Renuncia de derechos: Harry Potter y todo su universo son de J. K. Rowling, escribo esto sin fines de lucro. Trama y algunos personajes son míos, así que me reservo su uso.

El presente fic participa en el Reto #14 "Amortentia al azar" del foro "Hogwarts a través de los años".


Cuando me conmoví.

Al sonreír, Louis Weasley podía encandilar.

Cualquiera que los conociera a él y a sus hermanos mayores, no se sorprendía de esa característica. Es más, podía decirse que a veces deseaban ser deslumbrados por el gesto, como si se los dedicaran exclusivamente; sin embargo, en el caso de Victoire y Dominique, pronto aprendieron que sus sonrisas más resplandecientes eran únicamente para sus seres queridos.

Louis sonreía seguido, eso todo el mundo lo sabía, pero habría causado asombro si alguien dijera sin más algo como "lo hace por inercia".

Hazel Graham pensaba justamente eso, pero no lo decía en voz alta. Era una joven que, con un cabello castaño corto y revuelto que lucía despeinado casi siempre, debía lidiar con las burlas de varios a su alrededor. Era terriblemente inteligente, pero en ocasiones le habría gustado poseer la belleza natural de Louis, quien era feliz con unos padres y unos hermanos que lo adoraban; además, tenía numerosos parientes agradables y amigos incondicionales.

Entonces, ¿por qué Hazel pensaba aquello de las sonrisas de Louis? Sencillo: lo intuía al verlo con demasiada gente a su alrededor, porque se le notaba incómodo. Parecía que entre más atractivo lo veían, más intentaban acercarse a él, pero sin querer conocerlo realmente. Por eso, aunque no dejara de ser alegre, de un tiempo a la fecha Hazel notó que el muchacho usaba ropa muggle que poco o nada encajaba con su apariencia, con tal de pasar desapercibido. Tal vez no quería agobiarse, al no poseer la diplomacia innata de su hermana Victoire ni la caballerosidad de su hermano Dominique.

A pesar del aspecto que comenzó a presentar, el de un chico algo desaliñado y encogido con sus prendas siempre holgadas, a Hazel siguió agradándole Louis.

—¡Hola!

—Ah, hola, Graham.

Al muchacho se le notaba ligeramente confundido cada vez que lo saludaba, pero claro, Hazel no le daba importancia.

—¿Qué clase tuviste? Hueles bien.

¿Era una broma? ¡Había acabado hecha una pena! No pudo evitar el sonrojarse.

—Cuidado de Criaturas Mágicas. Al profesor Hagrid se le ocurrió la "genial idea" —apuntó con sarcasmo—, de hacerlos trepar a unos árboles del Bosque Prohibido para "observar bowtruckles en su hábitat natural" —lo último lo dijo con una falsa voz grave.

—¡Vaya! Eso lo explica…

—¿Qué cosa?

—Tienes algo verde en la cabeza. ¿Son agujas de pino, no? —tras dudarlo solo un instante, Louis estiró la mano y sacudió suavemente los cabellos de Hazel, quien procuró quedarse muy quieta; incluso en cierto momento él se inclinó un poco para ver mejor lo que hacía—. ¡Lo siento! —Él retiró la mano de golpe—. Creo que no debí…

—No te preocupes, ¡muchas gracias!

Louis se enderezó lentamente, en apariencia desconcertado por haberse atrevido a hacer aquello. Cuando él empezaba a ponerse nervioso, ella preguntó apresuradamente.

—Tú… ¿De qué clase saliste?

—Adivinación. La vieja Trelawney sigue prediciéndole desgracias a unos cuantos. A veces es divertido, pero estoy deseando hacer el TIMO. Es obvio que no tengo eso que ella llama "Ojo Interior".

Ahí estaba, una de las tantas sonrisas de Louis. Era como si hallara divertido el no tener talento para la Adivinación, pero a Hazel no le gustó. Sacudió la cabeza de un lado a otro, con lo cual percibió el olor del trozo de bosque en el que estuviera poco antes y recordó que, solo un instante antes, los dedos del muchacho estaban en su cabello.

—¿Qué pasa? —preguntó él, curioso.

—Nada, nada. Oye, ¿conoces algún libro sobre bowtruckles? Animales Fantásticos ya me lo sé de memoria.

—¡Como se esperaba de Hazel Graham! —dejó escapar Louis, risueño—. Nos vemos en la biblioteca después de comer, recuerdo un libro muy bueno.

—¡Muchas gracias!

Louis se despidió agitando una mano y sonriendo, lo cual causó que Hazel a duras penas pudiera devolver el gesto. No fue sino hasta que él se perdió de vista que cerró los ojos con fuerza y respiró hondo.

Por alguna razón, le habían dado ganas de llorar.

—&—

Bienvenidos sean a mi última participación del reto de la Amortentia. Ojalá les guste.

El primer aroma que presento de los que me han sorteado esta vez es el de bosque. En realidad, es difícil describir eso, dado que no he visitado muchos bosques en mi vida y el primero que me vino a la mente fue el Bosque Prohibido. Así que Hazel Graham, el personaje OC que nos narrará casi todo, ha traído algo de ese olor hasta Louis Weasley, quien por lo visto, no es todo lo que aparenta. No sé, quiero ir un poco contra el fanon respecto a Louis, aunque en otros detalles puede que coincida con lo que otros han imaginado de él. Ya me dirán ustedes.

Cuídense mucho y nos leemos en el siguiente olor.