Hoy es mi primer día en la universidad, estoy muy emocionada tanto que voy prácticamente corriendo, anoche apenas pude dormir, cuando llegue lo primero que note fue una larga cabellera negro-azulado de un chico que estaba sentado frente al jardín del campus recargado en un árbol con un cuaderno de dibujo, parecía estar haciendo yoga y dibujando a la vez… Levantó su rostro una fracción de segundo permitiéndome apreciarlo sus ojos azul cielo juro que si no fuera porque él siguió con su dibujo yo hubiera contado cada una de sus pestañas pero una voz a lo lejos comenzó a captar mi atención…y luego un leve impacto me hiso voltear…
-Oye… te encuentras bien? - pregunto una chica morena de cabello largo y chino con ojos azules
-Eh…si estoy bien no te preocupes- le dije llevando mi mano hacia la zona del ligero golpe para ver si no me había quedado alguna marca o algo, pero no había nada, solo le sonreí para demostrarle que estaba bien.
-Me llamo Layla- dijo extendiéndome su mano y sonriéndome simpáticamente.
-Mucho gusto Layla yo soy Flora- deje estrechando su mano con la mía
-Mucho gusto igual Flora, y dime, ¿a qué grupo perteneces?-
-Al 101 ¿y tú?-
-¡También al 101! Qué bien al menos ya conozco a alguien y no me sentaré sola, porque te sentaras al lado mío ¿verdad?-pregunto
-Claro, que alegría, estaremos en la misma clase! – dije sonriendo al menos ya conocía a alguien y parecía buena persona.
-Si…-dijo ella admirando el gran edificio que estaba frente a nosotras, yo aproveche que ella no estaba mirando, para dirigir mi vista al chico debajo del árbol, y ahí se encontraba, mirando fijamente su libreta de dibujo, desde donde yo estaba, podía ver que estaba sumamente concentrado en lo que hacía, e inclusive sacaba la lengua de lado, como si el trabajo fuera complicado, pero a la vez tuviera que ser perfecto. Eso me saco una sonrisa, nunca había visto a alguien tan concentrado en lo que hacía.
-Oye…así que en el primer día de la universidad Cupido te agarro de su víctima…- dijo mirándome de reojo
-¿Uh?- respondí sin poner mucha atención a la pregunta, hasta que procese la información por completo -¿Cómo?-
-Sí, flora no creas que no me dí cuenta de cómo mirabas al profesor de dibujo cuando yo voltee-
-¿Qué? Espera un segundo… ¿Profesor? ¿No es muy joven?- le pregunte, regresando mi mirada hacia él, no le calcule ni unos cinco años más que yo, cuando mucho uno o dos.
-No lo niegas…si, como el director Saladino, es su abuelo y él le ayuda, así que estudia y trabaja-
-Asombroso, así que él será nuestro maestro-dije volteando a ver el edificio y luego a él, quien, ya no se encontraba donde se suponía estaba.
-Y te gusta…-dijo Layla dándome un amistoso codazo
-…-abrí la boca para decir algo, pero no sabía que, cuando una masculina, pero melodiosa voz nos interrumpió
-Mucho gusto soy el profesor Helia y disculpen la interrupción señoritas, pero el timbre ya sonó y tenemos clases- escuche una voz y cuando me voltee quise quedarme así eternamente…-hasta que escuche hablar a Layla
-Claro profesor, ella es Flora y yo Layla—dijo mi nueva amiga presentándonos -pero no sabemos en donde está el salón 101- dijo volteando a todos lados, recalcando el hecho de que…no sabíamos dónde estábamos
-Yo las llevo, después de todo, me toca dar clases ahí- nos dijo sonriendo tan hermosamente
Yo me quede observando a todos lados, no me había dado cuenta cuando los demás pasaron, llenando el campus, ni mucho menos había oído el timbre, fue como si todo a mi alrededor hubiera desaparecido unos instantes.
-Señorita, vamos…- el profesor Helia me tomo de la mano sacándome de mis pensamientos y yo avergonzada por eso, tome la de Layla jalándola, y eso me tranquilizo un poco, sabiendo que, ella estaba ahí y nos dirigimos al salón y yo iba con una sonrisita tan…tonta! Pero estaba tan feliz!
