El despertar

La pequeña Vanessa entró al seto en forma de laberinto tras la casa de los Murray al caer la noche. No tenía miedo de la oscuridad, a sus diez años bien sabía que los mejores juegos de escondidas se efectuaban bajo el abrigo de ésta, uno fácilmente podía convertirse en sombra y nunca ser encontrado. Las faldas de su vestido blanco y los mechones negros ondeaban, movidos por la suave brisa. Para animarse empezó a cantar en voz baja:

"Cold blows the wind to my true love

and gente drops the rain,

I never had but one true love

and in Greenwood he lay slain…"

De pronto oyó ruido, algo parecido a risitas; creyó que se trataba de una jugarreta por parte de Mina y de Peter así que siguió la dirección del sonido, esperando atraparlos in fraganti, sin embargo aquellos que encontró no eran sus amigos y los ruidos que emitían no eran risas. El señor Murray mantenía arrinconada a su madre contra el obelisco de piedra, penetrándola con ardor. Ninguno de los dos vio a la niña, ella y la noche eran una sola.

Vanessa permaneció inmóvil detrás del muro verdoso, apenas un ojo fuera. Fue testigo de cada embestida, cada beso apasionado, cada gemido de placer. En su inocencia infantil lo sabía, "eso" que hacían ambos era sucio, un pecado, y aún así sintió el calor subir por sus pies y llegar hasta las mejillas.

No paró de correr hasta que llegó a su habitación, de rodillas ante el crucifijo se persignó y rezó dos veces, un Padre Nuestro por haber espiado y un Ave María por haberlo disfrutado. Pero esa noche Dios no respondió, la oscuridad fue quien habló.

…Y ella la escuchó.


Notas:

-La canción es una melodía popular inglesa muy antigua llamada "The Unquiet Grave"

-Este pequeño one-shot está basado en el quinto capítulo "Closer than Sisters".