Notas del Traductor:

-Un placer saludarles nuevamente, en esta ocacion, traigo lo que es mi primera traduccion; por lo que espero la disfruten; tambien ruego por su comprecnion, si existe algun error espero me disculpen, ya que es mi primera traduccion.

-Esta historia pertenece exclusivamente a "Gentle Rainbow san" quien tuvo la amabilidad de brindarle el honor de traducirla ha esta servidora; la cual tuvo la intencion de compartirla con todos ustedes, paraque disfruten de un excelente trabajo.

-Ni Katekyo Hitman Reborn!, ni ninguno de sus personajes utilizados en esta trama, pertenecen al autor de esta trama ni a sutraductor, son exvlusivamente propiedad de Akira Amano, quien tuvo el agrado de deleitarnoscon su creacion


Notas del Autor.

Descargo de responsabilidad:

Katekyo Hitman Reborn! no me pertenece.

Si hay algo mal en cuanto a la publicacion, hare todo lo posible para solucionarlo, es la primera vez que publico una historia.

Gracias y disfrute

Pensamientos (Cursiva)

Narracion (Normal)


Summer of Love

Jueves

Allí estaba él, mirando las transitadas calles tras la ventana de aquella habitación del hotel donde se hospedaba. Hibari Kyouya se encontraba tomando una taza de café expesso a las 10 de la mañana; a la espera de la llegada de cierto rubio italiano. Para no desperdiciar su preciado tiempo, pensó en la utilidad de haber aprendido uno o dos idiomas extranjeros. Y ciertamente valía la pena; como ahora que gozaba del autentico sabor de un café amargo oscuro; había ordenado al servicio de habitación en un muy fluido italiano. Si el fuera un herbívoro, se habría felicitado a si mismo y a la prevención de su yo de 15 años.

Cuando regreso del futuro con Sawada Tsunayoshi y su grupo de herbívoros, Hibari decidió graduarse de la secundaria Namimori, he ingresar a la preparatoria para continuar sus estudios superiores. Al mismo tiempo sus subordinados que permanecieron fieles, junto a él le ayudaron a formar las bases de lo que ahora es la poderosa "Fundación". Así, a la edad de diecisiete años, asistió a Universidad de Namimori y paso cuatro años estudiando ingles e italiano allí. Después de recibir su licenciatura a los veintiún años de edad; la "alondra" tomo la decisión de viajar alrededor del mundo, con el fin de aprender acerca de los anillos y las cajas de armas; debía reconocerlo, estaba intrigado por la búsqueda que su yo de diez años en el futuro había realizado.

Ahora, a los veintidós años de edad, Hibari Kyouya era el orgulloso y distante "Nube Guardiana de los Vongola"; cuya independencia y libertad nunca se vieron comprometidas, a menos que accediera a responder alguna solicitud de llamado o reunión, proveniente del Decimo Vongola. Y fue precisamente eso, lo que le llevo a estar hoy en día en aquel pequeño hotel en las afueras de Roma. Por supuesto, reconocía que la propia misión era simple y casi insultante para alguien de su capacidad; pero tenia sus propias razones para haber aceptado esta tarea. Le tomo tres días acechar a la presa, reunir toda la información y disponer de él, así como de sus conexiones; para por fin dar por terminada la misión.

Y, hablando de este trabajo; casi se permitió sonreír al recordar cuan entretenido era aterrorizar a Tsunayoshi; realmente hubiera sonreído, es mas se hubiese reído al recordar aquella escena… si no fuera por la actual preocupación del problema que en aquel momento la "alondra" tenia.

Flash Back

Mas de una semana atrás, Tsuna solicito una reunión con Hibari a través de Kusakabe; después de haber fracasado en entablar comunicación él mismo con la "nube errante"- Hibari lo samia mejor que nadie; pues se había negado a responder a su teléfono celular durante toda la semana- Así pues; ocurrió que Kusakabe le paso el mensaje; y por simple curiosidad, el Guardián de la Nube decidió presentarse en la oficina de Tsuna ubicada en la base de Japón.

Cuando el ex-prefecto entro en la oficina, inmediatamente Tsuna comenzó a retorcerse en su asiento, a eso le siguió la sudoración excesiva y la repentina pero constante sensación del descenso en la temperatura, con cada segundo que pasaba; al traspasar de sus manos a las del Nube guardián, la carpeta que contenía toda la información relacionada con la misión; le dio la misma sensación de estar firmando su propia sentencia de muerte. Y a juzgar por la mirada glacial que en ese momento Hibari san le dedicaba, lo confirmaba, es decir una mirada tan funesta como el hielo negro solo podía significar una cosa; Tsuna estaba completa y definitivamente seguro de su inminente destino.

-Explícate, herbívoro! antes de que decida morderte hasta la muerte, por convocarme con esta ridícula broma que dices es una misión- gruño Hibari, entre los dientes apretados.

-Yeeepp… Pensamos que la misión… le daríaundescansodetodoesto ¿talvezunasvacaciones?- Tsuna hablo de corrido, mientras le daba un a Reborn, quien sonreía de forma burlona.

-¿unas vacaciones? ¿Cómo te atreves a…- Hibari detuvo su argumento, ya que el pensamiento de que esta era la oportunidad perfecta para ir a Italia y ordenar finalmente sus emociones con respecto a cierto "potro salvaje" le golpeo repentinamente. Si lo pensaba bien no era tan malo, una semana seria más que suficiente para ordenar y obtener una conclusión con respecto a su confusa relación con el Cavallone

Mientras tanto Tsuna se dio cuenta que solo su "saludable Temor" por la presencia de Reborn; era lo que le mantenía en su asiento, y no escondido detrás de la mesa de caoba, cubriéndose la cabeza debido al terror. Claro, Tsuna le sigue teniendo miedo a algunos miembros de su peculiar "famiglia", pero no existía una escala tacita para la calificación de estos miembros, seria en dado caso; el por de todos Reborn, seguido muy de cerca por Xanxus-san, Hibari-san, y Mukuro…

Tomando ventaja de que Hibari- san meditaba en silencio, Tsuna hizo un esfuerzo por apaciguar a un más irritable (léase: más volátil y violento) que de costumbre Nube Guardián.

-Aano, tal vez en Italia, Hibari-san podría aliviar su… preocupación…- magnifico, ese fue el eufemismo del año… si tomásemos en cuanta los daños físicos y psicológicos que la "alondra" había causado entre sus subordinados y los distintos bienes inmuebles que solían frecuentar con el fin de desahogar toda su frustración.

Ojos oscuros y fríos como el hielo, que habían estado dirigidos hacia la alfombra, se alzaron en dirección a Tsuna; proporcionando de esta forma una intensa mirada asesina.

-Yo lo hare- Declaro suavemente Hibari para luego salir de aquella estancia, no sin antes cerrar la puerta de forma que toda la base despertó de su merecido descanso.

-Le daré a Kusakabe-san todos los detalles de la misión y la forma de contactar con la familia Cavallone…- Un Tsuna de veintiún años se apresuro a añadir; mientras todo su cuerpo demostraba una clara señal de alivio, al darse cuenta que aun estaba intacto después de aquel peculiar intento de suicidio.

Y aunque en aquel momento Tsuna estaba celebrando el haber sobrevivido a la reunión con Hibari-san; su mano derecha, Gokudera; y su "Guardián de la Lluvia" no fueron tan afortunados. Ya que en el momento en que vieron a Hibari caminando por el pasillo, ambos guardianes se vieron obligados a poner un final abrupto de su sesión de besos apasionados. Gokudera prácticamente se lanzo sobre la pared de enfrente para dar paso libre a la "alondra"; y Yamamoto simplemente sonrió nerviosamente con una mano frotando la parte trasera de su cuello y la otra listo para defender a Hayato y a él mismo, si era necesario.

Y es que eso lo habían aprendido en las ultimas tres semanas; debían salir a como diera lugar de la mira; de un muy cabreado Nube Guardián. Ya que de por si, un Hibari normal era malo, el "muy-enojado-por-ninguna-buena-razón-en-especial" Hibari estaba muy por encima de lo perjudicial para la salud, tanto física como mental.

-¿acaso los herbívoros sin valor no tienen sentido de la modestia, ni respeto por si mismos? Bufones patéticos, desaparezcan del camino antes de que decida morderles hasta la muerte- amenazó Hibari a su paso.

Sin duda, Gokudera hubiese arrojado sobre Hibari una buena cantidad de dinamita, a la vez que el furioso guardián de la tormenta, liberaba a Uri para que le atacase; sin embargo, fue Yamamoto, que muy feliz de que Hibari solo había hecho algunos comentarios sarcásticos, le detuvo para luego proceder a arrastrar a Hayato rumbo a la oficina de Tsuna, por un breve reporte (léase: Para ver si su joven líder Vongola aun respiraba)

Los miembros de la base, que ostentaban rangos inferiores, corrieron frenéticamente tropezándose entre ellos mismos paras así despejar el camino a la temible "Nube Vongola" que abandonaba el edificio. Después de todo, si los Guardianes, no querían ofenderlo ni provocarlo ¿Por qué ellos querrían terminar con su poca paciencia?... Hibari estuvo cerca de encontrar divertido aquel patético y ridículo intento de los herbívoros por despejar su espacio personal, eso hubiese sido así, si su estado de ánimo no hubiese sido tan horrible como en aquel momento lo era.

Fin del Flash Back

Y así fue como su cuestionable misión inicio, Por lo cual, el segundo lunes de Junio, Hibari y Kusakabe llegaron al aeropuerto internacional de Fiumicino, en el avión privado de los Vongola. Después de la misión, su estancia en la suite de dos habitaciones; había sido bastante agradable. La zona a las afueras de Roma, realmente era pacifica y el personal del hotel muy discreto, para su gusto. En la noche del miércoles, un texto del "potro salvaje" le salvo del eterno aburrimiento, ya había comenzado a apoderarse de él en su tercer día de viaje.

Con la misión completa, el informe listo y las heridas fuera de su preocupación; podía ahora centrarse en la verdadera razón de su viaje a Italia. Abandono sus pensamientos mientras observaba la hora en su reloj y no pudo evitar leer una vez más el mensaje de texto que le había llevado hasta esa pequeña mesa situada cerca de la ventana y así esperar al mafioso italiano en el cuarto día de aquella semana, que de muy mala gana había aceptado denominar como "vacaciones".

"Cuando hayas terminado tu misión… ¿te gustaría ir de gira por Italia conmigo? Si es así ¿el jueves, te parecería bien? Por favor dímelo ¿si? Te amare por siempre…Dino"

Un simple "Ok" le aseguro la compañía del Cavallone para el resto de su viaje. Aunque aun no podía dejar de sentir una leve molestia, con respecto a la declaración de amor que él "potro salvaje" dirigía siempre a su persona. Si recordaba bien, fue a los 16 años que escucho por primera vez el "ti amo" proveniente del rubio. La repulsión y el rechazo por dichas palabras, no se hicieron esperar, después de todo para él era una declaración demasiado atrevida, muy al estilo occidental del italiano. Sin embargo también debía reconocer que, a los 18 años su relación (si se le podía llamar así) dejo de ser simples palabras y sutiles gestos, pasando de este modo a un ámbito mucho mas intimo y físico; claro, a esas alturas era inevitable, después de todo tanto la atracción física como la tensión sexual no fueron de mucha ayuda para poder evitarlo. De esta forma, aunque le incomodara admitirlo, aun ahora, tanto su primer beso junto con su "primera vez" le pertenecían plenamente al molesto Cavallone.

Si bien a los 21 años el poderoso líder de "La Fundación" inicio su viaje en la búsqueda de mas anillos y cajas, se vio obligado a aprender e investigar mas sobre la cultura occidental. Sin embargo, aun entonces no podía encontrar el significado claro de aquellas dos palabras con las que un buen día, a sus 16 años, su auto-nombrado maestro había profesado el nivel de su afecto.

A los 22 años, se había dado cuenta de que la problemática frase, era más confusa, he intrigante de lo que pensaba. Ya que en la tarde de su vigésimo segundo cumpleaños, el 5 de mayo, el "Potro" le había tomado por sorpresa al pronunciar un muy serio y solemne "Te amo, Kyouya". Y él, con un claro aturdimiento en su mirada; pero mas sorprendido por su propia confusión, al no poder controlar sus propias emociones, en silencio y rápidamente le había alejado del rubio.

Aquella situación se había llevado acabo hacia poco más de un mes atrás, y a pesar de sus acciones, la comunicación entre ellos dos no había disminuido en nada; más aun él Cavallone había aumentado sus cortos pero constantes mensajes; y si, la mayoría de ellos estaban firmados con aquellas dos confusas palabras; al parecer el italiano no tenia ninguna intención de dejarlas de lado, y las usaría siempre que pudiera; para hacérselas saber u oír una vez mas. Sin embargo, siempre, en todas aquellas ocasiones, ya sea hablando en persona o vía texto, su respuesta inmediata no había cambiado; siempre le había contestado con un muy simple "lo se".

Pero en esta ocasión, seria distinto; había tomado una decisión en el momento justo en que, bajo el calor del verano; un reluciente "Rolls Royce" negro se detuvo frente a la fachada del pequeño hotel; Hibari se había convencido de que debía resolver aquella frustrante situación de una buena vez por todas.

No tardo mucho para que una abundante cabellera dorada bajase del automóvil y caminase hasta situarse a su lado. Sin embargo, fue aquella deslumbrante y sincera sonrisa, la que termino de llamar la atención de la esquiva "alondra". Esta sencilla y peculiar muestra de afecto, podía ser considerada como la única debilidad de él; si, él mas poderoso y renombrado guardián de la decima generación Vongola, tenia una debilidad.

Sin perder mas tiempo el joven hombre italiano lo condujo hasta las puertas del elegante automóvil, que sin lugar a dudas todo su esplendor denotaba clase y riqueza. Sabia que la mano derecha del "potro salvaje" Romario, junto a sus demás hombre; llevarían a Kusakabe también de gira por Italia, pero claro en caminos completamente distintos a los de sus respectivos jefes. Después de todo ya hacia un buen tiempo desde que él Cavallone era capaz de luchar contra Hibari sin necesidad de que sus subordinados estuvieran presentes. Lo ultimo que alcanzo a oír fue un "¡Buen viaje!" proveniente de los fieles hombres del Cavallone.

Poco antes del medio día, aquel elegante auto acelero su velocidad, en el camino que claramente los llevaría a Roma; con un muy alegre y efusivo "potro" hablando cualquier cosa, tras el volante.

Después de una hora de viaje en carretera, llegaron a su destino, el Coliseo Romano, cerca del monte Palatino. Realmente el calor del verano en Roma era mas acogedor que el de Japón, según Hibari, pero esto no lo admitirá frente a su acompañante. Caminaron largo rato por los jardines; mientras Hibari hacia un máximo intento de comprender algo de las efusivas narraciones del rubio, sin embargo el claro entusiasmo que este ponía en su plática le dificultaba la tarea.

Si bien los hermosos jardines no lograron capturar del todo la atención de Hibari, el Coliseo fue una historia completamente diferente. Según lo que había logrado captar de la peculiar platica de su guía particular, este era el lugar preciso para disfrutar de una buena rebanada de la "mejor pizza de toda Roma", así pues mientras esperaba el regreso del italiano con lo que seria un "ligero" refrigerio, no pudo evitar; el contemplar con asombro la monumental estructura erguida frente a él.

Al regresar su guía no oficial, le llevo hasta lo más lato de los escalones; para así poder observar detalladamente el campo en ruinas que estaba frente a él.

-¿No es genial, Kyouya? Simplemente me encanta el coliseo, el poder ver como reúne a un sin numero de personas procedentes de todo el mundo para contemplarlo; es un deleite personal- exclamo el rubio con orgullo.

-¿usted se refiere entonces a lo fantástico que es el hecho de que este estadio se encuentre manchado de sangre debido a las innumerables masacres sin sentido y llenas de salvajismo que tuvieron lugar aquí y que aun así las personas lo encuentren como un lugar maravilloso para admirar la llamada "historia humana"?- bromeo Hibari.

-siempre viendo el lado bueno de las cosas, ¿nee, Kyouya?

Y mientras se deleitaba al saborear aquel trozo de pizza al pasar por sus papilas gustativas y poder sentir la perfecta combinación de mozzarella fresca, tomates jugosos y una selecta mezcal de hierbas finas dispuestas en una crujiente masa… se limito a emitir un "hmm" como respuesta afirmativa para su acompañante.

-Simplemente no puedo aceptar ese comentario, no si proviene de alguien que ha sido educado con una peculiar obsesión por los samuráis, el shogunato y las constantes batallas por gobernar Japón.

-Touche!- fue toda dicha por la Nube errante, claro que de una forma suave y casi en susurro

Para ese momento ya ambos habían terminado con su pizza, el guardián admitió, en todo lo que el margen de su personalidad lo permitía, que realmente había sido la mejor pizza que había probado. Y mientras caminaban, inconscientemente; la mano del Cavallone descendió en la búsqueda de la suya propia, y así de una forma casual; poder estrechar sus finos dedos en un agarre sutil. Aquella caricia, le trajo a su memoria, una de tantas luchas que habían tenido en la azotea de la escuela y mas específicamente, al momento exacto donde el "potro" había asido su mano y colocado en ella el anillo de la nube, para luego cerrarla al rederos de este suavemente. ¿Qué era este sentimiento tan confuso, pero a la vez tan cálido… que le hacia muy feliz?

-Sabes estoy feliz de que decidieras ampliar tus horizontes; viajar y aprender mas del mundo es lo mejor para ti- comento con una sincera sonrisa el italiano.

-A veces, uno sabe que debe crecer; después de todo no quiero seguir siendo un pez mas en el gran estanque de Namimori, si yo me quedaba ahí, jamás hubiese podido conocer el poderoso e imponente "océano" que alguna vez mencionaste, específicamente hace siete años- comento Hibari, con un sutil gesto.

-No puedo creer que aun recuerdes aquella broma, después de todos estos años!...- exclamo el rubio, para luego guardar silencio y reflexionar por un momento- espera… eso…significa…que… ¿guardas cada palabra que te digo cerca de tu corazón?- rio en son de burla el "potro salvaje"

-en verdad, trata de no alucinar- hablo Hibari- no sabia que el sol de Roma era tan perjudicial para su estado mental! Vamos estoy cansado de estos torpes herbívoros- un golpe rápido y un comentario sarcástico, bastaron para cambiar el tema… de esta forma Hibari se dirigió rumbo a la salida, arrastrando a su compañero, tras de si.

Bravo, esto era fantástico (por favor léase en modo sarcástico) al torpe caballo se le había ocurrido la brillante idea de alquilar una bicicleta de dos personas para terminar el paseo por la antigua Roma. Y a regañadientes tuvo que dar su brazo a torcer y abandonar la comodidad del Rolls Royce, para tomar asiento en la parte trasera del biciclo. Sin embargo, esa seria su venganza; ya que en lugar de ayudar al pedaleo, él prefirió dejar que él rubio hiciera todo el trabajo. Por Kami, si lo sabría él. Estaba totalmente convencido de que él idiota frente a él, con todo entusiasmo y energía que desbordaba, podía llevar a los dos hasta los confines del mundo y ni se daría cuenta, debido a su peculiar y feliz charla.

Fue un milagro que durante su viaje no tropezaran ni una vez con cualquier roca física o imaginaria, por el camino. Pero mejor aun Hibari estaba feliz de que él rubio había evitado durante el paseo las concurridas calles que normalmente tomaban los turistas. Bueno, si, en algún momento sintió la necesidad de eliminar a algunas parejas que se encontraron por el camino, y que tuvieron, de algún modo, la osadía de perturbar a la "alondra"; y lo hubiera hecho de no ser por el amable "mafioso" (léase: Idiota) que llevaba por compañero; el cual le detuvo en ultimo momento mientras le decía algo como "déjalos disfrutar de su tiempo juntos, así como nosotros lo hacemos". Un rotundo golpe en la parte posterior de la cabeza, fue toda respuesta por parte de la nube, que no logro entristecer al rubio ni un poco; al contrario, ensancho más la sonrisa de este.

Bueno debía reconocer que disfrutaba del paseo en bicicleta, pasar por la "Plaza de San Pedro" y varias plazas mas; muchas iglesias que ni se molestaba en recordar y algunos museos; no fue tan desagradable, hasta cierto punto fue gratificante y relajante. Ah!, pero no nos olvidemos de la "Fontana de Trevi", donde el Cavallone insistió en participar de la vieja tradición supersticiosa que los amantes y turistas ejecutaban frente a ella desde hace mucho tiempo atrás. Y por alguna extraña razón, Hibari se vio a si mismo participando de la ridícula petición de su compañero sin derramar ni una sola gota de sangre. Y si, reconocía que él Cavallone conocía lo mejor de esta ciudad, y que había disfrutado mucho el paseo por ella; pero claro eso no era algo que le diría al rubio idiota.

Fue así que justo a las seis de la tarde, Hibari siguió a su alegre guía, de camino a una pequeña tienda de trajes. En algún momento del día el chico rubio le había mencionado algo sobre conseguir trajes adecuados para la noche.

Mientras su compañero hablaba cándidamente con el propietario, él se distrajo viendo los alrededores de la tienda, y si le preguntaban a él, en lo personal, Hibari diría que encuentra los precios de esta pequeña tienda bastante escandalosos. Reconocía la calidad de los trajes de "Armani" y es mas estaba satisfecho con los que tenia, pero… entonces… ¿Por que eran mas caros en esta pequeña tienda?

Una vez mas el Guardián Vongola se vio obligado a admitir que su compañero italiano sabe donde encontrar lo mejor en cuanto a opciones de ropa y alimentos gourmets. Aquellos trajes a juego en color negro que habían adquirido; les ganaron muchas miradas de admiración y hasta cierto punto lujuria (mas de las que Hibari esperaba) en su entrada al restaurante de cinco estrellas, al que Cavallone le había empujado literalmente, para que apresurase su paso; tanto así que ni siquiera tuvo tiempo de leer el nombre del restaurante. Bueno no importaba de todos modos.

Dejo en manos del italiano la selección y pedido de los alimentos. Y no es por que desconociese el idioma, más bien era por que el rubio parecía ser todo un experto en cuanto a citas extravagantes y no es que se quejara, sin embargo seguía existiendo una pregunta que le molestaba. ¿Por que? ¿Por qué hacia tanto por él?

Las conversaciones en la mesa fueron muy agradables; y eso era así desde que Hibari se deshizo de la petulancia y obstinación de su adolescencia; él Cavallone nunca se había quedado sin tema de conversación. Y esta noche en particular, Cavallone decidió deleitarlo con una conversación rica en detalles de la cultura Greco-Romana, eso mientras ambos disfrutaban de los entremeses. Y mientras discutían o defendían la filosofía de Aristóteles y su impacto en las civilizaciones modernas, fueron pasando el "Primo y Secondo" (los dos platos principales) Y así cuando llego el tiempo del "dolce" y mientras disfrutaba de un suave, rico y delicioso "Tiramisú" el italiano anuncio su sorpresa para coronar el final del día. ¿Algo mejor que estos platos excepcionales? ¡Woa!

Una opera de temporada en "Caracalla", vaya, lo reconocía había ganado su atención un poco, Si estaba sorprendido, pero la idea no le desagradaba. Así pues había seguido a su compañero, que este a su vez seguía a un "ujier". Y a juzgar por las personas que ocupaban los asientos detrás de ellos, supuso que aquella opera era un lujo mas para los ricos, algo que podían disfrutar durante sus noches de verano. Definitivamente Sawada Tsunayoshi tenía mucho que aprender de su auto-proclamado hermano mayor.

Y es que una opera al aire libre, asientos de primera fila, intimidad respetable y un cielo estrellado como bóveda; era simplemente grandioso. Definitivamente Cavallone debió haber dedicado mucho tiempo y habilidad a la planificación y ejecución de estas vacaciones, mucho más de lo que realmente Hibari creí posible. En reconocimiento al "ya satisfecho son sigo mismo" Cavallone, Hibari decidió leer el programa en silencio, aunque sus pensamientos en ese momento era mas bien una madeja de hilo enredado, entre intentar reconocer ese cálido y confuso sentimiento que lo inundaba y fusionarlo con su sentir de agradecimiento hacia él italiano.

-espera un segundo ¿Cómo dice que se llama esta obra?- pensó para si Hibari mientras fruncía el seño al reconocer lo escrito en el trozo de papel- ¿este es el maravilloso plan por parte del potro? ¿Este idiota en verdad cree…?

"Romeo e Giulietta"

¡¿Romeo y Julieta… un trágico amor?!- susurro Hibari

-Justo cuando pensaba que mi forma de pensar sobre usted podría ser re-envidiado y que de alguna manera había logrado la perfección y un poco de sentido común ¿Me trae a ver una historia de amor de adolecentes?- bramo Hibari en dirección a Dino.

-No ha sido intencional Kyouya, yo quería mostrarte la famosa Opera Italiana, y este es el mejor espectáculo del mes de Junio. Pero por si no te convence aun, y ayuda en algo, esta obra fue escrita por Shakespeare y no algún herbívoro- el italiano sonrió tímidamente.

-Por favor no te vayas, haz un intento por mi…- una mano atrapo la suya, mientras un par de ojos dorados le observaban suplicantes. Sin embargo lo que le detuvo fue la última frase; después de todo eso era lo menos que podía hacer para compensar al italiano por todos sus esfuerzos.

La opera comenzó a las 10 pm y termino a las 12 am dando por finalizada, la aparente interminable sesión de aullidos; definitivamente este no era para nada su gusto por el arte. Sin embargo antes de que el telón se cerrara; una de las damas de grandes proporciones y con un vestido en tono carmesí brillante, salió al escenario y canto (léase: grito) en ultimo momento. Destrozando, así, los tímpanos de la audiencia en general, o al menos eso pensaba Hibari. A lo cual los aplausos no se hicieron esperar. Dino tuvo que insistirle (léase: lo arrastro) para que participase en una ovación de pie, hasta cierto punto abrumadora.

Mientras ambos esperaban a que la locación fuese abandonada por la multitud Hibari dirigió una solemne mirada en dirección a Dino, a su vez que pronunciaba…

-Supongo que tienes razón. Esto no termina hasta que la mujer gorda canta- Dino le miro expectante, y hasta cierto punto con un poco de temor en su mirada; pues entendía perfectamente el mensaje oculto tras aquellas palabras.

"Esta extraña relación tiene que terminar, si estoy aquí, junto a usted; es para encontrar la solución a nuestro problema, ya sea que encuentre la respuesta a mis incontables y confusas preguntas o para poner fin a la fuerza; aunque tenga que ignorar mi corazón, estoy cansado de la forma en que me hace sentir, al no poder controlar mis emociones. Es tan confuso… Dino… es tan frustrante. Yo solía estar seguro de todo lo que me rodeaba, ahora… ya no lo estoy mas; de alguna forma, esto debe terminar Dino"- esas eran las palabras que si bien no fueron dichas tal cual son, estaban tacitas en el mensaje. Sin embargo, aunque ahora, ese mensaje dolía, no iba a renunciar, no a él no a su Kyouya, no sin dar batalla antes.

-Lo siento Kyouya. Soy un firme creyente de que nada termina hasta que me dicen que ya no hay nada más por hacer- Un Cavallone sonriente pero muy determinado, le contesto de una forma hasta cierto punto insolente y arrogante, pero muy propia de su persona. Y si a eso le sumamos la aguda mirada que acompaño tal declaración era hasta cierto punto irreal.

La una de la mañana de un viernes de Junio; cuando un hombre joven y rubio, bajo de su auto y acompaño a su pareja hasta la habitación del hotel donde se hospedaba. Un beso puro y casto de buenas noches, no había demanda de nada en él, solo la paz y la comodidad.

-Vendré por ti a las 9 am Kyouya! Debes dormir un poco ¿si?- un feliz Dino le abrazó y aprovechándose de su altura dispuso de un cándido beso en la parte superior de su cabeza.

Cuando el italiano había salido por aquella puerta, Hibari no pudo evitar dedicarle una mirada mientras se alejaba; dejando escapar así un suspiro, camino rumbo al baño de la habitación. Si, en aquel momento tenia sentimientos encontrados o mas bien contradictorios; los cuales causaban una guerra mental en el pensamiento de la "alondra"

¿Por qué le daba importancia a aquel sentimiento? Tan solo seria una debilidad. Él es fuerte, feroz y por sobre todo independiente. Entonces ¿Por qué estaba ahí? Había viajado a Italia contra todo pronóstico y en contra de su propio autocontrol con el único objetivo de poner fin a todo esto. Entonces… ¿Por qué no podía alejar la hermosa sonrisa del Cavallone fuera de su pensamiento?... espera… ¿hermoso? ¿Realmente había pensado en esa palabra? ¡Oh Dios! Mira a lo que me has reducido Dino…

Confundido, abandono el baño y se dispuso a empacar sus cosas y prepararse para dormir. El cansancio y la somnolencia reclamaron su atribulada mente demasiado rápido. Pero claro no sin antes repasar lo que mañana le esperaba, esta seria su ultima noche en aquella habitación de hotel, al amanecer se reuniría una vez mas con Cavallone y pasaría todo su día con él, con la esperanza que para entonces, al finalizar la próxima jornada; el ya tuviese una respuesta clara y definitiva para toda esta confusión.

Después de todo era el guardián de la Nube, el más fuerte de los tutores Vongola; él simplemente se negaba a caer tan bajo como para dejarse dominar por sus emociones y menos por sus sentimientos débiles he inútiles como cualquier herbívoro.


Y bien? no lo hice tan mal, o al menos eso espero; realmente esta historia me encanto desde el momento en que la lei, por lo cual tome el atrevimiento de solisitar su traduccion; la queria publicar hace mucho tiempo, pero tuve problemas con latraduccion y con la computadora; espero saber su opinion en un futuro proximo.

Atte. LelouchV'BXVII