Así que de verdad vas a cazar a una mariquita, que atrevido Adrien. – Fue lo que dijo Plagg esa tarde, mientras Adrien preparaba y ordenaba toda su habitación, listo para comenzar su plan.

¡Tengo todo listo Plagg! Es solo cuestión de tiempo – Estaba ansioso, faltaba poco para que oscurezca y tenía que calmarse, su jugada estaba por iniciar.

He vivido cientos de años Adrien y en lo que a mí respecta puedo darte grandes consejos de amor. Pero no me escuchas

¡Hoy conquistare a Ladybug! – Sonrió victorioso

¿Y cómo estas tan seguro?

Porque estoy seguro de que a Ladybug le gusta Adrien. Quizá como Chat Noir no funcionó, pero estoy casi seguro que con mi otro yo tendré una posibilidad. Además, me he informado mucho sobre el tema de la seducción. Luego de que Ladybug dijera que soy realmente malo en ello – Dijo algo apenado, rascándose la parte de atrás de la cabeza – Pero hoy caerá en mis brazos. Hoy ganare ese juego

Sabía que en parte estaba mal, pero también sabía que Ladybug si estaba interesado en él. Al principio fueron solo sospechas. El modo en que ella se comportaba con Adrien era muy diferente a como lo hacía con todos los otros chicos. Más aun cuando ella se sonrojaba y decía algunas palabras trabadas, apenada por verlo fijamente, cosa que disimulaba bien tras esa mascara y fachada de chica perfecta… Bueno si era perfecta, pero se entiende.

Pero sus sospechas fueron ciertas el día que luego de liberar un akuma de un chico que estaba enamorada de ella lo confesó.

Por favor, solo dime quien es… - Dijo el chico, tomando las manos de Ladybug, mirando con ojos llorosos y cansados luego de ser liberado

Es… Solo puedo decirte que es un modelo, algo que esta fuera de mi alcance

¿Adrien Agreste? – Pregunto el joven tirando un nombre al azar, a lo que ella se sonrojo y abrió los ojos grandes. El joven estaba ahora con los ojos cerrados, por ello no vio la reacción tan vidente de Ladybug

No… Es otra persona. – Dijo ella

¿John Pavlov? –

No tampoco…- Se notó más seguridad en sus palabras, ni una sola reacción de verguiza o temor. – Puedo llevarte a casa si eso quieres

Un momento más con Ladybug y mi vida será eternamente feliz… - Ella le sonrió.

Ladybug no había visto a Chat, él supuestamente había quedado atrapado en un edificio y ella prometió que cuando derrote al Akuma sus poderes lo liberarían de inmediato. Pero él se las ingenió para escapar e ir a ayudar a su amada, solo que llego tarde y ella lo hizo sola. Cuando iba a hablarle fue cuando escucho la conversación y prefirió irse y guardar el secreto.

Era culpa de ella que también este tan enamorado, por ser linda, por ser inteligente, por ser genial, por simple y llanamente ser ella.

Además, ella también jugaba ese juego. Le hacía guiños, intentaba besarlo y luego se arrepentía, tocaba su espalda y la acariciaba, al parecer a ella le gustaba su espalda y su abdomen. Y hacia esos gestos… Oh vaya gestos. Seductores y divertidos, ella jugaba con él y ganaba, ya era hora de que el también use sus movimientos.

Por mucho tiempo pensó en lo que escuchó ese día, y llego a la conclusión que quizá si se enamoraba del verdadero él sería mucho más fácil, podrían amarse de verdad. Además, sería un gran movimiento, su primer movimiento de verdad en ese juego.

Pero necesitaba hablar con ella para eso, así que ideo el plan perfecto. Primero comenzó a esparcir rumores de que alguien estaba acosando a Adrien Agreste, y él mismo lo dijo en clase y difundió todavía más el rumor. Aumentaron la seguridad y el supuestamente "recurrió" al superhéroe Chat Noir para que cuide de él mientras su padre estaba fuera por un viaje de negocios.

Sé que me ofrecí a eso My Lady, pero de verdad tengo una emergencia ¿Podrías hacerlo por mí? Es solo quedarte unos tres días hasta que vuelva el padre de Adrien. Yo no puedo y es por su seguridad hasta que todo se resuelva – Ladybug obviamente se puso nerviosa, estaba indecisa de saber si era lo correcto, pero también sabía que debía cuidar de su amigo y amor platónico, por lo que si Chat no podía ella debía hacerlo. Además, solo era quedarse a cuidar de él un par de noches ¿Qué podía pasar?

Si, de acuerdo. – Dijo mirando a Chat quien sonrió de manera amigable

Gracias my Lady. A todo esto… ¿Quieres ir por un helado? – Ella suspiro

Otro día Gatito – Le dio una sonrisa pícara y un guiño. Tomo su Yo-yo y colgándose de un barandal salió rumbo a su casa. Él solo la miro embobado como siempre hasta que su delgada figura se desvaneció en el horizonte.

Todo estaba listo para la llegada de Ladybug, solo quedaba actuar natural para que ella no sospechara nada de su maléfico plan. Se sentía todo un villano experto en esto. Quizá tanto luchar con Hawk Moth había aprendido algo.

Finalmente sintió un golpe en su ventana, y colgando de esta estaba la chica más bella del mundo. Unos ojos grandes de color celeste, unos cabellos negros azulados sedosos y atados con dos colitas y un cuerpo… Oh, vaya cuerpo.

¿Ladybug? ¡Que sorpresa! – Se acercó a la ventana y la abrió, haciéndole una señal para que esta entrase, quien de un salto se adentró a la habitación del joven

Err… Si veras. Chat Noir no podrá venir a cuidarte, así que yo lo hare en su lugar. Espero que no te moleste.

¡Para nada! Es un honor para mí que usted me cuide, perdón por las molestias, es solo hasta que mi padre venga

No hay problema – Ella recorrió con la mirada el lugar, tratando de guardar en su memoria cada pequeño detalle que le permitiera conocer más a su amor platónico. Estaba realmente muy ansiosa, estaría a solas en la casa con su amor platónico, no quería arruinar las cosas. Lo único bueno es que ahora ella no era Marinette, era Ladybug, lo que le hacía sentirse más segura, cuando se ponía la máscara se sentía más fuerte, era más fuerte.

¿Quieres sentarte? – Indico con el dedo el sillón – Digo, estarás toda la noche aquí, te cansaras ahí parada. –

Claro, está bien. – Ambos caminaron y tomaron asiento en el sillón de Adrien, uno junto al otro. – Sabes si estás cansado puedes dormir, yo estaré aquí para cuidarte, no me molestaría

No por favor, lo mínimo que puedo hacer es quedarme a tu lado – Él le sonrió, de un modo tal que ella sintió un flechazo en el corazón.

D-De acuerdo… -

Fuera de ser superhéroe… - Comenzó a hablar - ¿Haces algún deporte o algo? – Ella lo miró confundida

No, nada – Dijo apenada

Porque eres realmente muy fuerte y ágil, siempre que te veo me sorprende lo hábil que eres para moverte y pelear

Eso… Son cosas de superhéroe supongo

Además… - Era hora. – Tienes un cuerpo muy bien formado – Bajo un poco los parpados, sacando ya esa mirada inocente y ladeando la sonrisa de manera seductora, esa clase de sonrisa que pone de vez en cuando en los comerciales para seducir a las jóvenes

Err… Gra-gracias – Su rostro tomo un color rojo ¿Desde cuándo Adrien ponía esas expresiones? Y esa voz… Una voz sensual. – Yo no estoy muy de acuerdo – Comentó

¡Claro que sí! – Se acercó un poco más a ella – Por ejemplo – Inclino su rostro más hacia ella quien retrocedió incomoda – Tus piernas están muy bien formadas… - Su traviesa mano fue directo a estas y las acaricio. Marinette se puso roja ¿Qué estaba pasando? – Y son muy lindas – De manera atrevida comenzó a acariciarlas, tomándose la libertad de apretarlas un poco. Las recorría por todos lados, sin dejar de mirarla con sus penetrantes ojos verdes. Las caricias de este eran de algún modo lindas, seductoras, le hacían sentir algo extraño que la ponía sumamente nerviosa. – Verte tan de cerca Ladybug – Inclino su rostro todavía más cerca de ella, quien coloco sus manos sobre el pecho ajeno, intentando apartarlo un poco – Me hace dar cuenta lo linda que eres. –

Yo…- Las manos seguían apretando sus muslos y sus penetrantes ojos la derretían. ¿Por qué de golpe era tan sensual? ¿Qué le paso a ese chico tranquilo y tímido? Se veía completamente diferente, de un modo sumamente atrevido y seductor. No debía dejarse llevar – Estas muy cerca – Ella ahora si lo empujo con más fuerza y con una de sus manos saco las de Adrien de sus piernas

Lo siento Ladybug – Ahora sonrió de manera inocente, con esa expresión de niño bueno que hizo desconfiar de la verdadera personalidad de Adrien – Es sorprendente que no hagas nada. Yo en cambio si hago, y una dieta. Como soy modelo debo cuidarme mucho – Dijo de manera avergonzada. – Pero por suerte supongo que da frutos. Mira – Se levantó la remera, dejando ver su perfecto cuerpo. Sus pectorales marcados, sus abdominales firmes y esa piel tensa que parecía suave y perfecta. No tenía ningún vello y la estructura de su cuerpo era sin duda un infierno para cualquier chica.

No deberías hacer eso…- Ella doblo el rostro

¿Mmm? ¡Lo siento! Es que como soy modelo siempre me sacan este tipo de fotos, están en todos lados por lo que no me resulta extraño

Pues sí, las he visto todas…- Dijo distraída, hasta que cayó en cuenta de lo que estaba diciendo, su rostro se puso tan rojo como pudo - ¡Quiero decir! No es que las haya buscado por que sí, ni nada por el estilo, es solo que me gusta la moda, y, y, y, yo las vi como cualquier otra foto. –

Jajaja, tranquila, soy modelo no me molestan estas cosas ¿Quieres ver más? – Esta vez volvió a sonreír de manera seductora. Marinette estaba sin palabras ¿De verdad le estaba diciendo eso? De manera tan descarada. Quería negarse, pero por otro lado no. Quizá sea la única vez en su vida que pueda ver tan de cerca el perfecto cuerpo de Adrien. Era sin duda una tentación. Adrien levanto los brazos y se quitó la remera, ella no había dicho que sí, pero tampoco que no, así que como dice el dicho "el que calla otorga" – Siempre me sacan fotos así – Dijo haciéndose el desinteresado. Pero claramente miraba con detenimiento como los ojos de Ladybug recorrían su cuerpo, paralizada y sin duda seducida, iba a ganar esta batalla – Te dije que hacia ejercicio, no es que tenga tampoco tan buen cuerpo, pero creo que algo de ejercicio da frutos – Dijo soltando una pequeña risa – Mira ¿Quieres tocar? – Se acercó un poco más a ella, quien todavía no salía de si, no podía dejar de mirar el cuerpo del chico, era tan… Perfecto

Yo, no, es decir, no es necesario – Dijo saltando una risa nerviosa

No me molesta, mira, no miento – Tomo la mano de Ladybug y la coloco sobre su pecho, esta se sintió incomoda al principio, pero en cuanto miro su cuerpo se perdió. Comenzó a recorrer con la mirada éste, hipnotizada, y sin darse cuenta empezó a trazar con la punta de sus dedos un recorrido por este, era una caricia suave y tentadora. Adrien sentía que moriría feliz por ese tacto.

¡Lo siento! – Dijo con la cara roja, sacando de un golpe la mano y abrazándola a su pecho, tardó en reaccionar a lo que estaba haciendo

Ya te dije Ladybug. No me molesta – Sonrió y se inclinó sobre ella. Volvió a tomar su mano y la coloco en su pecho – Tócame – Se inclinó a ella y acercando sus rostros. Llevo lentamente su mano nuevamente a las piernas de esta y las comenzó a acariciar, pasando muy cerca de sus partes íntimas, haciendo que esta se sintiera sedada y sin darse cuenta, excitada. Las manos de la joven comenzaron nuevamente a recorrer el pecho del chico, mientras este seguía tocando sus piernas, sus rostros estaban muy, pero muy cerca, ambos podían sentir la respiración ajena, y como esta comenzaba a acelerarse.

Adrien decidió llevar las cosas aun más lejos. Esto no era parte del plan, la idea era simplemente mostrar un poco de su cuerpo para que la chica sea seducida. Ni siquiera pensó que se atrevería a tocar sus piernas, eso simplemente fue cosa del momento, algo que lo tentó demasiado.

No sabía qué hacer. Se estaba dejando llevar por esas caricias, se estaba perdiendo por el hecho de tocar esos firmes pectorales y ver su bello rostro tan cerca del suyo. Las manos de Adrien eran cálidas, estas apretaban sus muslos y amenazaban con llegar aún más lejos, y en parte ella quería que lo hicieran.

No solo tus piernas son lindas Ladybug – Dijo con una voz ronca – Todo tu cuerpo es firme y bien formado…- Sus manos dejaron sus piernas y comenzaron a subir, trazando un camino sobre su abdomen y llegando hasta sus pechos, los cuales sin descaro apretó de manera sorpresiva. Ladybug no pudo evitar soltar un suspiro de placer, su tacto era estimulante, y el solo hecho de ver ese lado atrevido de Adrien, que solo se lo muestre a ella, sin duda le producía una excitación terrible. Pero debía terminar con esto, Ladybug no era esa clase de chicas.

No… Espera – Saco las manos de Adrien y lo empujo, incorporándose un poco. Esto no era parte del plan, pensaba una y otra vez Adrien, pero es que se estaba dejando llevar por la situación, y bueno, uno de los consejos dice que había que esperar el momento.

¿No puedo tocarte? – Susurró, a lo que ella con los ojos cerrados negó – De acuerdo Ladybug… Pero tu si puedes tocarme a mí – Eso ultimo no lo controlo, su voz era ronca producto de la excitación, estaba perdido en ese perfecto cuerpo y ojos de cielo.

Mirinette ya no pensaba, había logrado sacarse de encima a Adrien, realmente nos sabía si estaba lista para que él la toque más. Pero Ladybug si estaba lista para tocarlo.

De manera indecisa llevo sus manos nuevamente sobre el cuerpo de Adrien, este se recostó un poco sobre el sillón y ella se tomó la libertad de inclinarse. Ahora tenía otra actitud, una sumisa, Marinette se preguntó ¿Cuál de todos era el verdadero Adrien? Sonrió de manera lasciva ¿Y cuál de todas era la verdadera Marinette?

Se colocó sobre él y con sus pequeñas manos comenzó a apretar su recorrer su torso, llevarlas hasta su rostro y acariciarlo. Se encimo más y quedo sobre él.

No toques y no mires – Fue todo lo que dijo

Bajo un poco y saco la lengua, para sorpresivamente dar una larga lamida a su pecho, Adrien no pudo evitar abrir los ojos sonrojado.

Dije, no mires y no toques. – Esta vez su voz era incluso más firme, se sintió dominado por ella

Comenzó a recorrer su cuerpo llenándolo de besos y lamidas, tomándose la libertad de morderlo y apretar un poco, y sin saberlo, dejar alguna que otra marquita. Subió hasta su cuello y comenzó a dar pequeñas lamidas, disfrutando como en cada una de ellas Adrien se retorcía de placer, soltando pequeños gemidos. Mordió un poco su cuello y lo succiono, sintiendo como el miembro de Adrien se ponía duro debajo de ella.

De manera traviesa llevo su mano hacia el pene de Adrien y lo apretó, haciendo que este se sobresaltase, tenía la cara roja y su respiración agitada. Comenzó a masajear su miembro de arriba hacia abajo, apretando este y sacando de los labios ajenos gemidos de placer. Ya estaba húmedo en sus pantalones y ella podía sentirlo, no era quien para quejarse, igual estaba mojada.

Comenzó a refregarse contra él, sin dejar de apretarlo y masajearlo, Adrien no podía contenerse más, llevo sus manos hacia el trasero de Ladybug y lo apretó con fuerza, comenzando a masajearlo y a forzar que esta se moviera sobre él.

Dije. No tocar. Ni mirar. – Aclaro ella apretando su miembro y con la otra mano sacando de su trasero las manos ajenas.

Lo-lo siento Ladybug…- Dijo entrecortado, su respiración no daba más. Ella le sonrió viendo como alejaba sus manos y volvía a cerrar sus ojos.

Metió sus manos dentro del pantalón de Adrien y extrajo su erecto pene, era la primera vez que veía uno y parecía mucho más grande de lo que imagino. Estaba húmedo y latía, como deseoso por el tacto ajeno.

Lo atrapo con ambas manos y comenzó a moverlo de arriba hacia abajo. Se inclinó a su vez y le dio varias lamidas y besos al cuello de Adrien, sin dejar de mover sus manos. Este se retorcía y suspiraba.

Las cosas se habían dado vuelta.

Marinette no sabía de donde le salió esa actitud. Pero también sabía que en el juego de las seducciones había dos participantes, y ella no iba a perder.

Apretó y comenzó a moverse cada vez más rápido, masturbando a Adrien de una manera que parecía ser una experta en ello. Lo disfrutaba más de lo usual, nunca había experimentado tanto placer tocándose solo pensando obviamente, en su Ladybug. Rápido, era cada vez más rápido, se sentía tentado en tocar ese trasero que sin duda el simple y rápido tacto que tuvo le voló la cabeza. Pero su Lady le había prohibido eso. "No mirar ni tocar".

Finalmente, con un gritó de placer sin contener, retorciéndose y temblando termino sobre las manos de Ladybug, quien lo apretó para que salga hasta la última gota.

Aún era de noche.

Adrien recupero lentamente el aire y se quedó varios minutos tratando de calmar su acelerado corazón. Todo le daba vueltas ¿Qué había pasado? Había sentido el mayor placer de su vida.

Ladybug lo miraba tranquila, fresca como una lechuga, como si nada hubiera pasado. La única prueba era que sus manos aún seguían llenas de semen. Corrió a buscar servilletas para limpiar las manos de Ladybug. Pero eran apariencias, como lo era Ladybug en general, estaba terriblemente excitada, solo que en su pedestal de perfección nadie podría notarlo. Había hecho que Adrien terminara, nunca pensó que el haría tales gestos, y mucho menos que fuera él quien inicio todo eso. Adrien, o mejor dicho Chat Noir definitivamente era precioso.

Adrien había perdido el primer round. Pero esto recién empezaba.

Nota: ¡Hola! Espero que les haga gustado el primer capítulo, no creo que sea una historia muy larga, así que iré viendo cuando subo la continuación! En fin, si quieren que la sigan háganmelo saber! ¡Muchas gracias por leer!