¡Hola! Aquí de nuevo. Esto se me ocurrió al ver la peli de HunterxHunter (obviamente, estoy hablando de Phantom Rouge) y escribí este pequeño Drabble de Gon y Retz...
Disclaimer: Como todos saben, y me tomo que será así por los siglos de los siglos, ningún persona que aparezca o sea mencionado me pertenece. Yo solo hago sin fines de lucro, solo para divertirme y pasar el rato.
Sin vida.
Esas dos simples palabras podían describirla a la perfección.
Un objeto sin vida… Por más que pueda sonreír, respirar, moverse y hablar, ella no estaba viva. Ya no. Su alma y sus verdaderos ojos desaparecieron a causa de la ambición de su hermano ¡su pobre y querido hermano mayor! Si tan sólo el pudiera volver a ser el de antes, un simple y talentoso artesano ─un fabricante de muñecas─ y no ese ser malvado que hoy es.
Ahora ella… era solo un objeto sin valor.
Una muñeca rota, creada por un hombre que jugó a ser Dios.
La muñeca de porcelana ─que alguna vez fue─ terminó por romperse, se averió trágicamente, para vivir sus días cual muñeca de trapo; aunque intenten repararla… ya no volvería a ser la de antes.
—¿Retz? ¿Sucede algo? —preguntó el muchacho de cabello en punta, mirando fijamente a su compañero; sin siquiera imaginar que "él" era una jovencita.
Ella parpadeó, e inconscientemente sus brazos se afianzaron al muñeco de madera. —¿Eh? …yo… —balbuceó asustada—. N-no… no es nada… solo…—. Dudó sobre que decir. —S-solo pensaba…
Aun teniendo esa respuesta, Gon no estaba del todo convencido. —¿Estás seguro? Te noto algo preocupado. —mencionó—. ¿Es porque no pudimos encontrar todavía el lugar que estoy buscando? ¡Descuida! Estoy seguro que lo encontraremos. Tal vez mañana, o en unos días, ¡pero si no nos damos por vencidos, lograremos hallarlo!
—S-sí… pe-pero…
—¡No tienes que preocuparte!
—P-pero… Gon…
—Retz—. Sorpresivamente, posó ambas manos sobre los hombros del "rubio". —¿Somos amigos, no?
Aquella pregunta la dejó sin aliento. —¿Eh?
Gon sonrió. —Nosotros somos amigos, y si tú estás preocupado también yo—decía con total sinceridad, sin apartar en ningún instante sus ojos de los ajenos—. Así que, si necesitas algo… te ayudaré. Estaré contigo para lo que necesites.
—Gon…—. Tuvo que controlarse para no llorar por la felicidad que abarcaba su pecho; Eso era algo… que deseaba experimentar siempre.
—Todo estará bien—. Una de sus manos descendió y rozó brevemente los dedos del "muchacho". —Y espero que ¡tú y yo seamos buenos amigos!
Ver la sonrisa alegre en el rostro de aquel niño causó una pequeña sonrisa en el propio; una sonrisa verdadera; junto con un cambio en su mirada. Esos brillantes ojos celestes…
…Ellos se veían vivos…
—Gon yo…—. Uno de sus brazos soltó al muñeco y con su mano libre logró atrapar la ajena, percatándose también de la mirada curiosa del pelinegro. Sostuvo con mayor firmeza aquel agarre. —Y-yo… en verdad… también lo espero.
Esa respuesta fue suficiente para ambos.
Tal vez Retz nunca dejaría de ser una muñeca sin vida, pero ella aun podía recordar lo que era sentir y gracias a Gon...
…Volvió a recordar lo que era sentirse con vida…
