Venga, arenosos, denme todo lo que tengan!
¿Amor verdadero o canon?
Algo andaba mal, lo sabía. Las señales se habían presentado una detrás de otra: primero, no había desayunado, y Hiccup siempre desayunaba, había estado dibujando hachas, no se hizo sus pequeñas trenzas, no se puso a juguetear el Ojo del Dragón nada más despertar y lo más contundente: me había llamado Toothless en vez de amigo toda la mañana, o mejor dicho, las pocas veces que había recordado mi existencia. Más de una vez acerqué mi cabeza a su mano esperando demostrar apoyo, pero mi ingrato amigo se limitó a cerrar el puño.
Gruñí pasando detrás de él, esperando transmitirle mi enojo, pero me ignoró.
Estúpido vikingo cojo.
Lo escuché suspirar por enésima vez en todo el día. Rodé los ojos y decidí que no podía seguir así. Sin sacar mis dientes, mordí su pierna buena y lo arrastré fuera de su burbuja de tristeza.
-¡Toothless! ¡¿Qué crees que estás haciendo?! ¡Suéltame!
-¿Hiccup?¿Toothless?- escuché a alguien, probablemente era Astrid.
Me detuve bruscamente. Astrid corrió a verlo.
-¿Un nuevo ejercicio de entrenamiento?- preguntó sonriente. Hiccup evitó mirarla y negó.
Esto tiene que ver con ella…
Llamé a Stormfly varias veces hasta que me prestó atención. Señalé a Astrid y la Deadly Nadder me dió un gruñido de afirmación.
Rápidamente volví a morder la pierna real de Hiccup y corrí al bosque.
-¡Alguien deténgalo! ¡Toothless, basta!
Lo ignoré como él había hecho conmigo y me interné en el bosque con Stormfly siguiéndome de cerca.
-¡Hiccup! ¡Stormfly!
Me detuve en un claro y lo arroje al pasto.
-¡¿Se puede saber qué diantres pasa contigo?!- bramó dando vueltas para levantarse.
Lo ignoré y calenté una roca para dormir contra ella.
-¡Toothless!
Lo tiré con mi cola.
-¡Toothless, por todos los dioses!
-¡Stormfly!
La dragona y Astrid llegaron corriendo atrás de nosotros.
Hiccup me miró acusadoramente y reí.
-¿Lo planeaste, no? Tú hijo de…
-Nunca te había escuchado insultar a Toothless.
Astrid se acercó, parecía preocupada.
Esto se va a poner sentimental pensé acomodándome para dormir.
-¿Está todo bien, Hiccup?- preguntó tocando su hombro.
-Sí, lo está, solo… por favor, déjame solo, Astrid.
Astrid se sentó detrás de él y le hizo el par de ridículas trenzas.
-¿Qué tienes?
Hiccup se removió para alejarla.
-De verdad, quiero estar solo.
-No voy a dejarte hasta que me digas qué es lo que te molesta. Quiero ayudarte.
-No puedes, especialmente tú.
Resoplé. Se está poniendo bueno.
Astrid dejó caer sus manos y una trenza a medio hacer.
-¿Estás enojado conmigo? ¿Hice algo mal? ¿Desobedecí alguna de tus órdenes?
Lo que dirían los otros jinetes si la vieran así de dócil y servil.
Hiccup sacudió la cabeza.
-No, es que… Astrid, ¿me amas?
Astrid abrió la boca con sorpresa. Bueno, ahora que preguntaba, yo también tenía curiosidad, sabía que se gustaban, pero nunca habían dicho esa palabra antes.
-Hiccup… sabes que sí.
Esperaba que sonriera, me acariciara la cabeza y pudiéramos regresar a la normalidad, pero Hiccup, como siempre, lo arruinó.
-¿Por qué?
-No entiendo qué quieres decir, a qué…
-¿Por qué me amas?
Astrid hizo un amago de sonrisa.
-Por ser tú, Hiccup. No entiendo qué sucede, ¿qué te tiene así?
Él se pasó la mano por el cabello.
-No me refiero a eso, quiero decir, qué es exactamente lo que amas de mí.
Por fin, Astrid percibió que algo no estaba bien.
-No puedo responder eso, Hiccup, lo que amo es todo tú, el conjunto de cosas que eres, no solo algunas.
Suspiró.
-Me refiero a… la primera vez que me besaste fue después de que asesiné al Red Death, pero antes de eso tú me odiabas… ¿qué cambió?
Ahhh, lo captó. Así que sentía que ella no lo amaba. Tiene sentido para mí.
-Entonces tú parecías ser todo lo contrario a lo que eres ahora- sonrió ella retomando la trenza medio hecha -además, no te odiaba, solo estaba celosa de que de repente fueras el número uno en la academia, cuando yo había pasado mi vida entrenando.
Tomó su mano lentamente, parecía que tuviera miedo de que la rechazara.
-Astrid, últimamente no puedo evitar pensar…- apartó su mano bruscamente -que la persona que crees amar no soy yo, sino el Amo de Dragones.
Ella le dio una sonora bofetada. Miré a Stormfly en busca de respuestas, pero ella estaba ocupada olisqueando un nido.
Mierda, mierda, Hiccup estará enojado conmigo por un largo tiempo.
-¿Cómo puedes creer que yo sería tan superficial e interesada?- preguntó y empezó llorar.
Maldita sea, no me va a perdonar jamás, ¡deja de llorar Astrid!
Para mi sorpresa, mi estúpido amo no se disculpó enseguida, ni siquiera se molestó en volver a girar la cara.
-Intenta verlo desde mi perspectiva, Astrid. Nunca me notaste hasta que monté un Night Fury frente a ti y me odiabas hasta el día en que asesiné al Red Death.
Ella volvió a sentarse, mucho más lejos de él y todavía llorando.
-Ya te dije que no te odiaba. Y la razón por la que te besé no fue… solo fue un impulso, tú velo desde mi perspectiva, Hiccup, fueron muchas impresiones para mí… creer que habías muerto en la explosión y luego de vuelta en Berk cuando Gobber cortó los restos de tu pierna quemada…
Sacudió la cabeza y sollozó. Yo también recordaba eso, no confiaba en nadie en ese tiempo, tuvieron que encerrarme en una jaula porque creí que estaban lastimando a Hiccup.
-Tus gritos se escucharon por toda la aldea y Fishlegs dijo que si te movías demasiado y Gobber cortaba una vena importante morirías desangrado… y luego las fiebres…- sacudió la cabeza y se abrazó a sí misma -Hiccup, pasé cuatro días temiendo que murieras, por eso cuando te vi, sano y salvo, te besé.
Hiccup miraba fijamente una roca en el piso con el ceño fruncido.
-Aun no puedo entenderlo… una vez dijiste que era débil y cobarde- dijo en voz baja -bueno, sigo siéndolo, ¿qué ha cambiado?
Con la mejillas encharcadas, Astrid sonrió y volvió a sentarse junto a él.
-Ese no eras tú, no eres débil y cobarde. Este eres tú: valiente, fuerte, inteligente, sensible, obstinado, curioso, dispuesto a hacer lo que sea necesario por hacer lo correcto. No te amo por tu nuevo estatus como el entrenador de Dragones, te amo por ser lo que eres. Tú me has conocido así toda tu vida, pero yo no, no sabía el increíble hombre que siempre estuvo debajo de la imagen de un vikingo débil y escurridizo.
Lentamente, mi amigo cojo sonrió y ella también.
Ew. Mi trabajo está terminado. Me di la vuelta y corrí de regreso al bosque, lejos del empalagoso besuqueo que tendría lugar en unos segundos.
N/a:
Oigan, pero que mal escrito quedó esto. Definitivamente voy a dejar la primera persona, no se me da nada bien.
Bueno, este one-shot es mi intento de convencerme del Hiccstrid, hace ni mucho vi por ahí unas palabras de Cressida sobre el Hiccstrid en las que dijo que canon sería un Hiccazi, que precisamente porque Astrid no es del todo un personaje suyo, su relación con Hiccup es muchomás que canon, así que dije oc, oc, oc, si Cressida lo dice, entonces es verdad, así que me dediqué exhaustivamente (literal) a analizar el Hiccstrid, así que lo descuartice y saqué lo vital (chiste para IB Students), así que esta es mi conclusión, amigos.
No estoy esperando convencer a todo el mundo, quiero decir, yo odiaba/odio el Hiccstrid, así que apenas empiezo a asimilarlo. Las dudas que expresa Hiccup son las mías, y creo que de todos los demás fans que no aprueban el Hiccstrid.
En fin, sé que esto va a alterar susceptibilidades de ambos bandos, así que venga haters! no se contengan!
HATERS ARE GONNA HATE!
