Los personajes no me pertenecen, sólo escribi esta historia alterna basandome en la maravillosa saga que escribió J.K. Rowling. Saludoss

¿DESTINO O DECISION?.

CAPITULO 1

Harry se encontraba en la plaza en la que solía pasar durante las vacaciones todos los años, no había mucha gente a esa hora de la tarde teniendo en cuenta que ese era el horario en los que Dudley y su pandilla se entretenían ahí y hacían lo que mejor sabían: molestar a los niños mas pequeños, fumando a escondidas de sus padres y rompiendo los juegos que había allí, sin embargo ninguno de ellos se presentó ese día, cosa que a Harry no le molestaba en absoluto. El se encontraba en su mundo pensando en lo sucedido durante el curso anterior: Una nueva profesora de DCAO había llegado para espiarlos por órdenes del ministerio, el ministro difamando a él y a Dumbledore diciendo que las historias de que Voldemort había vuelto eran pura invención, descubrir que había una profecía que hablaba de el y del señor de las tinieblas y lo peor de todo era la pérdida de su padrino, la única persona que consideraba su familia, aquel hermano y padre que siempre estarían a tu lado sin importar lo que pase.

-Sirius….lo siento mucho, nunca debí ir al ministerio, debí hacer hecho caso a Hermione ella tenía razón Voldemort estaba jugando con mi mente y yo caí en su trampa como un estúpido y todo por querer hacerme el héroe- dijo entre sollozos.

También era culpa de Dumbledore si hubiera confiado más en él y le hubiera dicho la verdad desde el principio en lugar de dejarlo con dudas y culpa nada de esto hubiera sucedido. A Harry no le preocupaba mucho la profecía, él ya sabia desde hace mucho que tarde o temprano se enfrentaría a Voldemort hasta que uno de los dos muera, aunque no esperaba que sea tan pronto.

-Si quiero derrotarlo de una vez tengo que dejar de estar sintiendo lástima de mi mismo y ponerme a trabajar, es tiempo de que tome el control de mi vida, a partir de ahora tomaré mis propias decisiones ya no seré el títere ni de Dumbledore ni de nadie- dijo con seriedad.

Un ruido lo sacó de sus pensamientos, Harry se volteó para ver que era y descubrió que eran nada menos que Dudley y su pandilla como siempre aunque un poco mas retrasados de lo habitual, todos estaban ahí con sus caras de tontos y abusivos, sacando cuidadosamente de sus bolsillos algunos cigarrillos que probablemente robaron en una tienda o a sus padres sin que lo notaran.

-Vaya vaya vaya, miren a quien tenemos aquí, Harry Potter el anormal del barrio- dijo uno de ellos.

-¿Por qué tan triste Harry? ¿Acaso murió tu novio o algo así?- exclamo piers con una sonrisa.

-¿Qué quieren? ¿Vienen a molestarme igual que el año pasado? Todos sabemos como terminó esa riña- respondió.

-Ohhh miren quién se hace el gallito furioso con nosotros, parece que tendremos que enseñarle algo de respeto sus superiores-dijo el mas grande.

Harry sabía que saldría de allí con varios moretones después de todo eran 3 contra 1 pero al menos esperaba lastimar gravemente a uno de ellos, se acercaron rápidamente hacia él hasta que Dudley los interrumpió.

-Esperen, acabo de recordar que mis padres no estarán en casa hasta la hora de la cena, podemos ir a fumar allí tranquilos y beber un poco del licor de mi padre, además no veo porque tenemos que perder el tiempo ensuciándonos las manos con este fracasado- dijo con un aire de superioridad.

-Mm., de acuerdo vamos antes de que lleguen tus padres y en cuanto a ti fenómeno…- exclamó el más grande –será mejor que no te volvamos a ver en nuestro territorio, no siempre habrá alguien que te salve el pellejo-

Así que la pandilla se fue tan rápido como llegaron en dirección a la casa de los Dursley para seguir con sus "actividades rutinarias" como las llamaba Dudley cuando su madre preguntaba hacia adónde iba con sus amigos. Harry se quedó pasmado ante el comportamiento de su primo, empezó a creer que tal vez dijo eso para protegerlo de la paliza que recibiría por parte de los chicos, pero dudó de que Dudley se preocupara por la salud de él. Siguió caminando por la plaza, dando vueltas por los alrededores hasta que se hizo de noche, se dirigía a su casa hasta que sintió que era observado por alguien, giró la cabeza esperando encontrarse con algún fisgón, hasta que vio de lejos a Mundungus Fletcher tropezando con un cesto de basura.

-Así que el viejo sigue espiándome como siempre y controlando mis actividades, pues bien a partir de mañana tendrá que buscarse un nuevo pasatiempo porque ya no va a manipularme más-dijo con una gran sonrisa entre dientes.

Cuando llego a casa, apenas le dirigió la palabra a sus tíos se sentó a comer como si nada pensando en sus cosas mientras su tío aburría a todos acerca de cómo su nuevo proyecto haría que la empresa se expanda por todo el continente, etcétera, hasta que una lechuza interrumpió la conversación.

-¡OTRA VEZ ESAS CONDENADAS LECHUZAS!, DILE A ESE COLEGIO TUYO QUE YA NO TOLERARÈ MAS ESTAS COSAS.- gritó su tío.

Harry recibió el paquete al parecer era la edición de El Profeta junto con varias cartas, provenientes de Ron, Hermione, el ministerio y Dumbledore y Ginny. Lo primero que hizo echarle una ojeada al periódico, estaba interesado en saber si Voldemort o sus vasallos habían estado causando problemas, por lo visto no había ninguna noticia acerca de ellos cosa que lo puso algo alegre pero también pensativo ya que eso no parecía normal en ellos, pero lo que más hizo mejorar su humor fue el titulo de la portada : "Fudge es relevado como Ministro de Magia, Amelia Bones asumirá su mandato a partir de la semana que viene" y otro titular más abajo que decía "Harry Potter ¿El Elegido?" donde mencionaba su aventura en el departamento de misterios, como había luchado de nuevo contra Voldemort y que toda la comunidad mágica estará apoyándolo en su lucha contra el señor de las tinieblas, etcétera.

Dejó el periódico sobre la cama y abrió la carta de Ron:

Hola compañero, ¿Cómo estás? Supongo que tratando de superar lo ocurrido en el ministerio espero que sepas que tanto yo y Hermione estamos para apoyarte en lo que sea puedes contar siempre conmigo, cuídate mucho tal vez vayamos a buscarte antes de que empiece el año escolar para que pases unos días con mi familia.

P.D.: si esos muggles te causan problemas avísanos e iremos enseguida

Ron.

Luego abrió la de Hermione:

Hola Harry ¿Cómo te encuentras? Sé que te culpas por lo sucedido en el ministerio pero espero que sepas que lo que le pasó a Sirius no fue tu culpa. Yo me encuentro muy bien mis padres querían ir a visitar a unos parientes durante unos días e insistieron en que los acompañara supongo que uno no puede discutir con ellos ¿Verdad? Aguanta unos pocos días más y te llevaremos con nosotros.

Besos y abrazos

Hermione.

Siguió con la del ministerio:

Estimado señor Potter:

Debido a lo ocurrido en el ministerio y teniendo en cuenta los acontecimientos actuales le informamos que está autorizado a utilizar magia dentro y fuera del colegio. En otro punto le informamos que debido a la muerte de Sirius Black es usted el actual y único propietario de las cámaras Black junto con sus propiedades y otros bienes.

Atentamente: Ministerio de Magia

-Bueno al menos podré practicar hechizos sin que los del ministerio traten de arrestarme- murmuró.

Prosiguió con la de Ginny

Hola Harry se que no nos hemos escrito en el pasado pero luego de lo sucedido en el ministerio siento que ya somos buenos amigos que pelean en el mismo bando para el bien de todos, espero que este año sigamos con las clases del ED dijeron que te buscaríamos para el día de tu cumpleaños para traerte al cuartel de la Orden, no creo que sea lo mas sensato teniendo en cuenta que odias este lugar tanto como Sirius, pero después hablaras con Dumbledore.

P.D.: A Ron y Hermione ya los dejan participar en las reuniones de la Orden tal vez ya los hayan ingresado pero lo dudo mucho.

Besos.

Y por último, la carta menos deseada, es decir, la de Dumbledore

Querido Harry:

Espero que te encuentres bien déjame decirte que tienes preocupados a tus amigos y a mi también

Ojalá que no hagas ninguna insensatez como querer salir sin compañía o utilizar magia ahora que estás autorizado por el Ministerio. Estate listo pasaremos a buscarte el día de tu cumpleaños te llevaremos a Grimmauld Place y ahí hablaremos acerca de lo que sería tus actividades durante este año.

Atentamente

Albus Dumbledore.

-Está de broma si cree que regresaré a esa casa, Sirius la odiaba y yo también- dijo muy enojado.

-Eso es obvio teniendo en cuenta lo parecidos que eran ustedes dos ¿No lo crees?- dijo una voz a sus espaldas. Harry se volteó y vio a un joven no mas de 25 años con una túnica negra y una sonrisa en su cara

-¿Quién eres? ¿Eres de la Orden o eres un Mortífago?- preguntó mientras lo apuntaba con su varita.

-Ninguno de los dos, trabajo solo, y estoy aquí para ayudarte a derrotar a Voldemort, si es lo que deseas- respondió tranquilamente.

-Es una broma ¿Verdad?-

-Si quisiera hacer bromas estaría en la tienda de chascos que tienen los gemelos Weasley, la cual por cierto es bastante buena. Sin embargo estoy aquí para guiarte en tu misión- respondió.

-Es por la profecía ¿No es cierto? Supongo que éste es mi destino-

-El destino de nadie está escrito en piedra o profecías Harry, yo creo que el destino o mejor dicho la vida nos ofrece caminos y oportunidades pero al final el que decide cual quiere seguir es uno mismo, siempre tienes elección- aclaró el extraño.

-Me gustaría poder creer eso- dijo con tristeza.

-Puedo ayudarte, puedo entrenarte, ayudar a mejorar tus habilidades si te lo propones puedes ser mejor que Dumbledore, lo único que te pido es que confíes en mí -le dijo levantando su mano.

Harry dudó un momento, estaba seguro que ese hombre no era uno de los hombres de Voldemort de lo contrario ya hubiera querido llevárselo por la fuerza, y tampoco era de la Orden porque si lo fuera Dumbledore hubiera mandado a Lupin o a Tonks para buscarlo, por lo que decidió arriesgarse -OK, es un trato- respondió estrechando su mano.

-Bien vayámonos de aquí, nos apareceremos en mi casa, trae tus cosas- dijo el joven.

Harry preparó sus cosas, la jaula de Hedwig, la capa de su padre y el resto lo colocó en su baúl, vio como el muchacho se concentraba mientras su mano brilló de un color verde. Antes de irse de ese lugar Harry quiso saber algo.

-¿Cómo te llamas?- preguntó.

-Alexander Simmons, pero puedes llamarme Alex- dijo con una sonrisa.

Y así ambos desaparecieron en un instante.