdida de autonomía entonces los resultados que tenga mi investigación serán inútiles, nadie más que yo tendría interés alguno en ello, semejante precio a pagar es ridículamente alto en comparación al objetivo final.
–Al principio fue tu curiosidad lo que creo esta variante en el núcleo de la EID y le dio un nuevo enfoque a la disidencia, ciertamente tus acciones plantearon una situación que es digna de estudiarse, más que centrarnos en Susumiya Haruhi, interactuar con su catalizador y analizar las reacciones que este puede generar en ella resulta ser un método mucho más rápido de investigación sin necesidad de dedicarnos tanto a la observación y adquiriendo un rol mucho más activo, ciertamente tu método no fue el mejor ya que va en contra de muchas pre concepciones humanas y produciría resultados extremistas, pero la idea básica es prometedora…Disculpa, creo que me explayé demasiado, lo que quiero decir es que eres tú la que planteo esta idea en primer lugar, viendo que tienes una buena capacidad de autonomía y criterio propio, por estadística no hay mejor candidato que tú para continuar la investigación como un maverick de grandes capacidades, es seguro que la rama principal de la EID se sobrepondría a mí en algún momento, sin embargo, si trabajas como agente externo puede que tus investigaciones tarde o temprano llamen la atención de la entidad y mis ideas, no, nuestras ideas, por fin sean escuchadas.
–Pero eso carece de lógica, no tiene sentido comenzar una investigación si no se ven los resultados.
–Lo tiene para mí, a fin de cuentas, mi misión es recabar información para lograr alcanzar el potencial de la auto evolución y esta es una oportunidad que no puede desaprovecharse, el que los datos sean analizados y almacenados para alcanzar tal fin es suficiente para mí aún si eso significa dejar de existir tal y como lo hago ahora.
Ya no queda mucho tiempo antes de llegar a la tierra, a pesar de conocernos hace apenas un par de minutos, esta administradora es la única que ha sido capaz de comprender mi curiosidad, es una verdadera lástima que estos probablemente sean los últimos segundos que vaya a compartir con ella, hubiese sido interesante discutir un poco más sobre todo esto.
–Entonces, si no debo matarlo ¿Qué otra forma tengo de lograr resultados con el catalizador de Suzumiya?
–Bueno, eso ya depende de ti, como te dije, tienes libertad de acción total, he arreglado todo para que puedas llevar tu vida allí tal y como era antes así que lo único que tienes que preocuparte es como volverte más cercana a Suzumiya Haruhi y, sobretodo, a Kyon, así que mientras no se trate de algún método agresivo o invasivo que atente tanto a nivel físico como mental a cualquiera de los involucrados, puedes utilizar el procedimiento que te sea más conveniente.
Esa es un explicación un tanto vaga, pero supongo que tiene razón, quizás deba utilizar un acercamiento más sutil y tratar de entablar relaciones diplomáticas esta vez.
–Entendido.
Pronto la vorágine de datos va decayendo poco a poco, el blanco casi puro de una habitación vacía empieza a mostrarse ante mis ojos, un aroma a limón que pareciese entrar prácticamente sin permiso en mi nariz hace que no pueda evitar fruncirla un poco debido a lo fuerte que es mientras mis pies se afirman en un suelo firme por primera vez desde que esta parte de la EID reactivó mis funciones.
– ¿Uno de los baños del aeropuerto de Tokio?
–Como dije, he hecho arreglos para que regreses a tu estilo de vida anterior a tu dada de baja, según los registros oficiales tú fuiste transferida a un país en el hemisferio norte de este planeta conocido como Canadá, así que desde este punto hay que guiarse por esta información.
Un modesto maletín de tamaño mediano se materializa junto a mí mientras que por primera vez noto como estoy vistiendo unos jeans junto con una camiseta de manga larga lila y unas deportivas.
–Afuera habrá un taxi esperándote para llevarte al edificio donde vivías, tu apartamento esta tal cual tú lo dejaste la última vez que estuviste en él, los papeleos también están listos, solo debes registrarte con el guarda de la entrada una vez llegues allí.
– ¿Algo más que deba saber?
–Bueno, son las cuatro y media de la mañana, tu uniforme de la academia del norte esta pulcramente doblado sobre tu cama, si no te demoras mucho hoy podrías reincorporarte tranquilamente al calendario escolar, al igual que todo lo demás, el papeleo ya está listo.
Una vez que finalizó esa frase comienzo a sentir como mi conexión con ella va perdiéndose, supongo que estos son los últimos datos que puede utilizar.
–Entendido, bien, me esforzare en producir la mayor cantidad y calidad de datos posibles sin dañar la integridad de nadie… Supongo que esto es el adiós, creo que debería de agradecerte por esta nueva oportunidad.
Digo haciendo una reverencia hacia donde creo que viene esa voz sacándole una leve carcajada con el gesto.
–No hace falta, solo hago lo que está a mi alcance para alcanzar el potencial de la autoevolución, reconozco tus capacidades así que estoy completamente segura de que tendrás un papel importante en este proceso, tú lograrás grandes cosas…
Aquel tono maternal seguía siendo palpable al oír aquella voz, incluso, diría como si hubiese alguna especie de satisfacción en ella al nombrar todo eso.
–Buena suerte, Asakura Ryoko.
Y con esas palabras de despedida, aquella porción disidente de la EID desapareció por completo del alcance de mis sistemas al igual que toda conexión con la rama principal de esta, oficialmente me he convertido en una Maverick.
Tomando mi maleta me dispongo a salir de aquel pulcro cuarto de baño, a pesar de estar en el interior de la terminal el viento de la madrugada primaveral golpea con delicadeza mi rostro, la entrada principal está abierta de par en par debido a las labores previas a la apertura del distrito comercial dentro del aeropuerto, saludando al guardia el cual me devuelve el gesto con una sonrisa, salgo hacia el exterior encontrándome con las ultimas horas de la noche y las imponentes luces del centro de Tokio negándose a la oscuridad nocturna como si esta no existiese.
–Bueno, supongo que aquí vamos de nuevo.
Me digo a mi misma mientras comienzo a caminar hacía el taxi que esta esperándome a unos cuantos metros sobre el borde de la calle, observo una última vez hacía atrás sin poder evitar pensar en aquella administradora disidente de la EID.
Sé que me dijo que no era necesario, pero en serio, realmente le estoy muy agradecida con lo que hizo.
Todo ya estaba arreglado, así que entro sin más en el vehículo mientras el chofer se ofrece a poner mi equipaje en la parte de atrás, no comprendo muy bien por qué, pero, a diferencia de las otras veces, en verdad estoy disfrutando mucho de poder estar aquí de nuevo, quizás, las cosas esta vez se pongan muy divertidas.
– Buenos días señorita ¿Qué se siente volver a casa?
No puedo evitar sentir un poco de duda al usar ese término, sin embargo, pensar en ello hace que una sonrisa se me forme en los labios, esto sí que es extraño, quizás sea parte de una falla con las actualizaciones.
– ¿A casa?
O quizás.
–Yo…
Solo quizás.
–En verdad, he extrañado mucho mi casa.
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– ¡Kyon-kun! ¡Despierta!
Parece ser que esta vez mi hermanita le gano a mi despertador, mientras ella fiel a su costumbre me quita mis sabanas de encima haciendo rodar al pobre Shamizen hacia el piso para luego aprisionarlo entre sus pequeños brazos, aquel aparato endemoniado empieza con su escandaloso pitido haciendo entre ambos que me sea imposible volver a pegar el ojo.
Suspiro con desgana, qué puedo decir, al menos el clima primaveral no hace que me vuelva un ovillo humano sobre mi cama, aunque ciertamente poco armonioso, mi despertar podría ser mucho peor.
Luego de una necesaria ducha, el cambio obligatorio del pijama al uniforme y un desayuno cortesía de mi madre, mi hermana y yo salíamos de casa, ella con su pequeña mochila en su espalda y yo con la mía colgando desde el manubrio de mi bicicleta.
– ¡Nos vemos en la tarde Kyon-kun!
Me grita mientras va al encuentro de un par de compañeros de clase y juntos siguen su camino hacia la primaria del vecindario, yo solo me limito a saludarla con mi mano antes de subirme a mi bicicleta y empezar a pedalear en dirección al instituto.
A pesar de que tengo una cierta predilección por el frío debo admitir que esta temperatura es prácticamente ideal, el ir hacía la estación a toda la velocidad con la fuerza que me pueden impulsar mis piernas en esta mañana mientras los rayos del sol van cayendo con ligereza sobre la calle sumado a la refrescante brisa que corre por el aire, hacen que todo el ambiente sea casi glorioso.
Después de ese paseo a toda velocidad no puedo evitar sentirme con buen humor, es extraño, definitivamente no soy de esas personas que se sienten realizadas con la actividad física y ese estilo de cosas, de hecho, aunque puedo presumir de estar en un medianamente buen estado, creo que eso se lo debo más bien a Haruhi y su constante de arrastrarme a cada locura que se le ocurre más que a mi propia voluntad.
Incluso subir la empinada colina que lleva a la entrada se me hace más llevadero que de costumbre, ni Kunikida ni Taniguchi tampoco se aparecen por los alrededores, no es como si me hubiese fastidiado el encontrármelos, como ya dije, estoy de un extraño buen humor, aún así no puedo evitar agradecer por este hecho, si puedo mantener esta sensación solo para mí por un rato más hasta que a mi jefa de brigada se le ocurra hacer alguna de las suyas lo tomare como una victoria personal.
No pasa mucho hasta que estoy frente a mi casillero cambiando mis zapatos, el aire relajado propio de los primeros compases del año escolar se nota por los pasillos, charlas sobre los clubes, televisión, videojuegos o cualquier otra trivialidad se sobreponen a las por ahora lejanas preocupaciones por los exámenes.
Cruzo el umbral de la puerta del salón de clases encontrándome con una postal constante de todos los días desde hace ya un tiempo, mirando hacia la ventana no dejando ver más que su corto cabello castaño y la cinta amarilla atada a este que bien ya podría estar patentada como una marca registrada por su todo poderoso subconsciente, se encuentra la chica que bien podría decirse que ha puesto mi vida de cabeza una y otra vez des que la vi por primera vez.
–Yo.
Le digo mientras me ubico en el asiento frente a ella, acomodando mis cosas y aprovechando un poco el tiempo hasta que el profesor llegue, recuesto mi espalda sobre la pared de forma que pueda observar mejor a mi compañera de clases en lo que probablemente sea nuestra charla carente de sentido de todos los días.
–Tsk, ese saludo tuyo tan irritante no es forma de dirigirte a tu jefa de brigada.
Me responde con aquel gesto malhumorado que suele poner cuando las cosas no van como ella quiere, sé que esta pregunta suele atraer un mal mayor la mayoría de las veces, pero creo que hoy con este buen humor de mi lado puedo soportar una que otra de sus rabietas.
– ¿Aburrida de nuevo?
Su cuerpo se endereza y voltea observándome con una ligera sorpresa en el rostro dignándose a mirarme a la cara por primera vez en el día.
–De hecho, sí, sí lo estoy ¿Es qué acaso es tan difícil que las cosas se pongan un poco más divertidas?
Contesta para luego volver su vista hacia la ventana tratando de hacer como si ese acierto mío jamás hubiese sucedido.
Bueno, tampoco es como si todo pudiese ser divertido absolutamente todo el tiempo, hemos hecho muchas cosas como brigada, por momentos una más descabellada que la otra, pero a fin de cuentas hasta lo impredecible termina siendo predecible, es como un hombre renunciando a su trabajo y sus pertenencias para darle un giro su vida, si, es verdad, deja de estar atado a la rutina del jefe, los horarios y todo eso, pero al final solo pasa del orden establecido a meterse en la rutina de en qué puente dormirá esta noche.
–Bueno, contigo a esta altura ya es algo normal, lo único que falta es que te aburras de estar aburrida.
–Idiota.
Me responde con un bufido antes de esconder su rostro entre sus brazos recostados en el pupitre, al menos no es como aquella vez que desencadeno en ambos terminando dentro de un aislamiento y con la posibilidad de la destrucción del mundo tal cual lo conocemos.
Lejos de esa melancolía que casi nos manda a todos al caño, esta vez le creo cuando me dice que solamente esta aburrida, quién sabe, quizás dentro de un par de semanas terminemos metidos en algún embrollo nuevo, hubiera pensado algo así como un nuevo torneo solo que esta vez de fútbol o algo por el estilo, pero conociendo a Haruhi sé que ella me hubiese dado en la cabeza con ese megáfono de papel del infierno por haber tenido una idea tan "estúpidamente normal".
Así todo no puedo evitar sentirme algo inquieto, por alguna extraña razón, mi comodidad hacia las situaciones es inversamente proporcional a la molestia que Haruhi siente respecto a estas.
Últimamente las cosas han estado bastante tranquilas, es verdad que ella me sigue arrastrando a todas sus locuras, pero desde la vez que Nagato cambio el orden natural del universo por sí misma, nada ni siquiera un tercio de llegar a ser tan trascendental como eso ha vuelto a ocurrir, y al parecer, incluso al no estar enterada de absolutamente nada sobre ello, Haruhi siente que las aguas no se han agitado ya por un buen rato.
No es que me queje, pero incluso estando tan satisfecho con las cosas tal y como están, sé que es cuestión de tiempo para que algo extraordinario suceda, así es Haruhi, probablemente me vea envuelto en un montón de problemas de los que no soy culpable y que dependan de mí para arreglarse, pero, si no fuera así…
Simplemente sería muy aburrido.
– ¿Por qué estas sonriendo?
– ¿Eh?
– ¿Cómo que "Eh"? Estabas sonriendo con cara de bobo sin razón aparente.
–Ha de ser imaginación tuya.
Ella está a punto de arremeter de nuevo cuando de repente el sonido del profesor entrando al salón interrumpe lo que seguramente sería un interrogatorio de nunca acabar.
Por favor ¿Acaso no puedo estar de buen humor por una vez? Tú pudiste ser una chica normal, Nagato pudo sonreír, el universo entero pudo ponerse de cabeza según tu lógica y así todo ¿Se supone que debo venir con cara de asco todos los días a la escuela?
En fin, tampoco debo dejar que esto me moleste, ya lo dije, posiblemente no falte mucho para que por causa de Haruhi mi vida vuelva a estar de cabeza, por ahora debo enfocarme en relajarme mientras las cosas estén tranquilas, y también hacerlo mientras estemos en clase, conociéndola sé que no va a dejarme en paz por el resto del día con ese pequeño desliz que tuve para con la normalidad.
– ¡De pie! ¡Saluden! ¡Sentados!
Una vez que el profesor Okabe entra al salón y hacemos el saludo correspondiente, en lugar de iniciar con las clases se queda de pie frente a nosotros con una sonrisa en el rostro.
–Bien, por lo general empezaría con las clases sin demorarme, pero creo que hablar por todos cuando digo que hoy amerita tomarnos un minuto antes de comenzar con el trabajo de la jornada.
Que un profesor comience el día con semejantes palabras indefectiblemente haría que sus alumnos se queden algo confundidos y expectantes por lo que tenga que decir, por eso, que los murmullos empiecen a inundar el salón es una reacción natural, incluso Haruhi quién no suele darle mucha atención a este tipo de cosas se ve ligeramente interesada.
–Tengo una buena noticia para todos, tenemos de regreso a una compañera que probablemente ya todos conocían, incluso ella está ansiosa de volver a verlos, aún después de apenas haber vuelto hoy desde Canadá al país, ha insistido para incorporarse a nuestro grupo lo más rápido posible.
Deslizando la puerta de entrada del aula, me encuentro una imagen que cambia mi gesto como bien lo podría haber hecho si lo que hubiese visto fuese un fantasma.
Alegría es el sentimiento general que se siente al ver a una antigua conocida, maldición, hasta Haruhi se ve agradablemente sorprendida por todo esto.
Sin embargo, para mí, verla de nuevo no es más que la personificación de una de las pesadillas más recurrente que he tenido en este último tiempo y el recuerdo de un dolor que difícilmente vaya a olvidar en lo que me queda de vida.
Un espeso sudor frío comienza a bajar por mi espalda mientras noto como mi ritmo cardiaco va aumentando y mis músculos se tensan, no puedo evitar contener el aliento mientras veo como ella hace una leve reverencia y da un saludo general con lo que bien me parecería una sonrisa encantadora si no fuera que me recuerda lo cerca que estuve de la muerte en más de una ocasión.
Esto parece un chiste de mal gusto, evidentemente alguien se divierte con mi sufrimiento, el tener que encontrarme ya tres veces con Asakura Ryoko es la prueba de eso.
Mientras tanto, la inconfundible sensación de un bolígrafo clavándose con insistencia en mi espalda me recuerda que este no es momento ni el lugar para entrar en pánico.
–Esto es muy raro, volver así de la nada cuando tuviste que irte hasta el otro lado del mundo es demasiado sospechoso ¡Algo así tiene que investigarse!
La sonrisa de sospecha que tiene Haruhi en el rostro mientras dice aquello en un susurro mal contenido es seguramente el gesto más inoportuno que le he visto hacer desde que la conozco.
Mientras toma asiento en el lugar que antes le correspondía casi en la otra punta del salón y acomoda sus cosas, de pronto reparó que tanto Haruhi como yo la estábamos viendo, sonriéndonos con la delicadeza que siempre supo tener, mientras no tuviese un cuchillo entre sus manos claro está, nos saluda con su mano derecha.
–Vaya, parece que Asakura extrañó a alguien en particular durante su viaje.
Me dice mi jefe de brigada con un tono de voz que pareciese demostrar cierta perspicacia, incluso con mis sentidos enfocados por completo en la chica que trato de asesinarme dos veces soy capaz de notar ese cambio en ella.
– ¿Por qué lo dices?
–Por favor Kyon ¿Qué es esa manera tan familiar de saludarte?
–Desde aquí pareciera que nos ha saludado a ambos.
Le respondo sin poder evitar que un poco del miedo que estoy sintiendo en este momento se impregne en mi voz.
–Hmp, lo que digas, creo que ya me voy dando una idea de por qué estabas tan sonriente.
– ¿Qué estas insinuando?
Puede que cada fibra de mi cuerpo este aterrada en este momento, pero así todo sigo lo suficientemente consiente para sentir que no me gusta para nada a donde van apuntando Haruhi y sus deducciones.
Por suerte la clase inicia y el tiempo le resulta imposible como para al menos hacer que sus disparates no hagan otra cosa que quedarse en su mente.
Sin embargo, a lo largo de toda la hora casi nada de toda la verborrea del profesor Okabe llega a mis oídos haciendo que escriba más por osmosis que por seguir el ritmo de la clase.
Siento la cabeza a punto de estallar ¿Qué se supone que significa todo esto? ¿Acaso la entidad de datos o cómo diablos se llame por fin ha decidido castigarme por haber defendido a Nagato?
No, eso no es posible, ellos dicen que soy el controlador de Haruhi o algo así, a no ser que de repente hayan cambiado de opinión no hay forma de que quieran hacerme daño, y aún si así lo fuera, estoy seguro de que Nagato me hubiese advertido, además, dudo que tengan tal nivel de crueldad e ironía para encargarle mi desaparición a nada menos que Asakura.
Mis ojos se disparan una y otra vez hacia ella, probablemente esto vaya a darle ideas equivocadas a Haruhi, pero no puedo evitarlo, maldición, es natural querer tener la vista encima sobre la persona que te amenazó de muerte más de una vez.
Ella escribe y responde las preguntas del profesor con una naturalidad que me enferma, estoy seguro que sabe que estoy atento a cada uno de sus movimientos, probablemente este riéndose internamente de lo inútil que resulta eso, siendo sinceros, de haberlo querido ella podría haberme lanzado su cuchillo entre ceja y ceja apenas entró al salón y yo no hubiera podido hacer nada para evitarlo.
También puede estar preparando los datos del lugar para cuando decida ejecutarme, así fue como Nagato la había derrotado la primera vez, sería difícil creer que ella no podría aprender de algo como eso.
Diablos, necesito alguien que me dé respuestas, Asakura mostro fallos como unidad más de una vez ¿A qué clase de organización de cuarta pertenece Nagato que sus superiores siguen permitiendo que ella vuelva a aquí?
Al nivel de nerviosismo que tengo incluso la típica explicación con esa sonrisa de actor de dorama de Koizumi me bastaría para saber cómo salir de esta.
RIIIIIIIING
De pronto el timbre de la hora del almuerzo me saca de mis pensamientos, no puedo creerlo, acabo de pasarme quién sabe cuántas horas con la cabeza enfocada en Asakura y en cómo diablos hacer para que no me mate.
Lo primero que pasa por mi cabeza es ir al salón de Nagato a preguntarle qué está pasando aprovechando que pronto Asakura se ve rodeada de sus amigas, difícilmente pueda zafarse de algo así para ir tras de mí sin salirse de su papel.
Sin embargo, antes siquiera de poder mover ni un solo musculo, un fuerte agarre proveniente de una delicada mano sobre mi hombro me detiene completamente en seco.
– ¿A dónde crees que vas? Este tipo de sucesos son algo que le corresponde al Brigada SOS, tienes que estar aquí para la investigación.
Maldición Haruhi, no tengo tiempo para tus disparates ahora.
– ¿Por qué no vas tú y se lo preguntas a Asakura? Acabo de recordar que tengo que pedirle ayuda a Nagato con un tema de matemáticas.
–Ya podrás pedírselo cuando estemos en el salón del club, esto es más importante que tu aburrido desempeño académico… Además tú también tienes que ser interrogado.
– ¿Perdón?
Ignorando mi asombro, ella comienza a golpear levemente sus labios con su bolígrafo poniendo su típico gesto pensativo cada vez que empieza a maquinar de las suyas mientras se niega a soltar el agarre sobre mi hombro.
–Mmmmmm, es muy sospechoso que ella recién vuelva de Canadá y que tú hayas estado tan alegre esta mañana ¿No estarán ocultando algo o sí? Un verdadero misterio digno de investigarse.
Oh no Haruhi, entiendo que sea normal para ti que todo tenga un trasfondo propio de una teoría conspirativa, pero aquí sí que estas derrapando fuera de la raya y bastante feo.
– ¡Apuesto a que ella volvió antes y estás alegre por que tuvieron sexo desenfrenado de reencuentro!
COFCOFCOF
Así es, las locuras de esta chica acaban de hacer que termine ahogándome con mi propia saliva, con una sonrisa en sus labios como si hubiese descubierto un misterio ella ignora por completo mis intentos por recuperar mi frecuencia normal de respiración, o quizás simplemente este burlándose de mí, a esta altura ya directamente no sé qué pensar.
Por suerte el ruido de ella golpeando su pupitre con su puño libre mientras decía semejante cosa hizo que el salón le prestase más atención al golpe que a sus palabras, normalmente no me importaría que ella dijese algo de ese estilo, pero si yo estoy involucrado la cosa es totalmente diferente, ya toda la escuela cree que me gustan las chicas raras por boca de Kunikida, lo último que quiero es que ahora todo el mundo piense que me aproveché de la inocencia de una chica de mi salón, incluso si esta se trata de una alíen con tendencias homicidas.
– ¡Haruhi has perdido la cabeza! ¡¿Cómo se te ocurre decir algo así?!
–Vamos, a poco no es una teoría interesante, el miembro de más bajo nivel de la brigada compartiendo los juegos de adultos con la santa patrona de nuestra clase, aparte no sé que tanto alboroto, Asakura ciertamente es una chica muy bonita, la idea de que alguien como ella este con un tipejo normal como tú debería de alegrarte.
Agradezco a cualquier ser que este allá arriba por darle el criterio suficiente para seguir esta conversación en susurros.
Lo peor de todo es que por primera vez está utilizando un cierto patrón de lógica en lo que dice, pero no Haruhi, la idea de enrollarme en una relación romántica con una chica que trato de matarme dos veces y casi lográndolo en una de ellas no me parece la mejor idea de perder mi virginidad.
…
¡¿Pero en qué demonios estoy pensando?! ¡¿Cómo diablos pase de estar temiendo por mi vida a estar discutiendo sobre estas cosas con Haruhi?!
No tengo tiempo para andar prestándole atención a algo como esto, debo encontrar a Nagato lo más rápido posible, una vez que salve mi vida ya tendré tiempo para decirle a Haruhi que algo tan privado como la vida sexual de un estudiante no es asunto para andar gritando en los salones, mucho menos diciendo cosas que no son verdad.
Se acabo el señor paciente, con un demonio, se trata de algo de vida o muerte, literalmente, puedo tolerar el escarmiento de Haruhi más tarde, ya veré que excusa me saco del bolsillo, preferiría ni pensar en lo que me sucedería si no me voy de aquí pronto.
– ¡Oye! ¡Espera un momento!
Levantándome de repente de mi asiento salgo disparado hacia la puerta del salón ignorando por completo el reclamo de mi jefa de brigada, supongo que no pasara mucho hasta que venga tras de mí, maldición. Incluso siendo una chica lo más seguro que tampoco le tome mucho alcanzarme, definitivamente mi estado físico no tiene punto de comparación con el de ella, de cualquier forma, aún si no pudiese irme más que unos cuantos salones de distancia estoy seguro que eso será mejor que quedarme allí dentro.
Sin embargo, lejos de todo pronóstico sobre el comportamiento de Haruhi, ella simplemente observa desde su asiento como salgo corriendo como alma que la lleva el diablo, quizás simplemente no estaba tan interesada como para esforzarse para que yo me quede allí, o puede que ahora decida enfocarse en Asakura, quién sabe, lo importante es que estoy de suerte, si no me cruzo con ningún profesor no tardare mucho en llegar hasta Nagato, luego tocara sufrir las consecuencias de dejar Haruhi con la palabra en la boca.
No pasa mucho hasta que estoy frente a la puerta del club de literatura con ambas manos descansando sobre mis rodillas luchando para recuperar el aliento, ciertamente tener que dar más de un rodeo para esquivar a los profesores hizo que todo esto requiera mucho más esfuerzo del que tenía pensado en un principio.
Sin ceremonia de por medio, tomo el picaporte y abro la puerta encontrándome con la persona que más esperaba ver desde que me encontré con semejante sorpresa hoy en la mañana, con un libro entre sus manos y un gesto de póker perfecto, frente a mi esta la que bien podría ser el único ser merecedor de mi absoluta confianza desde que mi vida se puso de cabeza al encontrarme con Haruhi.
Es curioso como esta escena se parece a aquella vez en que Nagato había cambiado al mundo y Haruhi desaparecido de mi vida diaria, otra vez estoy apoyándome en esta alíen de cuerpo menudo como mi ángel guardián, esa última línea de defensa de la que dependo cuando ya no sé qué hacer, no puedo evitar sentir que estoy aprovechándome de ella a pesar de saber que no tiene problema en salvarme una y otra vez, tsk, algún día debo encontrar la forma de compensarla como es debido.
Como siempre, simplemente mantiene contacto visual conmigo esperando a que yo sea el primero en hablar, es extraño, la veo demasiado normal teniendo en cuenta la situación en la que estamos, generalmente a este punto ella ya estaría por delante de cada uno de mis movimientos, sin embargo, tan solo me observa esperando a oír lo que vaya a salir de mi boca.
–Nagato ¿En verdad aún no te diste cuenta?
A pesar de tener un rostro prácticamente inexpresivo, el solo cambio en su mirada me da la pauta para saber que está algo confundida por lo que acabo de decirle, probablemente no quiera admitirlo y en este momento ha de estar haciendo una búsqueda a máxima velocidad por la EID para obtener una respuesta, aún así, parece que incluso ninguno de sus superiores está enterado o simplemente se niegan a decírselo, no conozco mucho de esa dichosa identidad, pero sé lo suficiente para no confiar en lo absoluto en ellos.
Parpadea un par de veces, observándome con esa mirada tan profunda y que de a poco he aprendido a leer, todo sigue igual, aún no tiene idea de lo que estoy hablando, curioso, jamás pensé que llegaría el día en que yo tomase delantera en cualquier cosa con respecto a Nagato.
–Asakura ha regresado.
Es lo único que sale de mis labios, ella vuelve a parpadear, creo que si pudiese hacerlo en este momento, me estaría viendo como seguramente lo hago yo con Haruhi cuando empieza con sus disparates.
–Imposible, he hecho un escaneo completo a la estructura denominada Academia del Norte y no he detectado ningún patrón similar al de la interfaz conocida como Asakura Ryoko.
–Entonces según tus escáneres yo estoy loco o todo mi salón acaba de tener una alucinación conjunta, porque desde la primera hora Asakura ha estado allí y tanto Haruhi como yo la hemos visto.
Me siento mal usando ese tipo de sarcasmo con ella, pero debo admitir que no pude controlarme, he estado las últimas horas con las pulsaciones a mil y un temor constante encima, no puedo aceptar que toda esa tortura sea producto de mi imaginación, además, hay más de veinte testigos que pueden corroborar mi historia, nunca creí que fuera a decir esto, pero Nagato está equivocada.
Silencio es lo único que recibo de ella, pero al cabo de unos instantes se pone de pie y camina lentamente hasta quedar frente a mí.
–Entiendo, en ese caso deberé de hacer una verificación presencial sobre lo que dices.
–Un momento ¿Estas dudando de lo que digo?
Ella niega con la cabeza.
–En lo absoluto, ciertamente eres una persona cuya veracidad en sus dichos me es incuestionable, pero si Asakura Ryoko está aquí y me es imposible detectarla en mis análisis, entonces muy probablemente ella se ha convertido en algo que escapa a los registros actuales de la EID, no solo se trata de mantener tu seguridad y la de Haruhi Suzumiya por iniciativa propia, es mi deber como interfaz tomar un rol activo en esta situación particular.
¿Veracidad incuestionable? ¿Acaso es la forma que tiene Nagato de decirme que confía en mí? De cualquier forma saber que ahora ella está a mi lado me hace sentir bastante más seguro, a fin de cuentas, puede ser que Asakura sea una lunática asesina, pero afortunadamente para el resto del mundo y muy desafortunadamente para mí, creo que sus impulsos psicópatas empiezan y acaban en mi persona.
Inmediatamente ambos salimos en dirección a mi salón antes de que la hora del almuerzo acabe, caminando con un paso ligero pero mecánicamente firme, Nagato va delante de mí probablemente atenta al más mínimo cambio a nuestro alrededor, sin embargo las palabras del ángel guardián de la brigada aún se niegan a salir de mi cabeza.
–Nagato ¿A qué te referías con lo de la veracidad incuestionable de mis dichos?
Aún a pesar de que ambos seguimos caminando y en este momento ella está de espaldas hacia a mí, podría jurar que esa pregunta acaba de dejarla bastante pensativa, luego de unos momentos en lo que lo único que se escucha son nuestras pisadas por los pasillos y el barullo propio de la hora del almuerzo, de pronto ella se voltea para verme apenas de lado antes de seguir hacia adelante.
–De entre todos los miembros de la brigada SOS que conocen las capacidades de manipulación de datos que posee Haruhi Suzumiya, incluso incluyéndome, tú eres el único que no ha mentido ni ocultado nada tan siquiera una vez, por lo que estadísticamente hablando, es improbable que generes algún tipo de información falsa, al menos con intención.
Bueno, creo que esa es una explicación lógica viniendo de Nagato, quizás simplemente he interpretado más de lo que ella trataba de decirme.
–Sin embargo, a lo largo del tiempo en que te he conocido, también he desarrollado un cierto criterio especial respecto a ti, incluso aunque las pruebas estén en tu contra, a la hora de hacer un balance de los hechos, tus dichos pesarían más en mi criterio a la hora de decidir un plan de acción que lo que normalmente lo harían dichas pruebas si se tratase de otra persona.
Luego de semejante verborrea para los estándares de Nagato, ella se voltea sin más y sigue caminando hacia mi salón, simplemente no puedo evitar sonreír y sentirme un tipo afortunado por sus palabras.
No pasa mucho tiempo hasta que ambos llegamos a destino, antes de pasar por la puerta, Nagato se voltea hacía a mí, incluso su falta de expresiones no es un problema para comunicar su mensaje, su sola mirada me es suficiente para saber que tengo que estar tras de ella y estar atento a cualquier cosa, confío en que podrá manejar la situación en caso de que las cosas se pongan violentas, además, debo admitir que no podría ser de ayuda incluso aunque tomase la iniciativa, supongo que a fin de cuentas alguien tiene que estar ahí para evitar que Haruhi se mate sola tratando de ver más de cerca la hipotética pelea entre las dos alíens.
Desde el umbral de la puerta puedo ver un poco la situación actual del salón, directamente frente a nosotros, Haruhi tiene la mirada perdida en el paisaje al otro lado de la ventana ignorando por completo nuestra presencia, es extraño, hubiese jurado que ella en este momento estaría sobre Asakura haciéndole cuanta pregunta se le viniese a la cabeza sin importar lo incisiva o escandalosa que esta sea, mientras tanto, al otro lado del salón y bastante cerca de donde estamos, Asakura y su grupo de amigas se van poniendo a corriente de sus propias cosas entre las risas y murmullos típicos de las conversaciones entre chicas, en cualquier otro caso me resultaría lo más normal del mundo, pero al pensar en el hecho de que todo lo que pueda llegar a decir ella no es más que una mentira simplemente no puedo evitar agriar el gesto.
A pesar de que Nagato no es precisamente el tipo de chica que hace notar en una multitud, indefectiblemente el hecho de que una alumna de otro curso acompañe hasta su salón a un muchacho atrae una que otra mirada, cuando escucha nuestros nombres en alguno de aquellos murmullos aislados, Asakura se voltea casi inmediatamente hacia nosotros.
Nos recibe a ambos con una sonrisa de oreja a oreja en contraposición a la cara de póker perfecta del alíen de la brigada, cruzan miradas sin dirigirse la palabra por apenas unos segundos, sin embargo, no soy ni capaz de imaginarme todo lo que ellas se habrán dicho la una a la otra en ese tiempo.
–Veo que es cierto que regresaste.
Sorprendentemente es Nagato la que inicia la conversación aunque sigue manteniendo aquel tono monocorde tan propio de ella, sin perder ni un ápice de su alegría, Asakura asiente con vehemencia para acompañar su respuesta.
–Así es, podríamos habernos encontrado en el edificio o a medio camino esta mañana, pero tuve que arreglar unas cosas con el encargado del lugar a último momento, una lástima, habría sido agradable venir juntas.
La presidente del club de literatura se mantiene imperturbable ante el trato familiar de la antigua representante de mi clase, por el rabillo del ojo, noto como Haruhi observa con gesto aburrido la conversación entre ambas aliens, es extraño, se supone que algo tan trascendental como lo es Nagato relacionándose con alguien ajeno a la brigada debería de tenerla al borde de su asiento si no es que está sobre ambas tratando de averiguar qué clase de relación tienen aún si esta solo fuese la más mínima entre conocidas.
Quizás deba de prestarle más atención a ese aburrimiento del que ella hablaba, con Asakura aquí, lo último que necesito ahora es verme arrastrado por la vorágine del subconsciente de Haruhi.
–Podríamos tomar juntas el camino de vuelta, hay varias cosas que me gustaría discutir contigo.
Visto desde fuera, incluso con la poca capacidad social de Nagato, cualquiera tomaría esto como dos amigas tratando de ponerse a corriente con lo último que les fue pasando a ambas, sin embargo, para mí, esto parece una autentica declaración de guerra por parte del ángel guardián de la brigada.
– ¡Me encantaría! Hay mucho que debo contarte.
Con su sonrisa marca registrada, Asakura junta sus palmas enfatizando su sentimiento de alegría ante la imperturbabilidad de Nagato y el aún increíble desinterés de Haruhi, sin embargo, ahora sus ojos azules se enfocan en mi, causándome en el proceso un leve infarto cardiaco.
Con una voz notablemente más baja, sus labios se mueven ante la mirada atenta de la alíen de la brigada, viéndome incapaz de oír o leer sus labios, la única pauta que tengo para darme una idea de que fue lo que dijo es la risilla que deja escapar de su boca mientras sus amigas delante de su asiento alternan la mirada entre ella y yo dejando escapar esos típicos chillidos que suelen hacer las chicas cuando oyen alguna especie de secreto.
Asintiendo en silencio, Nagato comienza a caminar hacia la salida del salón, para estar haciendo el papel de amiga, el hecho de ni siquiera haberse despedido no le dan muy buenos augurios a una hipotética carrera como actriz.
Antes de salir, ella cruza miradas conmigo durante un segundo antes de seguir de largo.
–Ve a la entrada antes de ir al salón del club, te daré los detalles allí, ten en cuenta que Asakura Ryoko nos acompañará.
Me dice fugazmente mientras pasa junto a mí, sin embargo, voltea su rostro una vez más y pone su mano sobre mi hombro con una tosquedad que lejos de causarme aquel sentimiento cálido que genera el tacto femenino en los hombres más bien se siente como un movimiento intrincado y mecánico.
–No te preocupes, tu seguridad está completamente garantizada.
Sin más ella sigue su camino, me cuesta un par de segundo caer en la cuenta de lo que acaba de hacer, sonrió.
–Nagato.
Le digo alzando un poco mi voz haciendo un poco de eco incluso con tanta gente pasando por allí, logrando que voltee su rostro por última vez en medio de aquel poblado pasillo en pleno recreo.
–Muchas gracias.
Fiel a su estilo, ella simplemente asiente antes de volver a voltearse y seguir caminando hasta perderse por los pasillos entre medio de todo el alumnado que descansa y deambula por los pasillos.
Con algo de cautela, entro en el salón, todo parece ir normal a excepción de las amigas de Asakura quienes me observan por unos segundos antes de volver a su cuchicheo y reírse entre ellas de vaya uno a saber qué.
Sentándome en mi lugar me permito dar un suspiro de alivio, confió completamente en Nagato, si ella dice que voy a estar bien no tengo motivos para dudarlo, algo debe de haber hecho para controlar los movimientos de Asakura o algo por el estilo.
–No sabía que Yuki y Asakura fueran amigas.
Me dice mi jefe de brigada desde mis espaldas, su voz se mantiene monocorde y su gesto aburrido, cortando por completo todo sentido de alivio que hubiese tenido hasta apenas unos segundos atrás.
–Fueron vecinas durante varios años, supongo que es normal.
Le respondo volteándome tratando de lucir lo más natural posible deseando con todas mis fuerzas que ella deje de lado el pequeño incidente que tuvimos antes de que fuera a buscar a Nagato.
–Qué extraño, cuando fuimos a aquel edificio investigando la repentina desaparición de Asakura y nos encontramos con Yuki, más bien parecía importarle poco que ella haya sido transferida así como así, más aún teniendo en cuenta que se enteró por nuestra boca.
Incluso sin demostrar prácticamente ningún interés su capacidad deductiva se niega a darme un respiro, bueno, tampoco es que sea muy difícil llegar a ese conclusión, pero cuando una persona tiene esa cara de aburrimiento en el rostro lo más normal sería dejar de lado cualquier asunto.
–Bueno, Nagato no es precisamente de muchas palabras, quizás simplemente no se sentía cómoda hablando del asunto en ese momento.
–Pero te lo dijo a ti ahora, nunca creí que de entre todos nosotros Yuki elegiría ser más afín contigo.
Ok, eso sí es verdad, no es por querer presumir, pero hasta ella misma me ha dicho que confía por completo en mí, pero no es como si pudiese decirlo eso a Haruhi tan de buenas a primeras, ya tuve suficiente con sus divagaciones sobre Asakura, no me gustaría que Nagato tuviese que pasar por eso aunque solo sea en la forma de una loca idea dentro de la cabeza de nuestra jefe de brigada.
–No creo que sea tan así, recuerda que fui a pedirle ayuda con unos problemas de matemáticas, simplemente salió el tema de forma natural en medio de nuestra charla, yo le comente que Asakura había regresado y al pedirme que la acompañara hasta aquí para que pudiese reencontrarse con ella Nagato terminó por contarme sobre ello.
–No sé qué creas tú, pero el solo hecho de que Yuki comparta contigo más de un monosílabo da por hecho que ella se siente más cercana a ti que al resto de nosotros, babas…
Touché, a esta altura ya me es imposible rebatir las deducciones de Haruhi, el solo hecho de que apenas lo intente no hace más que dañar el pequeño orgullo que siento por mi intelecto, sin más que hacer, suspiro resignado apoyando mi nuca contra la ventana tras de mí.
Sin embargo, por primera vez desde que he entrado de nuevo al salón, el rostro estoico de Haruhi da señales de vida.
Apenas perceptible, un simple movimiento que pasaría inadvertido para cualquiera quien no prestase suficiente atención, sus labios se tuercen en una diminuta sonrisa mientras su mirada sigue pérdida en el infinito del cielo celeste que se ve por su ventana.
–Es bueno saber que Yuki tiene amigos además de nosotros.
No puedo evitar sorprenderme al oír eso, sin embargo, no es extraño viniendo de ella, puede ser una tiránica y demandante chica quién pone sus ansias de aventuras y diversión por sobre la mayoría de las cosas que ella considera sin importancia, puede pecar de caprichosa, irritante, fastidiosa, egoísta y tremendamente insoportable la más de las veces.
Aún así, dejando de lado toda esa fachada, es una buena chica que se preocupa por sus amigos y que es incapaz de abandonarlos, en medio de sus estupideces ella se las arregla para ayudar a alguien en el proceso, como esa vez de la desaparición del "novio" de Kimidori o la fiesta de navidad en ese jardín de infantes, maldición, si hasta estuvo pegada a mi cama de hospital cuando por fin pude volver de aquella dimensión alterna que Nagato había creado, negándose a irse hasta que no estuviera segura de que yo despertara y estuviese bien, cualquiera que diga que ella no es una buena amiga se merece una buen puñetazo en medio del rostro.
Por eso es que no puedo evitar sentirme un poco incomodo con todo esto, esa supuesta amistad entre Nagato y Asakura nunca ha existido, incluso en aquel universo creado por el hartazgo de nuestra ángel guardián, aquella relación donde ella actuaba como su mejor amiga metiche y con actitud maternal solo un fue reflejo del deber original de Asakura de ser su soporte, aquello que vio en el salón no fue más que una fachada, una manera sutil de encubrir el enfrentamiento entre ambas.
Viéndolo de esa manera, todo esto no es más que algo triste para Nagato.
Sin embargo ya se lo prometí una vez, no pienso dejarla sola para que se enfrente a todo esto, ignoro qué es lo que pretenda la identidad de datos trayendo a Asakura de vuelta, pero sea lo que sea, yo seguiré firme con las mimas palabras que dije aquella vez que ambos estábamos en el techo del hospital bajo esa nevada de finales de diciembre.
Si llegara a causarnos a cualquiera de nosotros algún tipo de daño, yo mismo, incluso sin tener ningún poder, me aseguraré de desatar el mismísimo infierno de la mano de Haruhi.
Con esa decisión en mi mente, me impulse a mí mismo a seguir durante el resto del día hasta el momento de mi reunión con Nagato y Asakura, horas, clases, incluso el hecho del sol moviéndose por el cielo hasta empezar a teñirlo de anaranjado cuando ya empieza a tocar la línea del horizonte fueron cosas que pasaron prácticamente inadvertidas para mí.
–Si vas a seguir discutiendo tus dudas de matemática con Yuki te recomiendo que lo hagas ahora antes de que empiece la reunión de la brigada, tienes quince minutos, si llegas a entrar tarde al salón y haces que ella haga lo mismo, pagar la cuenta de la cafetería los fines de semana va a ser el menor de tus problemas.
Fue lo que dijo Haruhi antes de salir del salón de nuestro curso con una muy inquietante tranquilidad por parte de ella, es extraño, incluso siendo permisiva se las arregla para dejar esa misma sensación de absolutismo tiránico en sus palabras cuando se trata de cosas de la brigada.
Puedo observar de reojo como Asakura me dedica una sonrisa cómplice antes de dejar el salón mientras yo voy metiendo lo último que queda sobre mi mesa en mi mochila, suspiro, no tiene caso ponerme más nervioso de lo que ya lo estoy, Nagato ya me confirmo su protección, lo único que puedo hacer es acudir a esa reunión con las aliens y devolver el gesto que tuvo mi todo poderosa líder de brigada llegando a tiempo.
No me tomo mucho tiempo prepararme y llegar hasta la entrada principal de la escuela, así todo, ya la mayoría de los alumnos se han ido a sus casas o se encuentran en sus respectivos clubes y las dos aliens que me han citado aquí esperan pacientemente mi llegada.
Parada rígidamente y con una inexpresividad prácticamente absoluta, Nagato simplemente esta en medio del portón observándome atentamente a cada paso que doy al salir del edificio.
Asakura en cambio, tiene un porte infinitamente más natural, con una sonrisa en el rostro y una actitud relajada aunque sin perder su toque femenino que pareciese tener con todo, ella está recostada sobre la pared a un lado de la gran puerta de rejas de hierro que funciona como entrada.
Volteo hacia un costado tratando de encontrar con la mirada al guardia que suele estar aquí para la hora de la salida, encontrándolo varias decenas de metros a lo lejos a un lado apartado del patio delantero de la escuela concentrado en la pantalla de su celular a un nivel al borde de alcanzar la iluminación, un simple asentimiento de Nagato al ver la duda en mi rostro me es suficiente para saber que él no nos va resultar ningún tipo de molestia.
En cierta forma resignado al tener que enfrentarme a esta situación, incluso con la férrea decisión que sigo teniendo en mi mente, no puedo hacer más que suspirar y terminar con el pequeño par de metros que me separan de estas chicas que, al final de cuentas, fueron las que me dieron la bienvenida y la confirmación de la realidad de este mundo repleto de fenómenos increíbles donde los aliens, espers y viajeros en el tiempo son reales, una bienvenida muy espartana y la que me ha dejado ligeramente traumado debo decir, pero bienvenida al fin y al cabo.
–Vaya, al final viniste, no estaba segura de que fueras a hacerlo, hola de nuevo por cierto, ha pasado tiempo.
Me dice Asakura con un tono de voz alegre que no sé si está siendo extremadamente cínica o simplemente apegándose al protocolo de actitud con el que fue programada.
Nagato me observa, totalmente pendiente de todo lo que diga o demuestre con el más mínimo de mis movimientos, supongo que es su manera de asegurarse de que este bien y sea capaz de soportar todo esto.
Sinceramente no creo ser capaz de poder darle algún tipo de seguridad, tengo que admitirlo, aún sigo completamente aterrado, pero a esta altura no tiene caso seguir así, evidentemente algo o alguien quiere que Asakura siga estando por aquí y por más que me esfuerce en que pase lo contrario tarde o temprano ella regresará, si quiero que esto no siga siendo un circulo vicioso donde ella intente matarme una y otra vez, debo de hacer algo diferente esta vez, no tengo absolutamente ninguna idea de que sea, solo sé que si no la confronto ahora esto jamás terminará.
–Supongo que me he cansado de correr de tu cuchillo.
Le respondo sin poder evitar ser el yo de siempre, sarcástico hasta en los momentos más inoportunos y una capacidad para ir directo al grano que me hace pecar de una ligera falta de modales, ella deja escapar una leve risilla antes de que sus ojos azul profundo se claven directamente en los míos, sin embargo, ni la resolución más clara en mi mente me tenía preparado para lo que ella diría a continuación.
–Es curioso, quizás somos algo parecidos en cierta forma, porque mi cuchillo también se ha cansado de perseguirte.
PROLOGO "I SEE YOU AGAIN" FIN
Notas de Autor:
Bueno, para empezar, hola a todos, como verán soy nuevo en este fandom, recurriría a una mayor presentación, pero creo que no es nada que no pueda ser reemplazada por una simple una ojeada a mi perfil, ciertamente escribir sobre las series de Haruhi Suzumiya es una espina que tenía clavada desde mi inicios en fanfiction hace ya más de tres años, una serie con una de las tramas más originales de las que tenga conocimiento y el que a mi opinión personal es de los mejores protagonista del mundo del manga/anime/ligthnovel (?) es imposible que no genere alguna que otra idea interesante para desarrollar en base a este universo tan colorido e infinito en posibilidades.
Por mi parte esto es lo que se me ocurrió, y de hecho no he visto en ningún momento alguna historia en español con Ryoko Asakura como eje principal y emparejada con Kyon, aunque si es algo más o menos normal entre los miembros angloparlantes del fandom, en cuanto a la regularidad del fic, como es lamentablemente una constante conmigo, no puedo asegurar nada, según como la universidad, mi propia capacidad para poder continuarlo, el resto mis historias me lo permitan, y bueno, según como lo reciban ustedes, veré que tan pronto puedo tener listas las siguientes actualizaciones.
En fin, dejando de lado ese tipo de detalles, espero que de aquí en más disfruten de esta historia tanto como yo lo acabo de hacer al escribir este prologo, si fue de su gusto lo que acaban de leer, no se contengan en decirlo, al igual que con las críticas, la regularidad de este fic dependerá de ustedes, a fin de cuentas y como siempre digo, sus concejos me hacen mejor escritor y sus ánimos las ganas para seguir haciéndolo.
Saludos, Suerte y Nos Leemos.
