Disclaimer: Los personajes no me pertenecen.


"El amor no es para los monstruos" me dijo alguien que ya no vive, hace mucho tiempo.

Era tan pequeño que ni me paré a pensar en ello. Cuando la recordé ya me había convertido en un monstruo y pensé que ese hombre tenía razón.

Pero tú eras como yo.

Estabas hecha de retales de rotos, de todo lo que los demás no habían querido nunca, de moratones y miradas llenas de odio.

A ti tampoco te quería nadie, la vida te había tratado mal, pero habías sabido ser fuerte. Eras pequeña y admirable. Supongo que me pareciste entrañable, supongo que quise evitar que nadie te hiciera daño e intenté enseñarte a hacerle trampas al mundo.

Me equivocaba.

Tú no eras un monstruo. Tenías sentimientos, escondidos y llenos de telarañas. Te odié por ello, porque esos sentimientos fueron quienes te mataron.

Admito que lloré por primera vez en años cuando nadie miraba. Ni siquiera supe que pensar, no estabas y tu ausencia dolía, te recordaba y esos recuerdos me mataban.

No has vuelto y yo sigo sin saber que pensar. Intenté olvidarte, pero si estoy distraído cuando estoy despierto, los sueños me obligan a recordarte.

Quiero creer que soy un monstruo, pero me dolía lo que sentía por ti (Tú y yo éramos tinieblas, los sentimientos, las luces que nos destruían) y me duele aún más no poder sentirlo ahora.

Si algún día vuelves, respóndeme ¿Seguimos siendo monstruos o simplemente nunca lo fuimos?