Sinopsis: Ser solo una herramienta para quien amas es de las cosas que mas hacen sufrir a Soul. Cuando Death City es regido por Aracne Gorgon la vida puede ser difícil. Que podrían hacer Soul, Kid y Black para la revolución de estas vendedoras de caricias?
-Soul Eater pertenece a su respectivo creador.
Vendedora De Caricias
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¡Bienvenidos señores! Este es el tercer mundo, aquí encontraras el país de las maravillas. Donde mientras haya T.V. la guerra no estallara, las mejores personas olvidan la pobreza, corrupción y muerte. Pero tranquilos mis niños, pues en este local se ofrece la compañía de una bella dama, no de un placer anónimo con enfermedad y caricias bacías. Aquí olvidaras tus penas, las vendedoras de caricias te ayudaran a olvidar, si esta noche no quieres solo estar. Evitaremos que te arrodilles ante el suicidio de la mente.
Porque un alma sana,
Habita una mente sana,
En un cuerpo sano…
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Llueve sobre la ciudad de Death City, las personas huyen de los pequeños hielo que caen violentamente del cielo. Diríase que se trata del día más horrible del mundo, lo único que sería maravilloso ese día seria estar calientito en casa con un par de sabanas, frente a la caja tonta y con un chocolate caliente. Las ventanas bien cerradas evitando los molestos ruidos de afuera. Sin preocuparse de los verdaderos problemas.
Sin embargo, esa no era opción para mí. Aun con el ceño fruncido y de mala gana logro llegar a el café más lejano a mi casa a petición de Black Star y su imbécil mente egocéntrica. Juraba que si se trataba de alguna idiotez mandaría todo al caño.
De entre las calles más estrechas de la ciudad uno puede encontrar de los más raros y curiosos locales, entre ellos, aquel café de estilo gótico con aspecto de ataúd cuadrado. El favorito de Kid por su simetría.
La mayoría de las personas tienen la cara larga. Podría asegurar que sus pensamientos se guían hacia la melancolía. Algunos hacia la muerte.
Las tazas de café se mantienen blancas en la mesa hasta el último sorbo. Desde que llegue a Death City el clima no ha cambiado, aunque para muchos es muy normal al tratarse de otoño, no es muy distinto a Inglaterra.
-¡Hey cascarrabias! por aquí colega- la voz chillona de Black Star llama mi atención apenas pongo un pie en el local. Kid guarda la calma como siempre y Black sigue llamando la atención, un día usual.
-¿Qué tal, Soul?-saluda Kid.
-¡Hey! no te robes mi atención rayitas.
Discuten a la primera idiotez como siempre. No puedo evitar sonreír un poco ante la pelea, son adultos asquerosamente ricos con comportamiento de niños. Tomamos el café y hablamos de cualquier trivialidad. Kid y Black Star son como polos opuestos exactamente iguales.
La primera vez que vi a Black, pensé que un simio parlanchín había huido de su jaula, entonces callo de las poleas que lo sostenía y vi que solo era otro niño, uno sumamente egocéntrico con aires de creerse dios. En cambio, Kid parece un cuervo con tres franjas blancas atravesándole el cerebro, ama la simetría más que nada, aunque parece serio y refinado, puede llegar a ser egocéntrico y testarudo como un crio.
La lluvia continua chocando contra el cristal y la gente aumenta. Tras un par de horas terminamos el café y discutimos del futuro que no nos interesa descubrir ¿Por qué?, porque solo somos unos críos con demasiado dinero. Un pianista, un genio y un acróbata que se conocieron por casualidades de la vida. Nada tiene sentido. No tenemos opción, o terminaremos vacios.
En ese instante llega la más rara sensación del mundo. Una extraña muchacha capta mi atención, parece muy joven, un hombre la acompaña a la salida. Ella sonríe y logro ver sus ojos jade, su cabellera lacia cae en cascada por su cuello hasta su espalda. Uno podría perderse en su rostro infantil por horas intentando buscar alguna facción brusca en su rostro. Su cuerpo es el de una niña, una niña de vestido sexy sobre tacones filosos. Tal vez solo una muchacha en busca de fortuna fácil.
Hecho una última mirada a la muchacha entrando a un automóvil negro y desaparece como humo entre las calles angostas de la ciudad. Las teteras de las meseras siguen humeando sobre la barra y la lluvia deja de caer.
-¡Hey! No ignores a un dios tan BIG como yo.- chilla BlackStar en mi oreja.
-Black, si sigues gritando así nos sacaran del café… otra vez.
-oye, tranquilo amargado. Te perdiste por un rato, viejo.-evito a Black Star con la mirada. Ya es de noche y las luces han sido encendidas.
-Nada. Creo que es hora de irme.
-Tienes razón.- contribuye Kid.- ya es algo tarde.
- ¡Que aplastados!-se queja Black como un chiquillo.
Pagamos la cuenta y salimos del café. Cada uno toma su propio camino. Kid sube a su automóvil, Black desaparece al instante, yo solo subo a mi moto. Tenemos que mantenernos en discreción. Afuera aun hace demasiado frio por la humedad causada por la lluvia.
Me meto por los callejones para llegar pronto a casa, procuro ir rápido, Death City es una ciudad peligrosa, la ciudad 777*. Es curioso que la ciudad menos peligrosa sea la 666*, ¿irónico, no?
Bajo mi velocidad al acercarme al edificio donde vivo, un edificio de departamentos comunes. Estaciono la motocicleta en su lugar en el garaje y la aseguro bien junto con el casco. Toco el botón del elevador y espero que las puertas se abran. Cuando iba a subir una voz sintética me detuvo.
-¡espera!
Me giro para ver de quien se trata y me encuentro con unos ojos verdes, los mismos ojos verdes del café. Pero ahora es muy distinto. Detengo la puerta para que la muchacha pueda entrar.
-gracias- dice algo aliviada.
-no hay de que…-respondo casi en un murmullo.
Se ve totalmente distinta. De sus ojos fue removido el rímel y el delineador y sus labios ya no son carmín. Su vestido y sus tacones fueron cambiados por una sudadera de conejito y una falda tableada azul marino, y con unas zapatillas con las agujetas sucias. Tiene el cabello cogido en dos coletas a cada lado de su cabeza y en sus manos carga una caja en lugar de un bolso de mano. Aprieta un botón en el elevador del tercer piso como otra persona.
-valla que hace frio.-comenta con sus tonos de plástico.
-Hm…supongo.
-mi nombre es Maka Albarn, ¿Cómo te llamas tu?
-Soul, Soul Evans.
El elevador se detiene en el tercer piso y Maka sale del elevador y su aroma mentolado se va junto a ella.
-un gusto conocerte, Soul.
Las puertas se cierran nuevamente y el elevador comienza a subir hasta el quinto piso.
Ese día fue la primera vez que vi a Maka Albarn, la vendedora de caricias. Mi propia tumba.
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777-666: son los números del ¨cielo¨(777) y del infierno (666) lo que vuelve irónicos los números vinculados con las ciudades y su estado.
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Hola ^criaturillas!
He vuelto con un nuevo fic guerrillero, esta vez sera SoMa! aunque, claro, incluiran otras parejas mas (no les dire y los dejare en suspenso XL)
Espero lo disfruten leyendo como yo escribiendo n.n
Chao!
Review?
