Harry Potter
Y
La Segunda Profecía
Cáp. 1: El Asesinato.
Cassidy Ann Golinder una chica de 16 años, de pelo castaño oscuro, ojos marrones oscuros, alta, de cutis blanca se encontraba sentada con su familia almorzando en un restaurante muggle. Su padre Tom Golinder un hombre formado, de piel también blanca, ojos color miel, y pelo castaño claro, se encontraba a su lado disfrutando de la comida del lugar.
- Creo que voy a comer otro plato de esto, esta delicioso, - Dijo con la boca llena.
Ella y otra mujer que se encontraba a su frente rieron.
- Deberías tratar de controlarte, recuerda que después debemos pagar.- dijo Nerissa, la madre de Ann. Ella era una mujer de unos 30 y algo de años, pelo rubio oscuro ondulado, ojos verdes claro, de estatura normal y delgada.
- Querida sabes que estas ocasiones son especiales, estamos todos juntos, salimos a comer y además esta comida es deliciosa.- Dijo tragando un bocado de pavo asado.
- ¿Insinúas que la comida que yo cocino no es buena?.- Dijo Nerissa levantando una ceja y mirándolo juguetonamente.
El hombre se sobresalto y se apuro a decir.
- No, no querida, tus comidas son mucho mejor que estas, solo digo que son muy raras las ocasiones en que podemos comer juntos, y si yo no estoy yendo al ministerio, tu tienes una reunión, y bueno, dentro de poco comenzara el año escolar, y Ann tendrá que ir de nuevo a Hogwarts.-
- Si en eso tiene razón papá, ya queda una semana antes de que comenzaran las clases nuevamente y tendré que irme, además tenemos que ir al callejón Diagon para comprar las cosas de mi lista.- Dijo Ann
- Si, ya estas por cursar sexto, ¿no es así?.- Dijo su madre descansando su cabeza en su mano y mirándola.
- Si mamá, no puedo creerlo aun.- dijo Ann pensando en lo que le aparara el futuro.
Siguieron hablando de diversos temas hasta que ya cansados pagar la cuenta y retirarse a su hogar.
- Bien mujeres.- Hizo una pausa Tom, para frotarse su pequeño estomago. -espérenme aquí, yo voy a buscar el auto al estacionamiento de atrás, volveré enseguida así que estén listas.-
Las dos asintieron con la cabeza y vieron alejarse a Tom.
El tiempo pasó y el hombre no regresaba, ambas comenzaron a preocuparse .
- Que extraño, papá aun no ha vuelto.- Dijo Ann mirando su reloj.
- Si, ya hemos esperado 30 minutos, mejor vamos a buscarlo.- Dijo Nerissa con preocupación en su voz.
Ambas salieron del restaurante a paso rápido, se dirigían al estacionamiento que ofrecía el mismo restauran.
Caminaban por las interminables filas de automóviles estacionados, uno al lado del otro, Nerissa distinguió su automóvil azul a lo lejos, entrecerró los ojos para distinguir mejor, pero no pudo ver nada. Se acercaron más a paso rápido y al llegar al lado del auto, ambas se llevaron las manos a la boca y agrandaron sus ojos al ver el cuerpo inerte de Tom tirado en el suelo.
