WOWW! jejeje que de tiempoo :P bueno, nueva historia, primer cap bastaaaaaaaaaaante bastantito largo espero que los demas me salgan igual :D jeje bueno... espero que os gusre y sobre todo a dejar reviews! BESOOSS
1.- El capitulo en el que comenzó todo
Ginny Weasley quizás no era la más guapa, ni la más fea, ni la más simpática, ni la más antipática, ni la más lista, ni la más tonta, pero si tenía una cosa que muchas no tenían: seis hermanos, y todos ellos CHICOS.
Había sacado la inteligencia de Percy, el valor de Charlie, la lealtad de Ron, lo bromista de los gemelos, y la belleza de Bill.
Además de todo eso, convivir con seis chicos durante los dieciséis años de su vida había hecho que Ginny supiera bastante sobre la rara especie de los aquellos llamados "hombres", que en realidad eran animales con puro instinto.
Sabía como pensaban los chicos, lo que les pasaba por la mente cuando veían a una chica guapa, a una fea, cuando un enemigo les superaba, cuando un amigo quedaba por debajo de ellos.
Y por supuesto, sabía que no había diferencia entre un tío u otro, o eso era lo que ella pensaba.
Con dieciséis años, alta y esbelta, con un peso adecuado a su altura, ojos verdes como la hierba y labios rosados, de personalidad rebelde y contestona, irónica, sarcástica y sincera, se había convertido en una de las chicas mas deseadas de Hogwarts, y a pesar de ser muy lista para la mayoría de las cosas, Ginny aun no se había percatado de que cada vez que pasaba por al lado de las mesas del Gran Comedor, y meneaba ese cabello de color rojo fuego lleno de rizos debido a una manía suya, todo el alumnado masculino de Hogwarts giraba la cabeza.
Pansy Parkinson parecía hacer bien todas las cosas que las chicas debían de hacer bien. Sabía maquillarse, resaltando sus mejores rasgos; sabía peinarse, de manera que parecía que cada día había ido a la peluquería; combinaba la ropa mejor que cualquier otra chica de Hogwarts y por supuesto, sabía ligar.
Rondaba el rumor de que Pansy hipnotizaba a los chicos, hasta que ya había sacado lo que le interesaba de ellos y después los dejaba.
Pero por encima de esos rumores tontos y absurdos, Pansy sabía verdaderamente la manera de conquistar a un tío, y estaba demostrado en que estaba saliendo con Draco Malfoy, sex-symbol y el tío perfecto para todas las adolescentes con las hormonas revolucionadas.
No solo era guapo, de una manera diferente a cualquier otro chico, era sexy, tan sexy que con una de esas sonrisas seductoras que echaba a cada alumna que lo miraba podía derretir hasta el hielo. Era elegante, cosa muy difícil en un chico, con esos rasgos aristocráticos y finos. Pero sin duda, su rasgo más significativo eran los ojos. Grises. Grises como el cielo cuando llovía. Grises como el metal frío. Grises como la plata.
Y Pansy salía con él, convirtiéndola en la chica mas odiada y envidiada de Hogwarts.
Ginny Weasley se movió un poco en la silla, tratando de encontrar otra postura más cómoda. Ahora se arrepentía de haber accedido a estar en la clase de pociones de los de 7º, y mucho más se arrepentía cuando se enteró de que también iban los Slytherins.
Ser la mejor de pociones de todo 6º y además de eso, sacar la máxima nota en los T.I.M.O.S con Snape, era algo muy difícil, y que una Gryffindor lo consiguiera le daba la oportunidad de subir de curso en esa asignatura.
Acababa de empezar la clase y ese sopor que la inundaba siempre sintió que volvía a apoderarse de ella.
'Venga Ginny... atenta... atenta... cerrar los ojos y dormir, malo... prestar atención a este viejo con nariz de águila y que le toco el pelo y me quedo pegada, bueeeeeno'
"Vamos a realizar una poción que os interesara mucho a algunos" empezó Snape, mientras le echaba una mirada significativa al trío de oro "Poción Multijugos. Experimentareis los efectos durante diez minutos y os pondréis en parejas que YO asignare" dijo al ver que se armaba burullo de gente arreglándose para ponerse en parejas. Comenzó a nombrar parejas hasta que le tocó el turno a la pelirroja "Ginny Weasley y Parkinson" dijo con una voz siseante. Ginny cerró los ojos y resopló.
'Menuda parejita... la rubita engreída...'
Se desplazó hacia el pupitre de la rubia y siguieron atendiendo la explicación de Snape.
"Recordad echar solo 50 gramos de piel de serpiente africana, ya que si echáis mas, surgirán algunos efectos contrarios..." dijo suspensivamente.
"Tu cortas una mitad y yo la otra" asignó Pansy refiriéndose a los ingredientes.
Ginny no replicó, no tenía ganas de discutir.
"¿Qué pasa Weasley¿Eres mudita o te ha comida la lengua el gato?"
Ginny tiró el cuchillo en la mesa y dejó lo que estaba haciendo por un momento. La rubia ni se inmutó.
"Mira, rubia de bote, o verdadera, que mas da, el caso esque eres tonta y sinceramente, todo lo malo se pega, así que haz el favor de no hablarme"
Ginny cogió el cuchillo y siguió cortando las cosas mientras Pansy se reía.
"Mira pelirroja, para tu información seguro que soy mas lista que tú y por supuesto, mucho más espabilada, a parte de elegante, guapa y rica, así que bonita, mas cosas malas tienes tu que pegarme que yo a ti"
Ginny prefirió no contestar.
Media hora después, la poción había adquirido el tono adecuado, a pesar de que no se habían dirigido palabra en toda la hora y supusieron que la poción estaba bien hecha.
"Bien, ahora echad en cada vaso un poco y un pelo de vuestra pareja y después beberlo"
Ginny cogió el cazo y llenó los dos vasos. Cogió un pelo suyo y vio como Pansy cogía otro y cada una lo echaba en el vaso del contrario.
"A la de tres, os tomáis la poción. ¡Una, dos y tres!"
Todo el mundo comenzó a ingerir la poción, a la vez que se escuchaban grititos y alumnos transformándose en otros.
Al cabo de un par de minutos, se veían todos los alumnos mirándose a sí mismos, viendo como se sentían en el cuerpo del otro.
La pelirroja miró hacia abajo y lo primero que encontró fue por lo menos una talla de pecho más. Acto seguido, le picó la cabeza y comenzó a rascarse con mucho ímpetu.
"Parkinson¿qué tienes piojos o esque no te lavas?"
Pansy la miró susceptiblemente.
"¡Pues calla, que estas plana!" Dijo mientras dirigía sus manos y tocaba las tetas de Ginny, ahora su cuerpo.
Ginny se acercó a ella y le apartó las manos.
"¡No me toques!" dijo la ahora rubia, pelirroja.
"¡Ni que yo quisiera!"
"SI a ti te va todo guapa"
"Olvídame"
"No puedo, estoy en tu cuerpo..."
Pansy resopló y se sentó en la silla dispuesta a dejar pasar esos diez minutos.
De un momento a otro, los alumnos empezaron a cambiar y Pansy no hacía mas que mirar sus manos.
Sus uñas perfectamente pintadas con manicura francesa seguían sin estar ahí, y ahora estaban reemplazadas por unas cortadas, sin apenas brillo y un poco comidas.
Puso una mueca de asco.
Empezó a mover el pie hacia arriba y hacia abajo, mientras miraba el reloj, pero que va, ella seguía siendo Ginny y Ginny seguía siendo ella.
La pelirroja (N.A.: Me refiero a la de verdad, es decir Ginny) hablo primero.
"¿Por qué no estamos transformándonos nostras?"
Pansy se encogió de hombros.
"¿Echastes los 50 gramos de serpiente africana tu?" Preguntó Pansy.
"Si¿tu?"
Pansy abrió mucho la boca y se abalanzó sobre Ginny.
"Eres tonta o ¿qué?"
"¿QUÉ?" Gritó Ginny intentando quitarse a la pelirroja-ahora de encima.
"¡YO también los eché estúpida!"
"¡Ese es tu problema!" Le replicó Ginny mientras seguía intentando liberarse del agarre de la rubia.
Consiguió dar la vuelta y ahora estaba ella tumbada encima de Pansy, amarrándole las manos, intentando pararla y se percató de que todo el mundo miraba la escena un tanto extrañados.
Podía parecer muchas cosas, y el dicho ese de "piensa mal y acertarás", no ayudaba mucho.
Entonces, la rubia (encarnada en el cuerpo de Ginny) pilló a la pelirroja (encarnada en el cuerpo de Pansy) desprevenida y consiguió tirarla al suelo, ambas forcejeando.
Entonces, ante toda esta escena de confusión, sin saber porque si quiera peleaban y todos los alumnos mirando perplejos, apareció Snape como una luz en medio de toda la oscuridad (N.A: Vale, me he emocionado xD). Cogió su varita y apuntó hacia las dos leonas enfurecidas.
"Separo!" Gritó, y cada chica salió disparada al extremo de la clase.
Ginny, apartó unos cuantos de mechones rubios que le caían en la cara y se llevo una mano al pecho haciendo el intento de recuperar la respiración.
"¿Qué pasa aquí?" Dijo Snape en su usual tono frío.
"Pues que..." comenzó a hablar Ginny pero la rubia saltó.
"¡Mentira!" Gritó antes de que la pelirroja pudiera decir nada. "¡Mentira, mentira y mentira! Fue ella, ella tiene la culpa..."
Y a ese grito de adolescente histérica, se le unió el de la otra y lo único que se escuchaban eran palabras como plana, piojos, guarra, Slytherin, perra y muchas cosas mas que no debería de nombrar aquí.
"¡Silencius!" Gritó Snape haciendo que la voz de las dos chicas se desvaneciera por completo y ambas le mirasen como si en cualquier momento lo fueran a asesinar. "Bien, ahora que no parecéis dos perras en celo" dijo recalcando las dos últimas palabras "peleando por un macho salidorro" Ginny abrió mucho los ojos¿de donde habría sacado Snape ese vocabulario? "Iréis al despacho de McGonagall porque como yo os tenga que poner el castigo juro que no volveréis a entrar en mi clase nunca mas y ahora marchando" dijo, mientras hacía una floritura con la varita y desaparecía el hechizo silenciador que había aplicado sobre ambas chicas. "¡YA!" Gritó.
Las dos chicas salieron cabizbajas del aula y comenzaron a andar.
"Bien. No nos pongamos histéricas. ¿Crees que será buena idea contárselo a McGonagall? Saldríamos perdiendo¿no crees?" Dijo Ginny, intentando, poner, a pesar de todo el odio que sentía hacia la chica de al lado suya, un poco de paz.
"No lo sé¿por qué lo crees tu?" Dijo Pansy un poco más calmada ya.
"Lo primero, se reirian de nosotras hasta la saciedad, de ti porque eres de Slytherin y de mi porque se supone que soy buena y por algo estoy en septimo de pociones. Lo segundo, esto sería muy malo para tus E.X.T.A.S.I.S, porque yo aun estoy en sexto año, pero te recuerdo que este año tu tienes esos examenes tan importantes que deciden el resto de tu carrera y lo tercero...Bueno, no se me ocurre un tercero" dijo Ginny.
La rubia pareció meditar.
"¡Que sepas que acepto solo porque no quiero ninguna risita ni nada por el estilo, no porque quiera estar contigo o con tus amiguitos!" Dijo, un poco exasperada.
"De acuerdo, entonces, nos peleamos porque tu me dijiste algo y ya empezamos a discutir¿de acuerdo?"
"¡Eh... si... NO¿Por qué tuve que empezar yo?"
Ginny se encogió de hombros. "Vale, empezare yo" dijo, y pensando que sería mejor, ya que McGonagall pensaría que había sido Pansy ya que la pelirroja se encontraba en el cuerpo de esta.
Llegaron al despacho y llamaron.
Nada.
Toc, toc, toc.
De nuevo.
Nada.
Ginny resopló.
¿Acaso no estaba allí?
Esta vez Pansy llamó y seguidamente giró el manillar. Nada.
Entonces se oyeron pasos tras la puerta y McGonagall abrió.
Bueno, McGonagall con un aspecto totalmente diferente. Estaba despeinada y con las túnicas mal puestas. No tenía puesto su sombrero y dentro del despacho, de pie y con las mismas pintas que ella se encontraba Flitwick.
Ginny y Pansy se miraron, y ambas pusieron una mueca de asco.
"¿Qué queríais?"
"EL profesor Snape nos ha mandado" contestó Ginny y McGonagall asintió mientras se apartaba para dejarlas entrar.
Pasaron las dos chicas a la sala y se quedaron de pie, un tanto extrañadas por la situación.
"Ehhh..." comenzó Pansy (en el cuerpo de Ginny) pero al final acabó hablando Ginny.
"Veras, profesora, estábamos en clase y comenzamos a discutir hasta que llegamos a las manos y... pues... Snape nos mandó aquí"
McGonagall asintió.
"De acuerdo. Gracias por confiar en mi" contestó la profesora.
Ambas chicas se miraron encogiéndose de hombros.
"Ya podéis iros" añadió McGonagall viendo que las chicas no se iban.
"Eh... ¿no nos va a castigar?" Preguntó Ginny, recibiendo un codazo por parte de la rubia (encarnada en el cuerpo de Ginny).
McGonagall las miro confundida.
"¡Ah! Ah¡Si!" Dijo mientras se llevaba un dedo a la barbilla y comenzaba a pensar. "¡Bueno, tendréis que... ehh... Bueno, no tenéis castigo! Venga, adiós!" Y las empujó hacia fuera de la clase mientras las chicas no hacían que mirar hacia detrás y pensar lo que les venía encima.
