HOLA! Aqui con un mini proyecto kawai hehehe espero que les gueste
Como es la costumbre, Nico es el protagonista n_n
El Club de las Mascotas
Capitulo 1
Mientras Nico subía las escaleras del instituto las pocas ideas que rondaban por su cabeza iban desde detestar empezar un nuevo año escolar hasta lo mucho que deseaba que ese día terminara tan rápido como fuera posible.
"Nico Di Angelo-Clase 4 A"
Ni siquiera se molesto en mirar la lista del resto de integrantes de ese grupo, no hablaba con nadie así que poco le importaba quienes estuvieran con él. Solo se digno a anotar su horario de la cartelera de información en el pasillo e ir directo a su salón de clases. El no era ningún fanático de la puntualidad, pero prefería llegar antes, sentarse en su lugar al final del salón junto a la ventana y así asegurarse de no llamar la atención.
Esa era su rutina de toda la vida desde que inicio la preparatoria: aprobar sus materias y no llamar la atención. No tenía idea de que aquello estaba a punto de cambiar.
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-… y recuerden terminar los ejercicios de la pagina quince a la diecisiete-Finalizo la profesora segundos después de que sonara la campana que daba por terminado el día.
Nico se tomo su tiempo para recoger sus cosas, siempre era el ultimo del salón en salir, especialmente ese día; el primero del año escolar era particularmente irritante para el joven ojioscuro. ¿Por qué? Sencillo, es en esa época en que todos los clubes del instituto empezaban a promocionarse y buscar nuevos miembros con el fin de conseguir un mayor presupuesto.
Por supuesto, el no formaba parte de ningún club. Aunque tenía las aptitudes para destacar en varias actividades, sencillamente no le interesaba darse a conocer; no. Solo quería aprobar sus materias, graduarse y seguir siendo quien siempre había sido.
Paso junto a varios chicos con panfletos en las manos; gracias a la reputación que ya tenía, forjada a pulso, ninguno reparo en el o se detuvo a ofrecerle alguno. Solo siguió caminando, pasó de largo las mesas donde se anotaban los miembros nuevos y, aunque no pudo evitar los empujones debido a la aglomeración de estudiantes y por un instante tuvo la impresión de que lo jalaban del moral, pudo salir al fin a ese hermoso día nublado y frio. Y no es sarcasmo.
Nico en verdad odiaba los días calurosos casi tanto como adoraba los días fríos, cuando podía relajarse en su habitación, dejar la que el aire entrara por su ventana mientras él se tiraba en su cama y se arropaba, o se preparaba una taza de café y comía con pan tostado.
-Rayos, se acabo la mermelada-Recordar esa mañana que quiso prepararse un sándwich y encontró el tarro vacio le provocaba ganas de romper algo. Bueno, al menos no hacia sol, así podría pasarse por el mini súper y comprar algo para su bocadillo de la tarde.
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-Son siete con noventa-
Nico salió de la tiendo con una bolsa en sus manos mientras guardaba el cambio en su bolsillo. Ahora solo tenía que regresar caminando a casa y hacer su tarea, después de eso podía hacer el vago el resto del día escuchando música o leyendo un libro, tal vez prepararse un bocadillo en la tarde y quedarse hasta bien entrada la noche jugando en su computadora.
Lo único con lo que no contaba era con escuchar un pequeño sonido venir del callejón que había entre el mini súper y la tienda de al lado.
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-¿En qué rayos estaba pensando?-Fue lo primero que se dijo parándose en seco en mitad de su cuarto en medio del tercer recorrido que daba.
-¡Wauf!-Todo bajo la atenta mirada del cachorro que había en la caja sobre su cama.
-…-Nico solo se lo quedo mirando mientras sentía como una de sus cejas temblaba.
Exactamente luego de salir de la tienda, había encontrado tirado en el callejón una caja con un pequeño cachorro adentro. Por supuesto ni siquiera pensaba mirarlo más de dos segundos hasta que fue atrapado por los ojos verdes de este; lucia triste, hambriento y con la lengua ligeramente salida daba a entender que tenía sed. Era un animal pequeño, sucio, mal oliente… Y Nico había terminado tomando la caja y llevándosela a casa.
-Estoy loco…-Se repitió por cuarta vez dejando un tazón de agua, que había traído de la cocina, frente al cachorro que bebió gustoso-Papá me va a matar.
Y justo cuando empezó a considerar devolver la caja con el cachorro al callejón, este se sentó frente a él y le ladro como diciendo "gracias, ¿tienes más?"
-Te, traeré algo de comer, ¿te gusta el pan?-No sabía ni siquiera porque estaba diciendo aquello-Genial, ahora hablo con un perro…
-Wauf…-
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Al día siguiente, por suerte, era fin de semana y su padre se iba a una conferencia hasta el lunes; tiempo suficiente para ordenarle un pequeño lugar en su habitación para su nueva mascota, "ese sarnoso que insistía en masticar sus calcetines, zapatos, y subírsele a la cama por la noche para dormir a un lado" como se refería a él porque insistía en no ponerle un nombre porque se desharía de él pronto.
-¿Se puede saber por qué estas tan misterioso? Más que de costumbre…-Odiaba esa facilidad que tenía su hermana para aparecer de la nada, parecía un fantasma. Aun así prefirió ignorarla y seguir caminando a su habitación-¿Nueva dieta?
-¿De qué hablas?
-No sabía que te gustaran las croquetas de chuleta y pollo-Respondió la mayor.
-Son papas-
-Dejaste el recibo en la cocina…-Atajo Bianca levantando un papel-Genio.
-¡Mierda!
Decir que su hermana había reaccionado de forma exagerada cuando vio al cachorro gritando cosas como "Adorable" y "Peludito" será una forma perfecta para describir el resto de la tarde. Hasta que Bianca pregunto cómo lo llamaría y él respondió con un:
-No tiene nombre…-Su premio: un zape en la nuca-¡Auch!
-Sé un buen amo y ponle un nombre.
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Por suerte su madre también era una amante de los animales como su hermana. Así que no puso ningún problema en que Nico conservara al cachorro, aunque el insistía en que no lo haría.
-"Solo es un nombre…."-Pensó durante su clase de lengua, si iba a conseguirle un lugar al cachorro no tendría nada de malo darle un nombre.
El problema es que él era Nico, Nico Di Angelo, jamás en su vida había concebido la idea de tener una mascota… Es decir, de cuidar temporalmente de un cachorro. Así que no tenía ni idea de qué clase de nombre ponerle; intento irse por lo común que había escuchado en películas o televisión, pero él en verdad odiaba ser poco original.
Además, Bianca ya lo había golpeado por intentar llamarlo "Pulgoso".
De esa forma llego a su tercer periodo de clases y todavía no pensaba en un buen nombre; cosa bastante rara ya que el siempre prestaba atención en clases. Por ahora mejor se daba un descanso; el problema es que mientras caminaba fuera de la cafetería, con su soda y un sándwich, choco contra alguien que iba entrando.
-¡Woh!-Estuvo a punto de saludar de cerca al piso de no ser porque logro sujetarse de algo; o, mejor dicho, alguien logro sujetarlo a él-Lo ciento, mi culpa, venia corriendo…
Un poco aturdido por el golpe aun, Nico apenas atino a ver que su soda no había tenido tanta suerte como él; pero en cuanto levanto la vista a ver a la persona que lo había chocado, no supo decidir si su dia había mejorado o empeorado.
-¡Eh Percy!, ¿Qué estás haciendo?
-Perdón, ya los alcanzo-Nico no podía quedarse así más tiempo, ya había sobrepasado su límite de contacto humano mas allá de lo saludable. Así que tan rápido como pudo se irguió y logro sostenerse en sus propias piernas-Lo ciento, ¿estás bien?
-Si-De repente ya no tenía tanta hambre; solo quería salir de allí.
-No quería tirarte el-
-Yo me largo-Percy ni siquiera tuvo oportunidad de ofrecer comprarle otro. Nico solo se hizo a un lado y dejo atrás a un confundido ojiverde.
Un rato después, en uno de los salones vacios del instituto, Nico se oculto intentando calmar su ritmo cardiaco. Odiaba cuando se cruzaba con ese chico, odiaba que básicamente se la viviera chocando en los pasillos con el corredor estrella del equipo de futbol del instituto, odiaba que lo mirara con sus ojos verdes, odiaba verlo reírse; odiaba ser el presidente no declarado del "Club de tontos que botaban la baba por Percy Jackson".
Pov Nico:
-"¡Basta!"-Me reprimí mentalmente; ya he superado todo eso de la "crisis de sexualidad".
No que sea abiertamente homosexual, ni siquiera con mi familia, pero ya me acepto a sí mismo y ya no tengo ningún complejo al respecto; el problema es que eso no significaba que olvidara al chico del que estoy enamorado casi desde que lo conocí.
Por suerte todos los pensamientos sobre mí "drama de amor no correspondido" se disolvieron al instante que me fije en donde demonios me metí. El aula tenía los pupitres en círculo, las paredes algunos afiches y también había restos de lo que parecían bocadillos de media tarde: así es, me había metido de lleno en los cuarteles generales de uno de los clubes.
Bien, mejor me largo antes de que alguien entre y se tire toda mi fachada:
-Oh, hola-Claro, mi mano esta a diez centímetros de la perilla y la puerta viene y se abre. Típico cliché.
-Domo-Maldición; soy otaku, fan acérrimo del anime, y a causa de eso cada vez que estoy nervioso termino hablando un poco en japonés-Digo, hola.
-¿Eres nuevo?
-No, solo, entre aquí por error.
-Ah, lastima, últimamente tenemos muy pocos miembros-Bueno, ese no es mi problema. Cuando cruce la puerta pude escucharla decir-¡Si te antojas puedes venir!
No respondí, solo agite mi mano en el aire a modo de "Claro claro, lo tendré en cuenta".
Al terminar mis clases, y si, la muy perra de mi suerte se fue de vacaciones ocasionando que volviera a chocar con el tonto de Jackson. Es corredor del equipo de futbol, ¿no se supone que tenga una buena coordinación al caminar o al menos vea por donde va?
Pero las contradicciones universales en mi instituto fueron lo de menos cuando llegue a casa y mi padre me esperaba en la sala:
-Hola Nico…-Estaba sentado en uno de los sofás, dándome la espalda-¿Qué tal la escuela?
-Eh, bien, supongo-Es raro no verlo en su estudio.
-Que bueno; quería preguntarte algo-
-Sí, claro-
-¿Te gustaría tener una mascota?-¡LO SABE! Mierda… No, momento, si supiera lo del cachorro en mi habitación ya me habría gritado, no, estoy seguro de que esto es solo una coincidencia.
-Sabes que no me gustan los animales-Pero mejor no levantar sospechas; si digo que sí y aparezco con un cachorro, sería demasiado sospechoso.
-Cierto… Entonces supongo que este pequeño se metió a tu habitación y se instalo el solo-
Mi padre giro el sofá en el que está sentado, sobre sus piernas cruzadas, y rascándole las orejas, estaba el pulgoso al que aun no le pongo nombre, masticando lo que creo es el izquierdo de mi par de mi tenis favoritos.
Claro, así es mi vida… Mi padre es El Padrino.
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Contra todo pronóstico, y apuesta entre mi hermana y mi madre sobre si papá mi padre me mataría o no, pude conservar al cachorro. Tengo que darle crédito al muy pulgoso; fue capaz de ganarse a mi padre solo con su carita tierna y un par de ladridos. Fui a mi habitación y lo deje sentado sobre mi cama:
-Bueno…-No puedo creer que le esté hablando al perro, otra vez-Supongo que vas a quedarte.
-Wauf-
Mejor conservo mi salud mental y dejo de hablarle al cachorro. Deje mi mochila sobre el escritorio y me senté; lo mejor que puedo hacer ahora es adelantar los deberes que tengo pendientes, tal vez incluso terminar alguno. Pero, entre mis libros, encontré algo muy extraño:
-¿Y esto que…?-Casi como si no fueran suficientes eventos extraños para un día, encontré un papel brillante, azul, con letras grandes y la marca de una huella; uno de esos panfletos para los clubes:
"Para todos los amantes de los animales-Club de Mascotas-Únete"
Waoh, creo que podría llamar a esto "destino" o una muy buena casualidad; pero siempre he sido muy práctico con respecto a todo. Así que, en vez de ponerme filosófico o dramático, me puse a pensar y analizar.
¿Cómo demonios llego ese papel a mi mochila?... O, mejor dicho, ¿Quién lo metió ahí?
HOLA Hahahaha espero que les haya gustado... La verdad, Nico con un cachorro me parece la cosa mas adorable del mundo, que opinan? reviews?
