¡Holas!
Aquí vuelvo después de las navidades, espero que lo hayáis pasado bien y os hayan hecho muchos regalicos. Además, vuelvo con un tema muy típico de esta época XDD (y no porque yo haya engordado en las fiestas ¿eh?)
La idea de este fic surgió de un review que dejé a una chica y luego me di cuenta de que era una idea muy buena para fic de humor jejejeje.
Tendrá varios capítulos, bastante cortitos (algo raro en mí). Llevo escrito hasta el capítulo 4 y calculo que acabará teniendo 5 o 6 capítulos como mucho. Podría haberlo hecho one shot, pero habría quedado demasiado largo y como las escenas están muy diferenciadas pensé mejor dividirlo en varios capítulos aunque sea más rollo a la hora de leer.
Ah, esta vez cambio de pareja XDDDD. Esta es MattxMello, con aparición estelar de mi querido Nearcito (no podía dejarlo atrás XDDDD). Por si os interesa os diré que tengo el primer capítulo del fic q mencioné del lemon MelloxNear pero no voy a subir nada hasta tener el fic acabado por completo. También tengo ideas para hacer un multichapter de capítulos cortos e independientes sobre MelloxNear.
Advertencias: Este fic contiene YAOI, pero bastante ligerito, básicamente insinuaciones y alguna escenilla un poco más subida de tono. No creo necesario el rating M. También contiene lenguaje un poco vulgar XDDDD.
Disclaimer: Todo pertenece a los creadores de Death Note, Tsugumi Ohba y Takeshi Obata, nada me pertenece a mí salvo enredarlo todo sin ganar dinero y encima perdiendo mi tiempo.
Pues nada, espero que os guste. ¡Espero vuestros comentarios!
OPERACIÓN BIKINI
Capítulo 1: Pesada realidad.
Era ya tarde cuando Mello volvió al apartamento. Estaba muerto de cansancio, llevaba todo el día en la calle y apenas había tenido tiempo ni de comer. Deseaba llegar, tomar una ducha y poder relajarse un rato, aunque sabía que no podría ser mucho, porque tendría que continuar con la investigación, incluir los datos obtenidos y también los que Matt hubiera conseguido. El caso Kira era así de absorbente. A veces llegaba a pensar que, si no fuera por el aliciente añadido de tener a Near también implicado en todo aquello, le gustaría que a Kira le diera también un infarto y los dejara en paz. L estaría igualmente vengado de esa manera.
Entró en el piso y un olor horrible le azotó como una bofetada. Todo estaba a oscuras, excepto la luz de una lámpara de pie, el monitor donde hacían el seguimiento de Mogi y Amane Misa y la videoconsola de Matt.
No necesitaba oír nada para saber cómo había sido el día de Matt. Estar allí sentado desde que se levantara quién sabe a qué hora. Las persianas y las cortinas seguían tal cual las había dejado el día anterior. No tenían pinta de haber sido abiertas en todo el día. Con razón el piso olía como olía.
- Ya que es imposible hacer que salgas a fumar al balcón, al menos podrías abrir las ventanas. Esto apesta, tío, además de que hay aquí una niebla que parece que estamos en el Támesis.- protestó Mello.
- Es que hace frío, y como eres un tacaño que no quiere gastar más electricidad de la necesaria, pues es la única manera de no poner la calefacción.- se excusó Matt.
- Sí, claro, qué fácil es echarme las culpas a mí.- murmuró Mello, acercándose a la ventana y abriéndola de par en par.
- ¡Ey! Avisa antes, que me puedo resfriar.- se quejó Matt, poniéndose el chaleco que usaba para salir a la calle.
- ¿Te traigo también una bufanda?- dijo Mello con ironía, y al ver que Matt se abrazaba a sí mismo tiritando, añadió.- Mira que eres exagerado.
Mello se dejó caer en el sofá, poniendo los pies sobre la mesa. A su lado Matt seguía protestando por lo bajo por el frío que entraba desde la calle. El rubio sacó de su chaqueta un pequeño cuaderno con las anotaciones que había hecho durante el día y, de reojo, miró el monitor. Mogi y Misa no hacían nada interesante, la joven leía una revista femenina mientras que el hombre veía la televisión.
- Es un coñazo, no han hecho nada en todo el día.- informó Matt, al ver que su amigo miraba el monitor.
- ¿Ah, sí? Con que un coñazo… Y encima te quejarás… Ya quisiera yo poder estar aquí tirado todo el día.- replicó Mello.
Matt bufó. ¿Qué diablos le pasaba a Mello que no hacía más que atacarle a la más mínima ocasión?
- Si te ha venido la regla, vete al bar y págala con otro.-gruñó Matt.- No sé a qué vienen esas indirectas. Desde el principio estaba claro que tendrías que ser tú el que estuviera la mayor parte del tiempo en la calle. Si no estás contento, quéjate a Near. Yo no tengo la culpa de que esté enamorado de ti y te eligiera como contacto. Ninguna de las decisiones depende de mí, yo sólo soy el tercero en discordia, como siempre.
La libretita de Mello voló hasta golpear la cabeza de Matt, con bolígrafo incluido.
- Deja de ponerte dramático.- dijo Mello.
Se inclinó para recoger la libreta mientras que Matt se rascaba la cabeza por el golpe. Al hacerlo, rozó la nariz contra la camiseta de su compañero y se quedó allí parado unos instantes.
- ¿Qué haces?- preguntó Matt, volviéndose para ver a Mello casi extendido en el sofá, oliendo su camiseta.
- ¿Cuánto tiempo hace que no lavas esto?- dijo Mello con una mueca de repugnancia.
- No me acuerdo.- Matt se encogió de hombros.
- ¡Qué asco!
- Pero si yo huelo bien, ¿no ves que no sudo?- se excusó Matt.
- No te digo que no, desde luego con lo activo que eres es normal que no sudes, pero ¿el humo de cuantos paquetes de tabaco puede haber acumulado en esta ropa?- dijo Mello, cogiendo la parte baja de la camiseta y tirando de ella.- Dúchate y lávala, por favor.
- ¡Me voy a resfriar!, ¡cierra la ventana!
Mello se levantó con rapidez y cerró la ventana.
-¡HAZLO!- ordenó, teniendo muy claro que en cuanto Matt se duchara, volvería a abrir la ventana.
Matt se levantó protestando. Dejó en el sofá el chaleco, alegando que eso no podía lavarlo porque tenía que hacerse en la tintorería. Se quitó la camiseta, como si el hecho de no verla sobre su cuerpo ya fuera suficiente para calmar a Mello. Se dirigía al baño cuando…
- ¿Matt?
- ¿Qué quieres ahora?- dijo Matt con tono seco, girándose hacia él.- ¿Vas a decirme que tampoco puedo usar agua caliente para ahorrar?
- Da una vuelta completa.
- ¿Eh?- Matt no entendía nada, pero dio una vuelta completa.- Estoy bueno, ¿verdad?- Matt le guiñó un ojo, divertido.- ¿Puedo ducharme ya?, ¿te he alegrado ya la vista lo suficiente?
Mello se le acercó y Matt se quedó parado y confuso, sobre todo al ver que Mello se arrodillaba delante y acercaba la cara a su cuerpo con una mirada extraña. El castaño empezó a ponerse nervioso. Desde luego Mello estaba muy raro ese día. Le había visto mil veces sin camiseta, ¿por qué, de repente, eso parecía llamarle la atención?
- ¿Qué… qué pasa?- preguntó con impaciencia.- ¿Acaso quieres…?
El puño de Mello respondió golpeándolo en la pierna.
- No estás bueno. Estás gordo.
El mundo pareció detenerse, engulléndolo en una espiral donde lo único que se oía era el eco de las palabras de Mello. Gordo. Gordo. GOOOOORDOOOOOOO. Un pellizco en el costado de su cintura le hizo volver a la cruda y cruel realidad.
- Venga ya, Mello. Consiento que me digas que mi ropa huele mal, que soy un vago y todo lo que quieras pero… llamarme gordo… eso ha herido mis sentimientos, ¿sabes?- dijo Matt sin querer aceptarlo.- Siempre he estado delgado, demasiado incluso, ¿cuándo he estado yo gordo?
- Desde ahora.- dijo Mello, apretando el pellizco, haciendo más visible el trozo de carne que no debería estar allí.
Aunque reacio a mirar, Matt desistió y terminó por bajar la vista. ¿Por aquel pellizco insignificante Mello estaba llamándolo gordo?
- Joder, tío. Si yo te apretara así, también sería capaz de sacarte michelines.
Mello soltó el pellizco. Después deslizó su dedo desde las costillas de Matt hacia abajo, mostrándole que seguía una trayectoria recta hasta llegar a su cintura donde empezaba a curvarse ligeramente.
- Ahora no estoy apretando. Puede verse a simple vista.- dijo Mello.
Matt comenzaba a ponerse rojo, no se sabía muy bien si por la vergüenza de admitir que había engordado un poco, si porque Mello estaba exagerando al llamar a aquello gordura, o porque el dedo de Mello había rozado la sensible piel de su cintura.
- Exageras para hacerme sentir mal y culpable.- murmuró Matt, su voz tomando un tono cada vez más fuerte.- Sigo estando delgado, ¡podría ser modelo si quisiera! Eso de ahí se debe a que a lo mejor he engordado varios kilos desde que empezamos con todo esto del caso Kira, pero de ahí a llamarme gordo…
- Exacto, tú lo has dicho. Se debe a que estás aquí todo el día con el culo sentado, apuesto a que ya lo debes tener cuadrado.
- No te lo voy a enseñar, porque si vas a sacarme defectos…
- Pero no te lo tomes a mal, hombre. Con un poco de ejercicio estará todo arreglado.- se excusó Mello.
- Ejercicio…- murmuró Matt sin ningún ánimo, como si aquella palabra fuera sinónimo de castigo y penitencia.
Mello conocía las palabras mágicas que harían que Matt considerara su propuesta.
- No sabes el asco que me dan los tíos pasados de kilos, con lo atractivo que es un cuerpo delgado, liso y sin grasa. Tampoco me gustan musculosos así que será fácil.
En la primera frase, Matt ya había asumido que haría ejercicio. Todo fuera porque a Mello no le gustaban los tíos gordos. Si perdía esos kilitos que había cogido a lo mejor, por fin, Mello le haría caso. Estaba entrando en una fase de ensoñación cuando analizó el resto de la frase. En lugar de volverse hacia Mello y jurarle que haría ejercicio para encajar con su prototipo de hombre ideal, corrió al baño sin decir nada, encerrándose dentro con un fuerte portazo.
- ¡Matt!- exclamó Mello golpeando la puerta del baño, confundido porque aquella no era la reacción esperada.
- ¿Quieres también que me decolore el pelo?- se oyó decir a Matt, con tono resentido al otro lado de la puerta.- Porque vamos, un poco más y me describes a Near. Te anuncio que por mucho que me volviera anoréxico no conseguiría ser como él. Por lo pronto tendría que serrarme las piernas para encoger de estatura.
El agua de la ducha empezaba a sonar haciendo imposible intercambiar una conversación coherente. Pero de todas formas, la respuesta de Matt ya indicaba que todo aquello había traspasado los límites de la sensatez. Mello se sentó en el suelo, entre molesto y enfadado.
- ¿Por qué siempre tienes que sacar a Near sea cual sea el tema que estemos hablando? Si es cierto eso que dicen de que cuando alguien habla mal de ti, estornudas y te pitan los oídos, no me extraña que Near no haya atrapado todavía a Kira, debe ser imposible para él trabajar cada vez que tú abres la boca.- dijo Mello, sabiendo que Matt no lo estaba escuchando.
Ahora le quedaba pensar en alguna forma de hacer ejercicio que no supusiera un tormento para Matt, aunque conociéndole, las posibilidades eran prácticamente nulas. Era consciente de que había exagerado bastante, en realidad Matt seguía estando bastante delgado, pero aquella vida que llevaba no era nada saludable.
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Entretanto, en el edificio ocupado por la SPK…
- ¡Atchís!- Near estornudó, tirando el castillo de naipes que llevaba haciendo desde hacía una hora.- Vaya, no paro de estornudar y me pitan los oídos.- dijo para sí mismo. Luego se volvió hacia uno de los miembros de la organización.- Tenemos la calefacción al máximo, ¿no es así?
- Sí, Near.- dijo Rester, aflojándose el cuello de la camisa. Hacía un calor espantoso.
- Me temo que me he resfriado. ¿Cómo es posible si no hace nada de frío?- preguntó Near.
- ¿Puede ser porque te pasas el día revolcándote en el suelo?- murmuró Rester sin que Near lo oyera.
- ¿Eh?
- Tal vez sea porque el suelo está frío, Near.- respondió esta vez de manera más apropiada.
- Está bien. Ve a la farmacia por un antigripal y haz que mañana instalen moqueta.
OooOooOooOooOooOooOooOooOooOooO
Pues nada, hasta aquí el primer capítulo, espero que os haya gustado. Me encanta escribir fics de humor XDDD y MattxMello es una pareja muy apropiada para ese género. Por mucho que quisiera no podría haber desarrollado esta idea con un MelloxNear T.T
Espero vuestros comentarios, ¿vale? Y así subiré pronto el siguiente capítulo. Ah, una cosa; responderé los reviews cuando lo actualice, ¿vale? Así de paso os aviso de que está subido el nuevo capítulo para aquellos que no tengan las alertas activadas.
Besitos y ¡sed buenos conmigo! ¡Nos vemos pronto!
Ak
