Disclaimer:Los personajes no me pertenecen; son propiedad de Naoko Takeuchi..
"Enamorando tu corazón"
Cp. I: El chantaje
Internado Moon, Londres, Inglaterra.
Vamos Mina, anímate- me dijo amy mientras me acariciaba mi cabello.
Como quieres que me anime, cuando mi padre está en la quiebra, y la única solución es casándome con ese…- grite, asiendo que Amy se sobresalte y caiga de la cama.
Su caída me resulto tan graciosa q no me pude contener y solté una gran carcajada.
Lo... lo...lo siento Amy- le dijo, tratando de contener la risa.
Si, si te perdono, pero ayúdame a levantarme quieres-dijo mientras me extendía la mano para que la ayudara
De verdad lo siento amy, no fue mi intención gritarte- dijo avergonzada
Está bien mina, te entiendo, pero no te pongas mal, alguna solución vas a encontrar- dijo dándome amino. Se mantuvo pensativa, mientras yo pensaba como era que su padre se metió ente embrollo.
Flash back
Estaba por ir al despacho a despedirme de mi padre, ya que esa tarde volvía al internado, cuando me detuve al escuchar una conversación con el señor diamante.
Lo siento mucho, Darién. En realidad lo lamento. Pero... esta empresa quedará a manos de mi hijo, y yo no tendré ningún poder sobre ella, fue una curiosidad que el tomara la empresa.-decía el señor diamante, un hambre de unos 50año, cabello platinado, y ojos verde. ¿Su hijo? Sera Haruka. Me atrapo la curiosidad, y seguí escuchando, inconsciente de que esa conversación y va a cambiar mi vida para siempre.
Si es su decisión, hablare con él, por que en realidad no puedo permitir que por un mal negocio, esta empresa se valle todo a la basura-Decía mi padre. Cuando lo vi entrar por la otra puerta del despacho
Tenía un celular en la mano, vestía formalmente, y era igual o más guapo que su padre, tenía el cabello platinado, y una piel igual de blanca que la mía. Camina como modelo, y se dirigía hacia ellos.
Yaten, deja ese celular por una vez y ponme atención.- lo regaño el señor Black, el solo levantó las cejas suspicaz, murmuró algo hacía la persona que hablaba, y colgó. -Quiero presentarte a alguien.-dijo el señor Black.
Mira Darién, el es Yaten Black.- dijo el señor Diamante- Yaten, el es Darién chiba el padre de Seiya, quiere hablar contigo respecto de la asociación de las empresas.
Yaten Black estaba un poco distraído, pero en cuanto centró la mirada en mi padre que estaba sentado en su escritorio, poso la viste en el marco donde mi padre tenía una foto mía. Y curvó sus labios perfectos.
Papá-dijo sin poner atención a mi padre.- podrías dejarme hablar con el señor chiba, a solas un momento
Claro hijo, con permiso los dejos hablados- dijo Diamante mientras se retiraba dejando a mi padre y Yaten hablando a solas.
Lo vi dar vueltas por el despacho de mi padre, observando todo, y teniendo todavía mi foto en sus manos, hasta q llego a los sofás ubicados en el centro del despacho; donde se sentó en uno de los sofás individuales.
¿Quién es? Esta bella señorita – dijo ese joven sosteniendo todavía el marco con mi foto, sin despegar los ojos de él.
Ha… es mi hija Minako- le dijo mi padre
Debería cuidar su hermosura, no quiero que nadie la vea, no quiero que nadie más observe a mi futura esposa- le dijo el muy descarado a mi padre
Eh!?...- logro decir mi padre ante esa afirmación, y yo ante eso sentí como mis mejillas ardían de vergüenza, como se atrevía a decir eso..
Hablemos de su problema, señor chiba, tengo una solución para su problema- le dijo ese joven a mi padre.
Claro.., joven Yaten, dígame cual es la solución que propone usted- le dijo mi padre
Tengo entendido que su empresa está en la quiebra, que no tiene para pagar la deuda y la verdad no me interesaría arriesgar mi empresa en una sociedad así- le dijo Yaten a mi padre- pero podría ayudarlo saldando la deuda, a cambio de que me de la mano de su hija en matrimonio- termino de decir ese joven, y yo sin poder creer lo que escuchaba, lo mire por unos escasos segundo haber si lo que dijo era en broma, pero no parecía una broma, y pase la vista a mi padre, que estaba más asombrado que yo.
Mmm… joven Yaten yo..- mi padre trataba de hablar, pero fue interrumpido por ese
Voy hacer directo, quiero a su hija como esposa y yo me re cargo de su deuda y mas- le dijo con arrogancia.
Estaba tan enojada que entre al despacho de mi padre-Papa no puedes aceptar eso, prefiero ser pobre que casarme con ese- le grite señalando a Yaten. La mirada de mi padre era de sorpresa no se esperaba que estuviera escuchando la conversación.
Mina, qu… que hace aquí?- me pregunto mi padre. Pero no pude contestar ya que vi como Yaten se me acercaba, como un felino hacia su presa, no lo deje habla, ya que le proporcione una bofetada dejando mi mano marcada en su mejilla.
Minako- me grito mi padre, agarrando mi brazo y jalarme a su lado.
No puedes aceptar eso, papa, yo me niego a casarme con ese arrogante, no soy un objeto que él puede comprar, porque es rico, me niego- le dije a mi padre exaltada y tratando de no llorar.
Mina cálmate, te puede dar algo- me dijo mi padre- hija mírame, escucha nunca podría vender tu felicidad ni nada, ni por todo el oro del mundo-me lo dijo mirándome directo a los ojos.
Papa, yo…- trate de hablar pero me interrumpieron.
Le vuelvo a recordar que sus situación es muy mala, señor chiba, este es un buen trato para ustedes- nos dijo Yaten, tratando de convencernos.
Di un paso adelanta para, volver a bofetearlo, pero mi padre me jalo del brazos y tomo la palabra.
Lo siento joven Yaten, pero como mi hija le dejo en claro, no aceptamos mi hija no es un objeto que usted puede comprar por más dinero que tenga- le dijo mi padre algo enojado.
Yaten abrió la boca para decir algo pero mi padre no se lo permitió.
Y por la relación que tengo con su familia y respeto a su hermana, voy a pasar por alto ese entendido, y para su bien, le digo que nada de eso a Seiya, ya que podría poner a su querido amigo en su contra- papa le dijo a Yaten, no podía creer que él era amigo de mi hermano y su cuñado. Papa camino hasta la puesta y le enseño la salida.
Yaten no dejaba de verme, con una mirada arrogante, y se dispuso a salir, no antes dando un portazo la puerta. Típico de un niño mimado, que no estaba en su vocabulario la palabra NO.
fin flash back
Mina…mina...mina- me grito Amy
Ahh…que sucede Amy- le dije a mi prima, tratando de salir de mis pensamientos.
Tu celular está sonando, no lo vas a contestar- me dijo, alcanzando el teléfono
Si, si... - le dije algo nervioso, tenía un mal presentimiento de esa llamada.
Ho..Hola - digo del otro lado tratando de controlar mis nervios.
Hola hermosura, espero que te acuerdes de mi – me dijo del otro lado de la línea, su voz me hacia conocida, pero no me acordaba de donde..
¿Quién eres? ¿y cómo conseguiste mi numero?- dije tratando de contener mis nervios-Que no sea él, que no sea el- pensé mientras esperaba una respuesta.
Soy Yaten, y la verdad fue muy sencillo conseguir tu numero, me imagino que Seiya te llama bastante seguido- me dijo con un tono seductor en su voz, que hizo que recorriera un escalofrió por todo mi columna vertebral.- Como era que Seiya le allá dando mi numero, no era imposible, el era muy celoso, no le dio mi numero, pero como hizo para sacárselo- pensé mientras lo escuchaba.
Seiya no te pudo dar mi numero, tu seguro se lo sacaste revisando su celular- lo acuse enojada.
jajaja, bueno eso es lo de menos- me dijo, el muy descarado- te llamo, porque estoy en Londres, y te quería invitar a cenar, y hablar sobre lo nuestro- hablaba como si tuvieras una relación de años.
Lo siento, pero no hay nada de lo nuestro que podríamos hablar, y…. - le dije pero cuando tárate de seguir el me interrumpió.
Vamos mí querida Mina, cenemos y de paso hablas del problema en que se encuentra tu familia- me dijo tratando de convencerme.
Está bien, acepto pero que sea mañana a las 8- le dije, iba a tratar de convencerlo para que ayudara a mi padre, pero sin involucrarme.
Perfecto… paso por ti a las 8, ponte más hermosa de lo que ya eres - me dijo con un tono seductor, que hizo que mis mejillas se sonrojaran.
Hasta mañana a la noche- le dije muy descortés.
Hasta mañana a la noche, mi querida, que sueñes conmigo- me dijo antes de cortar la llamada.
Pero… que arrogante y odioso… su querida, ya quisieras tu que fuera tu querida- le dije al auricular del celular.
