Oliver abrió los ojos aturdido y se quedó donde acababa de despertarse, tendido en el suelo frío de aquella tumba, donde acababan de dejar a Carter, junto con su difunta esposa. Miró a su alrededor, junto a él estaba el resto del equipo, Lois, Tess, Canario negro, todos, pero en el que más se fijó, fue Clark que todavía permanecía inconsciente en suelo. Quería ir hasta él, pero no pudo moverse, estaba despierto pero cualquier movimiento le resultaba totalmente imposible, como si su propio cuerpo no le perteneciera.
Todo había pasado muy rápido, Carter estaba muerto, justo cuando por fin estaban convirtiéndose en amigos, Carter moría por protegerlos a todos los demás. Oliver sabía que en el fondo, su compañero hacía tiempo que deseaba morir y poder reunirse con su mujer; pero no había imaginado que pasara así, de repente y que fuera asesinado a sangre fría.
Pero no tenía ni idea que había ocurrido en la tumba. Lo último que era capaz de ver en su mente, era aquella tremenda luz; luego nada. Ahora se despertaba de nuevo, todos estaban inconscientes, aunque poco a poco estasban volviendo en si. Clark todavía no lo había hecho y teniendo en cuenta que su recuperación siempre era más rápida que la de cualquier otro ser humano, aquello no era normal.
Más lentamente de lo que le hubiera gustado, Oliver estaba empezando a recuperar la movilidad en sus extremidades. Movió los dedos, asegurándose que todo estaba bien. Por fin, los brazos y las piernas empezaban a tener movilidad normal. Se sentó en el suelo, la cabeza estaba a punto de estallarle, pero aún así consiguió ponerse en pie. Junto a él estaba Lois, que nada más verle le abrazó. La rodeó con sus brazos y la escuchó sollozar. Con el poco tiempo que llevaba en el equipo, nunca había pasado por nada parecido, era normal que estuviera asustada.
"¿Qué ha pasado?" Le preguntó Lois, pero Oliver no contestó, pues no había nada que pudiera decir para explicar lo ocurrido, pues él mismo no lo sabía. "¿Qué ha sido eso?"
"No lo se." La sostuvo con fuerza, sentía que si la dejaba sola, caería al suelo irremediablemente. "Pero lo averiguaremos; primero tenemos que asegurarnos que todo el mundo está bien."
Su mirada fue hasta Clark, que todavía estaba tendido en el suelo. Se aseguró que Lois estaba bien y se arrodilló junto a su amigo. Le tocó la mejilla, temía lo peor, pero un momento más tarde, al poner la otra mano sobre su pecho, lo notó respirar y lo escuchó toser. Clark abrió los ojos y miró a su amigo.
Los dos guardaron silencio, de alguna forma que ninguno podía explicar, comprendían perfectamente los pensamientos del otro, el miedo, las preguntas, la inquietud, eran sentimientos comunes para los dos. Durante un breve segundo tan sólo estaban ellos dos y mantuvieron la mirada clavada en en el otro.
La respiración de Clark era entrecortada, aunque Oliver hubiera apostado cualquier cosa a que no se trataba de ningún tipo de dolencia, sino al miedo a lo ocurrido, a la pérdida de un buen amigo, a un futuro incierto en el que podía morir también cualquiera más del equipo.
Pero había algo más, un sentimiento que ambos trataban de mantener encerrado en su interior, mostrarlo sería peligroso y poco prudente teniendo en cuenta como estaba cambiando el mundo en el que vivían. Por eso, tan sólo se miraron, durante unos segundos que parecían haberse convertido en horas para ellos, lo demás desapareció rápidamente.
"¡Clark! ¿Cómo estás? ¿Estás bien?"
Clark todavía miró un momento más a Oliver antes de contestar a Lois.
"Bien, tranquila. ¿Qué ha pasado?"
Se puso en pie, le dolía todo el cuerpo, aunque no se trataba tanto de un dolor físico, como lo mal que se sentía por todo lo ocurrido. Podía haberlo evitado, estaba convencido de que si hubiera hecho las cosas de otra forma, podría haber evitado la muerte de Carter. Sin embargo no dijo nada y sostuvo a Lois entre sus brazos.
"No lo sabemos, pero será mejor volver a casa y averiguarlo." Con el paso del tiempo, Oliver se había convertido en el líder de aquel grupo y desde que había conocido a Carter, aquel amigo al que ahora acababa de perder le había enseñado mucho más de lo que jamás hubiera imaginado posible. "Vamos chicos, tenemos muchas cosas que hacer y todavía tenemos que averiguar que es lo que ha pasado."
"Eh, Oliver, no creo que sea una buena idea irnos ahora." Todos se volvieron hacia Canario negro, pero ella no les prestaba atención pues estaba más preocupada en dos pequeños bultos que se movían en el suelo. "¿Recordáis lo que dijo Carter que ocurriría cuando muriera?"
"Dijo que volvería a nacer, al igual que su esposa y que así volverían a estar juntos otra vez. ¿Por qué? ¿Qué ocurre?" Oliver se acercó a su amiga y también se fijó en los dos bultos del suelo que no dejaban de removerse. Pronto vio que se trataba de unas pequeñas mantitas grisáceas y desde su interior, aparecieron unas manitas. "No puede ser."
Como si de una respuesta se tratara, un llanto salió de una de las mantas y conforme la criatura se movió la manta dejó a la vista un bebé, un niño con los ojos muy abiertos, que parecía llamar a Oliver con su fuerte llanto y levantaba las manitas hacia él. A su lado apareció otro bebé, una niña en este caso, rodeada por la otra mantita, pero que se mantenía tranquila y en silencio, tenía los ojos cerrados y sin lugar a dudas, estaba dormida.
"Cuando Carter dijo que resucitaría, esperaba que se hubiera referido a que su nueva madre se quedara embarazada, no a esto." Dijo Oliver con la mirada baja en los dos bebés. "¿Qué hacemos ahora?"
"Por lo pronto, vamos a llevar a estas dos criatura a un lugar seguro." Tess se adelantó a Oliver y cogió a la niña en brazos. El bebé abrió los ojos, miró a la mujer pelirroja y tras bostezar se acomodó tranquilamente entre sus brazos. "Vamos Oliver coje al niño, no te va a morder."
El millonario tardó unos segundos en reaccionar. Si no tenía bastante con que una misteriosa luz le hubiera dejado inconsciente o que un buen amigo estuviera muerto, ahora tenían dos pequeños problemas más.
Por fin se agachó y cogió al bebé en brazos. El niño se cayó automáticamente, le miró, con los mismos ojos azules que Oliver recordaba perfectamente de Carter, incluso veía la misma fuerza con la que siempre hablaba y hacía las cosas. Todavía no se lo podía creer pero ese niño, era Carter o lo sería algún día.
- o -
Volvieron a casa en el Jet privado de Oliver. casi nadie habló en el viaje, pues todos tenían demasiadas cosas en las que pensar. Tess no se había separado de la pequeña que dormía en sus brazos, mientras que Oliver, había dejado que Emil se hiciera cargo del pequeño.
Nunca se había planteado la posibilidad de ser padre. Eso era algo que por el momento no entraba en sus planes, aunque no lo descartaba en un futuro, siempre y cuando encontrara a la persona adecuada para compartir esa experiencia.
Durante mucho tiempo, había pensado que Chloe era esa persona, que siempre estarían juntos, que formarían una familia y serían felices. No sabía si había dejado de amarla o tan sólo era el rencor porque le hubiera abandonado. Ahora simplemente, se sentía confuso, perdido y sin saber que hacer.
Necesitaba hablar con Clark, era quien mejor le conocía, tantos años juntos le habían permitido a su amigo, verlo mejor y lo peor de él. Tenía tantas ganas de estar a solas con él y tener la oportunidad de hablar con sinceridad que no se dio cuenta que habían llegado a Metropolis.
"¿Estás bien?"
El levantar la mirada, Clark estaba arrodillado delante de él, sus increíblemente atractivos ojos azules clavados en él y una pequeña sonrisa en los labios, una sonrisa que siempre le conseguía hacer sentir bien. Las manos de Clark estaban puestas sobre sus rodillas y eso sorprendió a Oliver, pues no era normal que su amigo le tocara. Pero le gustaba, al menos le tranquilizaba.
"Oliver."
"Si. Bueno no lo se. Han pasado demasiadas cosas en tan poco tiempo."
"Te entiendo, todos estamos aturdidos, pero tienes que recuperarte, eres un líder para todos nosotros." Oliver abrió los ojos de par en par, pues no creía que Clark pudiera decir algo así.
Siempre había visto a su amigo como un líder más del grupo, Carter, Clark y él eran inguales en el grupo, no había nadie superior a los demás, nadie por encima y desde luego él no era mejor que Clark y mucho menos su jefe. Sonrió con timidez y apartó la mirada.
"¿Qué pasa?"
"¿Realmente estás diciendo que me ves como el líder de algo? Clark soy un desastre de persona, tu lo sabes mejor que nadie. No puedo liderar ningún grupo cuando no puedo manejarme a mi mismo."
"Vamos, tenemos cosas que hacer." Contestó Clark como si no hubiera escuchado lo que su amigo acababa de decirle. Alargó la mano y esperó a que Oliver la cogiera y se levantara.
El resto del avión se había quedado vacío y tan sólo quedaban ya ellos dos.
"¿Qué vamos a hacer con los bebés? Aunque me cueste admitirlo, sabemos quienes son o quienes serán en el futuro. ¿Tenemos que cuidar de ellos nosotros mismos y esperar a que se hagan mayores?"
Oliver se echó a reír, le parecía una idea tan descabellada, pero Clark mantuvo la mirada tranquila sobre él, como si ya conociera la respuesta a esa pregunta.
"¿Tienes alguna idea mejor? Tenemos los medios, podemos ser sus padres y esperar que cumplan una edad adecuada para hablarles sobre quienes son. ¿No irás a permitir que vayan a cualquier familia verdad? Vamos Oliver, podemos hacer esto, hemos salvado al mundo mucha veces, cuidar a estos dos bebé no puede ser peor."
Oliver se puso en pie como si de un resorte se tratara.
"Un momento, ¿Estás diciendo que nos quedemos tu y yo con ellos? Clark has visto nuestras vidas, podemos morir cualquier día y ponemos en peligro a la gente que conoce nuestro secreto. ¿Qué crees que harían nuestros enemigos si se enteraran que tenemos dos bebés? Además, esos niños necesitan unos padres de verdad, una familia que les quiera."
Clark guardó silencio, por un momento había estado a punto de decir algo de lo que sin ninguna duda se hubiera arrepentido un momento más tarde. Apretó los puños, no podía comprender como era posible que Oliver no lo viera. Pero no era el momento de hablar de ello, sus sentimientos podrían esperar, lo primero era poner a salvo a los bebés.
"Bueno, de momento les llevaremos a la granja, Dina ha dicho que se quedara unos días y Tess también puede quedarse. Tenemos muchas cosas de las que hablar." Esperaaba que Olive comprendiera sus palabras, más allá del tema de los niños. "Pero por el momento tenemos que instalarnos, los bebés necesitan muchas cosas y ya les he dicho a los chicos lo que teníamos que hacer. Emil les hará un examen para comprobar que están bien y Lois adecuará parte de la casa para poder preparar lo necesario para ellos. Tu y yo tenemos trabajo que hacer, así de paso tendremos tiempo de hablar."
"¿Hablar, de que?" Oliver creyó lo peor, no estaba en condiciones de empezar a ser completamente sincero con su amigo.
"Hay que ir a casa de Carter y recorgerlo todo, no quiero que esa gente encuentre nada que nos perjudique. Además Carter tenía mucha información sobre si mismo, estoy seguro que podremos encontrar allí algo que nos ayude a comprender como va a ser el futuro de ese bebé."
"Esto es una locura Clark."
Con el trabajo por hacer por delante, Clark y Oliver dejaron el Jet. No se podían creer que las cosas hubieran cambiado tanto en los últimos días, una gran pérdida, dos pequeños recién llegados, nuevos sentimientos, sentimientos atrapados que luchaban por escapar.
"Lo se, pero me parece que no ha hecho más que comenzar."
