Disclaimer: Hetalia no es mío, es de alguien llamado Hidekaz Himaruya. ¿Lo conocen?
Advertencia: Posible OoC, incesto, uso de nombres humanos, UA, intento de fluff.
A mi lado
La primera vez que Alfred descubrió el lugar de Matthew en el mundo tenía cinco años y miedo de los monstruos bajo su cama; se escabulló en la cama del menor, quien compartía habitación con él, temeroso de ser atrapado mientras corría a la habitación de sus padres; y se abrazo al muñeco de felpa de éste; cuando sus manitas se rozaron, se encontró más tranquilo y sujetándose de éstas se quedó dormido.
La segunda vez, tenía ocho años y Matthew lloraba; tenía la cara roja y el balón con el que su hermano lo había golpeado marcado en la frente. Alfred estaba en pánico; desesperado por hacerlo callar, lo rodeo con sus brazos y aplasto contra su pecho consiguiendo amortiguar su llanto, y también una sensación extrañamente placentera. No era como si nunca antes lo hubiese abrazado, pero fue diferente de alguna manera que no logró comprender; sin embargo, por primera vez cayó en cuenta de lo frágil que parecía su gemelo en comparación con él.
La tercera vez tenía trece años y acababa de recibir su primer beso; estaba eufórico buscando a su hermano para darle la noticia, cuando por fin lo encontró y se lo contó, algo en su interior saltó de una forma extraña al recibir una sonrisa sincera y un abrazo de parte del menor como felicitación.
La cuarta vez fue un año más tarde, cuando descubrió a su hermanito mandándole una sonrisa brillante, que nunca antes había visto, a un chico mayor; rubio y de ojos azules; en ese instante la ira y una punzada de dolor se apoderaron de su corazón.
La quinta, y última vez, fue justo después de que finalizó su decimosexta fiesta de cumpleaños, cuando Matthew estaba por darle su beso de las buenas noches y Alfred giró el rostro al escuchar el timbre del móvil; ambos se quedaron quietos y asustados luego de aquello; después de eso el roce volvió a repetirse alrededor de cinco veces más. Alfred no consiguió conciliar el sueño esa noche, ni las siguientes; tampoco se atrevió a hablar de ello durante el mes siguiente; hasta que una noche se quedaron solos; se encontró mirando y ansiando los labios de su hermano; esta vez el roce fue más largo y se encontró a sí mismo confesándole a su hermano que su lugar en el mundo era, y siempre sería, junto a él.
La primera vez que Matthew estuvo consciente de su lugar en el mundo tenía dieciséis años; el cabello revuelto, las mejillas rojas y a Alfred abrazándolo y diciéndole "te amo; soy el lugar al que perteneces". Y él sólo pudo contestar un "lo sé" y sonreír como nunca.
N/A: Primero, tenía bastante sin escribir, así que estoy algo fuera de práctica; y segundo, amo a estos dos juntos, aunque considero que el fic quedo un poco raro. Espero algún día mejorar con el fluff.
¡Gracias por leer!
