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¿Amor platónico?

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Disclaimer: Los personajes de esta historia son propiedad de J.K. Rowling y la Warner Bros. Esto es puro entretenimiento y no me reporta beneficio económico alguno.

Parejas: la principal es el pedido de la "festejada" (Mirels por su cumpleaños en 2006 XD) Tom Riddle/James Potter, y agrego unas secundarias: Sirius Black/Severus Snape, Lucius Malfoy/Remus Lupin (Ya saben porque… ¬¬´) Rodolphus Lestrange/Frank Longbottom y un ¿yuri? Lily/Narcissa (implícito)

Advertencias: En este fic voy a escribir muchísimas locuras que se me ocurrieron durante este tiempo. Espero que no enloquezcan por ellas. O.O Va atener MUCHO embarazo masculino.

Aclaraciones de lectura:

-Letra normal: dialogo, relato.

-Letra en cursiva: pensamientos de los personajes.

-N/A: notas de autora.

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¿Amor platónico?

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Un suspiro se escucho en el "cuartel" de los Merodeadores y Sirius Black frunció el ceño disgustado mientras Remus Lupin sonreía divertido. Peter… estaba castigado, gracias a las travesuras de los demás.

-En serio, Prongs. Es nuestro profesor. Y es… viejo. ¿Cómo es que puede gustarte habiendo tanta mujer (y hombre) joven apetecible en este colegio?- refunfuñó Sirius.

James solo suspiró soñador.

-Déjalo, Padfoot. El profesor Riddle es muy lindo y solo nos lleva 15 años de diferencia.

-¡Y es muchísimo! Hay tantos que suspiran por nosotros y él se fija en uno mayor. Encima es un imposible.

-Nada es imposible para James Potter.- masculló el moreno saliendo se su nube.

Los ojos y la boca de Sirius se abrieron como platos.

-¡¿No pensaras conquistarlo, cierto?!- el otro asintió sonriente- ¡Pero…! ¡Pero, Prongs! ¡Dile algo Moony!

-James…- hablo el castaño con infinita paciencia- Esta prohibido para los profesores y alumnos tener algún tipo de relación que no sea académica. Esta bien que te guste, que lo veas desde lejos, pero no puedes pensar en conquistar al profesor de DCAO.

-No me importa. Yo lo amo.- dijo tozudo.

-¡¿Lo amas?!- chilló Sirius al borde del colapso- ¡Pero si es el Jefe de la Casa de las Serpientes, nuestro profesor y un viejo!

-He dicho que no me importa. El profesor Tom Riddle me gusta, voy a conquistarlo y ustedes me van a ayudar. ¬¬

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Clase doble de DCAO: Gryffindor y Slytherin.

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-No pienso hacer tal cosa…

-Sirius, eres mi amigo, mi hermano. Si no me ayudas… dejare de hablarte.

-¡No puedes extorsionarme así!

-¿Sucede algo, Señor Black?

-No, profesor.- masculló mirando enfadado como James le mandaba una radiante sonrisa al profesor Riddle.

-¿Entonces…?- susurró sin perder su sonrisa.

-¿Qué tengo que hacer?- gruñó.

-Debes esperar a que todos salgan del aula, yo voy a quedarme hasta el final. Cuando salgas hechiza la sala para que nadie escuche lo que decimos y vigilarás que nadie se acerque.

-¿Qué piensas hacer…?

-Violarlo…- sonrió.

Sirius lo miró palideciendo ligeramente. ¿Esa era parte de las locuras que te hacia cometer el amor, cuando estabas enamorado? Se estremeció mirando disimuladamente a cierto pelinegro (grasiento) de Slytherin. Yo nunca haría tal cosa.

-¿Ya te has decidido?

Remus bufó mandándole una mirada enfada a su compañero de equipo.

-Te dije que me dieras tiempo para pensarlo. Apenas anoche me lo dijiste.

-Mentira… fue en la tarde de ayer.- farfulló.

-Es lo mismo, aún no han pasado ni 24 horas. Dame más tiempo.

-¿Cuánto más tiempo necesitas?- siseó- Si no se lo dices tú se los voy a decir yo.

-Atrévete.- gruñó fulminándolo con la mirada.

Lucius Malfoy le devolvió la mirada estando aún más irritado que el Gryffindor. A él no le iba eso de andar escondiendo sus relaciones y mucho menos esta, que ya llevaba más de cinco meses de duración y pronosticaba muchos meses más.

La clase terminó y fue Sirius el que se puso más nervioso por lo que iba a pasar. Miro a James intentando persuadirlo de esa tontería, pero su amigo tenía esa mirada de Gryffindor decidido, nada podía hacer cuando Prongs tenía esa mirada. Suspiró.

-Suerte, Prongs.

-Gracias.

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-Profesor… ¿podría resolverme una duda?

Tom Riddle dio un respingo y cerró los ojos. Otra vez ese sonriente Gryffindor que lo ponía nervioso cada vez que lo encontraba mirándolo o sonriendo de manera radiante. Él era un Slytherin y se caracterizaba por su sangre fría. Pero ese Potter… lo hacía comportarse como un Hufflepuff.

-Si, Señor Potter. ¿Sobre que quiere hablarme?

-Sobre el hechizo que nos enseñó la clase pasada… no creo haberlo entendido del todo bien.

Tom volteó a acomodar unos pergaminos que tenía en el escritorio. Ese pucherito que había hecho su alumno lo había… incomodado. James sonrió de oreja a oreja al ver el nerviosismo de su profesor. Bien, no le soy del todo indiferente.

-¿Me lo explicará, profesor?- susurró acercándose por la espalda.

Tom dio otro respingo al oír esa voz cargada de promesas que él se moría por aceptar. Pero no, era su alumno, por Salazar. Si Dumbledore se enteraba… la iba a pasar mal. Con lo que le había costado que le diese ese puesto.

-Claro.- tragó saliva- Acérquese, Potter.

El mas joven acercó una silla y se sentó muy pegado a su profesor. Él era un experto en esa materia, era obvio que había utilizado una excusa. Mientras dejaba que Tom le explicara eso que ya sabía se permitió contemplarlo de cerca. Esos maravillosos labios semi-carnosos que lo mataban de deseo, las mejillas pálidas y delicadas que estaban ligeramente sonrosadas, su nariz respingada y sobre todo, esos misteriosos ojos verdes esmeralda. El cuerpo ni que se diga, ya era un maduro hombre de 32 años con los músculos bien puestos. Que ganas tenía de clavar sus uñas en esa espalda y regar de besos ese pecho mientras era poseído salvajemente. Suspiró para calmarse, iba a arruinar el plan si lo asaltaba así como así.

Tom por su parte, tragaba saliva copiosamente y carraspeaba más seguido de lo normal. Se daba cuenta de que el chico no prestaba atención a lo que le decía, pero no se atrevía a girarse y enfrentar esos ojos avellanas para reprenderlo. No iba a poder, sinceramente. Si le volvía a hacer otros de esos pucheros al escuchar una reprimenda… no quería ni imaginarse que iba a pasar.

Y así pasó todo un mes donde James utilizó la misma táctica, se quedaba luego de clases (tres por semana) para que el profesor le explicara lo que no entendía. Cada día usaba otro coqueteo distinto, desde desprenderse los primeros botones de la camisa sensualmente hasta morderse el labio inferior cada vez que su profesor lo miraba a la cara. Ese gesto era uno de los más excitantes que tenía… según muchos de sus antiguos amantes.

Además, no era tonto, sabía que Tom Riddle estaba a punto de caer. Solo era cuestión de tiempo.

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-Profesor, ¿puedo hablar un momento con usted?

¿Otra vez?, pensó espantado Tom, tragando saliva. Su Autocontrol había sido perfecto durante todo este tiempo, aunque no negaba que éste también estaba flaqueando. Era conciente de que no iba a aguantar mucho tiempo sin caer en la seducción de ese león. No era de madera tampoco.

Asintió y puso su mascara de frialdad cuando el chico se acercó a él. Más un ligero "AY" lo hizo mirarlo extrañado. Lo que vio lo dejo helado. Potter tenía un dedo en la boca y se lo estaba chupando… sensualmente (para él) mientras fruncía el ceño.

-¿Pasó algo?

Ignorante de la voz ahogada de su profesor, James siguió mirando enfadado la mesa. Había apoyado la mano descuidadamente en una de las puntas y se había cortado un dedo. Maldito escritorio.

-Me corte.- masculló.

-Déjame ver.

James extendió el dedo cortado y sintieron un escalofrió cuando sus pieles se tocaron. Volvió a tragar saliva mirando atentamente el corte. No era nada grave, pero las palabras no salían de su boca y por alguna extraña razón no quería soltar esa suave y pequeña mano.

-¿Cuál es el diagnostico?

Conectaron miradas y Tom se perdió en esos orbes avellanada. Eran ellos lo que más loco lo tenían… la travesura, juventud y a la vez seriedad que veía en sus ojos lo llevaban a pensar que, si era posible, se perdería en ellos el resto de su vida.

Y su Autocontrol le dijo: "Luego regreso" después de guiñarle un ojo con picardía.

Abrazó bruscamente al adolescente por la cintura y reclamó sus labios con fervor. Está demás decir que el Gryffindor estaba muy que sorprendido por el arrebato, pero enormemente complacido. Se besaron como si no hubiera mañana. Tom entrelazó sus dedos por los cabellos azabaches de la nuca acercando más al chico, si es que eso era posible. James rodeó el cuello de su profesor con los brazos y dejo que el otro marcara el camino de lo que en ese salón ocurriría. Mordisqueó aquel labio que era tan sensual cuando el dueño mismo se lo mordía, pidiendo acceso. La intrusa entró con la misma intensidad con la que sus cuerpos se estaban frotando, iniciando una danza frenética.

Pronto los besos no fueron suficientes para el mayor, así que llevo ambas manos hasta el trasero de James y lo obligó a elevarse un poco para ser llevado hasta el escritorio. Allí lo apoyó y empezó a desprender la ya entreabierta camisa del muchacho. Beso casi con devoción esa morena piel escuchando suaves gemidos que salían de aquella boca hinchada por el pasional beso que acababan de compartir. Busco con sus labios un pezón para morderlo y chuparlo hasta dejarlo erguido, su gemelo recibió el mismo trato. Su pasión estaba al límite y quería poseer ese cuerpo cuanto antes. Desprendió los pantalones en busca del miembro del Gryffindor y cuando lo encontró, no dudo en meterlo en su boca de una sola vez.

-¡AAHH!

James puso los ojos en blanco al sentir esa humedad rodear su pene. Eso era exquisito, no sabía porque, pero que Tom Riddle le diera sexo oral era mucho más placentero viniendo de él que de cualquier otra persona. Enredó sus dedos en el cabello castaño oscuro incitándolo a marcar el ritmo que necesitaba para llegar al orgasmo. Sin embargo, el Jefe de la Casa de Slytherin no quería hacerlo llegar con su boca, sino con sus embestidas. Así que dejo esa carne para volver a besar al chico y voltearlo para iniciar el acto.

Potter no pudo evitar tensarse, por increíble que sonara, esa era la única parte virgen que le quedaba. Y por muy decidido que estuviera a perderla, no quería sufrir dolor. Eso si que no.

-Sea delicado, profesor.- ronroneó- Que tiene a un chico virgen entre sus brazos.

No debiste haber dicho eso, pensó Tom. Porque aquello lo excitó aún más de lo que ya estaba y estuvo a punto de penetrarlo sin contemplaciones, pero se contuvo. Ese muchacho le gustaba de una manera que jamás llegó a imaginar y lo que menos quería era hacerle daño. Llevó tres de sus dedos hasta la boca del chico para que éste se los chupara. Mientras lo hacia él se dedico a marcar el cuello del muchacho. Él sería suyo a partir de ahora y el resto del colegio debería saberlo. Todos menos Dumbledore, claro. No vaya ser que lo despida por acostarse con uno de sus alumnos.

Cuando sintió sus dedos suficientemente lubricados llevó el primero hasta el apetitoso punto del trasero de James Potter. Se tensó ante el primer contacto y mordió sus labios ahogando un gemido de dolor. Aún así resistió, sabia que dolía al principio, pero que después todo sería terriblemente enloquecedor. Solo debía aguantar los primeros minutos hasta empezar a disfrutar junto con su amante.

Cuando los tres dedos terminaron su tarea Tom los sustituyó por su miembro. Gruñó cuando empezó a entrar sintiendo al pequeño cuerpo volver a tensarse. Tú te lo buscaste, pensó jadeante del placer que aquella estrecha entrada le causaba. Otra vez sus ganas de no hacer sufrir al moreno lo llevaron a tomar la hombría de James para masturbarla, así podría desviar su atención del dolor que la penetración le causaba. Pronto oyó al león gemir de placer, eso le dio pie para terminar de embestir ese virgen ano hasta el fondo. Aguardó unos minutos mientras la respiración de ambos se calmaba.

-Muévete, Tom. Por favor.

No obedeció al instante, el escuchar su nombre salir de aquellos labios y con esa voz suplicante removieron algo dentro de su pecho que no supo describir. El movimiento ansioso de las caderas del joven lo volvieron a la realidad y saco su pene para embestirlo lentamente. Una y otra vez, para adentro, muy adentro y nuevamente hacia fuera. Ese fue el ritmo que ambos marcaron para sentir el mismo placer.

Esto es la gloria, pensaron, sin saberlo la unísono, cuando sentían el orgasmo acercarse.

La mano de Tom jamás abandonó la hombría de James y seguía embistiendo su entrada sin tregua. Besaba y mordía su espalada mientras sentía al chico llevar una de sus manos hacía atrás para agarrar su trasero y apretarlo, con la otra se sostenía del escritorio para que sus duras embestidas no lo estrellaran contra la madera.

El romántico momento no se extendió por mucho tiempo más, el orgasmo los sacudió de una manera tan violenta que ambos se precipitaron contra es escritorio, completamente sudados, cansados y muy satisfechos.

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-¿Y esa cara?- preguntó Sirius temiéndose lo peor.

-Acabo de hacer el amor con Tom.- dijo James con una sonrisa soñadora mientras se dejaba caer en la cama.

Peter, Remus y Sirius se miraron entre ellos.

-¿Te acostaste con el… profesor…?- quiso confirmar Remus incrédulo.

-Si…- suspiró con una sonrisa tonta en la cara- Que bueno que espere para peder mi virginidad. Hacerlo con él fue genial.

Silencio.

Remus menó la cabeza y se sentó con pesadumbre en su cama. Peter no entendía nada y Sirius estaba pálido y miraba a su amigo como esperando que le dijera que todo eso era una broma.

-¿Estas hablando en serio…?

-Si, Padfoot. Estoy enamorado…

-¡LOCO! ¡COMPLETAMENTE LOCO!- bramó antes de salir de la habitación dando un portazo.

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Al otro día.

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James se fue radiante en busca de su nuevo, ¿novio? ¿Amante? ¿Futuro esposo? La verdad es que no lo sabía, luego de esa increíble sesión de sexo solo se habían besado hasta que sintieron que alguien golpeaba la puerta. Ambos habían palidecido cuando vieron que un sonriente Albus Dumbledore los esperaba del otro lado. Su ceja se había enarcado al ver el estado en que ambos estaban (despeinados, sudorosos y con las ropas arrugadas), pero su sonrisa volvió a su rostro una vez que los hubo detallado. No supieron que pensar de eso.

Esperó a que los Ravenclaw y Hufflepuff de 5to salieran. Sonrió con chulería a las chicas que lo miraron con ojos brillantes y guiño un ojo a algún que otro ex-amante. Sin embargo, su sonrisa se torno radiante cuando Tom apareció en el umbral de la puerta. Aunque esta tembló cuando vio el semblante serio del profesor.

-Hola, ¿podemos hablar?- preguntó algo nervioso por la frialdad en esos ojos.

Y es que por desgracia Autocontrol había llegado de la mano junto con Raciocinio. Muy contentos ellos, eso sí. Raciocinio lo había mirado con reproche diciéndole que "eso no estaba bien, que él no debió acostarse con ese delicioso chico". Autocontrol se había hecho el tonto y dejo que Raciocinio le dijera que era un asalta cuna, pedófilo y quien sabe que otras cosas más que mancillaron su orgullo Slytherin. Por eso llego a la conclusión que debía terminar con eso antes de que fuera más allá.

Tu puedes Tom, no decaigas ante esa hermosa sonrisa. Esos ojos divinos y ese cuerpo… ¡Maldición!

-Si, Potter. Tenemos que hablar.- dijo haciéndose a un lado para dejarlo pasar- Seré breve, - inspiró y lo miro a los ojos- esto no puede continuar. Ayer me deje llevar, pero fue solo esa vez. Eres mi alumno y no tengo interés de mantener una relación romántica con usted. Mucho menos si eso pone en riesgo mi trabajo.

James lo miraba sin creer que le estuviera diciendo todo eso después de lo que había pasado ayer. El había sentido una conexión. Amor en realidad. Y era la primera vez que le pasaba… y estaba seguro que sería la única. Se sorprendió sentir que sus ojos se empañaban y que su mejilla derecha se mojaba. Miró incrédulo el agua en sus manos al pasarse una de ellas por la zona. ¿Estoy llorando? Aquello hizo que su rabia aumentara y él no era un Gryffindor por nada, así saco pecho, se enderezó cual largo era y fulminó a Tom Riddle con la mirada.

-Si esa es su última palabra. Adiós… profesor.- escupió.

Tom se dejo caer con un suspiro abatido sobre su escritorio mirando como James Potter abandonaba el salón de clases. Esto es lo mejor, se dijo.

Pero no contaba con que para el Gryffindor las cosas no iban a terminar tan rápido.

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Torre de Gryffindor

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-¿Pasó algo con el profesor, Prongs?- quiso saber Remus al ver la cara algo deprimida de su amigo.

-Nop.- sonrió radiante- Solo algo inesperado que espero solucionar en esta semana.

-¿Algo inesperado?- preguntó Sirius confundido.

-Sip, es que él teme decirme que me ama. Pero tú y yo vamos a ayudarlo.

-¡¿Yo?!

-Si, Paddy. A partir de ahora eres mi novio.- guiñó un ojo.

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-¿Tiene que ser frente a todo el colegio, Prongsie? Muchos de los que suspiran por mi se van a sentir decepcionados.

-Si, Sirius y deja de rechistar. Ya aceptaste ayudarme y no te vas a hacer para atrás ahora.

-Pero… ¿Por qué no se lo pediste a Moony?

-Porque no.- masculló.

Ya hace un mes que había visto cierto acontecimiento… desconcertante en unos de los pasillos del colegio. Aún no se podía creer que su mejor amigo lobo se anduviera revolcando con ese Slytherin, justamente ese. Y lo peor de todo es que la cosa parecía seria. Por eso no se lo pidió a Remus, no quería ser hechizado por Malfoy. Tsk, quiero recuperar a Tom, pero sin salir lastimado.

Entraron de la mano al Gran Comedor para el desayuno con esas características sonrisas suyas. La verdad es que, dentro de todo, a Black le parecía divertido todo esto. Así que fue él quien tomo la iniciativa empujando a James contra su cuerpo y lo sometió a un beso arrasador. Y el moreno de ojos avellana era buen actor, así que rodeo el cuello del pelinegro-azulado y metió su lengua dentro de la boca de Sirius. Era todo teatro, pero hasta gimieron del placer sonoramente.

-¿Sucede algo, profesor Riddle?- preguntó Dumbledore con los ojos brillantes y una semi-sonrisa en su rostro.

-No.- fue el gruñido de respuesta.

Por supuesto, el director puso en duda esa negación. Ya que su ex-alumno estaba echando chispas por los ojos, tenía los labios crispados y las manos cerradas en puños mientras miraba la escena que estaban montando el joven Black y el joven Potter. Esta juventud de hoy, pensó divertido.

La "pareja" dejo de succionarse y caminaron tomados de la mano hasta la mesa de su Casa, concientes de las miradas alucinadas que le mandaban todos lo alumnos que allí se encontraban. La sonrisa de Sirius se ensanchó aún más cuando comprobó que los Slytherins, específicamente el pelinegro que era victima de sus múltiples bromas, lo miraban con un sentimiento diferente al odio con que observaba a su amigo James. Celos…

-¿Qué es todo esto?- espetó Lily Evans cuando se sentaron.

-Un plan infalible, mi querida Lily.- respondió James.

-¿En serio piensas hacerlo…? Es un profesor, Potter.- susurró.

-Es un hombre antes que eso Lily. Además, yo lo amo y él a mí. Se dará cuenta tarde o temprano, solo se niega porque tiene miedo. Esos Slytherins son duros para admitir sus sentimientos.

-Ni que lo digas.- mascullaron Lily y Remus al mismo tiempo.

-¿Por qué lo dicen de esa manera? ¬¬"- preguntó con sospecha Sirius.

-Eh… por nada, Padfoot. En serio.- dijo Remus lanzándole una mirada disimulada a Lucius. Quien parecía estar burlándose de su amigo Snape por quien sabe que.

-Porque Narcissa tardo tres meses en decirme que me amaba. Pero al final lo admitió.

-¡¿Narcissa?!- exclamaron los Merodeadores con ojos como platos.

-Si… es mi novia. Pensé que lo sabían. ¬¬

-Es evidente que no.- masculló James.

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Paso toda una semana desde que Sirius y James iniciaran su "relación". Tom estaba que hechizaba a alguien cada vez que los veía, pero se negaba a flaquear. Raciocinio seguía reprochándole su actitud celosa, siendo que él ya había decidido dejar atrás esa relación. Sin embargo, Autocontrol estaba de lo más enfadado y todos los días lo acribillaba diciéndole que le lanzara un Avada Kedavra a Black y se deshiciera del cuerpo. Y no ayudaban en nada esos sueños candentes, rememorando "el día del aula" que rondaban todas las noches su mente. No sabía cuantas duchas frías llevaba en esa semana.

Y allí estaban otra vez esos dos. Se escondió en una esquina evitando que lo vieran.

-Por favor, James. Ya llevamos una semana de novios. Es tiempo suficiente, déjame poseer tu cuerpo.

-No sé, Sirius. Yo solo me he entregado a un hombre y…- agacho su cabeza abatido- Tú sabes como él me rompió el corazón luego de eso.

-Pero yo no soy como él, que te uso y luego te dejo tirado. Yo… -tragó saliva- te amo.

-¡Oh, Siri!- exclamó con una sonrisa de oreja a oreja- Está bien, esta noche en el aula en desuso del tercer piso. Nos veremos allí.

Tom se dio la vuelta y caminó como en trance devuelta a su habitación.

-¿Crees que nos escuchó?

-Claro que si. De hoy no pasa. Lo tendré dentro mío esta noche.

-No quiero detalles.- masculló Sirius.

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Esa noche.

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-¿A dónde va, Potter?

James sonrió triunfal antes de poner cara inocente y girar para encarar a Tom Riddle.

-A encontrarme con mi novio, profesor. ¿Necesita algo?

-Estas no son horas de estar fuera de la cama. Regrese a su Torre.

-Oh, pero yo voy directo a una cama. No se preocupe.- giró sobre sus talones dispuesto a avanzar, pero una mano como garra lo tomo del brazo derecho y lo giró bruscamente.

-No me desafíe, Potter.- siseó echando chispas por los ojos- Regrese a su Torre.

-Regréseme usted.- dijo desafiándolo con la mirada.

Y el enfado de Autocontrol pudo más que Raciocinio, ya que al primero se le unieron Celos y Posesividad. Tres contra uno era una batalla perdida.

Tom estrelló el cuerpo del más joven contra la pared y lo besó con desespero. ¡Al fin!, pensó James rodeando el cuello del mayor con los brazos. Sintió como su profesor lo cargaba agarrándolo del trasero. Fueron así hasta las mazmorras, donde revivieron con mucha más pasión aquella primera vez en el aula de Defensa.

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-Por favor, Moony…

-No, Sirius. Te dije que dentro de 5 minutos tengo que encontrarme con Lucius. No puedo explicarte eso ahora, no es sencillo.

-¿Prongsie…?

-A mí ni me digas. Al fin Tom tiene tiempo luego de terminar de tomar los exámenes. Yo también tengo que irme. ¿Por qué no se lo pides a Snivellus? ¬¬

-Es que… eh… no puedo. ¬¬

-¿Se volvieron a pelear?- resopló Remus.

-¡No fue mi culpa!- se defendió rápidamente- ¡Se puso celoso solo porque me encontró hablando con una ex-novia!

-¿Seguro que solo hablaban?

-¡Por supuesto, Moony! ¡Me ofende que dudes de mí! ¡Yo le soy fiel a Sevy desde que empezamos nuestra relación!

-Está bien, Padfoot. No le hagas caso a Moony.- consoló James.

-¿Por qué nadie confía en mi? Soy muy fiel cuando quiero. Aunque me cueste horrores… ¬¬

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Mazmorras

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-Hola mi amor.- murmuró antes de darle un beso al hombre mayor.

Tom le sonrió y lo invito a entrar mirando hacia fuera asegurándose de que nadie los hubiese visto.

-¿Por qué te tardaste?

-Es que Siri quería…

-¿Sirius Black?- interrumpió en un siseo mientras sus ojos se cerraban en señal de irritación.

James suspiró dejándose caer en el regazo de su novio.

-Tom…- habló con paciencia- ya te dije que lo de mi amigo fue solo teatro. Nosotros nunca tuvimos nada serio. Te repetí miles de veces que aquello fue solo para darte celos y que te dieras cuenta de lo mucho que me amabas.- sonrió antes de besarlo.

-Pero parecía muy real.- refunfuñó abrazando su cintura con posesividad.

-Esa era la idea.- sonrió y se acurruco en sus brazos- Porque sabes que yo solo te amo a ti, ¿verdad?

-Si, y me gusta escuchar que lo digas.

-Sin embargo, tú nunca me lo has dicho.- reprochó retorciéndose para encontrar una mejor posición. El cuerpo de su novio era macizo y no blandito. Era difícil sentirse cómodo entre tanto músculo endurecido. No que se quejara del estado de ese cuerpo. Solo que hoy estaba mimosito… como desde hace un mes. Sospechoso. ¬¬

-¿Necesitas que te lo diga con palabras?

-A veces es necesario. Tú sabes que soy un Gryffindor y a nosotros nos gusta que nos reiteren cuanto nos quieren.

-Son unos estúpidos sentimentalistas.- masculló.

-Puede ser. Así que dímelo, anda.- ronroneó restregando su cabeza por la mandíbula inferior de Tom, como gatito mimoso.

Riddle sonrió y elevo una mano para revolver ese enmarañado cabello negro azabache que tanto le gustaba. Acercó su boca al oído del más joven y mordisqueó la oreja antes de susurrar:

-Te amo, James.

Continuará…

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Notas finales: ¡¡¡Hola!!!

Este fic, como lo digo arriba en las parejas, fue inicialmente un regalo de cumpleaños para Mirels que solo iba a ser un oneshot, pero como muchas me pidieron leer más de la pareja, al final lo terminé agrandando.

Es un total de 5 chaps y espero que tengan gusto de ellos XD

¡¡¡Gracias Angeli por betear este fic!!!

¡¡¡Nos leemos!!!

Atte: Uko-chan!

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