Bueno es mi primer fanfiction, espero que sea de su agrado. Se sitúa en el séptimo libro, cuando Ron se marcha.

Nota: Los personajes no son míos, son de J.K Rowling.

Desolado, así me sentía con cada día que pasaba desde la partida de Ron, no sabía qué hacer, y mis pensamientos y fuerzas empezaban a abandonarme. Sabía que tenía que ser fuerte, no solo por mi, si no por Hermione, que parecía ser una autómata que seguía solo porque no tenia de otra.

Todas las noches acostado en mi cama, la podía oír llorando lo más bajo que podía para no despertarme, pero lo cierto era que dormir era un lujo para mí, pues con tanta angustia y preocupación, el insomnio me estaba matando.

Los días se hacían más largos y a pesar de estar los dos juntos, ambos nos sentíamos más solos que nunca, el sentimiento de vacio era enorme. Recordaba con anhelo las atenciones de la señora Weasley y el agradable calor que sentía cuando veía a Ginny, debía admitirlo necesitaba sentirme querido y amado, y notaba que Hermione también necesitaba de ese sentimiento.

-¿Agua Harry?- Dijo Hermione con una sonrisa que no llegaba a sus ojos apagados.

-No gracias, tómatela, la necesitas más que yo- Le respondí automáticamente al verla cansada.

Continuamos caminando y aceleramos el paso, pues se acercaba una tormenta. Después de un rato encontramos un lugar para poder dormir, mientras Hermione levantaba la tienda, yo ponía los hechizos protectores.

Afuera, dándole los últimos ajustes a las barreras que nos mantendrían a salvo, escucho su voz.

-Harry, la cena ya esta lista- Dijo Hermione sin mucho ánimo.

Entré en la tienda, situándome en mi asiento habitual, en frente de ella y empecé a comer, no había notado que me moría de hambre.

Las comidas no eran muy buenas, pero yo no me quejaba, sabía que mi pobre amiga hacia lo que podía con lo poco que tenía y por eso estaba tan agradecido con ella, me había seguido y apoyado hasta el final y valoraba mucho eso, al igual que su compañía, siempre se había llevado bien con ella, por eso habían desarrollado una conexión especial entre ellos, conexión que parecía estarse rompiendo en estos momentos ya que casi no hablaban si no era expresamente necesario.

-Harry, necesitamos hablar- Me dijo mi compañera, sacándome de mis cavilaciones.

-¿De que quieres habar?- Le pregunté con actitud decaída.

- Ya no podemos seguir andando sin rumbo, tenemos que trazar un plan, organizar las pistas que tenemos para ver hacia dónde ir y claro, encontrar la manera para destruir el Horrocrux.

-Sí, esto se está saliendo de control - Dije, pasando mi mano por mis cabellos- Te parece si lo hablamos por la mañana, no me siento muy bien para discutir este tema- Dije y sin pensarlo estiré mi brazo y tome su mano, acariciándola un poco.

Hermione me miro extrañada pero me devolvió la caricia, y ese simple contacto con ella me hizo sentir vivo, querido otra vez .Al paso de un rato, nos soltamos y nos despedimos.

-Buenas noches Harry-Me dijo dedicándome una pequeña sonrisa y pude notar un brillo especial en su mirar.

-Buenas noches Hemione- Me despedí con una sonrisa de lado.

Mirando el techo de la tienda y escuchando las gotas de lluvia caer en ella, sigo pensando en la inocente caricia de hace un rato, es como si el simple contacto con ella me hubiera dado fuerzas y hubiera tapado una parte de ese vacío que sentía dentro. No me lo explicaba, pero sentía la necesidad de repetir esa sensación, quería volver a sentirse querido, lo necesitaba como un adicto a la droga, debía volver a tener ese contacto con ella para poder vivir aunque sea por un rato más.

CONTINUARA…