Todos los personajes pertenecen a Stephenie Meyer.
Puesta de sol
Parte 1
Y ahí estaba yo, de nuevo, mirándolo. Observando cada detalle de su cuerpo. Cómo la luz del sol iluminaba su piel otorgándole un destello cobrizo. Su piel se veía tan suave… Aun no lograba entender por qué seguía allí si sabía con exactitud lo que luego vendría: un insoportable dolor que me despertaría a las tres de la mañana.
También sabía que aunque eso pasara vendría de nuevo a este lugar sólo para verlo. Esto era demasiado adictivo. Era como una adicta en busca de su droga favorita aun estando consciente del daño que le causaba.
Pero lo peor de todo no era el riesgo que corría mi estabilidad emocional, si no, que él sabía que yo estaba ahí. Y le gustaba que lo observara. Maldito perro egoísta y presuntuoso.
Suspiré, me estaba cansando de todo esto. Pero, al mismo tiempo, estaba feliz de encontrar una manera de estar con él aunque sea a escondidas.
Siempre supe que él era para mí. Lo daba por hecho cuando todavía no nacía y el siempre estuvo allí para mí, como para confirmármelo.
Pero que equivocada estaba… el siempre quiso a otra. No sabía que esa otra podría ser alguien a quien yo conocía y amaba.
"Ya es suficiente por hoy" pensé, aunque en realidad mi cuerpo no se quería ir. Con un esfuerzo sobrehumano (bueno en realidad "sobrevampiro") me separé del árbol en donde me ocultaba y moví mis pies en dirección contraria de donde entrenaba aquel hombre que me impedía conciliar el sueño desde hace mucho.
Caminé lentamente por la hojarasca, mirando sin mirar el hermoso paisaje que me rodeaba. Cuando de pronto sentí como algo caliente tiraba de mi muñeca, girándome hacia él. Pude ver exactamente como sucedía todo y quien era el…
—Jacob suéltame —dije con voz tranquila, pero sin desearlo.
—No —susurro débilmente, sentí su cálido aliento en mi coronilla y sus brazos rodeándome con dulzura —. No, hasta que me escuches.
—Ya he escuchado demasiado —le respondí mientras me apretaba contra su pecho. Era increíble como mi cuerpo disfrutaba el contacto transformándolo en una ligera humedad que provenía de entre mis piernas.
—Por favor Nesie, tan solo escúchame, no es lo que piensas.
— ¡¿Que no es lo que pienso?! ¿No es lo que parece? Yo sé lo que oí. No soy tan tonta Jacob —.Le gruñí. Luche inútilmente por soltarme, pero no podía… o no quería.
Recuerdo ese día con exactitud. Era uno como tantos en la pequeña cabaña de mis padres. Se habían encariñado tanto con esa casa que después de 6 años mamá se negaba a dejarla por mucho tiempo. Ignoraba el motivo pero cuando les preguntaba siempre me decían: "Por qué aquí hemos pasado nuestras mejores noches cariño, cuando seas mayor lo entenderás".
Estaba en mi habitación. No pensaba salir de ahí hasta que terminara de leer mi libro pero oí una voz alegremente familiar, fue cuando cambie de opinión. Salí en silencio, quería sorprenderlo. Me detuve detrás de la pared, aquella que era contigua a la pequeña sala. Conté hasta tres para salir pero en ese momento mi madre y Jacob comenzaron a hablar.
—No es muy común que recuerde esto pero siempre que veo columnas de humo me acuerdo de cuando tuvimos que pelear contra los neófitos —susurró.
—Pues a mi no me gusta ni siquiera pensarlo —admitió mi madre.
—También me acuerdo cuando me besaste —dijo en tono burlón. Me paralicé. ¿Jacob besando a mi madre? No podía ni imaginármelo.
—Más bien diría cuando tú me chantajeaste para que te besara —admitió mamá.
—Siempre estuve enamorado de ti bella…
— ¡Que!-grité, delatando mi ubicación — ¡¿Cómo puede ser posible que me mintieras de esa manera Jacob?! —Mamá me lanzo una mirada llena de culpa.
— ¡No, Nesie, no!-gritó Jacob tratando de abrazarme, yo lo esquive con facilidad —Déjame terminar de hablar…
Pero ya era demasiado tarde, salí de la cabaña para no regresar jamás.
Ese día pase la noche en casa de mi abuelo. Empero, debido a las suplicas de mi madre volví.
—Dijiste que amabas a mi mamá —repliqué con la voz rota, luchando por no llorar —Que siempre la habías amado. ¿Cómo puedes tratar de cambiar eso?
—Porque lo que tú no escuchaste fue el resto ¿Cómo se te ocurre pensar que yo aun siga amando a tu madre, a Bella, y ver como ella se desvive por otro hombre? Seré un idiota pero no tanto como para sufrir día tras día observando el motivo sin hacer nada.
— ¿Entonces por qué lo mencionaste? ¿Por qué lo dijiste si, según tu, ya no sientes eso por mi mamá?
—Lo único que siento por Bella es y siempre será amistad. No te voy a negar que alguna vez la amé, más bien dicho, quise. No me dejaste terminar, lo que quería decir fue "Siempre estuve enamorado de ti Bella, en ese entonces, y me alegra saber que ya no es un hecho, por que tú ahora eres para mi, mi mejor amiga" ¿Me crees?
—Tal vez —susurré, con mi cara contra su pecho aspirando su aroma.
—En momentos como este recuerdo la última vez que hablé con "Bella Swan". Ella se preguntó cuál sería la mujer con la que terminaría y yo le respondí que no sería demasiado buena —en ese momento di un respingo —Pero ¿sabes algo? Me equivoque.
Aparto tiernamente mi rostro de su pecho y levanto mi mentón para poder ver mejor mis ojos. Dijo: — "Te amo Renesmee Carlie Cullen y siempre lo haré. Porqué tú eres quien me mantiene en este mundo. Por quien yo respiro y me mantengo con vida. Jamás te dejaré. Podría morir si lo hago"
Acerco su rostro al mío lentamente hasta que pude sentir en mis labios su calida respiración. Me besó, amoldando sus labios a los míos tan perfectamente como si ya lo hubiera hecho otras veces. Un ligero estremecimiento atravesó mi espalda y se depositó en mi pecho. En ese momento comprendí tantas cosas. Algunas tan evidentes, como por ejemplo, el significado de las burlas de mi tío Emmet hacia mi madre cada vez que salía de la cabaña. Porqué mis padres jamás querían dejar la cabaña por la noche y el hecho de querer estar más cerca de Jacob.
Separe mis manos de su pecho y las dirigí hacia su cuello, aprisionando unos cuantos mechones de su pelo corto. Las manos de Jacob pasaron de mi espalda a mi cintura sujetándola con fuerza. El beso que comenzó dulce y tierno estaba terminando por convertirse en otra cosa. Me separe de él.
—Yo también te amo Jacob —susurré con la voz agitada, aún con los abrazos a rededor de su cuello.
Me dio un dulce beso en la frente. Yo aproveche para besar su cuello, explorando su sabor con mi lengua. Pude sentir como el se estremecía.
—Nessie, ¿No vamos demasiado rápido? Apenas nos reconciliamos —me susurró, pero su voz se oía tan agitada que yo no creí que lo que digiera fuera lo que quería.
—Te he esperado durante tanto tiempo. Para mi no es tan rápido —. dije sintiéndome más desesperada por no poder besarlo mas.
—Espero que Edward me perdone por esto —susurró y después me comenzó a besar. Más lentamente que la vez anterior.
